XXXVIII
—¿Querías o lo hiciste?
—Veo que ya me va conociendo. Claro que lo hice. No podía permitir que mi Catalina se fuera con otros. Ella me pertenecía... Así que la dejé encerrada para que solamente estuviera conmigo.
—Dime una cosa... ¿La querías?
—La amaba con todo mi ser.
—¿Al grado de acabar con su vida?
—Si. Y volvería a hacerlo con tal de que fuese sólo mía.
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