XXXI
—Bien. Dejemos de lado a Julieta y mejor cuentame acerca de lo que sucedió después de que te fuiste de la ciudad.
—Nos quedamos en un hotel y cada noche saliamos. Me llevaba a bares y a discotecas. Tomábamos hasta perder la conciencia.
—¿Todas las noches hacían lo mismo?
—Por supuesto que después de beber nos divertíamos aun mas?
—¿A que te refieres?
—Teníamos mucho sexo doctora. Eso era la mejor parte. No teníamos que escodendernos y lo hacíamos a cada instante.
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