XXX
—Supongo que también estas enterado de que ese hijo ahora ya no existe.
—Si. Julieta se volvió loca.
—Por tu culpa.
—Se volvió loca porque así lo quiso. Yo no la obligue a matar a ese bastardo.
—Tu la orillaste a que lo hiciera. Ella se puso muy mal después de que te fuiste con Catalina.
—Posiblemente ni siquiera era mi hijo.
—¿Por qué lo dices?
—Catalina me lo dijo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro