LX
—¿Pero eso que tiene que ver?
—Un día yo tuve que salir de la casa. Ann, la sirvienta, se encargaba de las niñas y Clarissa de Catalina. Por el descuido de Clarissa al dejar la puerta abierta, Catalina logró salir y Ann había dejado un rato a las gemelas solas.
—¿Les hizo algo Catalina?
—No lo sé. Nunca pude saberlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro