Han llegado al fin a la cafetería de la que tanto hablan los chicos. La caminata ha sido corta, pero le ha dado tiempo a Félix para respirar aire fresco y tranquilizar un poco sus alocados pensamientos. A pesar de que sigue nervioso se ve con algo más de fuerza para afrontar lo que se viene.
El lugar es bastante agradable, con las paredes en tonos claros repletas de reproducciones de cuadros de diferentes autores. Las sillas son de mimbre con cojines de aspecto cómodo. Toman asiento en una mesa situada en una de las esquinas en la que pasan algo desapercibidos a pesar de que no hay demasiada gente en el establecimiento.
-Aquí estáis de nuevo, chicos.- los saluda un camarero que sujeta un boli y una libreta en su mano para apuntar sus pedidos. Se nota que el grupo de amigos pasa mucho por allí por la familiaridad con la que los trata.- Y tenéis entre vosotros una cara nueva.
-Sí. Él es Félix, un nuevo amigo.- lo presenta Jeongin.- Félix, este es Yoongi. Nos ve tanto por aquí que ya es casi como un hermano mayor para nosotros.
-Encantado de conocerte, Félix.- el chico mayor le sonríe dejando ver casi por completo sus encías de manera adorable.- ¿Os traigo lo de siempre? ¿O vais a variar por primera vez en meses?
-Trae cappuccino descafeinado con nata para todos, por favor.- habla ahora Jisung.- ¿O prefieres otra cosa, Félix?
-Por mí un cappuccino descafeinado está bien.- se apresura a responder.
-Pues dadme unos minutos y os los traigo.
El chico se aleja sin haber anotado nada en su libreta, cosa que le hace un poco de gracia al pecoso. El silencio se instala entre ellos durante unos segundos, pero no se siente totalmente incómodo.
-Bueno, yo he pedido descafeinado para todos porque supongo que tú tampoco tomas cafeína.- Jisung se dirige directamente a él con algo de preocupación, como si temiese haber hecho algo mal.
-Que va, lo prefiero así. No es que la cafeína sea de gran ayuda para la ansiedad.
-Acabamos de salir de una sesión de terapia, vamos a hablar de cualquier otra cosa que no sea nuestras idas de olla, por favor.- Minho se lamenta exageradamente apoyando la cabeza sobre el hombro de su novio.- Creo que no puedo soportar pensar durante mucho más tiempo sin que me estalle la cabeza.
-Eso es lo que pasa cuando no piensas muy a menudo. Si lo hicieses de vez en cuando a lo mejor no te pasaban esas cosas.- se burla Changbin con una sonrisa sarcástica.
-A mí si que me va a estallar la cabeza si empezáis ya con vuestras peleas absurdas. A veces no me creo que seáis los mayores.- la queja del menor del grupo corta de golpe el absurdo diálogo entre los dos chicos.
-Cambiando de tema. ¿Alguno ha notado hoy que cuando hemos llegado Chan volvía a estar muy pegado a la recepcionista?
La pregunta de Hyunjin hace que el ambiente vuelva a sentirse calmado. Parece que un buen cotilleo hace que todos los chicos dejen cualquier nimiedad de lado para poder centrar completamente su atención. Félix no puede evitar sonreír ligeramente por lo atentos que parecen estar todos.
-Yo creo que se gustan. Si no es que se han liado ya.- comenta Minho con un encogimiento de hombros.- Pasan un montón de horas juntos en el trabajo. Es normal que haya algo de atracción si los dos son jóvenes y sin pareja.
-A mí me alegraría que Chan encontrase pareja. Se desvive por cuidar de sus pacientes y por no recaer en su propia enfermedad. Necesita algo que le de alegría a su vida.
-La verdad me resulta difícil ver a Chan dando el paso para llegar a algo así.- responde Changbin al comentario de Jeongin.- Todos sabemos que es muy inteligente para la psicología y para tratar con las vidas de los demás, pero cuando se trata de la suya propia es un poco torpe.
-Igual ha sido ella la que ha dado el primer paso. A veces la vida te sorprende y la persona que parece ser la lanzada de la relación en realidad no lo es. Por ejemplo, todo el mundo cree que Minho es el lanzado de nuestra relación.- Jisung no puede esquivar la mirada asesina que le lanza su pareja con una ceja alzada, como invitándole a que se explique.- No me mires así. Los dos sabemos que si no fuese por mi seguiríamos siendo "amigos".
El resto de chicos del pequeño grupo no puede evitar reír por lo abochornado que parece Minho ante el énfasis que le pone Han a la última palabra, haciendo el gesto de las comillas con sus dedos para recalcar la idea de que no es el término más adecuado para definir su relación.
El camarero al que han nombrado como Yoongi llega en ese instante con su pedido, pudiendo apreciar como Lee se cruza de brazos de manera indignada, sin ningún argumento con el que defenderse sufriendo las risas burlonas de todos. Sonríe como si fuese una escena habitual y entrañable. Va dejando un vaso rebosante de café y nata delante de cada uno. Cuando llega a Félix le sonríe de esa manera adorable y le guiña un ojo, haciendo que las mejillas del rubio se enciendan con un fuerte carmín, tomado por sorpresa.
-Yoongi es guapo, ¿verdad?
Jisung sonríe con picardía mientras le da un pequeño golpe amistoso con el hombro en el costado. Las miradas de todos sobre él con expresiones similares a las del chico hacen que se de cuenta de que el pequeño intercambio de gestos con el camarero no ha pasado desapercibido para ninguno, lo que hace que el rubor en sus mejillas solo aumente.
-Es atractivo.- concede en un hilo de voz tartamudeante.- Pero eso no significa nada. Hay muchas personas atractivas en el mundo.
-No te preocupes. Tampoco es que vayamos a pensar que te quieres casar con él porque hayáis cruzado miradas.- bromea Changbin con una de sus características sonrisas medio ladeadas, de esas que logran remover algo en su interior que aún no es capaz de identificar.
-Necesitamos otro cambio de tema que no haga que Félix se incomode y no quiera volver a quedar con nosotros.- urge Jeongin pellizcando el brazo de Changbin como reprimenda.
La conversación vuelve a fluir hacia cualquier otro tema que no involucre a Félix como protagonista, cosa que el chico agradece enormemente. Le es complicado sentirse totalmente cómodo por culpa del miedo a decir algo que no debería y fastidiarla, pero se siente agradable el pasar tiempo con un grupo de personas de su edad que respeten sus silencios y no lo obliguen a hablar de temas con los que no se siente a gusto.
Todos terminan sus cafés rápidamente, disfrutando del sabor entre amargo y azucarado, pero Félix se da cuenta de que el líquido del vaso de Minho sigue casi lleno cuando el resto ya se encuentran vacíos. El chico bebe despacio, casi como si se obligase a si mismo a hacerlo. Cuando al fin consigue terminarlo, casi media hora después que todos los demás, Jisung, el cual parece haber estado pendiente de su novio todo el tiempo, agarra su mano y le sonríe con orgullo. Eso provoca que Minho sonría también, como si todo el esfuerzo hubiese merecido la pena solo por ese gesto de aprobación.
Al final las dos horas que pasan sentados en la cafetería se le pasan mucho más rápido de lo que esperaba. Casi se siente un poco decepcionado cuando los chicos deciden que ya es hora de que cada uno vuelva a su casa. Estaba empezando hasta a olvidarse de que no son un grupo de amigos normal y corriente.
-Antes de nada, creo que va a ser mejor que me des tu número, Félix.- le pide Jisung cuando ya se encuentran fuera del local después de pagar.- Así podré meterte en el chat grupal que tenemos y puedes venir algún día más con nosotros. Si tú quieres, claro. No quiero que hagas nada con lo que no te sientas cómodo, pero me gustaría que pasar más tiempo contigo y conocernos todos mejor.
El chico no sabe muy bien como reaccionar. Se siente un poco emocionado por las palabras sinceras de Jisung. Hace meses que a penas usa su teléfono más que para lo indispensable, pero no se lo piensa dos veces antes de anotarle su número al chico. Quizás pueda hacer el esfuerzo de retomar el uso de el aparato para comunicarse con ellos.
-Pues vamos hablando en cuánto Jisung te meta el en chat. ¿Hacia dónde queda tu casa?
-Hacia allí.- responde a la pregunta de Jeongin apuntando en una dirección concreta.- Me lo he pasado bien hoy. Muchas gracias por invitarme. Hasta la semana que viene en terapia, supongo.
-Mi casa también queda en esa dirección. ¿Te importa si vamos juntos?- le pregunta Changbin con una timidez que a Félix le resulta algo antinatural, como si no fuese algo habitual en él.
-Claro. ¿Por qué me iba a importar?- susurra con timidez él también.
Se despiden del resto del grupo ondeando la mano mientras comienzan a caminar. No tardan en perderlos de vista, por lo que se quedan solos por segunda vez desde que se conocen. Félix no puede evitar rememorar su encuentro en la cafetería y la sencillez con la que parecían fluir las cosas entre ellos.
Ahora no sabe bien qué decir para cortar el silencio algo tenso que se siente en el ambiente. Se rasca la cutícula de su pulgar devanándose los sesos por encontrar un tema de conversación con el que hacer el camino menos pesado. No tarda en frustrarse al sentirse el peor conversador de la historia de la humanidad.
-Entonces... ¿Has tenido una mala semana? ¿Qué ha pasado?
Es Changbin el primero en hablar después de algunos minutos, y su acompañante no sabe muy bien qué debe responder. La pregunta lo ha tomado totalmente por sorpresa.
-Bueno... Nada especial creo. Supongo que no es necesario que pase nada. Simplemente ha sido una mala semana.- las palabras salen de su boca de forma atropellada y en balbuceos. Su incapacidad para hablar correctamente solo hace que se sienta aún más patético.- Me he peleado con mi hermano y he tenido un ataque de ansiedad algo fuerte, pero nada que no haya pasado antes ya.
-Entiendo. ¿Has arreglado las cosas con tu hermano o seguís enfadados?
Félix no entiende muy bien a qué viene esa aparente curiosidad por su vida por parte del mayor. Es posible que haya pasado tanto tiempo desde que alguien ajeno a su familia se preocupó por él que ya no sepa bien qué es lo que debe hacer cuando pasa.
Pero en los ojos de Changbin puede apreciar sinceridad, lo que no hace más que confundirlo. No entiende por qué el chico parece mostrar tanto interés en él. No tiene nada especial más allá de que está completamente jodido mentalmente. Es imposible que Seo quiera acercarse demasiado a él. No puede ser bueno para su propia salud mental hacerlo. El pasar mucho tiempo con alguien tan inestable como él seguramente solo haga estragos en su recuperación.
-Pues... Nos hemos arreglado. Pero siempre nos arreglamos rápido. Seungmin entiende que no soy una persona estable y que muchas veces es la ansiedad la que habla y no yo.
-Eso está bien. Mi hermana solía ayudarme mucho cuando me daban brotes fuertes de manía o de depresión, antes de que me regulasen la medicación.- comenta el chico de cabellos oscuros sonriendo con un punto de nostalgia.- Me costó bastante dejarme ayudar por ella. Me hería profundamente en mi orgullo de hermano mayor tener que depender tanto de ella.
-Los dos parecéis muy unidos.
-Lo estamos.- afirma rotundamente asintiendo con la cabeza. Su rostro se enciende con una expresión entre nostálgica y orgullosa que da a entender que está rememorando algún momento especial con su hermana, por lo que Félix decide darle unos segundos de intimidad sin decir nada.- Pero lo mismo se puede decir de tu hermano y tú. Jisung dice que él no para de hablar de ti en las tutorías.
-Seungmin es demasiado parlanchín. A saber qué dice de mí.- se lamenta algo avergonzado, temiendo las cosas que le haya podido contar su hermano pequeño a su nuevo amigo sobre él.
-Realmente te quiere mucho. Te aconsejo que si estás en la fase de intentar protegerlo de tus demonios a toda costa, como lo estaba yo, intentes apoyarte más en él. Te va a ayudar bastante más de lo que te parece.
El silencio vuelve a instalarse entre los dos chicos como un manto invisible. Félix no puede dejar de darle vueltas a las últimas palabras de Changbin en su cabeza, pensando si de verdad está apartando a Seungmin de sus problemas a toda costa y si debería dejar de hacerlo. Por su parte, Changbin parece estar dándose golpes mentalmente por haber hablado de más y haberse tomado una confianza con el otro chico que no existe realmente entre ellos.
-Lo intentaré. Aunque realmente no es que me apoye demasiado en nadie. No quiero molestar a los demás con mis locuras.- ahora es el turno de Lee de romper el silencio para demostrarle al otro chico que no le ha molestado su consejo.
-Siempre es mejor tener a alguien en quien apoyarse de vez en cuando. Lidiar con un trastorno mental tú solo es demasiado agotador.
El rubio aparta la mirada, incapaz de soportar la profundidad que transmiten los ojos de Changbin. Comienza a rascarse la cutícula del pulgar contrario al que lo había estado haciendo hasta ahora. El dolor fuerte y la satisfacción de abrirse una nueva herida hacen que pueda mantener a raya la ansiedad de forma más eficiente.
-¿Y qué te ha parecido la cafetería?- pregunta Seo, cambiando de tema ante la palpable incomodidad de su acompañante.
-Es muy bonita y los camareros son muy amables. Y el cappuccino estaba estupendo.
-Vamos allí después de casi todas las sesiones de terapia. Es un buen método para aligerar los pensamientos después de soltar toda la mierda.- le explica ignorando el temblor en la voz de Félix voz que denota lo intranquilo que se encuentra.- Deberías venirte tú también más a menudo. No es por agobiarte, pero creo que Jisung y a Jeongin tienen muchas ganas de que pases más tiempo con nosotros pero no saben muy bien cómo pedírtelo. Pueden llegar a ser un poco intensos si se lo proponen.
-Puedo intentar ir alguna vez más, pero no quiero molestaros.- susurra sin atreverse todavía a mirar directamente al otro a la cara.
-No molestas.- responde casi automáticamente el mayor, pero sin dejar de sonar completamente convencido de lo que dice.- Esto suena un poco raro porque prácticamente somos desconocidos, pero queremos ayudarte. Todos estamos bastante fastidiados mentalmente, a pesar de que ahora lo disimulemos bastante bien, y queremos ayudarte con tus problemas. Aunque solo sea haciendo que pases dos horas tranquilo a la semana en una cafetería hablando de cualquier tontería con nosotros.
El pecoso se queda sin palabras cuando el de cabellos azabache termina de dar su discurso de una manera un tanto atropellada. Nunca pensó que podría llegar a sentirse tan arropado por alguien a quien a penas acababa de conocer. Siente como sus ojos se llenan de lágrimas y un nudo comienza a atenazar su pecho con fuerza, incapaz de manejar todas las emociones que lo están ahogando en ese momento.
-Mi edificio es este de aquí.- anuncia al darse cuenta de que ya han llegado a su hogar, viendo su vía de escape mucho más cerca de lo que hubiese esperado.
-Ah... Bueno. Supongo que nos veremos la semana que viene en terapia.- murmura Changbin con un tono parecido a la decepción.
Félix no dice nada más. Le dedica un intento de sonrisa y sacude su mano en el aire como despedida antes de salir prácticamente corriendo en dirección a su lugar seguro. Su corazón late con fuerza cuando llega a su portar e introduce la llave en la cerradura con manos temblorosas. Su cabeza da vueltas y su respiración está igual de agitada que si hubiese corrido una maratón.
-¿Qué tal ha ido todo, cariño? Llegas más tarde de lo normal.
Su padre lo observa desde el sillón con una ceja alzada, donde se encuentra leyendo el periódico del día. Puede ver en su mirada que sabe que algo no va del todo bien, por lo que se dispone a sacar sus mejores dotes de actor para convencerlo de que todo ha ido mucho mejor de lo que en verdad ha ido.
-He ido a tomar algo con los chicos de terapia después de la sesión. Me lo he pasado bien, son todos muy agradables. Aunque la verdad es que estoy agotado mentalmente. Ya no estoy acostumbrado a pasar tanto tiempo con personas, pero seguramente vuelva a ir con ellos la semana que viene.
-Eso está muy bien. Me alegro por ti, hijo.
Intenta devolverle la sonrisa con un poco de culpabilidad. No sabe hasta qué punto sus palabras son verdad y hasta qué punto ha adornado la historia para no preocuparlo más de lo necesario. Aún así una sensación cálida se instala en su pecho al sentir el orgullo y la alegría rebosando en las palabras de su progenitor.
Se dirige a su habitación. Allí, una vez tumbado sobre su cama cómodamente, saca su teléfono móvil del bolsillo de sus vaqueros al sentir como comienza a vibrar con nuevos mensajes, cosa que no pasaba hacía tiempo.
Jisung ha cumplido y lo ha añadido a un chat grupal, donde ahora los chicos hablan sobre una película que han estrenado recientemente y que debaten si ir a ver o no. Entra en cada uno de sus perfiles, cotilleando sus fotos de perfil y sus estados. Inconscientemente se para un poco más en la fotografía de cierto chico tatuado que hoy lo ha acompañado hasta su casa.
Seo Changbin se está convirtiendo en un misterio inmenso que tiene demasiadas ganas de descifrar.
Aquí estoy de nuevo. Ya vuelvo a estar cien por cien disponible para escribir, aunque estoy un poco malita y me cuesta concentrarme. Pero nada que no se cure en un par de días.
Vamos avanzando poquito a poquito con las relaciones entre los personajes de esta historia. Espero que no se os haga nada forzado.
Os amo <3
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