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Sus manos sudan tanto que ya es la quinta vez que tiene que pasarlas por sus pantalones para intentar que dejen de sentirse tan pegajosas. Le está siendo especialmente complicado seguir el hilo de la conversación en esa sesión de terapia. No deja de pensar en el momento en el que esta acabe y los demás le pregunten si piensa ir con ellos a la cafetería, para lo que aún no tiene una respuesta clara.
-Mi hermana se ha marchado ya a su colegio.- comenta Changbin cuando Chan le pregunta qué tal ha ido su semana. Ya han dedicado gran parte de la sesión a otros temas, por lo que les debe de quedar poco tiempo.- Ha sido algo complicado. Bueno, siempre que se vuelve a marchar es complicado. La echamos de menos. Papá y yo vamos viviendo con ello siempre que nos llame a menudo, pero para mi madre es muy doloroso. Ellas están muy unidas y Yuna solo tiene dieciséis años. Ya lleva dos interna, pero para mamá sigue siendo como la primera vez que se fue.
-Si mi hermano o yo nos fuésemos de casa tan jóvenes como tu hermana a mi madre le hubiese dado un ataque al corazón. Es muy protectora con nosotros.
Genial, con el comentario de Jeongin se da pie a comenzar una conversación sobre madres, tema que Félix prefiere evitar en la medida de lo posible. Solo espera que Chan haga alguno de sus comentarios y consiga desviar la atención del tema a algo un poco más genérico o comenzará a entrar en pánico.
-Mi madre dice que no ve el momento de que me vaya de casa y tenga un poco de tranquilidad, pero después se queja de que la descuido si salgo demasiados días seguidos.- ríe Hyunjin.
-El ambiente familiar en general es importante como apoyo para cualquier persona, pero la conexión que se tiene con una madre es algo diferente. Por regla general, que no digo que sea en todos los casos, ellas asumen un rol mucho más cercano a los hijos que los padres, que suelen mostrar su protección y cariño de formas más distantes, sobre todo con los hijos hombres. Al fin y al cabo nuestra estructura familiar sigue siendo fruto de una concepción patriarcal. Es algo difícil de cambiar.
-En mi caso mi padre es mucho más comprensivo y cercano que mi madre. Ella suele perder los nervios más fácilmente. Pero es verdad que parece casi una excepción, no conozco a mucha gente que diga lo mismo.- Minho tuerce el gesto mientras habla, como si le costase hacer una diferenciación entre sus progenitores.
-¿Y tu madre, Félix?
La temida pregunta llega de labios de Jeongin, que lo observa con curiosidad, sin ser consciente de todo lo que desencadena en la cabeza del pecoso. Todos lo observan expectantes por su respuesta.
Él mira a Chan con desesperación, buscando su ayuda, pero el psicólogo se encuentra anotando algo en sus papeles. No puede evitar pensar que está evitando su mirada para ver qué es lo que responder y saber hasta qué punto está dispuesto a abrirse. Puede que esta sea una de esas veces que lo fuerza un poco para que haga cosas que normalmente no haría.
Su estómago se contrae de forma dolorosa y se ve incapaz de mirar a nadie a la cara. Siente que podría echarse a llorar si sus ojos pudiesen fabricar lágrimas, pero están completamente secos. El sudor es cada vez más, y ya no solo se reduce a las palmas de sus manos, si no que lo siente bajar por su espalda lentamente. El mundo gira ligeramente a su alrededor. Inconscientemente se rasca la cutícula de la uña de su pulgar con tanta fuerza que una gota de sangre resbala por su piel hasta dar con el suelo.
La mirada de todos sobre él le quema tanto que siente un dolor casi físico. No se siente preparado para responder a esa pregunta, pero tampoco ve la manera de escapar sin decepcionar a su familia después de prometerse a si mismo que iba a mejorar por ellos.
-Solo está mi padre.- las primeras palabras que salen de su boca suenan temblorosas y casi en un susurro. Cierra los ojos y toma una bocanada profunda de aire a pesar de que le cuesta respirar con normalidad, buscando unas fuerzas que no cree tener para seguir hablando.- Ella murió hace dos años y medio.
El silencio que sigue a sus palabras es tan espeso que Félix siente como si estuviese debajo del agua. Se siente culpable por haber arruinado el ambiente ligero y confiado que siempre parece flotar en la sala. Es consciente de que todos han relacionado la muerte de su madre con su trastorno, y se siente realmente expuesto por ello.
-Félix, ¿te importa si vamos tú y yo a otra sala un momento a solas?- pregunta el psicólogo, mirando con una ceja alzada la reciente herida de su dedo.
El adolescente solo asiente, poniéndose en pie a la vez que el adulto. Sigue sintiendo las miradas de todos sobre él, pero solo le preocupa seguir la vía de escape que Chan le está ofreciendo. Lo sigue con pasos inseguros debido a sus piernas temblorosas. Una oleada de alivio lo inunda cuando cierra la puerta tras él.
Entra tras Chan en una sala más pequeña. Las paredes laterales se encuentran cubiertas por estanterías repletas de una infinidad de libros. Al fondo se ve un escritorio lleno de papeles desordenados, frente al cual se encuentran dos sillones de cuero algo gastados que parecen cómodos. Supone que se encuentran en el despacho del psicólogo, a pesar de que le parece un espacio igual de inusual que su propietario.
-Ha sido algo complicado para ti mencionar a tu madre de esa manera ahora. He supuesto que no te encontrabas bien, así que me ha parecido buena idea que viniésemos a un lugar más tranquilo a hablar a solas.- el adulto comienza a hablar después de ambos se hayan sentado y de darle unos segundos de silencio y tranquilidad al menor.
-Hablar de ella es lo último que quiero hacer en este mundo.- suspira él contrariado.
-Estás en esta terapia para algo, Félix. Entiendo que la manera en la que ella falleció es algo difícil de recordar, pero necesitas comenzar a sacarlo todo poco a poco para que algún día deje de condicionar tu vida. Te guardas demasiadas cosas.
-La echo de menos.- es lo único que consigue articular con tono abochornado ante la dureza de la reprimenda de Chan, que parece decepcionado con él.
-Es algo normal. Puede que nunca dejes de echarla de menos, pero puedes aprender a vivir con su recuerdo.
-Preferiría no tener que hacerlo. Preferiría que mi madre siguiese con vida. Me cuesta respirar solo de pensar que ya hace más de dos años que se murió y yo sigo aquí como si nada. Hubiese sido mejor que me hubiese ido con ella.
-¿Estás completamente seguro de que hubiese sido mejor de esa manera?- el chico duda unos segundos antes de asentir con poca convicción.- ¿Entonces hubiese sido mejor para tu hermano Seungmin y tu padre que te hubieses muerto?- la pregunta del psicólogo es un golpe bajo que realmente logra remover su conciencia.- No creo que hubiese sido así. Me atrevería a decir incluso que para la mujer de tu padre también habría sido una desgracia.
-Puede que les hubiese dado pena, pero no habría supuesto un gran cambio en sus vidas. Ellos vivían aquí en Corea y yo en Australia. Al fin y al cabo casi no nos veíamos nunca.- no piensa dar su brazo a torcer tan rápido.
-Creo que ahora mismo es importante que dejemos de plantearnos qué habría pasado y que nos centremos en qué va a pasar a partir de ahora.- Chan se resigna a cambiar de tema, viendo que esa línea de conversación no los lleva a ninguna parte.- Por lo que sé has estado yendo a terapia una vez cada mes y medio, más o menos, y que tus avances han sido poco cuantiosos pero considerables.
-No he avanzado nada.- afirma con rotundidad el chico.
-¿Estás seguro? Según parece los primeros meses no podías ni siquiera salir de tu habitación por más de un par de horas sin sufrir ataques de pánico y ahora vienes hasta aquí en autobús tú solo.- rebate el adulto con una sonrisa ladeada que le da una expresión triunfal. El pecoso intenta decir algo que reafirme su postura, pero no encuentra nada.- La cosa es que espero que vayas avanzando un poco más gracias al grupo de terapia. Pero tienes que encontrar una motivación para poder hacerlo, porque si no este camino es el doble de duro. Sé que todo el mundo te dice que tienes que mejorar por ti mismo, que es muy importante, pero seguramente para ti sea mejor encontrar otra cosa por la que pelear.
-Mi familia. Les estoy haciendo daño.- murmura después de unos segundos meditando en silencio, aunque era una conclusión a la que ya había llegado por su cuenta.
-¿Y hay algo que te estés planteando hacer que te de miedo pero que sepas que puede ayudarte a mejorar?
Félix piensa durante unos segundos. Las sesiones de terapia individuales siempre hacen que su cabeza se nuble y sus pensamientos vayan más lentos de lo normal. Supone que será una reacción natural de su cuerpo para protegerlo de una situación incómoda y dolorosa para él.
Ve la oportunidad de consultar sus dudas con alguien que puede ayudarle a resolverlas. Bang le resulta alguien accesible aunque la barrera de paciente y psicólogo está bastante clara entre ellos. En parte cree que su corta edad lo convierte en alguien mucho más cercano que su terapeuta habitual, alguien con quien le resulta más fácil abrirse y compartir los recovecos más oscuros de su cabeza.
-Los chicos me han invitado a ir a tomar un café con ellos después de la terapia de grupo. Creo que también vendrá Jisung, el novio de Minho.- comienza a hablar mirando sus manos entrelazadas en su regazo, temeroso de que las expresiones del otro hagan que pierda la poca seguridad que está sintiendo.- Siento que me apetece pasar tiempo con ellos porque no parece importarles que yo sea un poco inestable, pero a la vez me da miedo arruinar su tarde. Tengo entendido que ellos son bastante cercanos e igual se sienten incómodos con mi presencia. Me aterra pensar que solo me han invitado por compromiso y que si voy se sentirán incómodos.
-Es verdad que los chicos son bastante cercanos. Por lo que sé ellos encuentran mucho apoyo los unos en los otros. Si te han invitado a ir con ellos es porque quieren intentar que tú entres en ese pequeño grupo de apoyo. Podría ser algo beneficioso para ti.- Félix no puede evitar fijarse que Chan está anotando algo en sus papeles por primera vez desde que se quedaron a solas.- Aunque no lo creas ellos también son bastante inestables a su manera. Lo que pasa es que su recuperación está algo más avanzada que la tuya y lo disimulan algo mejor. Pero al fin y al cabo vienen al grupo de terapia por algo. Y no es precisamente porque su salud mental sea la mejor.
No sabe bien qué es lo que debe decir ahora. No ha resuelto completamente sus dudas, pero ha disipado un poco la bruma en la que llevaban sumidos sus pensamientos todo el día. En ese momento está seguro de que no podrá decir que no a ir a tomar ese café con los demás por mucho pánico que le de la situación.
Mira un reloj que hay sobre la pared con disimulo mientras deja que Bang anote cosas en sus papeles en silencio. Se da cuenta de que a penas quedan diez minutos de terapia, y debe aprovechar que el mayor no parece tener prisa por volver con el resto de sus pacientes para consultar con otra de las cosas que atormentan su cabeza. Se siente más confiado sin todo el mundo escuchando.
-¿Puedo hacerte otra pregunta?
-Claro, para eso estamos aquí.
-¿Es posible que con mi enfermedad le esté arruinando la infancia a mi hermano?- siente las lágrimas picar al borde de sus ojos al verbalizar lo que lleva días siendo su mayor preocupación.- Él era un niño muy alegre y espontáneo, y últimamente lo noto muy triste y preocupado todo el rato. Y a veces no puedo controlarme y lo trato mal sin querer. Creo que no estoy siendo un buen hermano mayor.
-Está claro que tu hermano te quiere mucho y está realmente preocupado por tu situación, pero eso no implica que le estés arruinando nada. Puede que esté madurando más rápido de lo que debería por culpa de lo que te pasa. Aún así no es algo anormal o preocupante. Simplemente es que quiere verte bien y le frustra no poder ayudarte. Verás como irá volviendo a verse como antes a medida que tú vayas mejorando poco a poco.
Las palabras del psicólogo hacen que sienta que un gran peso se libera de sus hombros. Necesitaba de verdad la opinión del profesional para asegurarse de que su condición no está arruinando a su hermanito. No se perdonaría nunca el haber roto la alegría de Seungmin. Con eso se encuentra todavía más dispuesto a hacer un esfuerzo para mejorar por su familia. De sus labios se escapa un principio de sonrisa que acaba por contagiar a Chan, que parece realmente conmovido por su preocupación.
-Bueno, siento decirte que se nos ha acabado el tiempo de la sesión.- anuncia el adulto poniéndose en pie tras darle una pequeña palmadita en el hombro.- Nos veremos la semana que viene. Voy a despedirme del resto de chicos. Puedes quedarte aquí si quieres unos minutos para ordenar tus pensamientos y después salir.
-Muchas gracias por todo.
-Este es mi trabajo, Félix, no podría haber hecho menos.
El pecoso ve como desaparece su espalda por la puerta y no puede sentir más que alivio. Ha sido una buena sesión para poner en orden sus pensamientos. Respira hondo y se estira un poco, intentando tomar el valor para salir del despacho y enfrentarse a lo que toca ahora.
Avanza por el pasillo a pasos inseguros intentando recordar si le comentó a su hermano que tenía pensado aceptar la invitación de los chicos para pasar tiempo con ellos. No es capaz de encontrar la respuesta en su cabeza, por lo que llega a la sala de espera sin saber si Seungmin estará allí esperándolo para ir juntos hasta casa como siempre o no.
Aunque ha tardado un poco en decidirse a salir, por lo que no está seguro siquiera de que sus compañeros no se hayan marchado ya sin él. Al fin y al cabo él nunca les confirmó que fuese a ir con ellos.
Se lleva una gran sorpresa cuando llega a la sala en la que normalmente los esperan Jisung y su hermano y se encuentra con los cinco chicos y sin rastro de Seungmin. Parece que sí que lo han esperado, y eso hace que se emocione de sobre manera. Hacía tiempo que no sentía esa calidez de saberse bien recibido en un grupo de personas de su edad.
-Aquí estás.- Jeongin se apresura a levantarse de la silla en la que se encontraba cuando lo ve llegar.- Siento mucho haberte preguntado por tu madre. No tenía ni idea de que era algo que te ponía triste. He metido la pata hasta el fondo.
-No pasa nada. No podías saberlo.- responde, conmovido por la genuina preocupación del menor.- Y la verdad es que no he tenido una buena semana, así que son muchas cosas acumuladas, no solo eso.
-Estábamos esperando para ver si venías con nosotros a la cafetería.- anuncia Jisung dedicándole una de sus habituales sonrisas amables para intentar que el ambiente no se vuelva sombrío.- Aunque entenderíamos que igual no tengas muchas ganas ahora mismo. No te sientas forzado.
-Me gustaría ir. Si no os importa.- murmura Félix con timidez.
-Claro que no nos importa.
Tras la rotunda afirmación de Hyunjin todos emprenden el camino hacia su destino. Félix camina en medio con algo de incomodidad, escuchando las conversaciones a su alrededor sin saber bien qué hacer. Por suerte Jisung y Jeongin no tardan en darse cuenta de lo perdido que está y hacen sus mejores esfuerzos por incluirlo en una charla sobre una película que se ha estrenado unos días atrás en el cine.
-Yo quería ir a verla, pero en muchas de las sesiones la ponen en versión original, y mi inglés es pésimo. No voy a pagar para no enterarme de nada.- explica Yang haciendo un puchero.
-Somos dos, no entiendo por qué siquiera le ponen subtítulos.- se queja Hyunjin.
-A mí me gusta ir a ver alguna película de vez en cuando en inglés, aunque no lo entienda todo.- Jisung habla mientras se encoge de hombros.- ¿A ti te gustan las películas en inglés, Félix?
-La verdad es que yo siempre intento ir a verlas en versión original.- responde él con timidez.- Pero bueno, he vivido en Australia hasta que pasó todo lo de mi trauma. Así que mi primer idioma es el inglés, es normal que lo prefiera así. Y, sin ofender, pero los doblajes al coreano a veces dan un poco de pena.
-¿Viviste en Australia?- Minho se cuela en la conversación con brusquedad. Hasta el momento él y Changbin se encontraban unos pasos por detrás hablando de cualquier otra cosa, pero parece que eso no evita que lo haya escuchado y que se muestre sorprendido por su historia.- Eso explica por qué tienes un acento raro pero familiar. Es igual al acento de Chan. Pero hablas muy bien coreano.
-Tanto la familia de mi padre como la de mi madre son coreanas, así que en casa hablábamos una mezcla un poco rara de los dos idiomas. Y cuando mis padres se divorciaron mi padre se vino a vivir aquí con su nueva esposa, así que yo solía venir a visitarlos a menudo.- explica sintiéndose algo cohibido por recibir la atención de todos.
-La verdad es que eres como una caja llena de sorpresas.- el comentario de Changbin hace que el calor suba hasta sus mejillas, seguramente haciendo que se tiñan de carmín.
No sabe qué es lo que le pasa con ese chico, pero cada vez que abre la boca logra ponerlo nervioso a pesar de que parece no proponérselo.
Nuevo caaap.
Ya sabéis que para que empiece con la pareja principal tenéis que darme tiempo, me gusta construir bien las bases de la historia primero. Y creo que ya están más o menos claras así que a partir de ahora iremos viendo un poco más del Changlix.
Os amo <3
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