/6/
La sesión ha terminado al fin, por lo que los cinco adolescentes se levantan con tranquilidad para abandonar la clínica. Chan los despide con sonrisas y buenos deseos para la semana que les queda por delante hasta que se vuelvan a ver.
Félix espera como siempre para salir el último, pensando que así llama menos la atención. Sale detrás de Jeongin, sin prisas para emprender el camino en solitario hasta su apartamento. Se lamenta por no contar con la presencia de su hermano para hacerle compañía. Hoy no siente que tenga un buen día para enfrentarse al mundo exterior sin él.
En la recepción los espera Jisung, el novio de Minho, sentado en uno de los sillones mientras observa algo en su teléfono. Se levanta con rapidez cuando ve al grupo aparecer por el pasillo, recibiendo a su pareja con un fuerte abrazo. Les sonríe a los demás ampliamente, haciendo que el rubio se sienta un poco incómodo, fuera de lugar. Esos chicos parecen demasiado cómodos entre ellos, y él ya casi no recuerda lo que es tener amigos.
-Félix.- el chico dice su nombre a modo de saludo, haciendo que el nombrado se sienta sobresaltado, ya que esperaba pasar desapercibido.- Tu hermano estaba preocupado. Pensó que no ibas a venir hoy. Me alegra ver que estaba equivocado.
-Hoy no es un buen día. Aunque hace tiempo que no tengo un buen día.
No sabe muy bien cómo debe comportarse. Lleva tanto tiempo encerrado en si mismo que se ha olvidado de cómo se interactúa con personas de su edad. La aparente y sincera preocupación pintada en la mirada de Jisung lo desconcierta, haciendo que busque inconscientemente dónde está el truco, qué es lo malo que viene con ello. Se siente mal por desconfiar del chico de aspecto amable, pero es algo que no puede evitar. Sus defensas llevan tanto tiempo activas que no piensa bajarlas ahora.
-Yo tampoco tengo un buen día.- suspira Jeongin. Félix nota como se muerde el labio con indecisión, como si quisiese decir algo pero no se atreviese, quizás con demasiada fuerza.- Creo que al final voy a pasar de ir a esa cafetería. Estoy agotado mentalmente, más que de costumbre.
-¿Prefieres que dejemos el plan para otro día? Así Changbin también se puede ir con su hermana.- le pregunta Minho posando una mano en su hombro de manera calurosa.
-Si no os importa.- Yang parece realmente arrepentido de que sus planes deban cancelarse por culpa de su estado anímico.
-Pues la semana que viene será.- sentencia Hyunjin, mostrando su acuerdo para evitar que el menor se sienta mal.
Félix sigue plantado en una esquina escuchando la conversación sin saber muy bien por qué. Esto le sirve como excusa para retrasar poco a poco el momento de poner un pie en la calle él solo. En parte también se siente algo reconfortado al ver que personas con problemas psicológicos como él pueden formar un grupo de amigos tan variopinto pero agradable. Es como la muestra de que aún queda una pequeña gota de esperanza para él mismo.
-Puedes unirte si quieres, Félix.- de nuevo, la mención de su nombre lo saca de sus pensamientos de manera forzosa, no esperando ser integrado en la conversación. Ha sido Changbin el que ha hablado, pero ahora todos lo miran directamente.- Vamos a ir a una cafetería cerca de aquí que tiene bastante fama. Hacen unos cafés bastante buenos, pero también tienen batidos y zumos.
-No lo sé. No quiero molestar.
-No molestas.- se apresura a corregirlo Jisung.- Si te apetece ven con nosotros. Solamente vamos a sentarnos un rato a charlar y luego nos vamos cada uno para nuestra casa.
Una mueca involuntaria de duda se pinta en su rostro sin que sea capaz de controlarla. Se da cuenta demasiado tarde de lo expresivo que es su rostro y de que todos ahora mismo pueden estar viendo sus recelos reflejados en su expresión. No quiere que piensen que los rechaza a ellos, lo que pasa es que no sabe si será capaz de sentarse en una cafetería rodeado de extraños, interactuando con ellos a la vez, durante demasiado tiempo sin que su cabeza comience a jugarle malas pasadas.
-Me lo pensaré. Pero no puedo prometer nada. No me gusta demasiado estar fuera de casa.- responde al fin después de unos segundos de silencio.- Debo irme o perderé el autobús. Prefiero no ir caminando a mi casa.
Los chicos lo despiden de manera cordial mientras él cruza la puerta. Decide dejar la preocupación por la invitación a la cafetería para otro momento para enfocarse completamente en la titánica misión de coger el transporte público él solo.
---
Seungmin llega un poco más tarde de lo esperado deshaciéndose en excusas delante de sus padres. Ellos intentan hacerse los enfadados para que su hijo menor no descuide su puntualidad, pero ninguno se encuentra demasiado preocupado por un retraso de cuarenta y cinco minutos en un niño responsable como su hijo y eso se les nota.
Félix escucha todo desde su habitación sin intentar contener la media sonrisa que le provoca la escena. Sabe de sobras que lo primero que hará su hermano después de deshacerse de su mochila es ir directo a su habitación para asegurarse de que ha asistido a la terapia de grupo. El mayor de los dos se prepara mentalmente para otra conversación con él sobre la importancia de que cuide su salud mental y haga esfuerzos por mejorar.
-Ha sido horrible.- se queja el pequeño tirándose con dramatismo sobre la cama de Félix, aprovechando que su propietario se encuentra sentado en la silla del escritorio.- Mi grupo para el trabajo es horrible. Uno no ha aparecido. Luego hay un chico y una chica que son pareja y no paran de hacer manitas, es asqueroso. Solo Yeojun y yo trabajamos, por eso he tardado tanto en volver. Bueno, hay otro chico que nos intenta ayudar, pero suspende la asignatura de manera catastrófica y no tiene ni idea de qué es lo que tenemos que hacer.
-Veo que ha sido una tarde productiva.- se burla el otro ganándose una mirada asesina.
-Aún encima tú has tenido que venir solo desde la terapia por nada. Porque has ido a la terapia, ¿no?
Félix suelta una pequeña carcajada al escuchar la manera que ha conseguido Seungmin para interrogarlo. Le conmueve la preocupación que se ve en su mirada, como si se fuese a echar a llorar si no obtiene una respuesta satisfactoria.
Hace tiempo, cuando habían pasado a penas unos meses de aquello que le provocó el trauma, el hecho de que todo el mundo pareciese estar pendiente de él todo el rato hacía que se sintiese frustrado y enfadado. Ha tenido numerosas peleas con su familia por culpa de eso. No quería la atención de nadie porque él no quería hacer nada para encontrarse mejor, solo quería tirarse en su cama a ver las horas pasar en tranquilidad, a solas con su pesimismo y sus ganas de dejar todo. Ahora que su situación ha mejorado un poco aprecia de veras la preocupación de sus allegados, sin la cual seguramente ya se hubiese dado por vencido mucho tiempo atrás.
-Sí que he ido. Puedes preguntarle a Jisung si no me crees, he hablado un poco con él y con los demás chicos antes de irnos.
El rostro de Seungmin se enciende de alegría al escuchar lo que dice su hermano. El mayor de los Lee no sabe muy bien por qué será, si por el hecho de que ha ido a terapia o porque ha estado hablando con gente de su edad aunque solo fuesen por unos minutos. Lo de ser transparentes con las emociones fuertes es cosa de familia.
-¡Eso es genial! Deberías intentar integrarte un poco más con ellos. Sé que es muy difícil para ti, pero Jisung me ha contado que se apoyan mucho entre ellos y que ve mucho mejor a su novio desde que empezaron a ser más cercanos. Igual a ti también te hace bien pasar más tiempo con ellos.
-Me han invitado a ir a tomar algo con ellos después de la próxima sesión, pero no estoy seguro de si iré. Es el triple de difícil de lo que crees para mí, y llevo mucho tiempo sin relacionarme con nadie fuera de casa. Ya no sé muy bien de qué tengo que hablar con otras personas ni cómo hacerlo.- acompaña sus palabras de un fuerte suspiro, mirando al techo como esperando encontrar allí la resolución a todos sus problemas.- Además no quiero molestarles. Tú mismo has dicho que son bastante cercanos, y que yo vaya solo los va a poner incómodos.
-Estoy seguro de que están deseando que te les unas para que el que no se sienta incómodo con ellos seas tú. Ya te he dicho que me dan buenas vibraciones. Y normalmente siempre acierto con mis primeras impresiones.- responde el pequeño, sin cesar en sus intentos de convencer a su hermano.- Creo que el hecho de tener un grupo de amigos que te entiendan puede ayudarte mucho, Lix. Además, te mereces vivir un poco la vida, pasarlo bien, buscar una familia diferente a la nuestra. Estoy seguro de que es lo que tu madre hubiese querido para ti.
Su corazón se encoge ante la mención de su madre. Como siempre que piensa en ella siente el agujero negro de su pecho con mucha más intensidad de lo normal, haciendo que su respiración se vuelva pesada y sus sentidos pierdan agudeza. Se siente un poco herido por el golpe bajo de mencionarla a ella para convencerlo, a sabiendas de que entre ellos se había establecido un pacto silencioso para no hacerlo. Es como una puñalada emocional que hace que la sangre brote con demasiada fuerza.
-Me lo pensaré, pero no prometo nada.- su tono de voz suena más cortante de lo que esperaba, pero la conversación ha provocado un bajón en su estado anímico y no puede evitarlo. Solo quiere quedarse a solas.
-Voy a ver si mamá necesita ayuda con la cena.- anuncia Seungmin, captando la indirecta para que se vaya en la forma de hablar de su hermano. Parece un poco arrepentido de haber jugado la carta de la madre de su hermano para poder convencerlo, consciente de que le ha sentado mal.- Te avisaré cuando esté lista.
Félix solo asiente con la cabeza, incapaz de mirar directamente al gesto de disgusto del menor por su comportamiento. Ahora mismo siente que está justificado todo lo que haga, o por lo menos le dan igual las consecuencias inmediatas. Claro que no le gusta hacer sentir mal a su hermanito, pero en estos momentos está mas preocupado intentando controlar las reacciones de su cuerpo ante la mención de su madre.
No tarda en tirarse sobre su cama una vez la puerta ha sido cerrada tras su hermano, la cual todavía se encuentra caliente allí donde él se encontraba antes. Entierra la cabeza entre las almohadas, intentando ahogar así sus pensamientos. Se siente mal, y no sabe si es por haber tratado de manera tosca a Seungmin o por pensar en su madre.
Ya había sido suficiente para él evocar su recuerdo de manera casi inconsciente el día anterior en la cafetería como para que en ese momento su hermano la nombre como argumento para convencerlo de que debe esforzarse para mejorar. Si él se encuentra en ese punto de su vida es por culpa de que alguien arrebató a su madre de su vida dos años y medio atrás. La existencia no tiene el mismo sentido desde que ella no está.
Por primera vez en muchos meses siente las lágrimas caer de sus ojos empapando la almohada. Pensó que no iba a ser capaz de llorar nunca más, pero ahí está, derramando esos pequeños océanos cargados de todos sus miedos.
Se siente sucio. Antes de que todo pasase pensaba que llorar era una manera de alejar todo lo malo de su cabeza, una forma de purificarse de sus miedos. Ahora llorar solo hace que todo lo malo cobre más fuerza. El dolor de cabeza y la rojez de sus ojos solo son recuerdos constantes de lo jodida que está su cabeza. Además, por mucho que haya gente intentando consolarlo, no es suficiente para cerrar el agujero negro de su pecho.
No sabe bien cuánto tiempo ha pasado inundando su almohada con sus penas, quizás hayan sido solo unos minutos o quizás han sido horas, cuando unos golpes suenan en su puerta. Se incorpora de golpe, intentando limpiar los restos húmedos de sus mejillas para intentar disimular.
-Hijo, voy a pasar.- la voz de su padre se escucha al otro lado de la puerta solo hace que su pánico aumente.- Tu hermano me ha dicho que ha dicho algo que te ha sentado mal. No sé que os ha pasado, pero igual te viene bien hablar conmigo y decirme qué es lo que ha dicho mal.
El hombre ha entrado con mucha seguridad en el cuarto de su primogénito, pero al ver el estado en el que este se encuentra va perdiendo fuerza poco a poco mientras habla. Félix se seca los ojos con lo que seguramente para él sea disimulo. Sabe que su hijo no llora a no ser que se encuentre al límite de sus emociones, por lo que la preocupación lo inunda.
-Lix... ¿Ha hablado de tu madre, verdad?
El adolescente no puede contener una nueva oleada de lágrimas. En parte está un poco aliviado de que su padre lo conozca lo suficientemente bien como para que él no tenga que explicarle nada. Tan solo asiente con la cabeza y se apresura a abrazar al hombre, que lo recibe entre sus brazos protectores y una mueca de preocupación.
-Sabes que Seungmin no lo hace con mala intención. En serio que solo quiere que tú también puedas hablar de ella sin ponerte así.- susurra como si intentase no asustarle.
-La echo mucho de menos. La quiero de vuelta. Nada tiene sentido desde aquel día. Solo soy una molestia. No valgo para nada. Seguro que ella sentiría vergüenza si viese en lo que me he convertido.
El señor Lee siente cada palabra de su hijo como una puñalada. Le duele tanto lo mal que el chico se encuentra que haría cualquier cosa por arrebatarle su dolor. Ningún chico así de joven debería cargar con lo que lleva él a sus hombros. Es injusto y una crueldad hacer que pase los que se suponen los mejores años de su vida encerrado en ese cuarto lamentándose.
-No digas esas cosas, cariño. Estoy seguro de que tu madre entendería lo que te pasa. Estoy seguro de que a ella también se le hubiese caído el mundo encima si hubiese sido al revés, lo que sientes es algo completamente comprensible.
-Seungmin va a acabar odiándome. No puedo ser un buen hermano mayor para él.- Félix ahora comienza a dejar salir todo el mal que ha estado conteniendo ese día, como un grifo que explota y que ya no tiene arreglo, dejando que el agua fluya sin control.- Sé que él no lo dijo con mala intención. Yo le eché de la habitación de malas maneras. No se lo merece. Solo quiere ayudarme. Pero ayudarme es muy difícil. Os vais a cansar todos de mi.
-Eso no va a pasar. No nos vamos a cansar de ti. Vamos a estar aquí para lo que necesites. Y no te preocupes, porque tu hermano entiende que no puedes controlar las cosas que te hacen mal. Venga, es mejor que te acuestes, te traeré algo de comer aquí. Necesitas descansar.
Su padre deja un caluroso beso en su frente antes de apartarse e indicarle con la cabeza la cama para que se recueste como le ha indicado. Le sonríe intentando reconfortarlo en lo posible antes de abandonar la estancia. Félix se queda unos segundos plantado en su lugar, escuchando como el hombre llega a la cocina y comienza a explicarle la situación a su hermano y a Minhee.
El ambiente en el hogar de los Lee se torna sombrío de repente. Hacía tiempo que a Félix no le daba una crisis tan abiertamente. El adolescente puede sentir la preocupación de todos ellos, haciendo que se sienta culpable. Odia hacer que los demás se sientan mal con sus problemas.
Su padre le trae la comida como le había prometido, pero no se siente capaz de comer nada. Tiene el estómago revuelto, por lo que es posible que vomite si le da un solo mordisco a la cena. Solo le apetece estar tumbado en su cama en soledad con sus penas. Es posible que esta sea una de esas noches en las que tenga que hacer uso de los somníferos para poder pegar ojo por lo menos un par de horas.
Mira el techo intentando dejar la mente en blanco. Escucha los ruidos de ambiente de su casa, intentando encontrar algo reconfortante en esa cotidianeidad. Pero los pensamientos negativos no lo dejan en paz. En ese momento recuerda aquella conversación sobre los pensamientos intrusivos que tuvo en la terapia de grupo, pero sin encontrar nada que pueda ayudarlo en ella. Por lo menos ha dejado de llorar, cosa que hace que sienta un poco más tranquilo.
-Félix...- la voz de Seungmin lo saca de su ensoñación. El chico se encuentra en su puerta, con su rostro pintado por la indecisión.- ¿Estás mejor? ¿Puedo pasar?
El mayor de los dos solo asiente, haciendo que el menor entre con pasos inseguros. Se retuerce los dedos, de esa manera que su hermano sabe que solo hace cuando está realmente nervioso. Se siente mal por haber creado incomodidad entre ellos.
-¿Puedo dormir contigo hoy? Mi habitación está demasiado silenciosa.- se lo pide mirando al suelo, sin atreverse a enfrentar una negativa de frente.
-Claro que puedes.- Seungmin sonríe ampliamente, aliviado por no haber sido rechazado. Comienza a caminar en dirección a la cama con creciente emoción.- Pero antes de que te metas en cama necesito que hagas una cosa. Tráeme un somnífero, por favor. No creo que hoy pueda dormir nada yo solo.
Él asiente y se da la vuelta. Félix puede ver lo difícil que es todo esto para él en sus ojos, y se decide a intentar con más fuerzas mejorar para dejar de arruinarles la vida a sus familiares.
Un nuevo capítulo de las aventuras de Félix.
La verdad es que estos caps tardo un par de días más en subirlos de lo normal porque estoy siendo muy meticulosa con esta historia y tengo a una amiga revisando todos los caps porque ella controla más de enfermedades mentales que yo. No quiero cagarla con un tema tan serio como este.
Os amo <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro