Advertencias: Ninguna.

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—¿Ustedes son novios?.

—¡No!— gritaron al unisono.

Un silencio incómodo reinó por unos segundos.

—No necesito ser pareja de Ryunosuke para darme cuenta de lo agradable que puede ser— mordió su lengua evitando decir "no puedo verlo como algo más que un amigo".

Dazai actuaba extraño, pero era una especie de código "Yo puedo decir que eres desagradable, pero eso no le da el derecho a otra persona de hacer lo mismo".

—Bueno, si tu pequeño cerebro te permite procesar eso, ya puedes irte— clavó sus ojos avellana en las manos de Chuuya—. Eres como una babosa, que curioso...

—Dazai— interrumpió Akutagawa—. No digas cosas como esas.

—Está bien, el bastardo vendado es solo eso— gruñó debatiendo si era correcto dejar las cosas así—. Me voy, solo tenía curiosidad por tí, adiós chico.

Salió casi avergonzado por esa interacción tan torpe, y con nuevos sentimientos de odio por Osamu.

—Te traje algo para la garganta...

—¿Por qué fuiste tan grosero?— cuestionó Akutagawa.

—Verás, no es que seas importante para mí, pero jamás he dejado que payasos así se burlen de tí— mostró lo que tenía en su almuerzo—. Ese pequeño dolor en el trasero tampoco lo hará, así que deja de darle vueltas a cosas sin sentido.

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—Akutagawa-san, te llaman en dirección— uno de sus compañeros le avisó mientras ellos salían a la clase de educación física.

Al llegar al lugar habían otras personas, entre ellos Fyodor y Chuuya.

—Los llame porque debemos organizar una feria de la ciencia entre todos los grupos— habló Fukuzawa—. Hagan un bosquejo de sus ideas, y las valoramos al final.

—Que sorpresa verte, chico serio— Fyodor llamó su atención—. Pensé que por juntarte con Dazai-san también estarías en segundo lugar.

"¿Qué diablos le pasa?"—. No te entiendo.

Sus ojos grises terminaron en Nakahara, y ésto no pasó desapercibido por el de acento extraño.

—Claro que lo haces— murmuró sujetando sus hombros—. Yo platicaré con él, ustedes pueden discutir sobre decoraciones, o lo que sea.

Chuuya frunció el ceño pero no dijo nada, en cambio giró sobre sus talones para ir con sus otros compañeros

—Bueno, chico serio, cuéntame un poco de tí— lo obligó a sentarse en una banca al fondo del aula—. Hablar de Dazai-san es tedioso.

—No tengo nada bueno que decir...

—Golpeaste a un muchacho menor que tú, tengo curiosidad en eso.

—No lo hice— respondió de inmediato—. Fue un accidente.

El de ojos amatista sonrió de lado—. Por supuesto. ¿Qué clase de relación tienes con Dazai-san?.

—Pensé que hablar de él era tedioso— contestó con ironía.

—Bueno, tú eres más aburrido— giró en dirección a sus compañeros—. Todos lo son, tontos y aburridos.

"¿Por qué es tan similar a Dazai?"—. Solo somos amigos.

—¿No hay una relación más íntima? Escuché que a Dazai le gusta derribar a los chicos a su modo— su tono fué muy sugerente.

—Dazai-san es un buen compañero, y amigo— gruñó en respuesta.

—Tiene una boca adecuada...pero supongo que ya lo sabes— al ver la furia crecer en el de puntas blancas decidió seguir—. ¿No lo sabes?, Pensé que eran así de cercanos, pero no sé necesita se muy cercano a Dazai-san de todas formas.

El más joven apretó los puños. Dostoyevski se puso triunfante, pero ni bien dió la vuelta un borrador de la pizarra lo golpeó en la cabeza.

—¿Estás bien?— preguntó Akutagawa—. Se me resbaló.

—Es mentira, lo hiciste a propósito— sus compañeros corrieron a su ayuda.

—Yo no ví eso— intervino Chuuya—. ¿Puedes ver bien?.

El de cabellos azabaches mordió el interior de su mejilla, pero sonrió en su dirección—. Si, gracias por preocuparte, Chuuya-san.

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—Vámonos ya— dijo Tachihara agitando las manos—. Demasiado lento, Akutagawa.

—¿Un cadáver hablando?— preguntó antes de recibir un codazo por parte de su hermana.

—¿Él es tu amigo?— el pelirrojo señaló algo detrás de él.

Era el joven de ojos azules. Ryunosuke parpadeó un par de veces.

—Solo quería devolverle ésto, lo déjate en el salón— estiró el folleto ya casi terminado—. Eso era todo.

—Gracias— lo recibió haciendo que sus dedos se rozaran.

—Nos adelantaremos un poco, no tardes— dijo la menor al ver las orejas rojas de su hermano.

—Oye, por lo que dijo ese tipo hace rato...

—No te preocupes, no diré nada— sonrió levemente—. Solo me sorprendió un poco que lo golpearas.

Akutagawa negó—. No lo golpeé, fue el borrador.

El de ojos azules soltó una carcajada—. De igual forma, Dostoyevski es irritante cuando quiere serlo, debió hacerte enojar.

—Dijo cosas desagradables— suspiró dándo la vuelta, una mano envolvió su muñeca.

—¿Puedo acompañarte?— la voz suplicante de Chuuya hizo jadear al otro.

—Lo agradezco, pero mi hermana está esperando...

—Akutagawa, ya no hay nadie— el contrario giró en todas direcciones para descubrir que era verdad.

—Maldito Tachihara— se lamentó el más joven "Seguramente la llevó por un atajo, o peor, la llevó a otro lado".

—Tu hermana es bonita, la he visto en el salón de Atsushi— comentó el pelinaranja—. Al menos caminaré contigo unas calles.

Así los dos terminaron llendo en la misma dirección. Chuuya lucía muy confiado, pero por dentro los nervios lo comían vivo, Akutagawa no solo lo perdonó por su equivocacion, también resultó ser maravillosamente amable con él.

Nada es más bochornoso que estar con alguien que declaró lo mucho que le gustas.

—Me gustaría hablar más contigo, Ryunosuke— Chuuya acabó con la tensión—. Eres una persona agradable.

Akutagawa asintió rápidamente pues su garganta no producía sonidos.

—¿Te puedo llevar hasta casa?.

Akutagawa no pondría su corazón en bandeja de plata para un chico como Chuuya, él sabía que no era lo más inteligente del mundo, y aún así, lo hizo.

—Si, gracias.

Nota de la autora:

Por fin, éste capítulo me costó mucho terminarlo porque no estoy en mi casa y la inspiración no llegaba jajajaja

Gracias por leer