Mamá estaba hace más de diez minutos paseándose por la habitación, mientras murmuraba cosas ilógicas o poco audibles.

Rodeé mis ojos al ver en la situación en cuál me encontraba.

Creí que mamá reaccionaría de otra manera al vernos en aquella normal situación. Porque vamos, ni que estuviéramos teniendo sexo en el suelo.

Solo fue un sencillo beso... Sencillo, apasionante y sensual. Jesucristo.

Cómo decía, creí que mamá correría a mis brazos me abrazaría y luego lloraría en mi hombro orgullosa de qué por fin me encontrara en esa situación.

Porque ella fue la que hizo que Justin se acercara a mí. No, creo que no fue ella, más bien fue mi oportuna Menstruación.

Reí silenciosamente al recordar aquél suceso. Un vergonzoso, pero buen momento.

Sin embargo, ella reaccionó completamente diferente. Cuándo Justin terminó de hablar mamá se acercó y tomó de su oreja tan fuerte, que en algún momento creí que su oreja caía.

Tomó de ella y lo alejaron unos buenos pares de metros de mí. Yo quedé en una esquina y él en otra.

Ella nos observó por unos largos y eternos minutos, negó con su cabeza y comenzó a caminar por la habitación, sí, cómo lo está haciendo ahora.

Creo que ya había pasado más de una hora, pero mamá aún seguía haciendo lo mismo.

Pensé que me quedaría dormida mientras estaba apoyada en la pared, pero mamá golpeó sus manos, aplaudiendo, y riendo.

Bien, aquella actitud la hacía ver una verdadera maniática.

—¿Mamá? —la llamé.

Ella dejó de reír, para luego apuntarnos con sus largos y finos dedos.

—Ustedes no están juntos, ¿verdad? —preguntó, enarcando su ceja.

—No.

—Sí.

Respondimos al unísono. Rodeé los ojos y bufé, negué con mi cabeza y observé a Justin, queriendo transmitir que su respuesta estuvo mala.

—No estamos saliendo, mamá —murmuré.

—¿Y qué estaban haciendo? —cuestionó.

—Bueno, la verdad es que su maravillosa hija tenía un insecto en la boca, y yo tenía mis manos manchadas con chocolate. Entonces, para que aquél insecto no comiera mi mano, decidí sacárselo con mi brillante boca —sonrió orgulloso—. Lo sé, acabo de salvar la vida de su hija.

—¿Cómo estuvo el insecto? Porque me imagino que te lo comiste, ¿verdad?

—No, la verdad es que lo escupí, y cayó en el ojo de su hija, entonces después tuve que sacarlo de allí nuevamente —respondió, moviendo su cabeza.

—Que brillante excusa, me encantó tanto, que desde ahora comenzaré a comer insectos —exclamó mamá, rodando sus ojos.

—Malvada —susurró, sacando su labio inferior.

Ella soltó un largo suspiro, negó con su cabeza y nuevamente comenzó a caminar por la habitación.

En cualquier momento me desmayaré por lo mareada que me encontraba viéndola caminar en aquellas direcciones.

—Quiero preguntar muchas cosas y por favor, me tienen que contestar con la verdad —habló mamá, detuviéndose.

—Claro —me encogí de hombros, pensando que sería una ligera charla.

—¿No están saliendo?

—No, mamá —respondí por segunda vez.

—¿Entonces por qué intercambiaron saliva? —preguntó—. Y por favor, no quiero bobas excusas de insectos.

—Porque me gusta —respondió, Justin—. Usted sabe muy bien, sí te gusta alguien, lo besas. ¡Y boom! Cae a tus pies.

Esperen, ¿cuándo él me había comentado que le gustaba?

—¿Se están cuidado?

—¿Qué? —exclamé—. Espera, ¿qué?

—Claro, tú con pastillas o Justin con preservativos.

—Mamá —me quejé, cerrando mis ojos por unos segundos—. No estamos teniendo sexo. ¡Ni nada parecido a eso!

—Sí, Marie. Solo han sido dos besos.

—¿Dos besos? —interrumpió—. Entonces, ¿antes ya sé habían besado?

Aquí vamos nuevamente.

—Mamá, ¿Por qué estás haciendo tanto escándalo?

—Porque eres mi bebé, y estás creciendo. ¡Nunca te he visto besar a un chico! Bueno, hasta hoy —aquél comentario hizo que mis mejillas se encendieran.

—Mamá, te amo. Pero no debes de hacer éste escándalo —susurré, observándola.

—Lo sé, Dan, lo sé —respondió, abriendo sus brazos—. Abrazo a mamá.

Sonreí alegremente y corrí hacia sus brazos, ella me abrazó con fuerza y yo apoyé mi cabeza en su pecho.

Ella besó mi frente, y luego rió, al sentir otro cuerpo abrazándonos.

—Justin, vete de nuestro abrazo familiar.

—Yo soy de la familia —susurró, mientras lloriqueaba.

—Ven aquí —mamá abrió uno de sus brazos y Justin se acomodó a un lado de mamá.

Así nos mantuvimos por unos segundos, observé a Justin, él me sonrió, guiñándome un ojo.

—Bien, mucho amor para un día. Mamá ya se está estresando, sepárense de mi, por favor. Mis pechos están comenzando a sudar.

—No es necesario tanta información, mamá.

Ella rió, pero de igual manera se alejó de nosotros, besó cada uno de nuestras mejillas. Pero observé que sé mantuvo más tiempo en la de Justin.

Esto nunca iba a cambiar, reí, rodando mis ojos.

Mamá agitó nuestros cabellos y luego se alejó completamente, caminando hasta la puerta de la habitación.

—Aquellos besos no significan que están libres del castigo —mencionó—. Cada uno se irá a su esquina y sé mantendrá allí, por una hora, si obedecen.

—¿Cómo sabrás que obedeceremos? —cuestioné, alzando una ceja.

—Cariño, que inocente sueles ser —rió, y luego apuntó hacia la pared—. Justo allí, hay una cámara de vigilancia. Podré verlos mientras veo a esos candentes modelos. ¿Viste sus culos? Enormes.

—Mamá... —comencé a hablar.

—A sus esquinas niños, ahora.

Obedecí y caminé hasta mi esquina, me senté en el suelo y apoyé mi cabeza en la pared. Observé a Justin haciendo exactamente lo mismo.

—Muy bien, un paso más y las horas aumentan —abrió la puerta y desde allí lanzó unos besos—. Los amo, bebés.

Cerró la puerta y pude suspirar con tranquilidad. Nos mantuvimos en silencio, pero fue interrumpido por una suave tonada, mi celular.

Justin melón🍑: Para que salga de ese aburrimiento. Aquí una foto de mi potente amigo😉😘.

Abrí mis ojos al máximo al leer aquél mensaje. Y me sobresalté al ver que la imagen ya había llegado.

Justin melón🍑:

Justin comenzó a reír fuertemente, golpeando su pierna y sacudiendo su cabeza.

Imbécil, sexy e inútil Justin.

AY, JEBUS, EL PRÓXIMO CAPÍTULO ES EL ÚLTIMO:(. Y AÚN NO SE ME OCURRE NADA NUEVO QUE TENGA QUE VER CON MENSTRUATION💔.

💦DEJEN SUS SEXYS VOTOS Y COMENTARIOS💦