Martes 12 de Septiembre 2017

La Palabra: Un Fundamento Firme

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo (1 Corintios 3:11).

La Biblia relata cómo Pedro sanó a un hombre paralítico en la puerta del templo llamada la Hermosa. Aunque aquel hombre llevaba en tal situación desde su nacimiento, Pedro sabía que la Palabra podía transformarle. Cuando hizo esa afirmación en el Nombre de Jesús, aquel hombre fue sanado por completo (Hechos 3:1-8). Si la Palabra pudo cambiar la vida de un hombre adulto, que estaba paralítico desde su nacimiento; entonces, puede cambiar a cualquiera.

La Palabra de Dios tiene poder para sanar a un hombre enfermo, para convertir a un pecador en un santo, y a un fracasado en un éxito. Confía en la Palabra. Ponla en práctica en tu vida. Cuando vives con la Palabra, estás edificando tu vida con un fundamento firme.

El Señor Jesús se refirió a esto en el capítulo siete del evangelio de Mateo. En primer lugar, se refirió a un cierto hombre que escuchó la Palabra, la creyó, y actúa en consecuencia. Y asemejó a ese hombre a quien edifica su casa sobre la roca; es decir, con un fundamento firme. Cuando las crisis de la vida se presentaron, y las adversidades y presiones del entorno la golpearon, aquella casa permaneció firme. 

En segundo lugar, asemejó al que escucha la Palabra, pero no la pone en práctica, con un hombre que edifica sobre la arena; y que cuando los vientos y las tormentas la golpearon, se derrumbó (Mateo 7:26-27).

Hay muchas personas que tienen dificultades en su vida de fe porque no viven con los principios de la Palabra. Muchos de ellos han fundamentado sus vidas sobre ideas y teorías humanas, en lugar de hacerlo con la Palabra de Dios. Tu fundamento debe ser la Palabra de Dios. Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Marcos 13:31).

Al contrario que con las cosas de este mundo, puedes confiar en la Palabra; pues ella es infalible, inmutable y eterna. Edifica tu vida con la Palabra, y no con filosofías humanas cambiantes.

Oración

Querido Padre, gracias por la Palabra, que es mi fundamento firme y seguro. Sobre ella, yo permanezco inamovible, fortalecido, arraigado y firme. Tu Palabra es la roca que me sostiene, completamente confiable y verdadera. Gracias Señor por mi vida de victoria en y por la Palabra, en el nombre de Jesús. Amén.

Estudio Más Amplio: Hechos 20:32; Mateo 7:24-27

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