La mujer les permitió quedarse en la casa, para que pudieran investigar sobre Yoosung Kim, la primera en encontrar información fue Inés, aunque se podía decir que era algo vaga, había muerto en un incendio, nunca se aclaró como se provocó, pero al menos la dirección del lugar está ahí, aunque parece ser que está abandonado. —¿Deberíamos ir?.—Pregunto ella, los adultos se vieron entre sí.

—Lo ideal es que fueras tú, pero temo que de esa manera la conexión entre tú y el se haga más fuerte.—Le dijo Erica. —Yo iré a investigar.—

—¿Sola y con este clima?.—Cuestiono el mayor, pues había tormenta eléctrica, según las noticias nada grave, si acaso apagones, pero Isacc está preocupado por la seguridad de ella, después de todo si algo le pasa será culpa suya.

—He hecho esto varias veces, estare bien, usted debe cuidar a su hija.—Dijo con una sonrisa comprensiva, pero el se negó.

—Papá podríamos estar en un lugar con mucha gente, así no nos pasará nada.—Propuso Inés también preocupada por la seguridad de la mujer. —Y si pasa algo... Te llamaremos de inmediato.—Ahora padre e hija observaban a Erica, esperando a que acepten su propuesta, ella solo suspiro, aunque sonriendo al ver tanta amabilidad por parte de la familia.

—De acuerdo... Si pueden quedarse en una iglesia sería estupendo.—Ines asintió.

—Seguro, iré a despertar a Oliver.—Ella se retiró, yendo a dónde se había quedado su hermano dormido.

—Su madre debió ser muy buena.—Comento Erica, el hombre le sonrió.

—Ella está viva.—

—Vaya... Lo siento me adelante a los hechos.—

—Oh. No sé preocupe, suele pasar, lo primero que piensen al ver a un padre soltero es que perdió a su esposa...—Dijo, con un tono algo triste. —Tal vez no fui un gran esposo.—

—Pero si un gran padre.—Isacc sonrió, viéndose algo sentimental por las palabras de la mujer.

—Gracias.—

—¡Ya estamos listos!.—Aparecío Oliver animado, menos mal entre todo esto que pasaba alguien si dormía bien. —Pero... ¿En la iglesia?.—

—Allí estarán a salvo.—Contesto su padre. —Y por favor no se vayan a separar, se cuidan entre ustedes.—El se acercó, para acariciar la cabeza de sus hijos.

—Si papá, estaremos bien... Y si ese fantasma se acerca, lo meteré en una aspiradora.—Comento Oliver, muy seguro de si mismo, aunque tan solo haciendo que todo se rían. —¿Qué?... Si lo hago, eh.—El mayor tan solo le dio un beso en la frente a su hijo. —Papá...—Dijo avergonzado, y después también le dio uno a Inés.

—Todo estará bien.—Fueron sus palabras, para al fin irse con Erica, ellos también iban a salir pero en cuanto salieron los adultos la puerta se cerró repentinamente, dejando a los menores encerrados, que intentaron abrir desde adentro pero no cedía.

—¡Papá!.—Gritaban ellos, golpeando fuertemente la puerta, el hombre pateaba con todas sus fuerzas, un relámpago se escuchó y con eso la luz se fue, para empeorar las cosas con este clima no había gente que los pudiera ayudar, aumento la preocupación cuando se escuchó un grito de Inés, y después tan solo gritos de Oliver. —¡No la encuentro!... No veo nada.—Erica se apresuró en ir a una de las ventanas, como era de esperarse cerrada, aunque rápido fue por una roca para romperla.

Ambos quitaron los vidrios rotos y entraron, seguía oscuro, aunque era más o menos visible, encontraron a Oliver en el suelo, pues pensó que Inés tal vez se desmayó o algo, pero cuando las luces regresaron ella no estaba. —Dios mío...—Dijo el padre, con una cara pálida, sudando frío. —Acaso él.—Miro a Erica esperando a que responda.

—Esperen.—Ella cerró sus ojos, esperando encontrar a Inés de esa manera, pronto los abrió y con eso de nuevo la luz se fue, aunque tan solo fueron unos segundos, pues apareció repentinamente Inés enfrente de la entrada, con una mirada apagada, a simple vista no parecía estar herida. —Yoosung.—Oliver e Isacc quedaron sorprendidos ante lo que dijo.

—¿Qué?.—

—Por favor dejala en paz, sabes bien que no debes hacer eso... Si tú la amas, no le harás daño.—Dialoga Erica, mientras Yoosung/Inés tan solo la observa, con frialdad y odio.

—¡Jamás haría tal cosa!.—Exclamo lleno de furia, la voz de Inés parecía alterada, como si estuviera usando un micrófono en mal estado. —Por tu culpa esto se adelantará, sabes quería ser amable, que pasará un tiempo con su familia pero gracias a ti ya no pasará.—La señaló, iba a irse pero Issac se lanzó contra Inés, trato de contenerla, pero fue lanzado.

—¡H-Hey fantasma lo que seas!... Dejala en paz, no andaría con un tipo que molesta a papá.—Oliver hablo, pero temblaba sin parar, y más al ser observado.

—Nadie pidió tu opinión niño...—Contesto secamente, Oliver empezó a brincar y mover sus brazos sin parar.

—Pues la diré de todos modos, a ella le gustan los chicos dulces que no les importe mostrar sus sentimientos, lo sé porque ella siempre anda diciendo eso.—Yoosung ya no escucharía más de eso, y por estar distraído con Oliver no se dio cuenta de que Erica se estuvo acercando, la mujer posó sus manos en la cabeza de Inés.

—Maldita...—Yoosung/Inés la tomo de los brazos intentando apartar.

—Lucha Inés, no dejes que el se apodere de ti... Tu padre y hermano te necesitan, despierta.—

—¡Calla tu sucia boca!.—Exclamo el Kim. —¡Nunca más me separarán de ella!.—

—Yo te ayudaré, solo sigue mi voz, vamos.—Ante tanto forcejeo, terminaron en el suelo, así Erika tuvo algo de ventaja, puesto que ahora está arriba de Inés/Yoosung, el papá tras recuperarse de tal golpe se levantó, y tomó el brazo de su hija con fuerza.

—Oliver por favor.—Llamo a su hijo, demasiado asustado como para reaccionar, pero ver el rostro de su hermana solo con furia lo hizo ir, y tomar el brazo de Inés, la sostenían fuerte, y así Erica podría seguir llamado a Inés.

Mientras tanto la que se había perdido abría sus ojos poco a poco, preguntándose en donde estaba, parecía un departamento, aunque algo grande, con muebles, pero con un silenció sepulcral, miró hacia todos lados, lo último que recuerda es que alguien la jalo desde atrás. —Yoosung...—En cuanto supo en la situacion en que está empezó a alterarse, pensó que al fin lo logro, la llevó consigo, por eso empezó a buscar como loca una salida de aquí, pero la entrada y las ventanas la traían devuelta al departamento, se sentía desesperada, más al notar una neblina, tan oscuro y solo, ¿Acaso está era la mente de ese demonio, su alma, el lugar donde debe estar?, Tan triste y lamentable, se pregunta si se quedará aquí para siempre, si este era lo que realmente quiere Yoosung.

Pero empieza a escuchar sollozos, un llanto que rompe el corazón y hace que te quieras unir a este, camina lentamente, es una habitación, antes de que abriera empieza a oír gritos, reconoce las voces, su papá, hermano y Erica la están llamando, ella le pide que siga su voz, y aunque su curiosidad era bastante, sabía que no debía desaprovechar está oportunidad de poder irse, y mientras más se acerca a la voz, la habitación se empieza a iluminar, notando a la vez la casa de Erica, pero en cuanto más se aleja de la habitación, también el llanto se hace más fuerte y doloroso, pero no puede dudar.

Al fin Inés había dejado de forcejear, todos se aliviaron al notar una expresión confusa en el rostro de ella, su padre y hermano la abrazaron con fuerza, el menor no paraba de llorar, aún asustado por lo que ocurrió. —Ines, hija.—Su padre pronunció, unas lágrimas se asoman por sus ojos, mientras la sigue abrazando, Erica tan solo ve la escena, alegre de haber detenido a Yoosung, él cual sigue aquí, pero escondido. —Gracias Erica, por salvarla, por ayudarnos.—Le dijo Isacc.

—Es mi trabajo, no te preocupes, mejor nos vamos, dejamos a los muchachos para ir al lugar.—

—Allí vivía el.—Dijo Inés, bastante segura. —En donde murió era su hogar, lo sé.—Insistio.

—Tal vez, podamos encontrar algo suyo, es un lugar que no se ha tocado desde el incidente, aunque sí ha sido allanado sería un problema.—Erica dijo.

—En su habitación, entren primero ahí...—Despues de todo sé quedó con la duda de que había.

—De acuerdo.—

...

Pero parece que la mala suerte los sigue, la iglesia se encontraba cerrada, y aunque quisieran dejarlos afuera la lluvia no para. —Tal vez podamos estar en el hotel donde nos quedamos.—Dijo Inés, este clima no se presta para estar en lugares abiertos.

—Esten en la recepción donde haya gente, si pueden estén siempre juntos.—Issac les pidió.

Y tras dar otra vuelta los dejaron en el hotel, Issac realmente ya no quería separarse de sus hijos, pero sabe que eso no resolverá los problemas y es mejor apurarse en terminar con esto, tras una despedida larga al fin se fueron, y ambos se quedaron en la recepción, menos mal habían sillones u Oliver ya se estaría quejando de lo incómodo que es estar aquí, pasaron así algunos treinta minutos, su hermano dijo que necesitaba ir al baño, e Inés se lo permitió, después de todo a quien siguen es a ella, no a su hermano.

Y para distraerse un rato fue a ver cómo la lluvia caía, desde las puertas de vidrios, pero por unos segundos se reflejó algo, Yoosung que quería tomarla, grito y se echó para atrás cayendo al suelo, llamó la atención, algo bueno pues así no estará sola, un empleado la ayudo a levantarse y después le dijo que es mejor está en su habitación, pero Inés se negó, después de todo allí se quedó la Ouija.

—¡Inés!.—Escucho a Oliver gritar, llamándole con insistencia.

—¿Qué pasa estás bien?.—Fue con el al instante.

—M-Me lastime con un vidrio.—Le mostró su brazo, tenía una cortada, nada porque temer, pero se debía de tratar.

—Papá dijo que en el baño de la habitación había un botiquín, vamos por él.—No tenía de otra más que ir, pues repentinamente todos los empleados se ocuparon, preocupados de que haya un apagón, ante esa idea Inés sintió escalofríos.

—¡Hey duele!.—Reacciono, estaba apretando muy fuerte el brazo de su hermano, todo por estar nerviosa, y pensando en Yoosung.

—Lo siento.—Lo soltó.

Llegaron a la habitación, le pidió a Oliver que se quedará en la entrada, incluso movieron un sillón para que así no se cierre la puerta y de nuevo pase algo inesperado, aparte también usó una silla para que al entrar al baño la puerta no se cierre.

Había conseguido el botiquín, tratado la herida de Oliver, pero algo la inquietó y es que la ouija no estaba donde la dejaron esa vez, no le daría vueltas al asunto, ya mejor se saldrían él y su hermano.

Pero como si de un dejavu se tratase, las luces se apagaron, esta vez estando completamente oscuro. —¡Oliver!.—Le llamaba, tratando de usar sus manos como guías.

—¡Aquí!.—El hermano también se movió, pero de repente se escuchaban ruidos, de cosas lanzadas, afortunadamente ninguno las golpeó.

Inés creyó que tomo la mano de su hermano, pero al sentirla mejor se dio cuenta que está era más grande, y muy fría, una risa maliciosa se escuchó, trato de soltarse llamando a su hermano, pero él la retiene. —Ya basta, por favor.—Por un momento sintió como el agarre se aflojó.

—No te preocupes, esta vez todo estará bien.—La voz de Yoosung le dijo, sentía como ahora el está detrás suyo, y esta vez tomando sus dos manos. —Vamos estar juntos.—Entonces sintió una sensación que la congelo, ni siquiera pudiendo parpadear o decir algo, poco a poco la oscuridad viene, estaba pasando de nuevo lo mismo.

—¡Inés!.—Otra vez hay luz, observa a su hermana que permanece quieta, con la cabeza agachada, después una risa resuena, Oliver sabía que ella no es su hermana, más cuando alzó al fin la mirada, esos ojos muestran dolor, angustia, pero aún así hay una sonrisa, la cual es falsa, que trata de demostrar alegría, se abraza a sí misma con fuerza.

—No te preocupes niño, yo cuídare bien de ella, hasta el final.—Le dijo, está vez era la voz de Inés, solo la de ella, Oliver quedó paralizado, quería correr, hacer algo, pero no sabía que realmente, después de todo la única razón del porque tuvieron éxito hace rato fue gracias a Erica, además aún si lo enfrenta seguro no gana, ya que ahora el cuerpo de su hermana cuenta con la fuerza de ese... Demonio, lo que fuera, el cual se agachó, buscando algo debajo de la cama, era el tablero de ouija, tragó saliva. —Y mataré a esa mujer, debes sentirte agradecido conmigo, no te mataré tampoco a tu padre.—Decia todo eso con una sonrisa amable, mientras se acerca a Oliver que solo mira horrorizado, sin creer aún lo que está pasando, entonces sintió la mano de Inés en su cabeza, acariciando. —Pero si me provocas te haré sufrir.—Los ojos de su hermana mostraron odio, se sentía completamente amenazado, realmente quería decir algo pero no es capaz, Inés/Yoosung, ya estaba saliendo de la habitación, después de dar tal advertencia, Oliver al fin cayó de rodillas.

—¿Porque haces esto?...—Fue lo único que pronunciaron sus labios, estando ya en la entrada se detuvo, alzó la cabeza en alto, y después mostró una gran pero terrorífica sonrisa.

—Porque yo amo a Inés.—Contesto, con un tono meloso, muy dulce. —Seguro que al fin todo terminará bien, estando a su lado ya no sufriré, ya no más...—Y al decir eso al, dejó la habitación, dejando a un Oliver que recupera el aire después de lo vivido, sacó su celular, y empezó a llamar a su padre para advertirle lo sucedido.

—¡El la tiene!... ¡Irá allá!.—

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Agradecimientos especiales a: OcaFreddy, por seguir mi fanfic desde el principio, a Auribooks por esperar actualización UvU a Madame por cosas bellas que me comentó :'D a BookBom por hacerme reír con su comentario, y también esperar actualización
Gracias por su paciencia, espero les haya gustado este capítulo 💖