Niebla espesa
Necia, un adjetivo que me ha acompañado a lo largo de la vida. Curiosamente cuando tuve una conexión con Dios y le decía cuando buscaba su palabra, me mostró Proverbios 14:1
La mujer sabia edifica su casa.
Más la necia con sus manos la derriba.
No lo negué, me conozco perfectamente y se que eso es tan cierto como que después del día viene la noche; pero yo esperaba que bueno su revelación, su primera conexión conmigo consiente fuera una resolución a problemas, palabras que me dijieran que hacer con mi vida.
A lo que pensaba: estoy caminando bajo una niebla espesa que hay veces que dudo que realmente estoy dando paso alguno. Y si agregamos nuevamente que soy necia, realmente estaba molesta porque escuche lo que yo no quería, pero me dieron lo que necesitaba; aunque me costo tiempo y oración verlo de esa manera.
La cuestión es que buscamos casi siempre que Dios reafirme o nos diga que hacer en absolutamente todo.
Porque se nos hace más fácil compartir la culpa, a que caiga sobre nosotros enteramente.
Esta bien poner al centro Dios, es algo maravilloso; pero también hay que tener desición sobre las cosas. Tomar desiciones equivocas o correctas es parte del camino a la prosperidad, a la madurez.
Yo lo he hecho me he pasado horas pidiendo, reclamando a Dios sobre cosas donde lo unico que tenía que hacer es pedir sabiduría y ponerme manos a la obra.
La sabiduría es el discernimiento para distinguir entre el bien y mal.
Si lo pensamos imaginen tener alguien que nos diga que hacer a cada segundo, nos quita autoridad sobre nosotros mismos, nos quita la capacidad de aprender de caídas, de desarrollar carácter.
Sin embargo no quiero que con esto piensen que el Señor no le importe nuestro día a día, que nos ignora. Él nos escucha a todas horas, todos nuestros pensamientos, siente nuestra frustación, alegría, deseperación, enojo, amor; pero tampoco podemos esperar que sea quien obre o injiera en todo. Aunque incluso a veces responde con silencio, pero es la respuesta que te hago llegar: decide tú, toma tus desiciones.
Dicen por ahí sino sabes que rumbo tomar empieza caminando sin importar si no hay información y una niebla espesa. Y saben porque a pesar de que a veces nos pueden responder haz lo que quieras; porque se que la bendición sera mayor, porque a pesar de estar en la tormenta, en la niebla Dios siempre toma tu mano, renueva tus fuerzas a diario.
Bien lo señala...
El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.
Proverbios 16:9
Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas.
Eclesiastés 2:1
Si te encuentras en una niebla espesa, donde lo único que quieres es tirar la toalla y dejar todo. Dejame recordarte todo lo que has a travesado, todos esos pequeños pasos en la totalidad oscuridad, pequeños pero has avanzado... ¿De verdad vas a dejar que eso se esfume en un rato?
La respuesta es No. No me voy a dejar vencer, voy a continuar. Me necesito firme, valiente y esforzarme un poco más, aunque este no sea notado debido a la densa niebla.
Y se que la vida no solo es una niebla espesa, a veces parece que todo juega en tu contra; todos son tentaciones en todo lados, todas las palabras te parecen vacías, todos los días hay frustación y decepción que te derriban en un segundo y te dejan el corazón desgarrado, pidiendo que no te ilusionen una vez más.
Y lo único que escucha es, vamos un paso más, falta poco, ánimo, no estes triste; pero ayudan en nada cuando uno se encuentra desesperado. Pero tomamos un soplo más fuerte, no nos quedamos quietos y seguimos avanzando, porque el Señor nos creó con latidos para movernos, con inteligencia para poder elegir los pensamientos, con gozo y amor para ayudar al prójimo a traves de los ojos de él. Por que estar en las nieblas no es un abandono, es una etapa de preparación para recibir una bendición mayor y el Señor JAMÁS te ha soltado de la mano.
La gente que tiene cosas admirables, cosas grandes es porque paso por pruebas grandes, porque se sometio y fue más grande su propósito que sus ganas de dejarlo.
Y si no sabes cual es tu próposito, no temas, ser una hija de Dios, un hijo de Dios trae cosas grandes.
Al final tener a Dios en tu vida siempre sera esa linterna que nunca se apaga, aún si estas sobre la niebla espesa.
Oración final
Señor Jesús, yo te acepto como mi único y suficiente salvador de mi vida y de mi alma.
Señor Jesús, entra en mi corazón. Dejame vivir para amarte y amar a la gente.
Escribe mi nombre en el libro de la vida.
Señor Jesús, perdona mis pecados; perdóname todo lo que te he ofendido
de pensamiento, palabra y obra.
Lávame y límpiame con tu preciosa sangre.
Sellame con tu Espíritu Santo.
Amén
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