Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El barco en tinieblas

Lo queramos aceptar o no el dolor forma parte de nuestra vida. Por suerte o tal vez como los deja ver la escala del positivismo, no solo eso compone nuestro año o al menos es la gota que nos empuja a crecer de manera exponencial.

Dejame contarte una historia que al menos al momento que escribo las siguientes líneas sigue latente, se trata más bien de una anécdota sobre una persona real, tal y como tu servidora y quien se encuentra leyendo esto en este momento; con una vida normal con altas y bajas, con trabajo, sueños, familia, deudas, desoluciones... pero con una energía inmensa y una conexión con Dios increíble. Por cuestiones de anonimato procedamos a ponerle un nombre ficticio... Cielo, le pondremos Cielo.

Cielo es una joven entre los 25 a 30 años, si ustedes la llegarán a conocer dirían que es de las personas más fuertes y alegres que conocen. Siempre llega al trabajo, casa o cualquier lugar con una mega sonrisa, cantando y dando gracias por un día tan bonito, sin importar que afuera estuviera lloviendo como si le pagaran al cambio climático por hacerlo. Y tú con las miles de ojeras, la sonrisa ausente (yo creo dormida bajo miles de mantas que dejaste en tu cama), el abrigo todo empapado, no gruñes porque recuerdas que no eres perro... un contraste radical.

Un día te sientas por casualidad a enlazar conversación con Cielo, sin pensar que días más tarde, esa chica hoy en día es una persona ganada en mi corazón. Total, empiezas con cosas triviales y poco a poco te va revelando cosas de su vida que dices, ¿y no te han dado un oscar como mejor guión a película?

En verdad su vida cuando me la contó, se me olvidaron mis problemas, los disminuyó a tanto que dije no he sentido dolor en mi vida, y la que trae gruñido de perro por la mañana soy yo.
Para empezar a relatar un poco concentremonos que es una esposa joven que se vio envuelta en un accidente que en segundos cambio todo.
Ya se que me van a decir eso pasa todo el tiempo, o eso es más de películas. Y no les dije yo que debía ganar un oscar y digo desconozco las historias de todos, pero su forma de afrontar un dolor vivo, día tras día es lo que yo te quiero traer aquí.

Cielo de un momento a otro esta con el llamado que su esposo tuvo un accidente donde se golpeo fuertemente la cabeza y sus esperanzas de vida son de -10. Su esposo vive, pero por evidentes razones no es el mismo; debe aprender cosas que antes se daban por sentado como agarrar una cuchara, vestirse, bañarse, entre otros. Y no olvidemos el foco latente que su memoria puede jugarle mala cara, alterar su realidad o perderla sin tiempo definido.

Cielo casi sola inicia con su esposo el tratamiento, pero con una devoción, un amor que guia aquel barco frágil en todo el mar abierto, lleno de tinieblas. Pasó más de un año, el esposo se perdía cada vez más, había momentos que él mismo se golpeaba y su furia era tal que quería arrebartarse la vida. Mientras a su alrededor, su familia lo había minimizado a un accidente más, como si el dolor nunca hubiera estado ahí, eran ya solo inventos de su esposa. Cielo desesperada con un circulo familiar donde ella era la culpable de que el esposo tuviera ese accidente, convencida que la única manera que su amado reaccionara era alejarse para que su esposo entrará en shock y empezara a cuestionarse.

Correcto o no, todos cometemos errores así como tenemos sentido común. Ella se marchó, uno hace lo que tiene que hacer para sobrevivir. Cielo ahora era el barco en tinieblas, por fuera a simple vista se ve un barco de una reluciente cubierta en blanco, con compartimientos amigables, espacio para nuevos navegantes pero cuando ves al ambiente, la falta de luz, dejas de ver el barco como un objeto hermoso y pulcro; pero se convierte en algo maravilloso porque aún lleno de imperfecciones y todo en contra, flota en la superficie.

Cielo oraba día, tarde y noche. Y claro que en más de una ocasión quiso tirar la toalla, dejarlo, estaba cansada de las voces ajenas que decían ella era una cobarde, fácil se fue con alguien más. Sin saber que la mujer, todo el tiempo sus oraciones estaban con él.
Ella podía reir, hacer bromas, tener una vida independiente, salir a divertirse... pero si te acercabas a sus ojos, podías observar como su alma estaba desgarrada, hecha pedazos.

No diré como termina la historia de Cielo, porque es algo que sigue en proceso. Pero les puedo asegurar que esta prueba que ella esta viviendo, este dolor que ella siente con cada latir, la ha llevado a lugares que no se imaginan.
Ella agarro el dolor y lo convirtió en oración.
Ella agarro el dolor y transforma con su historia al hermano de a lado.
Ella agarro el dolor y le pidió a su padre fortaleza.
Ella agarro el dolor y lo uso como abono para crecer en todo los sentidos posibles de su vida.
Ella agarro el dolor y lo deposito en cada lágrima. Jamás la vi rendirse y acostarse a llorar; Cielo al contrario decía vamos por un día más, y empezaba a vivir.

Tampoco quiero decir que con orar o en el momento que sintamos dolor y vayamos a orar, a hablar con Dios y ya magicamente se va a borrar el dolor, va desaparecer de los diccionarios y va bajar por obra del espíritu todo un manual de como vivir. No, no funciona así, más bien lo que quiero transmitir acá es tratar el dolor con sabiduría. El dolor es un gran maestro, como planeamos sanar a los demás sino hemos pasado por ese camino.

Y tal vez me digas loca por lo que diré, pero: que bueno que te permites tener dolor en tu vida, gracias por que sea parte del momento, es el primer paso a lo nuevo. Hay un propósito, es el abono perfecto para crecer y madurar. No es el fin es el inicio de la próxima etapa de tu vida; pero si no lo dejas fluir, si evitas cualquier pensamiento sobre el, incluso te niegas a llorarlo y lo llenas con cosas triviales, estas atrasando las bendiciones, la luz que esta por entrar.

Como bien lo señala Salmos 27:
Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.
Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud.
A causa de mis enemigos.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová.
En la tierra de los vivientes.
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.

El dolor es parte de una prueba y en medio de esta prueba no necesitamos que nos señalen, que nos reprochen o nos hagan ver que es lo que cosechamos, lo que teníamos merecido, o incluso algo más amable como "vendrán tiempos mejores".
Sino más bien necesitamos a alguien que nos muestre un Dios de própositos; necesitamos sabiduría, amor, desahogo, esforzarnos y ser valientes.

Un Dios que sea nuestro faro que observe y cuide de aquel barco en tinieblas; mientras seguimos trabajando por ese plan que hemos olvidado.
Abracemos el dolor, tal y como el señor nos abraza cuando lloramos llenos de miedo a mitad de la madrugada.
Por que es parte de la vida, después del dolor siempre viene una recompensa mayor.

Quisiera terminar con una oración que he escuchado de mis predicadores.

Señor Jesús, yo te acepto como mi único y suficiente salvador de mi vida y de mi alma.
Señor Jesús, entra en mi corazón. Dejame vivir para amarte y amar a la gente.
Escribe mi nombre en el libro de la vida.
Señor Jesús, perdona mis pecados; perdóname todo lo que te he ofendido
de pensamiento, palabra y obra.
Lávame y límpiame con tu preciosa sangre.
Sellame con tu Espíritu Santo.
Amén

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro