Sarah:

Veremos si algún día me lo dices.

Axel:

Eso veremos, señorita ilusa.

Sarah:

Como usted diga, señor egocéntrico.

Axel:

Por cierto, eres una mal educada ¡Buenos días!

Sarah:

Cierto, perdón, buenos días Axel.

Axel:

¿Tu madre no te enseño modales?

Sarah:

Si, ya lo siento.

Axel:

¿Tú sintiéndolo?, ¡por favor! ¿Dónde está la Sarah que conozco?

Sarah:

¿Sabes?, no tengo ganas de discutir contigo.

Axel:

¿Qué monstruo se comió a Sarah?

Sarah:

No voy a estar peleando contigo siempre.

Axel:

En serio, ¿qué paso contigo?

Sarah:

Si solo quieres estar peleando, no me hables,¿sí?

Axel:

Para empezar yo nunca me enojo contigo, tú eres la que hace que me porte así; además, tú eres la que me habla.

Sarah:

Yo sólo ya no quiero discutir contigo.

Axel:

La Sarah de ahora ya no quiere ser la misma.

Sarah:

Soy la misma, sólo que ya me cansé de estar discutiendo contigo.

Axel:

No eres la misma, cariño.

Sarah:

Sí soy la misma. ¿Cariño? ¿En serio?

Axel:

Ahora me prohíbes darte otros nombres, cuando cariño no es ofensivo.

Sarah:

No te he prohibido nada, sólo pregunté.

Axel:

¿Te enojas porque te digo cariño, cariño?

Sarah:

No me enojé, sólo pregunté, cariño.

Axel:

Yo no soy cariño.

Sarah:

Me vale, cariño.

Axel:

Soy un pedacito de cielo.

Sarah:

Mi pedacito de cielo.

Axel:

Bueno, eso dice mi madre.

Sarah:

Espera, ¿tu madre te dice pedacito de cielo?

Axel:

Sí, ¿qué tiene que lo haga?

Sarah:

Nada, olvídalo, pedacito de cielo.

Axel:

Por lo menos mi madre sí me quiere.

Sarah:

Tienes razón; pero,¿sabes?, cada día te vez más nerd de lo normal.

Axel:

No soy un nerd normal ya te lo dije, sólo que mi madre sí me hace cariños.

Sarah:

¿Sabes?, no conozco a tu mamá, pero creo que es buena persona.

Axel:

¿Estás diciendo que quisieras a mi madre para algo más?

Sarah:

¡No! Yo nunca sería tu novia.

Axel:

Yo nunca dije que quería que fueras mi novia.

Sarah:

No quise decir eso.

Axel:

¿Sabes?

Sarah:

¿Sí?

Axel:

Creo.

Sarah:

¿Crees?

Axel:

Mejor olvídalo.

Sarah:

¡Dime!

Axel:

Hoy hablé con Daniel.

¿Cómo diablos hizo Axel para hablar con Daniel?

Sarah:

¿Sí?

Axel:

Sí.

Sarah:

¿De qué hablaron?

Axel:

Sobre la fiesta.

Sarah:

¿No te habló de mí?

Axel:

De hecho, después habló sobre ti.

Sarah:

¿Qué te dijo?

Axel:

Prometí no decirte.

Sarah:

Por favor.

Axel:

Él me dijo que no te dijera.

Sarah:

Hago lo que quieras.

Axel:

¿Lo que quiera?

Sarah:

Sí.

Axel:

Quiero un stripper tuyo.

Sarah:

¡Eres un pervertido!

Axel:

Puedo decir que estás roja como un tomate.

Sarah:

¡No!

Axel estaba completamente en lo correcto, yo estaba demasiado roja para que solamente fuera un simple mensaje.

Axel:

Sí.

Sarah:

¿Me dirás?

Axel:

No.

Sarah:

¿Qué quieres que haga?

Axel:

¿Qué harías por saber?

Sarah:

Lo que sea, menos un stripper.

En este momento estaba dispuesta hacer todo lo posible para que Axel me dijera todo sobre Daniel.

Axel:

A ver... Sarah está muy desesperada.

Sarah:

¿Qué quieres?

Axel:

No sé qué hacer contigo.

Sarah:

Sólo dime.

Axel:

No te diré.

Sarah:

¡Por favor!

Axel:

¿Para qué quieres saber?

Sarah:

Y todavía preguntas.

Axel:

No lo sé.

Sarah:

Por favor, ya te dije que hago lo que sea.

Axel:

No sé qué hacer contigo

Sarah:}

¡Lo que sea, pero dime!

Axel:

¿Sabes?, no te diré.

Sarah:

¿Por qué?

Axel:

Porque él es mi amigo y no te diré lo que él piensa de ti.

¿Amigo? Esto no me estaba gustando.

Sarah:

Ok, me rindo.

Axel:

Nunca te lo diré.

Sarah:

Espera, ¿cómo que es tu amigo?

Estaba más sospechoso que nunca, Axel me dijo que no conocía a Daniel y ahora ya son amigos. Algo aquí anda mal.

Axel:

Nunca subestimes al pedacito de cielo.

Sarah:

Me rindo.

Axel:

Veo que estás desesperada por saber.

Sarah:

No estoy desesperada, sólo quiero saber qué dijo de mí.

Axel:

Ya sé qué quiero para poder decírtelo.

Sarah:

¡¿Qué es?! Dímelo y dime lo que dijo Daniel.

Axel:

No será necesario decírtelo por aquí.

Sarah:

¿Por qué?

Axel:

Porque quiero que nos veamos en Starbucks mañana a las cuatro de la tarde, ahí te diré todo lo que quieras saber y no te pediré nada a cambio, sólo que te presentes.