A Elena la piel se le puso de gallina, ya las bebidas que ingirió hicieron su efecto.

—Debo parar esto de algún modo y no tengo ningún punto a mi favor—Se dijo Elena a sí misma.

—Si hablo con alguna amiga, fin para ella.

—Si hablo con un policía ¿Fin para el?— Esa pregunta rondó por su cabeza y por fin tomo su decisión. 

—Mañana cuando esté en un mejor estado iré a la comisaría, necesito parar esto de una vez— Elena se acostó en su cama y cayó en los brazos de Morfeo.