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Esa noche, Elton y Vanya salían juntos de su trabajo, sin embargo, el chico notó algo extraño en la actitud de su amiga, parecía nerviosa.

-¿Estás bien? -le preguntó el de ojos marrones.

-Sí -contestó Vanya aparentando tranquilidad.

Elton elevó una ceja- Vanie, te conozco desde la secundaria, y sabes que conozco cada una de tus expresiones.

Vanya se tensó, si había alguien en el mundo a quien era incapaz de engañar era su mejor amigo.

-Estoy bien, enserio -sonrió nerviosa- Solo es, el cansancio del trabajo, ya sabes, Frankie no pudo venir y tuve qué hacer parte de su trabajo además del mío.

-Buen punto -dijo pretendiendo creerle- Aunque fui yo el que hizo la mayoría de los pedidos -le recordó- Tú pasaste el día entero encerrada en la cocina. Lo cual es raro para alguien que le guste atender a los clientes.

La chica intentó mantener la calma.

-Bueno... siempre es bueno trabajar un poco más para ganar un poco más -comentó encogiéndose de hombros.

-Entonces... ¿no haces esto para ayudar de manera desinteresada como le dijiste a Vitale? -cuestionó serio.

Maldición, engañarlo no era difícil, era casi imposible.

Miró al cielo nocturno, después miró de reojo su teléfono- Wow... mira la hora, ya hay qué volver a casa -dijo cambiando de tema.

-Vanya -expresó Elton- Deja de evadirme, ¿sucede algo? -preguntó tratando de mirarla a la cara.

La menor mordió su labio inferior pensando en una excusa creíble.

Pero justo antes de que de su boca saliera alguna palabra un auto se estacionó al frente.

Ay, no.

-¡Vanya! -la ventanilla del asiento del piloto se abrió dejando ver la expresión furiosa de Cassandra- ¿Qué haces aquí a estas horas? ¡Ya es muy tarde para que estés aquí!

-L-lo siento -se disculpó la ojiazul- E-eh -tartamudeó.

Elton lo comprendió todo en ese momento.

-¡Oye! -exclamó él- El que seas su pareja no te da derecho a hablarle así -reclamó molesto.

-¡Cállate! -contestó la otra- Esto es entre Vanya y yo, y tú -dijo mirando a la de cabello negro- Más te vale que subas ahora.

Vanya miró a Elton- Debo irme -susurró.

-No -declaró tomando su mano- No hasta que tu novia le baje un poco a su mal humor y sea seguro dejarte sola con ella -Elton volvió su mirada hacia Cassandra con ira.

-Oh, vamos -rió la mayor bajando del auto- ¿Se supone que tú la proteges de mí? -se burló parándose frente a Elton.

De un movimiento casi invisible, un empujón impactó sobre el pecho del chico, quien casi cae hacia atrás y su mano soltó la de Vanya, quien no puso resistencia al tirón que la mayor le proporcionó para llevarla hasta el auto.

Elton solo miró con odio el auto alejarse.

Un par de días después, no supo en qué momento la pelinegra dejó de hablar con él y su otra amiga. Ni siquiera contestaba sus mensajes.

Estaba decepcionado, pero sabía que no podía culpar a Vanya. Ella no hubiera tomado esa decisión por su cuenta si no había un motivo congruente.

Hundido en sus pensamientos no se dio cuenta de que alguien lo seguía.

Pronto, sintió que alguien lo jaló con fuerza y lo estampó contra la pared.

Trató de quitarse al tipo encapuchado de encima, sin embargo, solo sintió el filo de una cuchilla realizando un largo corte por su brazo izquierdo.

-No intentes nada estúpido si no quieres que esto termine peor -murmuró con voz grave y profunda mientras sentía su mano apretando su cuello.

Elton apretó sus ojos esperando lo peor mientras el miedo congelaba su cuerpo.

Sintió la cuchilla húmeda pasando por su cuello sin penetrar su piel mientras la respiración agitada del otro le causaba un fuerte escalofrío.

-Ahora... dame todo lo que tengas -susurró empujándolo al suelo.

El menor trató de levantarse y huir lo antes posible, cuando una patada en el costado lo hizo caer nuevamente.

Buscó rápido el dinero que acababa de ganar mientras el otro seguía golpeándolo, había veces que el agresor lo levantaba del cuello del sueter y lo derribaba de nuevo de un fuerte empujón.

Cuando consiguió el sobre de su dinero lo arrojó a un lado junto a un teléfono celular y se cubrió la cara.

-¡Tómalo! ¡Tómalo todo! ¡Pero déjame ya! -suplicó sollozando ahogadamente.

El tipo recogió el sobre del suelo, y después de verificar lo que contenía volvió a levantar a su víctima y lo acorraló a la pared.

-Más te vale no intentar solucionar nada, si no quieres perder algo más valioso que tu dinero -susurró soltándolo con brusquedad para después salir corriendo.

El más joven se levantó débilmente del suelo, con su mano sana acarició su cuello que había sido arañado al momento que el maleante lo soltó, con lágrimas en los ojos y su cuerpo tembloroso apreció la cortada del brazo contrario, se sintió mareado a los tres segundos.

-¡A-ayuda-! -exclamó en un hilo de voz.

Pronto se puso de pie, apretó su manga contra su herida para detener un poco el sangrado y caminó pesadamente buscando algún lugar cercano que pudiera asistirlo.

Vio un consultorio médico a unos cuantos metros e imploró por no desmayarse antes de llegar ahí.

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Aún lo aterraba la idea de caminar por calles solitarias de noche, pero tenía la desventurada suerte de que camino a su departamento tuviera una calle solitaria.

Sin embargo, preferiría ser asaltado y llegar a la soledad de su pieza a llegar a la casa de sus padres y escuchar sus reclamos por no haber podido defenderse.

Nuevamente sintió pasos muy cerca de él y giró rápido dispuesto a tratar de enfrentar a quien sea quien fuera.

La otra persona se paró en seco mientras levantaba ambas manos y retrocedió al menos unos cinco pasos.

-¿Te encuentras bien? -preguntó Jake bajando sus manos.

-S-Sí... solo... -el menor trató de respirar tranquilo- Un pequeño susto.

-Oh, lo siento si te asusté -se disculpó el rubio- Solo que caminaba a casa del trabajo y... te ví y pensé ¿por qué no caminar juntos a casa para hacer un poco de compañía -explicó.

-Emmm, gracias -contestó Elton aún un poco alterado- Pero si no es mucha molestia no te aparezcas así de la nada -pidió.

-Oye, ¿te ocurre algo? -preguntó preocupado- Te noto bastante tenso.

Elton apretaba suavemente sus puños una y otra vez antes de contestar- Un ligero ataque de nervios, es todo.

Jake se acercó a él tratando de poner sus manos sobre sus hombros, pero el menor se alejó.

-Ven, te invito a beber algo para calmarte ¿estás bien con eso? -preguntó el mayor amablemente.

-Descuida, llegaré a casa y con eso estaré bien -contestó modestamente.

-Como quieras -aprobó el mayor- Puedo quedarme a tu lado si lo deseas -ofreció.

El contrario asintió calmadamente- Solo... no intentes contacto físico por el momento, ¿de acuerdo? -dijo nervioso.

-Hecho -aceptó el mayor y siguieron su camino a casa en silencio.

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Arthur llegó a casa esperando que su excusa de cambio de número telefónico funcione, más al llegar, Heather lo recibió en medio de lágrimas.

-Nos odian -sollozó- Quise hablar con mamá esperando que no siguiera tan molesta con nosotros -dijo la menor.

-¿Y qué sucedió? -preguntó el mayor.

-Tía Grace me dejó llamar por teléfono -la voz de Heather se volvía más débil- Pero ellos me rechazaron -lloró desconsolada- Dijeron que no tenían hijos -sollozó.

Arthur abrazó a su hermana con impotencia, solo eso podía hacer, pues no consideraba correcto maldecir a sus padres delante de la menor.

-¿Dónde está Vanya? -preguntó finalmente.

-En su pieza -contestó Heather aún abrazada de su hermano- Está triste.

Ambos fueron hasta su habitación.

A Arthur no le agradaba aprovecharse de las situaciones, pero esta era la oportunidad perfecta para su excusa.

-Entonces... ¿mamá y papá te escribieron? -preguntó Vanya un tanto asustada.

-Sí -contestó Arthur- Y por eso cambié de número, para que no pudieran contactarme más, no toleraré sus mensajes de odio -explicó.

Vanya agachó la cabeza.

-Creí que al menos se preocuparían por mí y querrían visitarme -comentó con lágrimas amenazando salir de sus ojos- Pero los escuché el día que Grace les dió la noticia... yo... jamás debí escaparme con ella -pronunció con un nudo en la garganta.

Arthur tomó su mano con los ojos húmedos.

-Todo ese daño fue porque yo decidí ir con... con... ¡ese monstruo! -exclamó dolorosamente.

El mayor levantó su barbilla con suavidad haciendo que lo mire a los ojos.

-Mi niña -le dijo su hermano- Nada de lo que pasó fue culpa tuya, y ellos son los del error por pensar que sí.

Vanya ahogó un sollozo.

-En cambio... si quieren buscar un culpable de lo sucedido... sería acusarse ellos mismos -dijo fríamente- Si te hubieran tratado bien nunca hubiera habido un motivo para que te fueras de casa -explicó abrazándola suavemente.

Heather miraba la foto que había guardado de sus padres y hermanos, con la esperanza de que algún dìa se arrepintieran de sus insultos y malos tratos hacia los chicos, pero ya estaba más que convencida que eso no pasaría nunca.

Arrugó la foto con sus manos y la rompió con todo el dolor de su corazón, eso sí, tratando de no dañar mucho las partes donde estaban Vanya y Arthur. Pero las imágenes de esos adultos conservadores e intolerantes las hizo pedazos.

Al terminar su labor se unió al abrazo de sus hermanos mayores.

Ahora Arthur se arrepentía de haber inventado esa excusa en un momento como ese, solo hizo más daño a sus hermanas del que ya les había tocado pasar.

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Al día siguiente, Vanya no consiguió levantarse a tiempo para el trabajo, era medio día y sus ojos estaban enrojecidos y con ojeras, mientras sus extremidades se sentían cansadas y adoloridas.

Besties4Ever

Frankie: @VanyaW Amiga, te encuentras bien?

Elton: Vitale y nosotros estamos preocupados <:(

Vanya: Lo siento mucho... no me siento bien desde ayer...

Elton: Estás bien? Sucedió algo?

Vanya: Depresión por parent issues, eso pasó :'(

Frankie: Ay, linda, no sabes cómo lo siento :(

Elton: Quieres que pasemos a verte luego del trabajo?

Vanya: No lo sé... realmente no me siento bien para recibir a nadie...

Elton: Tal vez podamos animarte...

Vanya: Gracias... realmente ustedes son los mejores

La ojiazul bloqueó su teléfono y se recostó de nuevo.

Alguien tocó su puerta.

-Cariño -Grace le habló desde el otro lado.

-Adelante -contestó sin ánimos.

La mujer entró y fue hasta su cama.

-¿Cómo te sientes? -preguntó acariciando su cabello.

-Terrible -contestó la joven.

-¿Tan mal como para no recibir visitas? -preguntó Grace.

-No me digas que Elton y Frankie-

-Oh no, no son ellos -dijo en medio de una sonrisa.

-¿Entonces?

-Es esa amiga que Richie nos presentó el día de tu llegada -comentó- Trinity, ¿verdad?

Al oír esto, Vanya sintió que el dolor y el cansancio se habían ido como por arte de magia.

Apenas su tía se retiró, Vanya se levantó rápidamente de su cama y se vistió con algo cómodo (unos jeans suaves y una blusa holgada), se recogió el cabello en una cola de caballo un tanto desprolija y bajó a la sala de estar.

Ahí la vió, con esos ojos que combinaban perfectamente con su cabello, esbozando una sonrisa de oreja a oreja que era capaz de alegrar el momento de cualquiera que la viera.

La menor le dedicó una sonrisa tímida, podía notarse cierta aflicción y dolor en su mirada, aunque sus labios quisieran demostrar lo contrario.

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Hola, espero que les haya gustado, no olviden votar, comentar y compartir.

Uuuf... estuve muchísimo tiempo pensando en cómo iba a escribir este cap, pero apenas tuve la idea y no me detuve hasta concluírlo.

Recuerden gente, las agresiones no son culpa de las víctimas, los verdaderos parásitos son los agresores y la gente que cree que las agresiones son culpa de la víctima.

Con esta nota tan corta me despido.

Nos vemos.

Violett_User