Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5. AUDAZ

TRES AÑOS DESPUES

Amor y Tiempo tomaban el té en la inmensa sala del palacio del dios; ambos se habían vuelto muy cercanos siendo que se consolido una bella amistad.

-¿Cómo has estado Amor?- Tiempo tomaba lugar junto a la pequeña mujercita.

-Bien, las cosas en Ithis son a veces algo rutinarias pero aún me encanta hacer mi trabajo-Sonrió.

-Se te nota más relajada-

La diosa sonrió-Es por que ahora vengo a verte- Se sonrojo.

No había por donde negarlo, entre esos dos existía algo. El que... era aún incierto.

En medio de ese silencio que se formó, Tiempo recordó una encomienda que le hicieron... fue su salvavidas para volver a una conversación.

-¿Los otros dioses están tan bien como tú?- Fue lo más sutil posible.

-¿Eh?... claro, aunque...- Se puso pensativa.

-¿Amor?-

-Lo siento, es solo que aún sigo llevándome mal con Vanidad- Se cruzó de brazos.

-¿Y eso por qué?- Mentía, él sabía perfectamente porque de aquel enfrentamiento; así era en la mayoría de sus conversaciones pero por cortesía siempre que Tiempo tenia algún invitado fingía demencia ante los acontecimientos, si no... la charla se tornaría aburrida y eso era algo que el peli plateado evitaría frente a su invitada.

-Por lo que paso hace tiempo...- Amor odiaba mencionar ese día, por eso solo se limitaba a hacer una breve alusión y ya. Tiempo la entendió, pero no era momento de cambiar de tema, iba por buen camino hacia su verdadera pregunta.

-Eso es algo que te pesa ¿Verdad?-

-Sí, y mucho- La diosa llevaba consigo la responsabilidad del pacto entre dioses; solo ella podía permitir que alguno de sus compañeros rompiera el silencio legalmente.

Los dioses como tal tienen una divinidad superior, por lo tanto su palabra es muy importante, cada vez que prometen algo se abstienen a un contrato que de ser violado derivaría a feas consecuencias. En este caso, Amor es la contratista, ella obligo a sus iguales a prometerle el silencio, si alguno hablara... tenía el derecho de escoger ella misma el castigo.

Tiempo dejo la taza sobre la mesilla, este tema no había sido tocado en varios años, al menos no en Ithis... y hoy, que tenía el encargo de escanear la situación, no tenía ganas en lo absoluto.

-Si te hace sentir mejor, desahógate conmigo- Ofreció el ser alto.

La diosa levanto la vista, sintió un ligero cosquilleo, así se sentía cada vez que Tiempo y ella se acercaban más y más.

-Tengo miedo...- Admitió-... sé que algún día Vida se enterara de lo que ocurrió y temo por el equilibrio y su estabilidad-Desvió la mirada al suelo.

-Ese incidente...- Trato de ser lo más delicado posible-...que causo tanta discordia en Ithis ¿De verdad crees que le afectara tanto al benefactor? Yo también lo vi, se resolvería fácilmente-

-No lo creo, estoy segura- Defendió.

-¿Por qué?-

-Por qué...- Estuvo a punto de proceder con una larga explicación pero, ella misma sabía que los sentimientos de cada uno son reservados, simplemente no podía ir por ahí a contar las intimidades de uno... si alguna vez lo había hecho era solo por necesidad-

Tiempo necesitaba que ella hablara.

-Amor, ven conmigo...- Se levantó.

La diosa algo confundida, siguió el rastro de la inmensa capa plateada de su amigo; detrás de él meditaba las posibilidades de si había hecho algo mal, quizás estaría molesto... quizás la regañaría por algo... o quizás le mostraría algo... no estaba ni la mitad de segura.

-¿A... a dónde vamos?- Se atrevió a cuestionar cuando pasaron por un portal desde donde las paredes se volvían diferentes y una infinita escalera espiral hacia arriba iniciaba con una de las torres.

-Te ayudare a aliviar tu peso...- Tiempo de verdad quería ayudarla y aunque estaba rompiendo un par de reglas, lo haría por ella.

No contaron el tiempo que tardaron en subir... habría sido más fácil tele transportarse pero el palacio estaba lleno de magia y poder... esa torre en especial había sido recientemente sellada para evitar intrusos.

El cielo de Ithis se oscureció, y al ser aquel el límite entre este y Nim... el castillo entro en su noche profunda, Tiempo hizo aparecer una antorcha y continuaron el camino.

Ya en la cima, Amor miro por una de las pequeñas ventanas, estaban muy alto...

-¿Qué es aquí?- Pregunto.

-Necesito que me prometas que no le dirás a nadie de esto- Dijo el peli plateado.

-Lo... lo prometo- La diosa se sintió intimidada por tanta solemnidad.

-Bien- De entre sus mantos, saco una llave... la introdujo en la única puerta a la vista y con lentitud empujo el cerrojo.

Amor, sintió el cambio de inmediato.

Con cuidado dio unos pasos dentro, primero vio alrededor... las paredes estaban esmaltadas con blanco puro... el suelo era mármol pulido y en medio, irradiando una luz suave... una especie de cama con dosel.

Se llevó las manos al rostro cuando en los bordes inferiores de las telas colgantes vio el aura oscura de una persona en especial.

-No... no es posible...- Procesaba el hecho, se giró para ver a Tiempo, quien permanecía impasible-...Esta aquí...- Afirmo en un susurro.

-Puedes verlo, pero no lo toques- Extendió su mano dándole permiso a que se acercara.

Primero unos pasos suaves y luego corrió a su lado, tirando las telas a un lado su visión no la engañaba.

Una especie de plataforma cuadrada sostenía un cuerpo en posición fetal... este emanaba como si fuese la cubierta esa aura negra de su poder; a su lado, la guadaña bien posicionada.

-Muerte... todo este tiempo estuviste aquí- Extendió la mano para tocarlo pero recordó la advertencia de Tiempo.

El dios espero a que su invitada procesara el momento, él sabía perfectamente que ella al ser tan emocional estaría tratando con su nostalgia.

-Está dormido...- Dijo acercándose por detrás-...si lo observas bien, te darás cuenta que aun respira-

Era verdad, era casi como si en cualquier momento pudiera abrir los ojos y levantarse.

-Creí, todos creen que él está en Nim-

-Se supone, pero Ithis también quería tenerlo cerca de su trono... para evitar una pelea, lo dejaron al medio. Desde entonces yo velo por él hasta que los supremos decidan despertarlo-

Amor se arrodillo para verlo más de cerca-¿Por qué no quieres que diga nada al respecto? Si Vida supiera que está aquí...-

-Vendría de inmediato y terminaría derrumbándose de nuevo... tu sabes mejor que nadie que ese hombre tiene cierta debilidad por Muerte-

La diosa medito las palabras- Tienes razón, no diré nada... pero quiero que me cuentes los detalles de por qué Nim decidió dormirlo-

Tiempo tendría que romper un par de reglas más.

-Él quería estar junto a su hijo-

-Pero lo dejo aquí-

-No lo planeo bien... supongo- Justifico.

-¿Supones?- Dijo extrañada.

-No conozco los motivos Amor, lo único que me permitieron saber es que Muerte debe permanecer tranquilo, nadie debe molestarlo, mucho menos interrumpirlo... sufriría un shock tan grande que su alma se vería afectada-

Ahí las cosas fueron más claras.

-Entiendo, Vida trataría de despertarlo...- Dijo deprimida.

-Tu también lo extrañas ¿Verdad?-

-Si...- Arrastro la voz, hasta que se dio cuenta de la cara de disgusto de Tiempo-... pe... pero no como tú crees, Muerte es mi mejor amigo-

ººººººººººººººººººººººººººººº

EN LA TIERRA

-¡Felicidades cariño!- Una entusiasmada mujer rubia le extendía un pastelillo a su adorado hijo junto a su callado esposo. Ese día el pequeño cumplía exactamente 5 años.

-¿Ya amaneció?- Pregunto mientras se tallaba los ojos.

-Si cariño, mira...- Espero a que Des viera el pastel, en cuanto lo hizo este de inmediato sonrió.

-¡Si pastel!- Cortas pero emocionantes palabras.

Jolene rio, de inmediato la familia se puso a desayunar ahí mismo... cada uno tenía su propio pastelillo y tomaron su chocolate caliente desde una bandeja traída previamente. Esa iluminada escena en la cual la pareja de padres se sonreía mutuamente y Des observaba divertido, había un invitado que no podían ver.

Vida estaba apoyado en el marco de la ventana observando desde afuera, de rato en rato soltaba comentarios.

-No me lo esperaba... el tiempo se va volando...- Dijo con su mano imitando a un ave-...Ya eres un niño grande Des, aun no me creo que ya sean años los que te vengo siguiendo-

Ojala el niño pudiera escucharlo, o al menos eso deseaba el benefactor.

La familia no tardó mucho en desayunar, después de todo el infante tenía que ir a la escuela.

ºººººººººººººººººººººº

Des estaba sentado en el autobús... aún faltaban un par de niños antes de que el conductor los llevara a la escuela; como siempre estaba solo... él no era un niño que sociabilizara demasiado. Sus amistades en la escuela se limitaban a su querida amiga Lucy quien por suerte estaba en la misma clase.

Su apariencia delicada, su pelo semi largo, su cuerpo menudo y sus preciosos ojos ámbar hacían que varios de los niños lo hubieran creído niña en un principio... incluso algunas féminas le tenían una envidia infantil por lo bonito que era. Lo que eventualmente causo un descontento entre mocosos quienes lo usaban como blanco fácil a sus abusos; lo acorralaban en el baño para gritarle insultos, en clase le jalaban del pelo sin que la profesora los viera e incluso llegaron a hacerle llegar "accidentalmente" el balón en el patio.

Des no era vengativo, su carácter era tranquilo y pacifico por lo tanto no los acusaba o lloraba; en los recesos corría de prisa hacia el jardín de la escuela escondiéndose entre los arbustos, a veces Lucy lo alcanzaba ahí... a veces no.

No le importaba estar solo, ya que en algunas ocasiones cuando Lucy no venía ocurría magia a su alrededor; le encantaba, era su máximo secreto... A veces eran los animalitos: pajaritos trayéndole en su pico una galleta robada de aquellos muchachos abusadores, un ratón que le traía una moneda encontrada entre el caos infantil; en otras... eran las plantas, eso era lo que más le gustaba... flores crecían de la nada frente a él como si fueran un regalo, se sentía especial cada vez que aquello sucedía.

Más ahora que ya tenía cinco años... esperaba que su amiga no llegara con él (y a la vez sí); quería saber qué cosa ocurriría esta vez.

El timbre sonó, y como era costumbre corrió para no ser visto por los abusivos.

Se sorprendió tanto cuando abrió aquel sendero, la vista no lo engañaba... ahí donde siempre se sentaba a comer su refrigerio estaba atestado de coloridas flores pequeñas... en el centro una flor blanca gigantesca (para un niño) rodeada de otras un poco más pequeñas. Definitivamente eso no estaba ahí el día anterior.

Vida lo observaba sentado a unos metros, como le encantaba el rostro que ponía el niño con cada regalo que le hacía, cada año se reinventaba en la forma de darle esa "magia" pero en ese cumpleaños hizo algo de lo que no estaba muy seguro. Aquella magnolia que estaba en medio era la que había recuperado de Vanidad varios años atrás. Estaba viva gracias a que la congelo en un lugar exacto de la tierra pero no supo que le paso por la cabeza ese año que decidió dársela al infante.

Se comprendió mejor a si mismo cuando Des se arrodillo cerca de las flores y tomo la magnolia, el niño sonrió como pocas veces lo hacía.

-No sé si es mi culpa o naturalmente te gustan las flores pero espero que no dejes de sonreír cada vez que veas una- Que raras y significativas habían sido esas palabras.

Un ruido alerto a ambos de que alguien se acercaba, de entre la maleza Lucy evadía con dificultad las ramas que se atascaban en su pequeño y pomposo vestido-Papá me matara- Comento cuando vio hojas incrustadas en su ropa.

-Lucy... hoy viniste- Dijo contento.

-Es tu cumpleaños - De la nada corrió hacia su amigo y lo tiro al suelo abrazándolo.

Vida se sonrojo un poco, la escena era muy tierna, la niña sobre su protegido dándole algunos besos en sus mejillas. Des estaba más colorado que un tomate.

Vida se paró-Ya tienes novia amigo- Dijo con diversión.

-Lucy... no...no...no hagas eso por favor- El niño estaba siendo traicionado por sus nervios.

La niña se levantó riendo- Ay Des... tu siempre tan educado, con razón los del salón dicen que pareces niña-

-No... no es divertido- Se cruzó de brazos desviando la mirada.

-No te enojes ¿Si? Esta tarde nos iremos juntos a tu casa- La mujercita uso la más encantadora mirada que tenía en su arsenal, esa que no le fallaba ni con su padre.

Vida soltó una carcajada viendo los nervios del pequeño- Oye... te está proponiendo cosas indecentes- Bromeó.

-De acuerdo- Respondió Des recuperando la palidez de su rostro.

-¡Iremos por Thomas también! ¡¿Verdad?!- La morenita se emocionó.

-Mi tía dijo que lo traería después del almuerzo-Respondió.

-¡Sí!-Lucy levanto sus manos en señal de victoria.

El dios los rodeaba mientras caminaba- Se nota que esta niña encajara bien con tu familia- Era fascinante ver como una de las bendecidas de Amor tenia tanto parecido con la misma.

Pasaron un rato más hablando con Vida como único espectador hasta que la campana los llamo a sus salones, ahí sí que el dios ya no se metía... terminaría durmiéndose debido a lo aburrido que sería escuchar a los maestros, es decir, él era "El padre de todo" no había mucho que pudieran enseñarle de su propio mundo.

ºººººººººººººººººººººº

El autobús dejo a ambos niños en la misma parada, Des tomo la mano de Lucy para que saltara el último escalón del vehículo. En la parada... Jolene los esperaba cargando una caja mediana.

La rubia estaba orgullosa de su pequeño; buenas notas, inteligente y educado... pero estaba bastante preocupada debido a lo solitario que era. Adrián había sugerido inscribirlo a alguna actividad, pero ese era un tema que discutirían después.

Llegando a casa los niños se despidieron de la adulta para adentrarse en la habitación del menor, ahí se pasarían la siguiente medio hora hablando de cosas de niños, ya saben... de que sabor seria el pastel o sobre el caro y bonito vestido nuevo que ostentaba la niña.

A Lucy se el encendieron los ojos cuando el timbre de la casa sonó. Efectivamente era la tía de Des con su primo Thomas.

Jolene prepararía una merienda mientras los niños corrían al patio.

Des y Thomas era ligeramente parecido, ambos tenían la piel blanca y facciones menudas; aunque Thomas era mayor por dos años y un poco alto para su edad. Era gracioso verlos junto a Lucy debido a que ella era muy bajita y rechoncha, ya varias veces las tías se habían aprovechado para disfrazarlos y tomarles un montón de fotos, con decir que un año llegaron a ser la imagen de las tarjetas navideñas familiares.

Thomas tenía cierto cariño por su primo, sentía que debía cuidarlo ya que desde que nació era muy enfermizo (aun lo era) y pequeño razón por la cual en las reuniones familiares y otros, jamás se despegaba de él... además que tenía una amiga muy bonita.

-¿A que jugamos?- Dijo una emocionada niña.

-No lo sé... que Des decida hoy- Dijo Thomas.

-Bueno...- El tímido muchachito pensó un poco, cuando vio hacia el árbol de su jardín se le ocurrió una idea-...juguemos a las escondidas-

El primero en contar fue su primo, de inmediato los otros dos menores corrieron en direcciones distintas.

Dato curioso: Lucy tenía el pelo y la piel morena, un color chocolate muy natural; Des tenía el pelo negro y la piel blanca, como blanca nieves; y Thomas tenía la piel blanca pero era rubio, como un príncipe.

ºººººººººººººººººººººº

Des miro el tronco del árbol, desde hacía algún tiempo tenía ganas de subirse entre las ramas pero no tenía la suficiente fuerza para hacerlo... una vez intento usar una silla pero a su madre casi le da un infarto. ¿En serio era tan delicado como decían?

De pronto se escuchó el crujir de la madera, busco su origen y se topó con unos pequeños brotes entre las sobresalientes raíces, sonrió... era otro regalo de la naturaleza. Pero estos brotes empezaron a crecer más y más resultando en tallos que aumentaron en grosor transformándose en enredaderas hasta las ramas del frondoso árbol.

¿Cómo es que la naturaleza sabía lo que quería hacer?

Estaba emocionado, puso su mano para sostenerse y en cuando dio el primer paso se dio cuenta de cuanto trabajo le costaría. Trepo, con todas sus ganas... y en cuanto escucho que Thomas terminaba su cuenta dio su máximo esfuerzo para llegar a las ramas bajas, justo a tiempo... las hojas lo cubrían eficientemente.

Agitado y cansado se aferró a la rama secundaria, se dio cuenta entonces que la actividad física jamás seria lo suyo. Pero al menos consiguió lo que quería; en cuanto dejo de dolerle los músculos por el sobre esfuerzo, levanto su cabeza... sentía que estaba en la cima del mundo ya que lograba ver el techo de su hogar, y el suelo parecía muy lejano.

Des recordó a su padre... él era un hombre muy alto e imponente, causaba respeto a donde fuera, nadie se metía con él. Por un momento sintió vergüenza de dejarse molestar en la escuela, pero ¿Qué podía hacer? El infante era consciente de lo débil que era, y quejarse seria cobarde.

Entonces deseo con todo su corazón que si al menos no sería tan imponente como su padre, mínimo sería tan alto como él... o por lo menos tendría la misma altura que en ese momento sobre la rama.

Fue entonces que una voz lo saco de su cabeza.

-¡Des! ¡Baja de ahí!- Thomas lo había encontrado.

-¿Bajar?-El niño miro al suelo, y sintió mucho miedo.

-¡¿Cómo te subiste ahí?!- Su primo lucia alarmado.

-Yo...- La enredadera parecía tan lejana.

-¡Des!...- Ok, Thomas estaba muy preocupado-... ¡Tía! ¡Mamá! ¡Lucy!-

Las adultas se asustaron por el tono de voz del chico, ambas salieron seguidas de la pequeña amiga.

Un dios asombrado estaba apoyado en el tronco del árbol- Oye niño no hagas tanto escándalo, Des puede bajarse solo ¿Verdad amigo?...- Pero al girarse vio al niño temblando y muy aferrado a la rama, se llevó la mano a la sien-... asustándolo así, jamás aprenderá-

Jolene y la tia se pararon junto al rubio...- ¿Qué sucede?-

-Des subió al árbol- Señalo hacia arriba.

Ambas levantaron la vista hacia un pequeño y menudo cuerpecito que veía el suelo cada vez más lejano.

ºººººººººººººººººººººººº

Des finalmente fue bajado por su padre quien había salido del trabajo temprano para ver a su hijo, quien sabe cuánto tiempo más hubiera estado ahí si no fuera por él.

El resto del día fue afable y tranquilo, los tres niños jugaron y comieron pastel siendo seguidos por el benefactor en cada momento. El padre de Lucy vino antes de que anocheciera y la madre de Thomas se fue poco después.

Des se despedía desde la puerta de su primo mientras este se alejaba dentro de un auto.

-Bien cariño... es hora de la cena- Jolene le tomo de la mano para guiarlo al comedor. Dentro, Adrián preparaba los platos.

La escena era muy pintoresca, una familia pequeña sentada mientras el olor y calidez de la comida los dejaba llevar; la televisión estaba encendida dando el noticiero nocturno, y Vida estaba recostado sobre el sofá que estaba de espaldas a la familia.

Fue entonces que Des comento:-Papá-

Adrián asintió en respuesta.

-¿Me llevarías al bosque?-

Jolene estaba sorprendida, y entusiasmada. No era la única.

-¿Por?- Respondió el peli negro. Por detrás Vida asomaba su cabeza.

-Quiero aprender a escalar- Dijo en toda su inocencia.

Adrián estaba complacido, aunque no lo demostrara- En vacaciones será-

-Vaya...-Dijo el dios-... el pequeño Des es audaz-Sonrió divertido.

ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº

Hola! :3 He estado recibiendo buenos comentarios últimamente, y me siento emocionada... tenia que publicar mañana ya que hoy debía adelantar capitulo pero pensé "Al diablo" así que aquí esta.

Si gustan, dejen su comentario con alguna crítica constructiva... opinión o preguntas. O si simplemente les gusto.

Hasta el próximo capítulo.

Adiós :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro