Vida abrió los ojos, se sentía renovado y más tranquilo... se dio el lujo de sentirse en paz, hasta que la realidad lo golpeo de nuevo. Con suavidad se sentó en la camilla y miro a su alrededor, sintió un escalofrió al ver a Medico sorprendentemente quieta observándolo.

-No hagas eso... das miedo- Reclamo.

-¿Cómo te sientes?- Lo ignoro.

-Bien, supongo- Eso había sido extraño para él.

-De acuerdo...- La diosa se acercó, ella se había ofrecido a hablar con él para sonsacarle palabras, tenía que tratar de ser delicada si quería que el dios hablara-... ¿Dónde has estado?- Nadie dijo que lo haría bien.

-Haciendo mi trabajo- Desvió la mirada, por alguna razón se sentía receloso a contarle sobre su pequeña misión espía.

-Si estuvieras haciendo tu trabajo no te quedarías más de dos semanas en la tierra- Declaro.

-Sé que preocupe a todos y lo siento por eso, es solo que quiero estar solo-

-No es verdad, tu odias la soledad- Dijo seria.

-Déjame ¿Si? Estaré bien- Se llevó una mano a la cabeza.

-No, Vida... tú no estás bien...- La diosa estaba tan tentada a romper el pacto y contarle todo-... imaginas cosas-

Grave error, menciono el recuerdo.

-Yo sé que no lo imagine, estoy seguro que estuvo aquí...- Sintió como si ella lo viera con lastima pero en realidad Medico sentía culpa-... di lo que quieras...- Se pasó una mano por el pelo-...ya sé que parezco traumado con este asunto de Muerte; ya sé que debería dejar en paz el tema... después de todo han pasado dos años-

Fue ahí cuando Medico entendió un poco de lo que Amor estuvo hablando mientras trataba de explicar las emociones de Vida. En realidad... el benefactor extrañaba a Muerte, solo que estaba tan confundido que ni el mismo se daba cuenta.

-No creo que estés perdiendo tu cordura...- Miro con algo de dulzura al dios-... pero sigo sin entender por qué te afecta tanto-

-¿Te puedo contar un secreto?- La observo.

-Adelante- Busco un asiento y lo llevo hasta la camilla.

-Estuve tratando de ser indiferente a la realidad durante un tiempo pero, esta vez pasó algo que me recordó Muerte y un tema pendiente...-

"¿Pendiente?" pensó Medico, ahora todo tenía más sentido.

-... bueno, en realidad conocí a alguien; un humano, que aunque no lo creas es demasiado parecido a él físicamente-

Casi le da una epifanía a la diosa...

-¿Un hombre parecido a él?- Dijo asombrada.

-Un niño, de hecho- Afirmo con algo de vergüenza.

Y entonces lo supo...

Aun no era tiempo de decirle lo que ocurrió.

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EN UN HOSPITAL DE NORUEGA

La pareja Aeva yacía dormida en dos sofás al pie de la cama donde su hijo fue internado. Días antes el pequeño llego al hospital con un llanto incontrolable; las enfermeras tuvieron que sedarlo para hacerle los exámenes, el médico familiar declaro que el niño debía quedarse para cuidar de sus signos vitales.

El doctor le explico a los padres que el llanto prolongado podría causar consecuencias físicas y psicológicas, al ser ya un conocido, el medico sabía de antemano la naturaleza delicada de Des. Habían descubierto que el pequeño estuvo al borde en tener una recaída grave en su salud, cosa que justifico perfectamente el que lo mantuvieran sedado durante varias horas al día hasta que sus signos se estabilizaran; ya después tendrían que averiguar la causa del llanto.

Jolene se había negado rotundamente a separarse de su pequeño, y siendo Adrián tan tosco... la mejor manera de apoyarla fue quedándose con ella todo el día... además que también le preocupaba su hijo.

Era de noche... Des había pasado más de doce horas dormido siendo la mañana el único momento donde lo despertaron para darle algo de comer.

Era más que comprensible que su estómago le reclamara en medio de sus sueños. El ruido de su pancita hizo que abriera los ojos lentamente, se dio cuenta que estaba en aquella habitación de hospital, esta vez no hubo llanto, por fin su sueño fue tranquilo.

Miro alrededor hasta encontrar a sus padres, de inmediato supo que hacer.

-Mamá, papá... tengo hambre-

No hubo respuesta, repitió la acción un par de veces hasta que la rubia lo escucho y aun somnolienta se acercó a la camilla.

-¿Qué dices cariño?- Dijo en medio de un bostezo.

-Tengo hambre, quiero algo dulce por favor-

-¿Te parece pastel de la cafetería?- Dijo mientras iba a la puerta, fue ahí cuando su esposo también empezó a despertar.

-Si mamá, quiero pastel-

-Bien- La rubia camino un par de metros en el pasillo, y cuando se estiro; se dio cuenta...

Corrió de vuelta a la habitación, el cansancio había desaparecido.

-¡Des!- Dijo emocionada, pero asustando a su esposo y a su hijo.

-¿Si mamá?-

Jolene se llevó las manos al rostro, tenía lágrimas de emoción, no dudo en jalar a su esposo para que se acercara.

-Cariño ¿Lo escuchaste? ¡Dime que lo escuchaste!- Dijo enérgica.

Adrián tardo en procesarlo un poco.

-Mamá me asustas-

Jolene hecho un gritito, era tan sublime escuchar a su hijo pronunciar frases completas.

-Con que si puedes hablar- Adrián sonrió orgulloso y le revolvió el pelo a su retoño.

-Des, hijo...- La felicidad era palpable-¿Cómo te sientes?-

-Estoy bien, tengo hambre- Se quejó un poco al ver que su madre no iba por el pastel prometido.

-Sí, sí, si... cariño... lo que tú quieras- De inmediato la rubia salió de la habitación para complacer a su hijo.

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Al fin Des fue dado de alta, la familia regreso a casa. Los padres del niño recordarían esto como una anécdota para contar cuando su hijo fuera mayor, y aunque fue estresante, el incidente trajo consigo un avance en el desarrollo del pequeño. La más entusiasmada al respecto era Jolene, quien se moría por preguntarle mil y una cosas a su hijo tan solo por el placer de escucharlo hablar.

La psicóloga que hablo con Des no pudo explicar por qué el pequeño había empezado a llorar, lo único que pudo destacar fue que el niño era reservado y algo tímido, nada fuera de lo común en niños que no socializaban demasiado; además que ... ¡El solo tenía 2 años!

Prefirieron dejarlo así, si el incidente se repetía ahora sí que el medico tomaría medidas drásticas... mientras tanto no había de que preocuparse.

-Abre la boca Des...- Jolene le daba de comer a su hijo.

-Está muy caliente, siempre me das caliente-

La rubia se quedó de piedra, ahora entendía por qué a veces su hijo no quería comer.

-Lo... lo siento...- Dijo mientras tomaba el plato y lo apartaba-... dejemos que enfrié-Sonrió. ¿En cuántas cosas más se estaría equivocando?

De pronto la mano de su esposo la hizo girar, este la miraba con dulzura.

-No te sientas mal, ahora sabrás mejor como cuidarlo-

Aunque Adrián no fuera el hombre más expresivo del mundo, si sabía cómo hacerla sentir amada.

-Mamá esta roja-

Así es... Des por fin hablaba, pero también debía aprender cuando callar.

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SEMANAS DESPUES

-Miren lo que tenemos aquí...- Vida observaba desde el marco de la puerta hacia el jardín. Des estaba sentado sobre el césped mirando con paciencia el revolotear de las mariposas-... estas más grande amigo-

Había pasado un tiempo desde la última vez que el dios vio al infante, aquel día que despertó en el consultorio de Medico y le contara su pequeño secreto, esta hizo uso de su naturaleza extorsionadora para obligarlo a poner en orden su vida.

Literalmente fue un "Pon en orden las cosas antes de volver con Des o le diré a todos que acosas a un menor"

Se sentía ofendido, pero cumplió con la amenaza ya que dentro de él sabía que era lo correcto; incluso más ahora que tenía un incentivo. Tuvo que preparase mentalmente para visitarlo de nuevo, ya que aparte del shock que su mente tenia al verlo, sabía perfectamente que no querría irse apenas lo tuviera en frente.

Era el turno de Adrián para cuidarlo ya que su esposa fue a casa de una amiga.

-Tú debes ser su padre...- El benefactor vio al hombre alto sentado en una banca cuidando de su hijo. Se dio cuenta del parecido de ambos, eran más quietos que una foto.

-Oh por Ithis, hagan algo...- Se desesperaba de tan solo verlos. Y aunque puso a prueba su paciencia, se quedó ahí cerca de una hora observando.

Hasta que...

-Papá-

-Al fin, una palabra nueva- Dijo casi emocionado.

Adrián asintió dando a entender que lo escuchaba.

-¿De dónde salen las plantas?-

Vida abrió los ojos sin más "! El niño habla! ¿Desde cuándo?"

-De las semillas -

Y eso fue todo, el niño volvió a lo suyo y el padre también. El dios miro a ambos esperando más, no estaba para nada satisfecho.

-¡Ustedes sí que son desesperantes!- Tomaría cartas en el asunto, así que fue y se sentó de cuclillas a un metro frente al niño.

-Yo te mostrare de donde vienen las plantas...- Y de ahí procedió a hacer germinar un pequeño tallo frente al niño.

Des observo maravillado la magia que sucedía ante él, en silencio vio como una pequeña flor blanca se abrió.

-Listo, ahí tienes... ahora por favor actúa como un niño normal y emociónate-

Pero...

Des no era un niño normal, literalmente... se quedó lo que restaba de la tarde observando la flor con emoción, casi se veían las estrellas en sus ojos.

Ni que mariposas ni que nada... ¡La flor señores... la flor!

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Sobre el techo de la casa, una diosa observaba en silencio mientras reflexionaba para sí misma.

"Ya veo por qué ha mejorado, tiene quien lo distraiga"

Ya era momento de retirarse, pero antes... miro por última vez al par sobre el jardín.

"Estará bien por ahora..."

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Hola... sé que el capítulo es algo corto... algunos deberán ser asi debido a que si lo juntara con otros eventos no calzaría muy bien.

Les pido paciencia por favor... esta idea es algo que estoy dispuesta a acabar con tiempo. Por lo demás espero que les guste la trama.

Adiós :3