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Capítulo 5

POV: Montgomery.

Las horas de ese sótano eran cada vez más largas. No sé enteraba cuando pasaba por aquella puerta, y al terminar su seción. Ya era el momento de estar arriba dando el espectáculo. Cantando la canción que tenía en su programación. Oh haciendo que todos pierdan en su juego se golf.

Pero agradecía que el nuevo, era el que se encargará de sus nuevas modificaciones. Aún cuando se había acostumbrado de los tratos de Vanessa, ella era muy tosca. Al menos algo bueno que tenía el nuevo. Es que se tomaba la molestia de apagarlo cuando tocaba cambiar algo.

Montgomery: Sigo sin entender. Por qué el cambio de manos.

Interrumpió al hombre. Quien se encontraba terminando de aplicar el fijador en aerosol. Ya que las manos de repuesto que Marcus había encontrado, eran unas de color morado.

Marcus: Vanessa me dijo de tu problema con las garras. Supuse que unas manos nuevas arreglarían eso.

Montgomery: Me gustaban mis garras. — Mencionó moviendo sus brazos y jugando con los cables. — ¿Donde encontraste esas manos?.

Marcus: Vanessa me mostró el lugar donde tienen piezas de repuesto. Busque alguna que ayude en tu problema, así ya no gastar tanto dinero en tus cuerdas de guitarra.

Montgomery:  Cómo sea.  Solo termina, luego me cuentas cuando será mi próxima cita.

Aquel humano solo rodeo los ojos. Le habían advertido del temperamento extraño que tenía el lagarto. Pero aun con eso, no lograba entenderlo.  Y una vez que terminó de aplicar el fijador, coloco las piezas con cuidado, enchufando cada uno de los cables con su puerto.

El lagarto solo miraba al humano alejarse. No despegaba su mirada de el. Por alguna razón, miraba algo similar. Cómo si su manera de actuar ya la hubiera visto. Pero entre más buscaba entre sus memorias, no lograba coincidir nada.

Marcus: Prueba tus manos. Quiero asegurarme que nada está fallando

Montgomery solo obedeció. Le molestaba tener que seguir indicaciones, pero únicamente aceptaba las del ser que le había devuelto la "vida" por así decirlo.

Y mirando sus nuevas manos, este se mantuvo quieto por unos momentos, entrecerró sus ojos. Tratando de analizar entre su memoria, dónde las habías visto. Pero entre más buscaba. Llegaba al mismo límite. El mismo que aparece cuando trata de saber, por qué reconocía al nuevo guardia, ingeniero.

Marcus: ¿Qué tal?. — Pregunto.

Montgomery: No están mal. Un poco pequeñas para mi gusto. — Mirando los detalles.

Marcus: Puedes probarlas si quieres. Quiero asegurarme si el agarre está bien.

Montgomery:  No hará falta. — Moviendo cada dedo. — Yo te hubiera dicho si estuvieran mal. Mi sistema marca que todo está correcto.

Marcus: Bien. — Dejando su libreta aún lado. — Recuerda volver de inmediato si ocurre algo, no quiero que sueltes un palo de golf y golpees a alguien.

Montgomery: Vanessa se encargará de darles un pase. Todos matan para tener un pase que te permita visitar cada parte del lugar.

Marcus: Entiendo. — Tomando su cuaderno. — Vuelve dentro de la siguiente semana. Lo único que te queda es revisar tu memoria.

Montgomery: No quiero hacer eso.

Marcus: No haré nada. Solo agregaré más memoria, se te puede llenar tu disco duro.

Montgomery: ¿Éso es malo?.

Marcus: Si. Tu sistema se calentaría mucho, provocaría alguna falla dentro de tí.

Montgomery: ¿Por qué no lo haces ahora?.

Marcus: No tengo las piezas. Aparte tengo que reparar a Roxane.

Montgomery: Bien.

Marcus: Una cosa antes de que te marches. — Anotando cosas.

Montgomery: ¿Qué?.

Marcus: Los otros animatrónicos que están en la planta baja. ¿Serán reparados?.

Montgomery: Vanessa dijo que lo haría. Supongo que si lo haría.

Marcus: Espero no estén tan dañados como ustedes.

Montgomery: No estoy seguro. Pero lo que tengo en mis archivos, es muy poco. Las únicas que saben son chica y Vanessa. Puedes preguntarles a ellas.

Marcus: No creo que me digan. Vanessa es muy reservada y Chica. Aún sigo sin saber, por qué en su codigo sigue confundiendo la basura con comida.

Montgomery: ¿Ya puedo irme?.

Marcus: Si. Lamento quitarte tu tiempo.

El lagarto tomo sus gafas que tenía sobre una mesita. Y con sus nuevas manos limpio con delicadeza el plástico. Tenían un poco de pintura. Pero con frotar con delicadeza logro quitarla.

Y antes de salir de aquel sintió de reparaciones. Se quedó quieto, recordando lo que el humano le había comentado. Solo lo volteó a ver por unos momentos y darse cuenta que estaba entrando en esa habitación. Sabía a la perfección que se metería en problemas. Vanessa hizo todo lo posible por ocultar la verdadera razón por la cual no ha reparado a ese zorro y ese conejo.

Pero mirando el buen trabajo que este hace. Tal vez, Vanessa no termine despidiéndose de un nuevo pasante que dirá nada más que tres días seguidos.

Pero en ese momento. Al escuchar como la puerta que tenía en símbolo de Freddy se comienza a abrir.

El lagarto no perdió más tiempo y solo salió por su puerta. Aún sigue sin creer que ese oso. En el que le habían programado cuidarse entre ellos, terminará dejando que un niño lo terminará destruyendo.

Y por aquel ascensor, solo escuchaba esa molesta música. Que cada vez que la escucha por todo el lugar. Tenis ganas de destruir todo lo que tenía lo rededor. Pero ahora, con sus nuevas manos. Sabía a la perfección que ahora en lo que gastaría dinero y tiempo. Sería en reparar sus manos.

Montgomery: Ridículas manos de conejo.

Fueron las palabras que salieron de la boca del lagarto. Seguido por un repentino ataque, posiblemente algo en su placa. Pero no era eso, por qué ahora habían cambiado, no miraba nada conocido. Sus manos eran ahora de un color morado y el sitio que estaba, ya no es el ascensor. Si no, una habitación. Una que conocía a la perfección, siendo está. El dormitorio de Freddy.

Pero así como paso ese pequeño colapso, nuevamente estaba en el ascensor, y aquellas manos ya no eran moradas, si no. Del nuevo color que Marcus le había dado, verde con detalles amarillos.

Y cuando aquellas puertas se abrieron. Se vio con la buena noticia de que durante todo este tiempo en el que estaba reparando sus nuevas mejoras. Las puertas del local se estaban cerrando.

Sabía que lo que le había pasado tenía que hablarlo con alguien. Y el único que podría ayudarle, sería aquel loco que cambia dependió si está a oscuras. Teniendo dos personalidades totalmente distintas, sabría por qué pasó está especie de recuerdo.

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