¿Podías encariñarte con alguien en tan poco tiempo? | One-shot
¡He vueltooo! y con más historias, me tomé una pausa por que una escritora que admito me dijo que tenía que tomármelo con calma, no había prisa por -literalmente- llenar la red con historias Marissonshipping, y pude darle una releída a varias de las historias que tengo de ellos ¡Por eso se me vinieron más ideas! no puedo parar el frenesí que tengo al escribir sobre ellos.
*N/A: esta no es la historia que corresponde a "san valentín" por que tengo otra cosa en mente con más parejas, esta a mitad escrito y enserio quiero que les guste ese pequeño proyecto de san valentín.
¿Podías encariñarte con alguien en tan poco tiempo?
Marissonshipping | Alain x Mairin | Allan x Manon
¿Podías encariñarte con alguien en tan poco tiempo?
Oh, demonios.
Esa pregunta te la habías hecho hace un tiempo atrás, cuando te diste cuenta que mirabas a Mairin mientras ella jugueteaba con Chespy y Bébé. La mirabas más de lo que te gustaría admitir.
No había otra palabra en tu cabeza que describiera mejor a esa niña más que una: molestia, sin embargo, ahí estas ahora, mirando como ella se ríe junto a sus pokémon.
Este sería un buen momento para darte un palmetazo mental por estar pensando estupideces de una torpe entrometida como ella. Pero sería mejor dejar de mirarla, ¿no?
Si tan solo pudieras hacer caso a ese pensamiento, es sencillo, cierra los ojos o bien, mira hacia otro lado. Y en un estúpido intento por hacer lo que tu mente razonable te dice a gritos una risa suave que proviene de "ese problema de allá" hace que no pueda voltear a otro lado.
¡Podría explotar algo detrás de ti y no le sacarías los ojos de encima! Bueno tal vez decir eso es exagerado, tan exagerado como que no puedas dejar de mirarla.
¿Y sí ella nota que la miras tanto? Puede pensar muy mal de ti. Oh, a quien engañas, ella ni cuenta se daría, tiene la cabeza en otra parte.
-Alain.
Maldita sea, ¡maldita sea! Ya se dio cuenta, mira hacia otro lado, ¡hazlo! ¿Podrías no ponerte tan rígido? Es patético.
¡Ah! Otro consejo: ¡Respóndele, idiota!
- ¿Qué?
Pareces tranquilo, buen intento, ella no lo notó, seguramente...
-Tengo hambre.
Típico de ella, tan sencilla que no comprendes qué demonios es tan interesante o atrayente en tan poca cosa.
-El centro pokémon queda a un poco más de camino.
-Pero tengo hambre ahora.
¡Una bella vena hinchada ha florecido en tu cien!
-Si caminamos rápido, comeremos más rápido.
Eso, con calma, por qué no es que estés enfadado por lo caprichosa que pueda ser a veces, sino por la simple razón -si a eso se le puede considerar razonable- de que ¡No entiendes qué vez en ella!
Maldecir de nuevo no estaría bien, pero las ganas no te faltan.
- ¿Por qué no cocinas algo tú? -Sonríe inocente, pero con ese tipo de sonrisa manipuladora propio de una niña.
-Mairin-haces una pausa para medir bien tu tono de voz- el centro pokémon está cerca, parate e iremos a comer allá.
A eso se le llama calma, al pararte notas como ella te sigue y detrás de ella sus pokémon. Pero al segundo tu brazo se siente más pesado, miras hacia ese lado y ¡Sorpresa!
- ¿Qué haces? -La cuestionas y agitas un poco tu brazo para que te suelte, caminar así no es práctico ni cómodo, menos para tus pensamientos en este mismo instante.
¿Cuándo subió la temperatura por aquí?
-No lo sé. - ¿Así nada más? ¿Se le dio hacerlo y ya? ¡Eso no tenía ni pu...!-Sólo quise hacerlo, ¿te molesta?
-No.
-Bien.
Debe ser culpa del sol, te dices como si eso explicara ese calor que te vino de pronto. Vaya mentira más grande.
¿Por qué le tomaste cariño a esa niña?, ¿qué hiso ella en ti?
- ¡Vaya! De verdad que el centro pokémon estaba cerca- Mairin se adelanta un poco soltando gradualmente tu brazo para ver mejor el techo del edificio.
Sientes como sus brazos te sueltan y por último, sientes su mano rosar la tuya y alejarse de ti. La sostienes, presionas su palma con tus dedos evitando que siga corriendo.
Ella voltea a verte con un signo de interrogación en su rostro, mira su mano que es aprisionada por la tuya.
¿Qué demonios estás haciendo?
- ¿Alain?
-Ten cuidado.
¿Fue lo mejor que se te ocurrió decir? ¿Enserio?
Ella apretó tu mano con la suya mientras una sonrisa se posaba en su rostro. Jaló de su trazo para que avanzaras junto a ella y te dejaste llevar.
¿Podías encariñarte con alguien en tan poco tiempo? Tal vez. Pero, no era el tiempo que pasaran juntos, sino los detalles que ella añadía a tu viaje los que hicieron especial su compañía. Aunque no lo fueras a decir en voz alta nunca, o admitir tan claramente aquello.
..........................................................
Espero les haya gustado, lamento la tardanza y como siempre, ¡espero que disfrutaran la lectura!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro