Capítulo 34.
—Lo siento mucho, señor Grey. —termino de abotonar la camisa y miro a Taylor—. La señorita Steele le pidió que viniera a hablar con usted.
Sigo mirándolo sin entender, hasta que él gira la cabeza y señala a John Flynn que viene acercándose a mi habitación.
Agh. ¿Tuve un pequeño lapsus y ellos llaman al loquero?
—Yo soy tu jefe —le recuerdo, pero ya está saliendo para darle paso a Flynn.
Él espera hasta cerrar la puerta para saludar.
—Hola, Christian. ¿Cómo te sientes?
—¿Justo ahora? Traicionado.
John se ríe, caminando más cerca para observarme. Primero el vendaje en mi cabeza que cubre un hematoma, luego mi torso ligeramente encorvado por las costillas rotas.
—Si, lo siento por eso, Ana me pidió que revisara tu condición mental actual —busca la silla junto a la cama y se sienta, cruzando un tobillo sobre la rodilla contraria—. Tengo agenda libre, ¿Te parece si tenemos esa sesión ahora?
No. ¿Con qué motivo? Lo que deseo ahora es salir de aquí.
—Un poco tarde, John.
Gruño de dolor cuando trato de poner los calcetines, pero es incluso más difícil que ajustarme los putos pantalones. Estoy a punto de salir de aquí completamente descalzo.
—Solo quiero asegurarme de que tus siguientes pasos no te traigan de vuelta a urgencias —sé que intenta ser gracioso—. La impulsividad mata, Christian.
Gruño de nuevo, ahora solo frustrado por su presencia e interrogatorio. No me queda más remedio que recargarme en la cabecera y escucharlo.
—Fue algo estúpido, lo sé. Desearía que hubiera funcionado, pero no lo hizo y ahora dependo de que alguna enfermera o Taylor puedan ayudarme a poner los malditos zapatos.
Flynn asiente.
—Dijiste que tenías que recuperar esos recuerdos a como diera lugar, ¿Por qué la prisa?
Creí haberlo dicho.
—Por esta chica que jura haber tenido una relación conmigo, pero no puedo recordarlo.
John asiente como si entendiera todo en el acto.
—Si quieres ni opinión experta, estabas enamorado.
—Lo sé.
Él sigue mirándome como si fuera un rompecabezas o un puto experimento de laboratorio. Tal vez ambas cosas.
—Obviamente lanzarte frente a un auto no fue tu mejor movimiento, pero dime, ¿A qué se debe la desesperación?
Lo miro en absoluto silencio, tratando de decidir si sincerarse con él ayudaría de algo, pero de nuevo estoy sin opciones, así que le doy una oportunidad a mi viejo consejero.
—Como ya dije, Ana asegura que teníamos algún tipo de relación sentimental normal que no incluía del todo mi particular estilo de vida.
—Estaba enterado. —dice con tranquilidad—. Lo que no comprendo es la prisa por recuperar esos recuerdos. Sobre todo cuando eso está fuera de tus manos.
—Ella va a dejarme atrás.
La confesión también me toma por sorpresa, considerando mi inicial apatía a mantenerla en mi vida. ¿Por qué ahora me parece inconcebible la idea de no tenerla?
Flynn frunce las cejas en confusión.
—No entiendo por qué, Ana te ama.
¿Se lo dijo?
—Porque no la amo, por eso va a dejarme.
John es una figura en blanco e inexpresiva que solo me mira, y ojalá no lo hiciera. Preferiría que fuera directo y me dijera exactamente qué hacer para que Anastasia se quede, y aleje estas emociones confusas de mi pecho.
—Quieres decir, porque no recuerdas amarla —me corrige como todo un sabelotodo.
Idiota.
—¿Puedes decirme si o no qué hacer? —¿O cuál es el punto de escucharlo?—. Me estoy quedando sin ideas.
Flynn golpea su barbilla con un dedo en un gesto exagerado que me resulta irritante. Cambia la pierna que tenía apoyada y me dedica una brillante sonrisa.
—Podriamos ayudar a tu cerebro a recuperar las conexiones que perdió. El cerebro humano es impresionante y tiene una plasticidad única.
—¿Cómo? —me importa una mierda como se llame el método, necesito las instrucciones.
—Bueno, podrías comenzar con reproducir todos los recuerdos que perdiste. Puedes pedir ayuda a Ana, o a tu personal de confianza, seguro ellos estaban al tanto de todo.
—¿Y luego qué? ¿Monto una puta escena y vuelvo a hacer todo?
Flynn se ríe.
—Menos la parte del accidente, si. —imbécil—. Recreando parte de tus recuerdos, tu cerebro podría recuperar las memorias perdidas, creo que es tu mejor alternativa.
Mierda.
—¿Honestamente crees que funcione?
John encoge los hombros ligeramente.
—Si tienes una sensación de deja vu, quiere decir que vamos por el camino correcto, señor Grey. —se levanta y palmea mi hombro con un poco de incomodidad—. Pero la chica vale la pena, habrá qué intentarlo todo.
Tengo qué darle la razón en eso. Si antes me fue imposible dejarla ir, ¿Por qué creí que esta vez sería diferente? La idea de ella prefiriendo a Ryan me ocasiona más molestia de la que debería.
Flynn sale de la habitación justo al tiempo que Jason regresa para ayudarme con los zapatos. Mis pasos son lentos debido a mis costillas rotas, así que me toma más tiempo llegar al auto del que esperaba.
—¿A Escala, señor?
Lo miro por el espejo retrovisor tratando de decidir mi próximo paso, uno muy arriesgado.
—Si. ¿Tienes mi móvil? Necesito llamar a Anastasia.
Jason frunce las cejas en confusión. Malditamente genial, perdí de nuevo el estúpido móvil en este nuevo accidente.
—¿Quiere que llame a Sawyer? —pregunta.
—Si.
Usa su propio teléfono para llamar a Luke y tiene la cortesía de desconectarlo del altavoz para que yo pueda hablarle. No es que sea un secreto, pero me avergüenza tener que pedir ayuda.
—¿Si? —Sawyer responde de inmediato.
—Pon a la señorita Steele al teléfono.
Escucho los pasos, los golpes contra la puerta y luego las voces distantes porque Anastasia debería estar en su librería. Susurros vienen de su lado de la línea y entonces contesta.
—¿Christian? ¿Estás bien?
Por supuesto que ella está preocupada por mi.
—Lo estoy, fui dado de alta.
—Oh. —susurra—. ¿Te... Te dijeron algo?
¿Es su forma de preguntar sobre John Flynn?
—Que debo hacer reposo y lo de siempre. Pero te llamo porque Flynn tiene una tarea para ayudar a mi memoria, y te involucra.
—¿Ah, sí?
No distingo si está interesada o solo sorprendida. Bajo un poco más el tono de mi voz en lo más cercano a una petición.
—Flynn dice que convivir el mayor tiempo posible contigo le hará bien a mi memoria —no me pasa desapercibida la mirada de Taylor en el retrovisor, pero lo ignoro—. ¿Considerarías mudarte a Escala temporalmente?
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