El portero del edificio abrió el departamento, de inmediato el pelinegro entró casi corriendo al lugar, encontrando al otro pelinegro apoyado sobre la puerta del dormitorio, su rostro estaba empapado en lágrimas y Jongseong notó enseguida las muñecas ensangrentadas del menor.

—Sunghoon... — sus ojitos gatunos miraron la sangre en su ropa.

— P-Por favor ve a ver cómo está — murmuró Sunghoon entre llanto—. Por favor... Él lo necesita más que yo... No puedo ayudarlo, no puedo... No puedo hacer nada.

— Sunghoon, Sunghoon estás sangrando-

— Por favor ve con Sunoo — el pelinegro no escuchaba nada de su pareja desde hacía minutos, Sunoo no había querido volver a salir, no había gritado, ni siquiera lo escuchaba llorar, pero no quería abrir la puerta, tenía muchísimo miedo.

— De acuerdo— el pelinegro lo corrió para entrar a la habitación, su mirada fue directo al cuerpo del Pelirosa que descansaba en el suelo, de agachó junto a él para moverlo— ¿Sunoo? ¿Me escuchas?

Recibió un sollozo ahogado como respuesta, el pelirosa estaba llorando y medio inconsciente, totalmente agotado del pánico, de gritar y pelear para salir de la habitación, sus nudillos estaban razpados de golpear la puerta, apenas tenía fuerza para mirarlo, sus párpados aletearon frente a él.

— Vamos, Sunoo, despierta— el pelinegro lo acomodó boca arriba sobre el suelo— ¿Me escuchas? Quédate conmigo, céntrate en mi voz.

— L-Lix— fue todo lo que el pelirosa dijo.

Jongseong volvió la vista hacia Sunghoon, el pelinegro negó, tenía al portero y a dos oficiales de policía junto a él, y alguno le había dado una toalla mojada para poner sobre sus muñecas sangrantes.

Jongseong se volvió hacia Sunoo, sin decir nada, tomó su pulso y agitó su mano sobre los ojos del pelirosa, las pupilas del menor no siguieron su movimiento, estaban muy perdidos entre las lágrimas, con un suspiro dejó que el pelirosa se hiciera una bolita con su cuerpo, quedando de costado y abrazándose a sí mismo, Sunoo estaría bien, solo estaba totalmente agotado.

— Llamen a una ambulancia— dijo el pelinegro, mirando a uno de los policías.

— ¿Está bien? Jongseong... Sunoo, no-

— La ambulancia es para tí, Park — dijo el pelinegro—. Preocúpate por tí, ¿Qué te he dicho siempre?

— Jongseong... Dime qué Sunoo está bien... No puedo perderlo otra vez.

— Él está al borde de desmayarse del pánico, no puedo hacer mucho en este estado, Sunghoon, pero Sunoo estará bien — dijo el pelinegro, mientras tomaba una almohada y la colocaba con suavidad debajo de la cabeza del menor, y tomaba su mano con firmeza, Sunoo respondió al agarre apretando las manos de Jongseong con sus deditos, los párpados del Pelirosa comenzaban a caer— ¿Qué pasó? Me diste un susto de infarto... ¿Qué te hiciste?

— E-es mi culpa... Todo es mi culpa-

— Sunghoon, separa las emociones de los hechos y habla, eso es una emoción, no un hecho— Jongseong comenzaba a desesperarse.

— Se llevaron a Felix— murmuró él pelinegro—. Por mi culpa... Porque- porque ellos estaban aquí y nos estaban siguiendo y yo sabía que tenía que cuidar que podían lastimar a nuestros amigos y- — sorbió su nariz entre llanto—. Y Sunoo... Sunoo quería ir y peleamos y-.... Y seguro lo lastimé, Jongseong... Y ¿Por qué siempre hago todo mal?

— ¿Cómo que se llevaron a Felix?

— L-los que... Los que le hicieron eso a Sunoo, ellos... Ellos nos vienen siguiendo porque somos los únicos en el juicio que... Que están hablando y-... Se metieron con Minho y lo llevaron a Felix— Sunghoon lloraba de forma desconsolada y Jongseong apenas lo entendía, pero estaba boquiabierto por la situación.

— Dios mío... — murmuró, sin más palabras, y eso que él había estudiado para decir cosas buenas incluso en la peor de las situaciones, pero ya no tenía nada que decir ante aquello.

Para cuándo la ambulancia llegó, se llevaron a Sunghoon quein seguía terriblemente nervioso, una segunda ambulancia llegó al edificio para llevar a Sunoo, quién debido a sus antecedentes, no sabrían como reaccionaria en cuanto recobre la conciencia, y necesitaban tenerlo en un lugar controlado.

Jongseong lo acompañó a Sunoo en la segunda ambulancia, y para cuando llegaron al hospital, recibió la noticia de que a Sunghoon lo habían sedado por estar muy nervioso y no cooperar con los enfermeros que querían revisarlo, así que se quedó allí, esperando que alguno de los dos despertara para ayudar en lo que podía.