Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⁰⁶¹

[Este capítulo contiene narraciones sensibles: abuso sexual, si son sensibles no lo lean]

—Muy bien, Sunoo, puedes empezar por dónde quieras — dijo Jongseong, el pelirosa estaba evidentemente nervioso, sus ojitos iban a pequeños detalles de la habitación, ni Sunghoon ni Jongseong querían presionarlo demasiado — ¿Qué es lo primero que recuerdas?

Sunoo se tomó unos segundos para pensar, o eso parecía.

— Comencemos desde el momento en que dejaste a Sunghoon en su domicilio esa noche, ¿Bien? — sugirió Jongseong, Sunoo asintió levemente — ¿Qué pasó después?

— Bueno... Iba camino a casa, era de noche, estaba solo, no ví a nadie pero me tomaron de los brazos y luego no... No recuerdo — Jongseong notó sus manos temblar.

— Intenta recordarlo, Sunoo — dijo el pelinegro, su voz sonaba muy calmada, cosa que había que los otros dos se sintieran mejor — ¿Qué pasó después?

— Me taparon la boca y los ojos, no podía respirar y me... Dormí— murmuró el pelirosa —. Dormí mucho, no sé cuánto, y desperté... Y tenía hambre.

— ¿Comiste algo? — preguntó Jongseong ante el silencio del otro.

— No, no comí nada.

— Bien, ¿Era porque no te daban comida o...?

— Me daba asco usar... mi boca— Sunoo casi lo susurró —. La usaban mucho.

— ¿Cómo la usaban, Sunoo?

Sunghoon ya sabía la respuesta, pero no quería escucharla, así que con un suspiro pesado, se hundió más en la silla que Jongseong le había dejado al fondo del cuarto, tapó sus orejas con sus manos con fuerza y cerro sus ojos, intentando recordar alguna melodía de alguna canción cualquiera, se quedó así todo el tiempo que creyó necesario, cada tanto abrió sus ojos para ver, pero Jongseong lo miraba y negaba, dando a entender que el mayor no había terminado su relato, entonces volvía a cerrar sus ojos y a pensar en otra cosa.

Sunoo pasó largo rato hablando, llegó un momento dónde Jongseong dejó de hacer preguntas y el menor solo hablaba de forma rápida, como nervioso, apurado por decir todo lo que tenía en la cabeza como si fuera a quedarse sin tiempo.

Su mirada estaba baja, concentrada en sus manos que temblaban, mientras hablaba de torturas y violaciones que hacía años que se dedicaba a enterrar en los profundo de su memoria.

Cuando recién habían encontrado a Sunoo, en sus primeras terapias cada tanto él recordaba algo de lo que le habían hecho, por lo que tenían un par de declaraciones, mayormente dibujos porque no había podido hablar por un tiempo, aunque sin mucho detalle, a demás de que las pruebas médicas ya lo decían todo, luego de un tiempo Sunoo fue bloqueando sus recuerdos cada vez más.

Jongseong luego le explicó a Sunghoon que era una técnica del psicoanálisis, se llamaba catarsis, se comenzaba con preguntas y más preguntas, pero el paciente iba hablando hasta que llegaba a recuerdos que le costaba alcanzar de forma consciente, y soltaba todo lo que tenía en la cabeza.

Si bien era una de las especialidades de Jongseong, el psicoanálisis no le gustaba mucho porque solo daba pruebas, pero no ofrecía un tratamiento, uno podría estar horas hablando de sus traumas pero eso no arreglaría nada de estos.

Cada tanto Sunoo parecía ponerse tan nervioso que no podía hablar, sus manos temblaban mucho y sus ojitos miraban al cuarto como si buscará escapar, entonces, Jongseong rápidamente había tomado unos crayones y unas hojas y se las había entregado, para que en vez de hablar pudiera dibujar lo que tenía en mente. Eso había servido cuando Yoongi le pregunto específicamente qué cosas le habían hecho, y como recordaba a sus captores.

El pelinegro miraba atentamente los dibujos del Pelirosa, por dónde comenzaba a realizar el retrato, dónde marcaba más los crayones en la hoja, y qué colores elegía.

Plasmó en la hoja muchas cosas, que asquearian a cualquiera, distintas torturas, abusos, incluso retratos de como recordaba a sus captores.

Sunoo dibujó casi todo con colores negro, azul oscuro, y rojo, sus dibujos tenían características muy infantiles, cosa que era normal en él, porque Sunoo había sufrido una regresión a causa de sus traumas tanto psicológicos como cognitivos, era tanta la gravedad que tuvo que aprender a hablar de nuevo, como un bebé, también a caminar, por más que tuvo una recuperación relativamente rápida, ya que en pocas semanas pudo recordar cómo caminar, hablar y hacer cosas básicas de adultos, podía tener sus momentos dónde volvía a retroceder, más que nada en situaciones de estrés como esa sesión.

En sus dibujos Sunoo se dibujaba a sí mismo muy pequeño en comparación al resto de las personas a su alrededor, apretaba el crayón con tanta fuerza que a veces se rompía y dibujaba los genitales con bastante enfasis, a Jongseong le pareció curioso que a veces usaban el crayón menta para dibujarse a sí mismo, o algún detalle como su cabello con aquel color, que congrastaba muchísimo con las figuras negras y grandes que lo rodeaban.

Luego tendría que afrontar otra sesión para ver qué el pelirosa se haya recuperado bien de aquello, pero eso sería un tema para la próxima semana.

Cuando Sunoo pareció terminar de hablar habían pasado fácil dos horas y media, Sunghoon seguía sin querer escuchar o ver nada, y estaba agotado, el pelirosa también.

— Muy bien, Sunoo, gracias por contarme todo esto que te pasó, fue hace mucho tiempo, ¿No?— preguntó Jongseong, intentando que el pelirosa volviera en si, sus ojitos seguían asustados y lo miraba de a ratos pero volvía a bajar la vista— ¿Hace cuánto paso todo eso, Sunoo?

— T-tres años... — Murmuró.

— Un poco más en realidad, tres años y unos meses.

— Siguen siendo tres años.

— Está bien, podemos redondear — dijo el psicólogo, dándole la razón para no hacerlo sentir mal, ya habían tenido una sesión larga y complicada —. A ver, Sunnie, ¿Con quién viniste a verme hoy?

Jongseong le hizo señas a Sunghoon, que justo había entreabierto sus ojos, el pelinegro liberó sus orejas estaban muy rojas.

— Con mi novio Sunghoonie— dijo el Pelirosa, haciendo que el pelinegro sonriera con alivio.

— Muy bien, Sunoo, no lo olvidaste — dijo Jongseong, con una sonrisa.

— No, está aquí — Sunoo le mostró una pequeña fotito, vió que era de Sunghoon, se notaba que hacía un par de años, las mejillas del menor estaba más redondas y su cabello estaba más corto, hacia una cara graciosa, Jongseong entendió que lo que el pelirosa estuvo viendo todo el rato era la polaroid de su novio, soltó una risa leve— En realidad es mi esposo, tenemos anillos, mira — el pequeño mostró su mano izquierda con orgullo, dónde el anillo que él mismo había comprado para su aniversario se relucía—. Pero todavía no me acostumbré a decirle así, novio suena más bonito.

— Tienes razón — dijo el pelinegro, asintiendo—. Bueno, Sunoo, creo que debes estar cansado, ¿No? Hablaste mucho.

— Sí— admitió.

— Bueno, te tengo una buena noticia, puedes ir a casa, ¿No, Sunghoon? — dijo mirando el Pelinegro, quien se levantó de su silla para ir hacia el pelirosa, quien fue a abrazarlo como si no lo hubiera visto desde hacía semanas, y respiró la colonia de su cuello para sonreír.

— Hueles a novio, Sunghoon— dijo el mayor, haciendo que Sunghoon riera con ternura.

— Antes de que se vayan — dijo Jongseong, tomó los dibujos de Sunoo—. Estos me los quedaré, los voy a añadír a mi informe del caso, y les informo que toda esta sesión fue grabada, porque de ser necesario para el juicio y Sunoo es incapaz de declarar, se puede usar la grabación como parte de la prueba— Sunghoon estaba impresionado, sabía que aquello no era realmente legal, pero el que Sunoo no tenga le presión de decir todo de nuevo, y que pudieran usar aquella única sesión como pruebas sonaba muy bien —. Necesito que firmen un documento de autorización para que pueda usarlo, ya que técnicamente... Estoy rompiendo la ley desde que empezamos.

— Oh, no, no hay problema— dijo el Pelinegro, negando, Jongseong les alcanzó unos papeles que apenas leyó rápidamente, su cabeza dolía mucho aún, los firmó y le pidió a Sunoo amablemente que pusiera su nombre allí también.

— ¿Que es? — preguntó, se notaba confundido.

— Una acta de matrimonio— bromeó Jongseong —. Así que ahora solo puedes decirle "Esposo" a Sunghoon— dijo, el pelirosa hizo un puchero, miró al menor con ojitos de perrito—. También puedes decirle "Papi".

— ¡Jongseong! — Sunghoon se puso muy rojo, el pelinegro comenzó a reír de forma casi malvada, y Sunoo nunca pudo entender del todo el chiste.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro