A las pocas semanas de iniciar la terapia, podían tomarse el lujo de dejar a Sunoo y Felix hacer lo suyo, mientras ellos esperaban en un rincón alejado del amplio lugar, sentados en unas sillas de plástico para estar más cómodos.

Estaban allí como un apoyo moral, y de emergencia, si alguno se sentía muy nervioso siempre podía volver con ellos y regresar con el resto del grupo cuando se sintieran mejor, o ir a casa, pero ya no participaban de las actividades.

Sunghoon y Minho se llevaban muy bien y solían hablar todo el rato, mientras sus pequeños iban a hacer lo suyo, parecían pequeños niños siendo mejores amigos, hacían todo juntos.

- Felix tiene autismo - dijo Minho, cuando Sunghoon preguntó por qué estaban allí- entre muchas cosas... Sus padres nunca quisieron tratarlo, y es muy inteligente pero nunca pudo hacer amigos; eso lo llevo a tener depresión y muchas cosas, le tiene pánico a la gente porque nunca lo ayudaron a socializar, entonces se pone muy nervioso con todos y se asusta... Después se siente mal porque cree que es muy raro y diferente y que nunca va a lograr nada.

Sunghoon notó la sonrisa penosa y el dolor en los ojos de Minho.

- Técnicamente él es mi primo, pero soy adoptado así que no compartimos nada de sangre- aclaro-. Mis padres tuvieron su custodia cuando servicios sociales se lo llevó de su casa, solían maltratarlo... Creo que es por eso más que nada que es tan... Cruel consigo mismo, aunque ni tiene la culpa.

>> Pasaron casi diez años desde que comenzó a vivir conmigo, y aún hoy... Tiene pesadillas, y se dice cosas horribles a veces- se notaba que quería esconder sus lágrimas -. Solo quiero que sea feliz, como tú dijiste con Sunoo el primer día... A mí me gusta hacerlo feliz.

Sunghoon sonrió con ternura, veía el rubor en las mejillas del otro y ese pequeño brillo, junto con la sonrisa de tonto que ponía Minho cada vez que hablaba de Felix.

- Te gusta, ¿No?

- ¿Es muy obvio? - murmuró él pelirrojo.

- No me hubieras aclarado de que no eran familiares de sangre si no te gustara- dijo el pelinegro.

- Tienes razón - Minho asintió-. No sé, yo creo que sí, pero no sé si Felix... Es capaz de amarme a mi en el mismo sentido que yo lo amo a él.

>> Él siempre me trata como si fuera su hermano mayor, pero después... A veces tiene actitudes conmigo que no tiene con nadie más, le gusta abrazarme y dormir en mi cama y él siempre me habla, de lo que sea, de sus sentimientos, de lo que piensa, todo... Y las personas como él no son de contarle todo a todo el mundo, pero él confía en mí para todo.

- Sunoo es igual conmigo- dijo Sunghoon. Él también me trata como su hermano mayor, aunque soy menor que él y lo sabe... A veces incluso parezco su padre- se encogió de hombros-. Pero ambos sabemos que no soy eso, y creo que... Por más que lo cuide mucho, lo proteja y sea el más responsable de los dos... No está mal, porque él necesita de alguien así, alguien que sepa comprenderlo y cuidarlo.

>> Y se siente bonito ser elegido por alguien, para estar contigo y para confiar en ti para siempre. Creo que es un honor.

Minho asintió, con una sonrisa.

- Si es bonito, pero al final, ellos necesitan hacer su propia vida, necesitan poder salir, poder ser libres ellos mismos - dijo el pelirrojo-. Por más que a veces me duele dejarlo solo, él merece la oportunidad de estar como los demás.

>> Ya sabes, que vaya a comprar conmigo al supermercado, que pueda ir a comprarse unos caramelos solo, o que consiga un trabajo y sea independiente.

Sunghoon nunca había pensando de esa forma, en su mente, tenía la idea de que Sunoo estaría con él para siempre y él siempre lo cuidaría.

Porque si ya no tenía qué hacer, nadie a quién cuidar, ya no tenía nada para hacer en esta vida.

- Espero que algún día Felix pueda irse, y ser él mismo con todos, algún día tendré que dejarlo ir- comentó Minho, con una sonrisa triste.

- ¿No lo extrañarías?- preguntó Sunghoon por lo bajo, él no podría concebir la idea de no estar con Sunoo, de despertarse un día y que no esté a su lado en la cama, que llegue al departamento y esté vacío, le dolía de solo imaginarlo.

- Seguro lo extrañaría, todos los días de mi vida - admitió Minho -. Pero él no es mío, él es libre, no puede ser egoísta con él y dejarlo encerrado en una casa, esperando para que yo llegue y haga todo por él.

>> No quiero ser su mundo completo, preferiría que conozca el mundo y me elija, si eso puede pasar.

>> Es muy fácil dejarlo así, que se quede ocho o diez horas esperando a que mi trabajo termine para abrazarme y decirle que me quiere... Y saber que es sólo porque soy lo único en el mundo que él conoce.

>> Dicen que si amas algo hay que dejarlo libre, es lo que quiero para Felix - dijo, Sunghoon sentía una gran presión en el pecho que apenas lo dejaba respirar-. Ahora es como un pajarito que no sabe volar, y solo tiene que aprender un par de cosas para poder salir de su jaula y ser libre.

Sunghoon asintió levemente, no podía hablar, y ahogaba las ganas de llorar en el fondo de su garganta.

Para su salvación, la clase había terminado en ese momento, y Sunoo se acercó a él para darle un abrazo fuerte mientras sonreía.

- ¿Cómo la pasate, Ddeonu?

- Muy bien, es lindo venir - murmuró, mientras seguía abrazándolo por el cuello-. ¿Tú también estás haciendo amigos, Sunghoonie? - preguntó, mirando a Minho, quien hablaba por lo bajo con Felix, ese día estaba mucho más alegre que otros, así que sonreía, luciendo una linda sonrisa cuadrada.

- Sipi, estoy con mi amigo Minho.

- ¿Podemos tener una cena de amigos? - preguntó Sunoo, mirando a Sunghoon y al pelirrojo con ojitos de perrito-. Fefi dijo que su cumpleaños va a ser pronto.

- ¿Puedo invitar a Ddeonu y a su novio a mi cumpleaños? - preguntó Felix a Minho, casi al mismo tiempo.

- Claro que sí, cariño - dijo el pelirrojo, con una sonrisa espléndida, mientras peinaba el cabello azul del menor -. Pero aún quedan unas cuantas semanas para eso, Felix.

- Ya pusieron las decoraciones de navidad, no puede faltar tanto- Felix hizo un puchero, Minho lo abrazó con ternura.

- Felix cumple años el 15 de diciembre... Ve las decoraciones y sabe que estamos cerca de su cumpleaños - explicó el pelirrojo. Están más que invitados, a Felix no le gusta mucho los cumpleaños, nunca ha invitado a nadie, pero serían sus primeros amigos.

- Eso es adorable- dijo Sunghoon, y Minho asintió, completamente de acuerdo.