Capítulo #8
| Amigos |
La mañana se extendía suavemente sobre SmileVille, envolviendo la aldea en una calma serena. El silencio reinaba, como era habitual en ese día de la semana en el que todos optaban por la paz y la tranquilidad. Catnap se despertó al sonido proveniente de la cocina, frotando ligeramente sus ojos antes de levantarse y colocarse su colgante alrededor del cuello.
Después de unos estiramientos revitalizadores, Catnap se dirigió hacia la cocina, donde encontró a Dogday preparando lo que parecía ser el desayuno del día.
—Buenos días Dogday —Saludaba el gato con tranquilidad mientras se sentaba en la pequeña mesa de la cocina—
—... B-Buenos días Catnap —Respondía el can con un tono de sorpresa al escucharlo—
—¿Lograste dormir...? —Preguntaba con curiosidad—
—Si... Dormí bien —Respondía el perro mientras regresaba su vista hacia él, dándole una sonrisa mientras dejaba la taza servida frente a él— Aquí tienes
—Gracias... Aunque... eso es tú té
—Oh... Lo siento —Disculpaba el can mientras le daba la otra taza al gato— Estoy algo... distraído...
Catnap notó la distracción de Dogday, especialmente cuando le entregó por error su propio té de vainilla. El gato inclinó ligeramente la cabeza, encontrando la distracción de Dogday bastante inusual. Dogday no era alguien estuviera distraído, siempre trataba de pensar bien las cosas durante su día a día, ser el líder de las criaturas sonrientes y en general de SmileVille podía ser la razón de ello.
El gato simplemente no dijo nada y empezó a desayunar en compañía del can, aunque durante el desayuno Catnap notó algo todavía más raro... Dogday no estaba hablando y tampoco estaba comiendo, solo se quedaba mirando la superficie de su té.
—¿No vas a desayunar? —Preguntaba el gato mientras observaba la actitud del can—
—¿Eh? Oh, sí, claro... solo pensaba en algo... —Respondía mientras empezaba a concentrarse en su desayuno—
Dogday empezó a desayunar, pero sus pensamientos parecían un tanto caóticos. Catnap, observándolo desde el sofá mientras leía un libro, notó la falta de concentración de su compañero. Después de unos minutos, Dogday terminó de lavar los platos y se sentó junto a Catnap en el sofá. Sin embargo, su mirada parecía perdida en el vacío, como si estuviera sumergido en pensamientos profundos. Catnap pensó para sí mismo: "Algo no está bien", mientras seguía observando la actitud inusual de Dogday.
—Normalmente soy yo el que esta callado —Decía repentinamente el gato mientras bajaba su libro y dirigía su mirada completamente a Dogday— ¿Te pasa algo? —Preguntando directamente—
—No me pasa nada... solo estoy pensando... —Respondía el can mientras salía nuevamente de sus pensamientos—
—¿Qué piensas? —Insistía el gato esperando una respuesta más clara—
—... —Bajando la vista al suelo mientras pensaba en la respuesta ante la pregunta de Catnap— Es complicado
—...
El gato inclinaba su cabeza y alzaba una ceja, no entendía porque Dogday parecía tan raro. Al no poder responder, supuso que era algo preocupante o incluso algo mucho más serio... Tanto así que Catnap no pudo evitar sacar un tema que Bobby Bearhug le había contado con anterioridad en una de sus tantas conversaciones.
—¿Es algo referente a Craftycorn? —Preguntaba el gato con curiosidad—
—¿Qué? —Preguntaba en contraparte el perro con confusión— No... ¿Por qué llegaste a esa conclusión? —Sin entender la pregunta de Catnap—
—... Solo preguntaba...
El perro miro confundido al gato por unos momentos, no entendió porque metió a Craftycorn en la conversación, pero eso ahora mismo no tenía importancia... Dogday simplemente pudo suspirar para posteriormente hacerle una pregunta al gato.
—Tengo una pregunta muy rara para ti...
—... —Sintiendo curiosidad debido a lo que indicaba—
—¿Qué es la "hora de la alegría"? —Mirando al gato con curiosidad—
—...
Catnap se confundió mucho, esperaba que su pregunta fuera mucho más complicada, esperaba otro tipo de pregunta... ¿Dogday le estaba preguntando por el libro que estaba leyendo? El gato simplemente tomo su libro y le mostro la portada a Dogday.
—Es una historia —Respondía el gato con tranquilidad—
—...
—Cuenta las historias de una oveja y un lobo —Explicaba el gato la historia que seguía el libro— La oveja y el lobo son amigos, son partes opuestas, la oveja es tan feliz y alegre mientras que el lobo es amargado y solitario... Un día la oveja trata de hacer que el lobo encaje en su grupo de amigos porque no quiere verlo solo, trata de hacer que pase tiempo con las demás ovejas, pero al final el lobo no puede negar el llamado de la naturaleza y hace algo terrible... —Finalizaba la explicación—
—... ¿Qué es lo que termina haciendo...? —Preguntaba Dogday con curiosidad—
—... —Mirando la portada del libro en silencio— No he llegado a esa parte...
—... Entiendo...
La habitación quedo en silencio tras aquellas palabras, solo se podía escuchar el sonido del reloj haciendo "Tic tac". Catnap dejaba de ver el libro, para posteriormente ver a Dogday.
—¿En qué piensas? —Preguntaba el felino nuevamente—
—No... No creo poder decírtelo... —Comentaba el can mientras apartaba la mirada en dirección al suelo—
Ante la declaración del perro, Catnap se quedó observándolo en silencio con curiosidad, pero sobre todo con muchas dudas... ¿Era algo malo? Era muy raro ver a Dogday preocupado, desde que lo conocía no recordaba haberlo visto tan preocupado con algo... no... esto era distinto... no era preocupación... era confusión...
—¿Es algo malo...? —Preguntaba el gato con curiosidad—
—No lo sé... —Respondía el perro, dejando más dudas que respuestas para el gato—
Catnap no apartaba su mirada del perro, sentía curiosidad y realmente quería saber que le estaba pasando... parecía deprimido... era muy extraño ver al sol de la aldea ser alguien triste, era realmente extraño verlo perdido en sus pensamientos. Mientras el gato pensaba en qué hacer con la situación de Dogday; rápidamente un pensamiento llego a su mente... habían olvidado algo importante y el gato pensó que recordárselo a Dogday podría animarlo.
—¿No harás preparativos para la tarde de juegos...? —Preguntaba el gato como recordatorio para el perro—
—¿Tarde de juegos...? —Preguntaba el can confundido para posteriormente levantarse del asiento al recordar ese detalle tan importante— ¡La tarde de juegos! —Exclamaba— Es verdad, tengo que empezar a limpiar todo para la tarde...
Dogday reaccionó rápidamente al recordatorio del gato. Sin perder tiempo, se puso en marcha y fue por las herramientas necesarias para empezar a limpiar la casa. Quería dejar todo impecable para que sus amigos pudieran disfrutar la tarde de juegos sin preocupaciones. Mientras tanto, Catnap se mantuvo observando cómo Dogday trabajaba con esmero. Cada gesto del perro reflejaba su determinación por hacer que todo estuviera perfecto.
Con el paso del tiempo, el gato decidió unirse a la tarea. No quería que Dogday se esforzara solo, así que levantó los hombros y se puso de pie para ayudar. Juntos, limpiaron cada rincón de la casa, asegurándose de que todo estuviera en orden y listo para recibir a los invitados.
Una vez terminada la limpieza, ambos se sentaron un momento para descansar y planificar la tarde de juegos
—Por fin terminamos... —Exclamaba el perro mientras exhalaba un leve suspiro de alivio— Ahora solo falta planificar la tarde... —Comentaba el perro mientras tomaba una libreta y un lápiz de uno de sus cajones en la mesita—
—¿Qué clase de juegos habrá...? —Preguntaba el gato con curiosidad—
—Pensaba improvisar un poco mientras la tarde avanza, pero prefiero tener algunos juegos anotados por si faltan ideas —explicó el can mientras comenzaba a escribir en la libreta— Podríamos jugar cartas, comer algo delicioso —añadió con una sonrisa cómplice, sabiendo que Piggy se encargaría de eso— y también podríamos hacer algunos dibujos con Crafty. Además, Hoppy y Kickin seguro traerán su tablero de Twister, así que no nos faltará diversión.
Catnap observaba a Dogday, notando que había recuperado su actitud alegre habitual. Le gustaba ver al perro así, relajado y disfrutando del momento. La preocupación de antes parecía haber quedado atrás por el momento, y eso le traía cierto alivio al gato.
—... —Formando una ligera sonrisa—
Ambos continuaron planeando la tarde, discutiendo ideas y preparándose para recibir a sus amigos. La atmósfera en la casa se volvía cada vez más animada, anticipando la diversión y la camaradería que vendrían con la tarde de juegos.
. . .
—¿Por qué llevas una sombrilla y lentes de sol...? —Preguntaba Hoppy con curiosidad y una sonrisa burlona— No hay nubes de tormenta y no hace tanto sol como para cubrirse de su luz...
—El clima no evitará que me vea genial Hoppy —Respondía el pollo con una sombrilla—
—Pareces un vampiro... —Comentaba Hoppy algo desinteresada con su actitud "genial"—
Hoppy y Kickin llegaron a la entrada de la casa de Dogday y llamaron a la puerta, esperando una respuesta. No pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera, pero para su sorpresa, no fue Dogday quien les dio la bienvenida, sino Catnap quien estaba al otro lado de la entrada, mirándolos con curiosidad.
—Hola Catnap —Saludaban ambos al ver al gato—
—Hola Hoppy y... —Detenía su saludo al mirar la apariencia del pollo— Conde Drácula...
—Pff... —Exclamaba Hoppy intentando aguantar su risa—
—¿Qué hay Catnap? —Preguntaba Kickin intentando ignorar su comentario— Esperamos no haber llegado demasiado tarde, hubiéramos llegado más rápido, pero Hoppy se mueve muy lento...
—¿Disculpa? —Preguntaba la coneja en tono de ofensa— Fuiste tu quien se tardo por buscar los lentes oscuros —Expresaba molesta—
—... —Observando la pelea—
Kickin y Hoppy, a pesar de ser inseparables, tenían un hábito peculiar: peleaban con frecuencia. Catnap no podía evitar encontrar curioso que dos amigos tan cercanos parecieran estar en constante conflicto. Al principio, cuando los conoció, pensó que se odiaban mutuamente, pero con el tiempo comprendió que era todo lo contrario.
—No buscaba solo los lentes —Objetaba Kickin mientras levantaba una especie de tablero— Traje nuestro juego favorito —Explicaba el pollo mientras dejaba notar que la caja ponía "Twister" en letras grandes—
—¿Juego favorito? —Preguntaba confundida la coneja— Siempre terminamos haciendo un desastre con esa cosa...
—Siempre dices eso, pero esperas ansiosa poder jugar conmigo... Siempre sugieres jugar, al menos así es desde nuestro beso accidental... ¿No te parece curioso? —Preguntaba el pollo de forma burlona— Jajaja ¿Podemos pasar Catnap?
—... —Asintiendo mientras les cede el paso—
El gato, intrigado, les cedía el paso. Observaba a Hoppy, quien parecía estar en shock, con la cara roja. ¿El comentario de Kickin la había afectado?
—... ¿Beso accidental? —Preguntaba el gato con inocencia—
Ante la pregunta, Hoppy no pudo evitar ocultar su rostro con sus orejas al recordar aquel momento tan penoso que paso con el pollo y con la osita cupido del grupo, a la par que golpeaba al gato en el hombro con una fuerza apenas perceptible, dejando ver su vergüenza y enojo.
—C-Cállate Nap —Respondía la coneja mientras entraba a la casa y ocultaba su aparente vergüenza—
—... —Sobándose del golpe que le dio Hoppy mientras miraba con curiosidad a la coneja, cerrando la puerta—
Catnap simplemente acompaño a la coneja por la entrada para llegar a la sala en donde ya estaban todas las criaturas sonrientes charlando una con la otra mientras que Dogday terminaba de acomodar la mesa para la comida que Piggy había preparado para la ocasión.
—No debiste preparar tanta comida Piggy —Comentaba Bobby Bearhug al ver todo lo que había sobre la mesa— No creo que podamos terminar de comer todo
—Habla por ti misma —Comentaba de forma divertida Piggy mientras se relamía los labios al ver la comida que estaba sobre la mesa— La mayoría la prepare para mi
—Tienes un serio problema con comer Piggy —Expresaba el elefante mientras veía la situación— Tal vez luego tenga que pedirle a Hoppy y Kickin que te ayuden nuevamente con una rutina de ejercicios
—¡POR FAVOR NO! —Gritaba Piggy al sentir la mirada de Hoppy sobre ella— Fue un infierno... —Lloraba la cerdita de forma cómica al recordar el sufrimiento de entrenar y practicar deporte con Hoppy—
El resto de criaturas sonrientes no podía evitar reír ante la escena, el gato no podía evitar sentirse confundido... ¿Piggy ya había recibido ayuda de Bubba para arreglar su problema alimenticio? Sus pensamientos fueron rápidamente interrumpidos gracias a las palabras de Dogday con respecto a la tarde de juegos.
—Parece que ya estamos todos —Comentaba el perro mientras llamaba la atención de los presentes— Gracias a todos por venir, espero que podamos disfrutar esta tarde todos juntos como los amigos que somos
El grupo de criaturas sonrientes asintió con entusiasmo ante las palabras de Dogday, dando inicio a la tarde de juegos con gran energía y emoción. La primera actividad programada fue jugar Twister, aprovechando que Kickin había traído el tablero.
Después de algunas deliberaciones, decidieron que Dogday, Kickin, Hoppy y Bobby serían los participantes en el tablero. Catnap optó por no jugar debido a su desagrado por el contacto físico, mientras que Bubba y Crafty prefirieron observar la dinámica del juego. Piggy, por su parte, disfrutaba de su comida mientras animaba y observaba el desarrollo del juego con gran interés.
—De acuerdo, Nap ¿Puedes girar las ruletas? —Preguntaba Hoppy mientras le entregaba la ruleta al gato—
—... —Asintiendo para pasar a girar la ruleta—
El felino de las siestas simplemente giro la ruleta, haciendo que todos prestarán atención a la decisión que tomaría el juego.
—Mano izquierda en punto azul —Comentaba el gato al notar que la flecha se detenía en esa indicación—
...
El juego avanzaba rápidamente con las indicaciones del tablero. En pocos minutos, los desafíos comenzaron a surgir. Dogday se encontraba en una posición incómoda, con Hoppy pasando su cuerpo debajo de él. Kickin estaba un poco apartado, pero podía sentir cómo su brazo rozaba una de las orejas de Hoppy. Mientras tanto, Bobby hacía todo lo posible por contener un estornudo, ya que una de las plumas de la cabeza de Kickin le tocaba constantemente la nariz.
—¿Q-Q-Quién sigue...? —Preguntaba el perro tratando de aguantar la posición en la que estaba—
—Sigue Bobby —Señalaba el elefante mientras miraba el juego—
—¿S-Seguros que no quieren un empate...? —Preguntaba la unicornio notando que todos estaban haciendo mucho esfuerzo por mantenerse en el juego—
—N-No pienso p-perder —Expresaba Hoppy mientras trataba de acomodarse un poco— Catnap gira la ruleta
—... —Girando nuevamente la ruleta, esperando el resultado para poder dictarlo— Pie derecho en punto verde
—... ¿P-Pie derecho...? —Preguntaba la osita con preocupación puesto que su pie derecho era el lugar donde estaba más apoyada— B-Bien...
La osita trato de moverse con cuidado, no quería caer así que hizo su mejor esfuerzo por llevar su pie hasta el punto de color verde que le había indicado Catnap. Parecía que lo estaba consiguiendo, pero su pie termino chocando con la cadera de Hoppy, haciendo que perdiera el control y como todos estaban "conectados" de alguna u otra forma, los cuatro terminaron cayendo al suelo, dándose así un cierre al juego.
—¡Auch! ¡D-Dogday esa es mi oreja! —Quejaba la coneja al sentir que su líder pisaba una de sus orejas—
—P-Perdón
—Kickin ¡Quítate de encima! —Quejaba la osita al sentir que el pollo estaba encima de ella—
—Lo siento, ya me levanto
—Jajajaja Fue gracioso verlos caer —Comentaba Piggy mientras reía y comía un pedazo de tarta de manzana—
—¿N-No se hicieron daño? —Preguntaba Crafty con preocupación al ver visto que todos cayeron con fuerza—
—Creo que fue solo el golpe, no te preocupes Crafty —Respondía el elefante notando que ninguno parecía estar lastimado—
—... —Observando la situación con una sonrisa puesto que le causo gracia la caída—
Bobby, que había logrado contener su estornudo durante el juego, finalmente dejó escapar un pequeño estornudo ahora que la tensión había pasado.
—¡Jaja! ¡Pensé que me iba a reventar la nariz ahí dentro! —comentó entre risas, lo que provocó que todos se rieran aún más—
—Jajaja, por lo menos ahora lograste estornudar sin problemas... Fue un juego muy divertido, ¿qué tal si seguimos con las demás actividades? —Preguntaba el perro con una sonrisa mientras ayudaba a los demás a levantarse—
El grupo estuvo de acuerdo y comenzaron a discutir qué otras actividades podrían hacer durante la tarde. Al final, decidieron tener una sesión de dibujo creativo, donde cada uno plasmaría en el papel lo que sintiera en ese momento. Crafty, con su habilidad y amor por el arte, se ofreció a ser la "jueza" de los dibujos, prefiriendo no participar para no influir en la creatividad de los demás.
Mientras cada uno se sumergía en sus dibujos, Crafty observaba con atención y cariño cada trazo, expresión y color elegido. El ambiente estaba lleno de concentración y una mezcla de emociones reflejadas en los trazos de los lápices y pinceles. Dogday dibujó un paisaje soleado y colorido que reflejaba su alegría y tranquilidad. Kickin plasmó una escena cómica de él mismo llevando sus gafas de sol, destacando su humor y buen ánimo. Hoppy simplemente dibujo una zanahoria haciendo deporte, cosa que le saco una sonrisa y risa a todos los presentes. Bobby sorprendió a todos con un retrato de ella misma sonriendo mientras guiñaba un ojo de forma coqueta. Piggy, entre bocados de comida, dibujó un pastel con algunos cuantos detalles.
Bubbaphant solo pudo dibujar un estante con un par de libros, dejando en claro que lo que le apasionaba era leer y obtener información de las cosas.
—Los dibujos de todos son muy bonitos —Exclamaba Crafty con una sonrisa— ¿Q-Qué dibujaste tú C-Catnap? —Preguntaba con curiosidad mientras mantenía su distancia del gato puesto que seguía con ese trauma—
—... —Mostrándole su dibujo sin problemas—
El dibujo de Catnap era bastante curioso, se había dibujado a si mismo, pero su expresión era ligeramente aterradora, sin mencionar que parecía haber rastros de su gas rojo plasmados en el dibujo.
(Derechos reservados a su respectivo autor)
Aquello hizo sentir escalofríos a Crafty, pero trato de hacer un esfuerzo por felicitarlo.
—E-Es un buen dibujo Catnap —Expresaba con una sonrisa—
Después de un tiempo de creatividad y concentración, Crafty revisó cada dibujo con cuidado y aprecio, elogiando la expresión única de cada uno y destacando la diversidad de talento en el grupo.
. . .
El resto de la tarde transcurrió en completa armonía mientras el grupo disfrutaba de juegos de cartas y charlas animadas. Dogday sacó un juego de cartas que tenía guardado para ocasiones especiales, y todos se entusiasmaron con la idea de jugar juntos. Las risas y las estrategias se entrelazaron en cada partida, haciendo que el tiempo pasara sin darse cuenta.
Entre risas y anécdotas compartidas, el sol comenzó a descender en el horizonte, la atmósfera de camaradería y diversión se prolongó hasta que la noche hizo su entrada con su manto estrellado sobre SmileVille. Los amigos sabían que era hora de despedirse temporalmente, pues cada uno tenía sus responsabilidades y actividades diarias al día siguiente.
—Debimos de haber organizado la tarde como una pijamada... —Comentaba Crafty en un tono un poco triste por tener que irse—
—No pensamos que tendríamos tantas ganas de quedarnos en tu casa Dog jeje —Decía Piggy mientras tomaba sus cosas—
—Tal vez la próxima podamos organizar una pijamada —Aclaraba el can con una sonrisa—
—Fue una tarde divertida, descansen
—Hasta pronto
—Adiós
El grupo de criaturas sonrientes recogió sus cosas y se despidió afectuosamente de Catnap y Dogday. La sala del perro quedó vacía después de unos minutos, con el eco de las risas y la alegría que habían compartido todavía flotando en el aire. Dogday cerró la puerta suavemente, girándose para encontrarse con la mirada expectante de Catnap, quien parecía estar esperando si había algo en particular de lo que quisiera hablar.
—Fue una tarde divertida... ¿Te divertiste Catnap? —Preguntaba el perro con una sonrisa mientras organizaba las cosas de la mesa que habían quedado—
—Fue divertido —Respondía el gato con tranquilidad—
—Me alegro, temía que no pudieras divertirte con los demás... —Comentaba mientras terminaba de organizar el juego de cartas para guardarlo en un cajón— Vi que estabas riendo con las ocurrencias de Kickin
—... Ese pollo no es tan malo como amigo... solo es molesto...
—Jeje si... entiendo a lo que te refieres —Expresaba Dogday con una sonrisa— Fue una tarde muy alegre
—Pareces cansado... —Comentaba el gato mientras inclinaba un poco su cabeza al ver a Dogday—
—Estoy cansado, supongo que tanto reír me agoto un poco... Voy a descansar muy bien hoy con el suelo —Comentaba el can mientras se estiraba un poco— Pero sin usar el humo rojo otra vez
—... —Asintiendo—
El gato y el perro intercambiaron sonrisas mientras comenzaban a limpiar el desorden que había quedado en la casa de Dogday. Aunque la tarde había sido divertida, no podían ignorar el hecho de que la sala había quedado bastante desordenada. Mientras recogían y ordenaban, Dogday notó con sorpresa que uno de sus cuadros parecía tener una mancha de lo que suponía era merengue.
—Piggy siempre ensucia lo que menos esperas... —Susurraba para sí mismo—
Dogday agarró un trapo de la cocina y se dirigió de nuevo a la sala para limpiar el cuadro. Le costó un poco de esfuerzo, pero finalmente logró dejarlo reluciente. Mientras admiraba el resultado, se dio cuenta de que era un dibujo hermoso hecho por Crafty, donde estaban representadas todas las criaturas de su grupo, excepto Catnap.
Aquello hizo reflexionar al perro... nuevamente estaba recordando detalles de su vida pasada. Dogday tenía frescos los recuerdos de cuando eran un grupo de siete, antes de la llegada de Catnap. Recordaba claramente el impacto que tuvo conocer al gato. Recordaba verlo sufrir, sentir dolor y odio hacia aquellos responsables. Los recuerdos de cada visita a la celda durante el tiempo que Catnap estuvo encerrado eran vívidos en la mente de Dogday.
Dogday no podía evitar rememorar el día en que Catnap finalmente se integró a la guardería... Sus amigos no estaban completamente convencidos de si podrían acostumbrarse a su presencia; tal vez su voz sonara tenebrosa al principio. Sin embargo, una vez que realmente conocías al gato, descubrías que era alguien con quien podías hablar durante horas, y él siempre te escuchaba atentamente.
Mientras Dogday miraba el cuadro con una ligera sonrisa por recordar sus tantas conversaciones con el gato. Catnap miraba a Dogday en silencio... parecía estar perdido en sus pensamientos nuevamente, sentía curiosidad así que no pudo evitar preguntarle directamente.
—¿En qué piensas?
—Cosas del pasado... —Respondía el can con una sonrisa sin voltear a verlo— Creo que vamos a necesitar reemplazar este dibujo, tenemos que incluirte —Comentaba el can mientras regresaba su vista al gato— ¿No lo crees?
El comentario dejó a Catnap sorprendido, sin saber cómo reaccionar. ¿Por qué de repente Dogday parecía tan nostálgico? El gato se quedó en silencio, observando el cuadro en la pared. Una parte de él se sintió enternecida por la iniciativa de Dogday, pero otra parte se sintió avergonzado, tanto que apartó la mirada y sujetó su cola, mostrando un poco de pena.
—...
Dogday observo la expresión del gato y esté no pudo evitar reír para sus adentros... Actuaba diferente a como lo recordaba en la guardería... ¿Siempre fue tan poco expresivo? Si... pero ahora parecía reaccionar más ante sus propias emociones.
El perro estuvo pensando mucho en la mañana antes de ir a preparar el desayuno, sabía que el lugar en donde estaban era el mundo correspondiente a su serie de televisión, no era un misterio y tampoco tenía que ser un genio como Bubba para darse cuenta de ello. Solo había algo que no le quedaba claro... ¿Cómo habían llegado todos a ese lugar? ¿Por qué había más criaturas sonrientes? ¿Por qué todo se sentía tan real...? ¿Era un sueño? No tenía idea. Quería conocer la respuesta... y para su mala suerte... pronto la sabría...
—Es la primera vez que te veo avergonzado —Comentaba el perro con un poco de gracia al notar que Catnap parecía un poco sonrojado—
—... No es un lado que me guste mostrar... —Explicaba el gato mientras le daba la espalda para lograr que Dogday pudiera seguir mirando su expresión—
—¿Por qué no? —Preguntaba el perro algo confundido— Es lindo verte sonrojado, es como cuando Crafty se avergüenza o como cuando Hoppy se molesta y apena con Kickin, no es malo mostrar tus emociones, hace que todos veamos que sientes en verdad
—...
—¿Dije algo malo...? —Notando el silencio del felino—
—No, solo... eres un buen amigo Dogday... —Expresaba el felino sin voltear a verlo—
—Gracias Catnap... Tu también eres un buen amig...
"PØⱤ ₣łN ⱠØ₲ⱤɆ ₵Ø₦₣ł₳Ɽ ⱠØ SɄ₣łCłɆ₦₮Ɇ Ɇ₦ ₮ł ₱AⱤ₳ ⱠⱠ₳₥₳Ɽ₮Ɇ ₳MłGØ"
Justo cuando el perro estaba por terminar su frase, sus pupilas se contrajeron bruscamente. Una punzada de dolor surgió en su cabeza, tan intensa que Dogday perdió la fuerza en sus piernas y cayó de rodillas al suelo. Catnap, al escuchar el golpe, se volteó para verlo y se encontró con el can sujetando su cabeza con fuerza, apretando los dientes mientras parecía estar sufriendo visiblemente.
—¡Dogday!
Siendo presa de la sorpresa y preocupación, el gato se acercó con rapidez a su amigo para verificar su estado. Mientras Catnap lo miraba con preocupación; Dogday cerraba sus ojos debido al dolor... imágenes confusas y más recuerdos llegaban a su mente... Solo que no eran buenos recuerdos...
[ . . . ]
El sonido ensordecedor de las alarmas de emergencia se mezclaba con los gritos de terror, llenando las instalaciones de la guardería con un ambiente de caos y miedo. Dogday y sus amigos estaban atrapados dentro de "Hogar Dulce Hogar", habían logrado bloquear las entradas, pero ahora solo podían esperar a que la situación mejorara. El pánico se desataba sin explicación aparente en la guardería, todos estaban asustados: niños, adultos y hasta sus propios amigos, todos compartían la misma sensación de terror.
Detrás de las puertas del lobby principal, los gritos de sufrimiento se desgarraban en el aire, provenientes del exterior. El penetrante olor a sangre invadía el ambiente, tan intenso que Dogday podía identificarlo con facilidad, indicando que algo terrible estaba ocurriendo. Los recuerdos fluían velozmente en su mente, apenas dándole tiempo para procesarlos adecuadamente.
Nuevamente, otro recuerdo se detenía en su mente... La pesadilla siniestra que había tenido era, en realidad, un recuerdo. Recordaba con precisión lo que sucedió: Catnap había participado en la matanza que ocurrió en las instalaciones de Playtime Co. Estaba tratando de llegar al lobby principal de Hogar Dulce Hogar para acabar con todos los que estuvieran en su camino. Dogday trato de advertirle a todos, pero fue en vano puesto que, Catnap logro alcanzarlo.
Dogday recordó con claridad cómo Catnap le había arrancado la mitad de su cuerpo, dejándolo al borde de la muerte. También recordaba cómo lo encerró en una celda sin posibilidad de escapar durante tantos años. Pero lo más impactante fue cuando Catnap le reveló que él mismo había sido el responsable de la muerte de sus amigos.
El perro pudo recuperar sus recuerdos por completo. Recordaba cómo los pequeños juguetes con la imagen de las criaturas sonrientes entraron en su cuerpo para perseguir a quien reconocía como el ángel de Poppy. Al final, todo se sumió en la oscuridad... Dogday sabía que había muerto en ese preciso instante.
[ . . . ]
De vuelta en la "realidad".
Dogday había conseguido calmar el dolor en su cabeza, pero permanecía inmóvil, con la mirada fija en el suelo y lágrimas apenas perceptibles. Catnap no podía ver el rostro de Dogday, quien se mantenía en silencio mientras parecía recuperarse de la experiencia. Finalmente, el gato rompió el silencio con una pregunta cargada de preocupación.
—Dogday... ¿Estás bien...? —Preguntaba el gato con preocupación—
Dogday parecía reaccionar ante la pregunta del gato... La mirada del perro se elevó para encontrarse con la de Catnap, mostrando una mezcla de confusión, enfado y tristeza en sus ojos a la par que la respiración del perro parecía aumentar, estaba molesto... lo cual sorprendió al gato.
—¿Dogd...-
—¡MONSTRUO!
El gato no pudo terminar su oración porque rápidamente fue enviado al suelo por un golpe que vino del mismo perro. Catnap ni siquiera lo había notado, pero Dogday se había puesto de pie y lo primero que hizo fue golpearlo directamente en el rostro a la par que le gritaba.
—¡¿Por qué lo hiciste?! —Gritándole con fuerza al gato—
Catnap yacía en el suelo, aturdido por el impacto en su rostro. Al tocar la zona afectada, sintió que algo caliente fluía por su nariz. Confundido, pasó la mano por su rostro y descubrió la sangre que brotaba, eso lo hizo temblar, sus pupilas parecían afinarse al ver la sangre en su mano.
—Sangre... —Susurro el gato con miedo mientras sentía sus manos temblar al ver ese liquido rojo—
—¡Responde! —Gritaba nuevamente el can para que el gato le pusiera atención—
—... —Levantando su mirada—
Al levantar la mirada hacia Dogday, vio una expresión inicialmente de molestia puesto que parecía estar gruñendo, pero de un momento a otro esta expresión cambió rápidamente a una profunda culpa en el rostro del perro. Se notaba que Dogday había reaccionado de manera impulsiva y sin control, y ahora luchaba con el remordimiento por sus acciones. Parecía haber entendido que Catnap no recordaba de lo sucedido en su vida pasada...
—Catnap... —Suavizando su mirada al notar la expresión de miedo del gato— C-Catnap... L-Lo lamento yo...
El peso de la culpa inundó a Dogday. Sus pensamientos se habían visto opacados por recuerdos y emociones del pasado, lo que lo llevó a reaccionar de forma impulsiva. Intentó disculparse, pero su voz se entrecortaba al notar la expresión de miedo en el rostro de Catnap. La sorpresa y el arrepentimiento se reflejaron en los ojos del perro al ver la reacción del gato. Aunque Dogday intentó acercarse para ayudarlo, Catnap se alejó de él, manteniendo una distancia marcada por el temor que había surgido entre ellos.
—No te m-me acerques... —Exclamaba el gato mientras se ponía de pie—
—Espera, puedo explicar...
Dogday percibía que la situación se estaba descontrolando. Catnap se ponía de pie, sin apartar la mirada del perro y sujetándose la nariz para detener el sangrado y calmar el dolor. El gato seguía mostrando cierto temor hacia Dogday, mientras que este último se sentía incapaz de encontrar las palabras adecuadas para disculparse. Quería explicarle lo que había sucedido, pero se encontraba bloqueado, sin saber cómo abordar la situación de manera efectiva.
—Catnap por favor, deja que te explique... —Tratando de acercarse nuevamente—
—¡Dije que no te me acerques! —Alejándose mientras soltaba su humo rojo—
El canino observaba al felino en estado de alerta, claramente asustado. Intentó acercarse de nuevo, pero Catnap no lo permitió. Con un movimiento rápido, el gato expulsó su gas rojo, creando una barrera entre ellos. Dogday, al ver el humo rojo salir de la boca de Catnap, retrocedió y se cubrió la nariz para evitar inhalar el gas. El felino había logrado su cometido: impedir que el perro se le acercara. Aprovechando ese momento, Catnap corrió hacia la puerta principal y salió de la casa lo más rápido que pudo.
—¡Catnap!
Dogday intentó seguir a Catnap mientras se cubría la nariz para evitar respirar el gas somnífero residual. Al salir por la puerta de su casa, vio al gato corriendo en dirección al bosque. El perro se esforzó por alcanzarlo, pero la oscuridad de la noche y la falta de luz dificultaron su seguimiento, perdiendo de vista al felino rápidamente entre la espesura del bosque. El canino solo pudo quedarse de pie tratando de recuperar su aliento por la persecución, miraba hacia todos lados preocupado... Había perdido el rastro de Catnap.
—¿Qué fue lo que hice...? —Se preguntaba con preocupación el perro al darse cuenta de la situación—
Ahora Catnap estaba solo en medio del inmenso bosque.
. . .
El gato corría sin un rumbo definido, simplemente escapando de Dogday y de las emociones desencadenadas por el golpe. En su mente, el temor se había activado de manera intensa, aunque Catnap no comprendía completamente su origen. Por un momento, pudo sentir el dolor que le provocaron las "reeducaciones" en los laboratorios de Playtime Co. Era ese el verdadero motivo de su miedo, pero al carecer de recuerdos, solo podía asociar ese temor con Dogday.
Catnap, sin saber si Dogday lo seguía, se adentró en el bosque en un intento desesperado por alejarse de todo. Evitaba voltear para confirmar si el perro estaba cerca; su única meta era perderse en la densidad del bosque para evitar encontrarse con él. Después de unos minutos de carrera exhaustiva, el gato finalmente se sintió agotado. Se detuvo para recuperar el aliento y, utilizando sus garras, trepó a un árbol en busca de un poco de calma y soledad. Tal vez en las alturas, nadie podría escuchar su llanto, ni siquiera él mismo entendía por qué sentía tanto miedo y dolor después de un simple golpe. Estaba inmerso en una sensación de pesadilla sin comprender completamente por qué.
Solo quería quedarse solo... solo necesitaba soledad... solo necesitaba consuelo... solo necesitaba sentirse seguro en medio de la inmensidad de la noche.
Nota del autor: Hey c.c/ Solo dejo está nota por aquí para avisarles que con esté capítulo iniciamos un "mini arco" centrado más en Dogday, una vez termine ese arco, entraremos en fase de desarrollo para los shipeos.
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Oh, claro, me olvido de lo más importante, hoy (12 de Mayo 2024) habrá una leve maratón de capítulos, es decir, se subirán un total de cuatro capítulos incluyendo esté. ¿El motivo? Es muy simple en realidad.
Estos días es posible que esté ocupado con trabajo y otras historias así que quiero ir dejándoles algo que leer, sin mencionar que los siguientes capítulos se vienen un poco fuertes así que es mejor que se vayan preparando.
Se subirá un capítulo cada hora.
sin más que decir, disfruten c.c/
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