Capítulo #33
| Acercamiento |
El aire frío de la mañana se colaba por las ventanas y puertas de las pequeñas casas de SmileVille, mientras la nieve cubría todo con un manto blanco y brillante. Los habitantes se abrigaban bien antes de salir a enfrentar el día, aunque la mayoría prefería quedarse en casa para evitar enfermarse por las bajas temperaturas; esa ya era la rutina diaria, la temporada invernal había llegado hace una semana...
Bobby Bearhug se despertaba lentamente, sintiendo el calor de su cama contrastar con el aire gélido que se filtraba por las ventanas de su habitación. Al levantarse, notó la capa de nieve que cubría su ventana, y una leve mueca se formó en su rostro. Disfrutaba de la nieve, pero lidiar con la limpieza del hogar le generaba mucho trabajo, puesto que tenía que quitar la nieve que se acumulaba por el frente de la casa y en el tejado.
Se estiró perezosamente, intentando ganar un poco de energía antes de enfrentar la tarea que tenía por delante. La osita fue hasta la cocina para prepararse algo para desayunar y posteriormente fue hasta su armario para tomar precauciones y evitar el frio. Un gorro de lana y sus guantes color vino serían más que suficientes ya que su pelaje le ayudaba mucho para esas fechas, Bobby salió al exterior, donde el aire frío le golpeó el rostro. La aldea estaba silenciosa, cubierta por la nieve recién caída.
Con una pala en la mano, comenzó a despejar el camino hacia la puerta de su casa, sus pensamientos vagando hacia sus amigos y las preocupaciones que aún la inquietaban. Ya había pasado una semana desde que Dogday les prohibió ver a Catnap... y por el momento, no habían recibido noticia alguna de Snowy, aquella gata blanca que se encargaría de cuidar a su amigo.
Mientras trabajaba, Bobby no podía evitar pensar en cómo estarían Catnap y Snowy. La situación le preocupaba profundamente, y el silencio de los últimos días no ayudaba a calmar sus nervios. Bobby no podía dejar de pensar en los gatos... más que nada en Catnap, tal vez era gracias a lo que sentía por él o tal vez era la preocupación por pensar que Catnap estaba cayendo en un estado de soledad, pero Bobby tenía una cosa clara; sí Snowy no daba información correspondiente a Catnap, entonces ella se encargaría de investigar más sobre el asunto.
—Buenos días Bobby
—¿Uh?
Repentinamente una voz la saco de sus pensamientos, al darse la vuelta para ver en dirección de la cual provenía la voz; pudo darse cuenta de que se trataba de Kickin.
—Oh, hola Kickin, buenos días —saludó Bobby con algo de sorpresa por no esperarse ver a su amigo tan temprano— ¿Qué te trae por aquí tan temprano? Con esté frio pensé que estarías en casa completamente abrigado
Ante el comentario Kickin solo pudo sonreír de forma penosa, Bobby notó su expresión y ladeo su cabeza en señal de confusión. Al parecer la respuesta sería un tanto vergonzosa.
—Bueno... —Kickin rascó el suelo con una pata, visiblemente incómodo— La verdad es que me quedé sin leña para mantener la casa caliente, así que iba de camino a ver a Hoppy... y tal vez pasar la tarde con ella en su casa... si es que esta de acuerdo... —Susurrándolo con vergüenza—
—Aaaww... que tierno jeje
Bobby había notado algo gracioso con respecto a la situación de Kickin y Hoppy. Desde aquella vez que tuvieron la cena de "disculpa", en donde la coneja le dijo a Kickin que había un chico que le gustaba, el pollo no había dejado de insistir en el tema. Al inicio, le preocupó que Hoppy pudiera cansarse de ser molestada. Bobby pensó que los dos podían iniciar otra discusión, pero para su fortuna, Hoppy parecía divertirse de ver a Kickin tan interesado en saber de quién estaba enamorada. Mientras que el pollo hacía intentos inútiles por acercarse a Hoppy para saber el nombre de su enamorado. Claro que no sabía que se trataba de él mismo, aunque Bobby ya se estaba haciendo a la idea de que Kickin pronto iba a descubrir la verdad... o tal vez Hoppy se la diría primero, lo que sucediera primero.
Mientras tanto, Bobby simplemente disfrutaba molestar a Kickin al verlo apenado con Hoppy.
—No te preocupes, Kickin —dijo Bobby con una sonrisa traviesa— Conociendo a Hoppy, seguramente se sienta cómoda con tu presencia
Kickin asintió, aún un poco avergonzado, pero agradecido por el apoyo de Bobby... Tras ese comentario de apoyo por parte de Bobby; el ambiente se quedo en silencio por unos segundos, segundos que fueron aprovechados por Kickin para recomponerse y aclarar un poco su voz.
—Ejem... C-Creo que debería dejarte trabajar, se ve que tienes mucha nieve que quitar
—Pues... —Mirando la entrada de su casa y el tejado— creo que es lo mejor... oh, pero antes de irte —Regresando su mirada en dirección a donde estaba el pollo— ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Claro, siempre y cuando no sea de amor... —Respondía el pollo de forma cansada al conocer como era Bobby—
—¿Has escuchado alguna noticia del estado de Catnap? —Preguntaba la osita con curiosidad y preocupación, ignorando las palabras anteriores del pollo—
—¿De catnap? —Preguntaba el pollo con cierta sorpresa— Mmmmh... pues a decir verdad... no... —Murmuro mientras intentaba hacer memoria— De hecho, no he visto a la gata que se supone esta cuidando de él, me enteré de ella gracias a Bubba, pero no la he visto por la aldea
Bobby frunció el ceño, su preocupación intensificándose. Ya de por si era raro el comportamiento del gato, pero no recibir noticias por parte de Snowy, era mucho más preocupante.
—¿Por qué no le preguntas a Dogday? —Pregunto el pollo con curiosidad— Él conoce a esa gata más que nosotros
—Mmmhh... No es una mala idea, pero no estoy segura, Dogday fue quien nos prohibió ver a Catnap en primer lugar
—No hace daño ir a preguntarle... a menos que quieras escabullirte en casa de Catnap para obtener información —Sonriendo alegremente—
Bobby se rió, aunque la idea de escabullirse no parecía tan descabellada considerando la situación.
—Bueno, tal vez no sea necesario llegar a tanto. Iré a hablar con Dogday más tarde. Gracias por la sugerencia, Kickin.
—De nada, Bobby. Espero que puedas obtener las respuestas que buscas —respondió Kickin con una sonrisa de apoyo—
Con un último saludo, Kickin partió de camino a casa de Hoppy, dejando a Bobby con una mezcla de preocupación y duda.
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La mañana avanzo sin muchos más contratiempos para Bobby, despejar la nieve fue una tarea algo larga, pero por fin había terminado y ahora estaba de camino a ver a Dogday. El aire frío de la mañana seguía estando presente mientras caminaba por las calles nevadas de SmileVille.
A medida que se acercaba al lugar donde sabía que encontraría a Dogday, Bobby reflexionaba sobre cómo abordar la conversación. La preocupación por Catnap seguía presente en su mente, y esperaba que Dogday pudiera darle alguna información tranquilizadora. Una de sus tantas preocupaciones era que tal vez Dogday no quisiera compartir información con ella.
Sabía que Dogday tenía un lado compasivo y protector hacia todos en la aldea; No por nada era el líder de su grupo también, pero a veces el perro tenía la mala costumbre de guardar los problemas en secreto... no era su culpa, Bobby entendía que lo hacía por el bien de todos, pero en muchas ocasiones esa no era la mejor solución.
Finalmente, llegó a la entrada de la casa de Dogday. Bobby respiró hondo y llamó a la puerta, preparada, pero sobre todo determinada en saber el estado de Catnap.
—Dogday —Llamando a la puerta— ¿Estás en casa? Necesito hablar contigo, es importante
Después de unos segundos que le parecieron interminables, escuchó pasos acercándose desde el interior de la casa. La puerta se abrió lentamente, revelando a Dogday de pie frente a él. El perro tenía una expresión tranquila, como era costumbre, en cuanto Dogday noto a la osita; inmediatamente formo una sonrisa acogedora.
—Bobby, buenos días —saludó Dogday con calma— No esperaba verte hoy, creí que estarías ocupada por los preparativos para el festival de invierno... ¿Te puedo ayudar en algo? —Pregunto el can con curiosidad—
Bobby se sintió aliviada al ver la sonrisa acogedora de Dogday, aunque su preocupación por Catnap seguía latente en su mente. Respiró hondo antes de responder, sintiéndose agradecida por la disposición de Dogday a escucharla.
—Buenos días, Dogday —respondió Bobby con sinceridad— No, en realidad he estado ocupada, pero algo importante ha estado en mi mente. Necesito hablar contigo sobre Catnap. No hemos tenido noticias suyas desde que nos prohibiste verlo, y eso me pone algo... angustiada
Dogday asintió lentamente, su expresión volviéndose más seria mientras consideraba sus palabras cuidadosamente. Las cosas con Catnap se habían tornado ligeramente complicadas, en un inicio Snowy tenía pensado contarles a todos el estado de su amigo, pero al decirle a Dogday que Catnap estaba actuando de forma extraña. El perro prefirió omitirle a sus amigos la información.
—Bobby, entiendo tu preocupación. Catnap se encuentra bien, está en su casa y Snowy lo sigue cuidando... —explicó Dogday con calma—
—Entonces ¿Por qué no hemos tenido noticias de Snowy? —Pregunto la osita con preocupación— Si él esta bien, entonces porque no podemos ir a verlo...
—Bobby... no es tan simple... —Suspirando— Es complicado...
—Dogday, solo dime qué es lo que esta pasando... ¿Qué nos estas ocultando?
Dogday miró a Bobby con seriedad, notando su persistencia y la preocupación genuina en su voz. Sabía que no podía ocultar más la verdad, aunque parte de él deseaba proteger a Bobby y a los demás de las complicaciones que rodeaban a Catnap. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar el problema...
Tras unos cuantos segundos de silencio que parecieron eternos para Dogday, el perro finalmente se hizo a un lado para dejarla pasar.
—Es mejor contarte todo adentro
Bobby asintió, agradecida por la invitación, y entró en la cálida casa de Dogday. El contraste entre el frío exterior y el calor acogedor del interior era notable, lo cual le dio un pequeño alivio mientras se preparaba para escuchar lo que Dogday tenía que decir.
Dogday cerró la puerta detrás de ella y la guio hacia la sala de estar, donde una chimenea crepitaba suavemente, llenando la habitación de una luz cálida y relajante. Se sentaron en el sofá, y Dogday tomó un profundo suspiro antes de comenzar a hablar.
—Catnap ha estado actuando muy raro últimamente... —comenzó Dogday, su voz calmada, pero con un tono de seriedad— Ya no habla, ni siquiera escribe notas como lo venía haciendo anteriormente, a veces sonríe sin motivo aparente, pero su expresión permanece neutra... Snowy me ha dicho que incluso a veces siente que Catnap se despierta de noche para observarla dormir... me preocupa que algo más grave pueda estarle pasando.
Bobby escuchó con atención, sintiendo que la preocupación por Catnap se intensificaba. Era difícil imaginar a su amigo en un estado tan extraño y perturbador.
—Eso suena muy preocupante... —Comento Bobby mostrando su preocupación—
—Lo sé... es por eso que no quería decirles nada, sobre todo a Hoppy y a ti, sé que ustedes son de las más apegadas a Catnap y no quería preocuparlas
Bobby entendía los motivos de Dogday para no contarles, ya no se sentía molesta con su amigo por ocultarle información; lo que le preocupaba ahora era pensar en el estado de Catnap. Un silencio repentino se hizo presente entre Dogday y Bobby. El perro solo podía observar la expresión pensante de la osita mientras que Bobby, estaba replanteándose el que podía hacer para ayudar a su amigo... No fue sino hasta un par de minutos de silencio que Bobby finalmente tuvo una idea.
—¿Puedo visitarlo?
Dogday la miró con preocupación, sabiendo que era una petición difícil de conceder.
—Bobby, no estoy seguro de si es una buena idea. Catnap está muy inestable y no quiero que te pongas en riesgo. Además, no sé cómo reaccionará al verte —respondió Dogday, su voz llena de aprehensión—
Bobby asintió, comprendiendo sus preocupaciones, pero sintiendo una fuerte determinación de ayudar a su amigo. No ahora que tenía en claro sus sentimientos, la semana sin saber nada de Catnap realmente le había hecho pensar y ahora sabía que no quería dejarlo solo.
—Lo entiendo, Dogday, pero creo que Catnap necesita ver a alguien más aparte de Snowy. Tal vez mi presencia pueda ayudarlo a sentirse un poco mejor, ya lo he apoyado en otras ocasiones y sabe que puede confiar en mí...
Dogday sabía que eso era cierto, antes de que el comportamiento extraño de Catnap se hiciera presente; Él y Bobby pasaban mucho tiempo juntos, no sabía si era realmente buena idea dejar a Bobby sola con él...
—Supongamos que te dejo visitarlo... —Comento Dogday, mirando a Bobby con intriga y preocupación— ¿Cuál es el plan? ¿Qué piensas intentar con él? Snowy ya ha intentado hablarle, realizar actividades o incluso salir de casa, pero nada funciona...
—Mi idea es simplemente estar ahí con él... no espero que entiendas lo que planeo, pero te aseguro que puede dar resultado, solo confía en mi... por favor
Dogday realmente no quería dejar a Bobby ir con Catnap, pero ¿qué otra opción tenía? Si le decía que no, seguramente intentaría escabullirse de noche para visitarlo, la conocía lo suficiente como para saber que era demasiado terca en el sentido de ayudar a alguien...
Dogday suspiró profundamente, sabiendo que Bobby no iba a aceptar un no por respuesta y que sus intenciones eran sinceras. A pesar de sus reservas, no podía negarle la oportunidad de intentar ayudar a Catnap.
—Está bien, Bobby. Confío en ti. Pero con una sola condición... voy a ir contigo —dijo Dogday, su tono firme pero comprensivo—
Bobby asintió, aceptando la condición de Dogday. Sabía que su amigo solo quería asegurarse de que todos estuvieran a salvo.
—De acuerdo, pero por favor, no interfieras, quiero hablar con él
—Mmmhh... Bien, supongo que es lo justo, espero no arrepentirme de esto
Dogday se levantó del sofá y caminó hacia la puerta, seguido de cerca por Bobby. salieron nuevamente al frío aire invernal. Caminaban en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Dogday pensaba en que tal vez esto era una mala idea mientras que Bobby estaba tratando de permanecer tranquila, no quería asustar al gato así que intentaría ser lo más paciente y cuidadosa posible.
Cuando llegaron a la casa de Catnap, Dogday golpeó suavemente la puerta, y después de unos momentos, Snowy la abrió.
—Oh —Exclamo Snowy al ver al perro y a la osita en la entrada de la puerta— Buenos días, chicos... ¿les puedo ayudar en algo?
—Hola, Snowy —saludó Dogday— Espero no ser inoportuno ¿podemos pasar?
—Eh... Esperen un minuto, ya regreso
Sin darles tiempo a responder, Snowy cerró la puerta con rapidez, Dogday y Bobby se miraron con extrañeza mientras esperaban a que Snowy abriera la puerta.
—Entonces... ¿Es normal? —Pregunto Bobby con curiosidad— ¿Siempre hace eso?
—No lo sé —Respondía Dogday mientras alzaba sus hombros— No vengo desde hace una semana
—¿No los visitas? —Pregunto Bobby con cierta sorpresa—
—Todos tenían prohibido venir a ver a Catnap, incluido yo —admitió Dogday con un suspiro— Pensé que sería mejor darle espacio y dejar que Snowy se hiciera cargo...
Después de unos minutos, la puerta se abrió nuevamente y Snowy asomó la cabeza, su expresión aún preocupada.
—Pueden pasar, pero por favor no hagan movimientos bruscos —dijo Snowy, dejándolos entrar con una advertencia— Eso lo pone tenso por algún motivo...
Dogday y Bobby asintieron y entraron en la casa, notando la atmósfera tensa y cargada. Los guiaron hasta la sala, donde Catnap estaba sentado en un rincón, mirando fijamente por la ventana mientras que con una de sus garras arañaba parcialmente la madera del marco.
Al estar de espaldas, ninguno podía ver exactamente la expresión de Catnap.
—¿Cuánto tiempo lleva así...? —Pregunto Dogday con un susurro—
—Una hora más o menos —Respondió Snowy en un tono bajo—
Ante lo dicho un momento de silencio se hizo presente y Bobby aprovecho para mirar a Dogday, no le dijo nada, pero Dogday entendía la pregunta así que simplemente asintió con lentitud para indicarle que tuviera cuidado. Bobby se acercó lentamente a Catnap, asegurándose de no hacer movimientos bruscos y se puso a un lado del felino.
—Hola, Catnap —dijo Bobby suavemente, tratando de sonar tranquila y amigable—
Catnap no respondió, pero dejó de arañar el marco de la ventana a la par que sus orejas se movieron por reflejo hacia la dirección en donde estaba la osita así que Bobby tomó esto como una señal de que al menos estaba escuchándola.
—¿Cómo has estado? No nos hemos visto en unos cuantos días jeje
Bobby le pregunto eso por simple cortesía, pero el gato no le respondió, manteniendo su mirada fija en el exterior a través de la ventana. El ambiente era tenso y silencioso, solo interrumpido por el ligero crujido de la madera mientras Catnap dejaba de arañar el marco.
La osita miro por reflejo a Dogday y Snowy, quienes simplemente observaban la escena, estando atentos en intervenir si es que era necesario.
Bobby decidió cambiar de estrategia, así que aclaro su garganta un poco antes de empezar.
—Ejem... —Aclarando su garganta— Oh, ahora que recuerdo... ¿Cómo están las lavandas que te regale? —Pregunto con curiosidad— Me dijiste que las ibas a cuidar porque no querías verme molesta en caso de que se secaran ¿recuerdas?
Bobby esperaba que el gato no reaccionara, pero en su lugar, se sorprendió cuando el gato finalmente dirigió su mirada hacia ella. Bobby pudo ver claramente que tenía una mirada vacía, sin mostrar ninguna emoción. Catnap parecía estar en un estado de profunda melancolía, aunque curiosamente mantenía una sonrisa, ahora entendía mejor a lo que Dogday se refería.
La expresión de Catnap desconcertó a Bobby. Aunque había visto al gato en diferentes estados de ánimo antes, esta mirada vacía y apagada era nueva para ella. Era como si Catnap estuviera ausente, perdido en sus pensamientos o emociones internas que no podía expresar.
—¿Catnap? —preguntó Bobby suavemente, tratando de romper el silencio tenso— ¿Estás bien?
No hubo respuesta por parte del gato. Catnap continuó mirando hacia Bobby con esa expresión vacía, como si estuviera mirando a través de ella en lugar de verla realmente.
Bobby se sintió preocupada y nerviosa. No sabía cómo interpretar esa mirada o cómo ayudar a Catnap a salir de ese estado emocional. Estaba por volver a preguntarle algo al gato, pero la voz de Dogday la hizo distraerse un poco.
El perro pudo notar que la cola del gato se había esponjado ligeramente y eso le daba muy mala espina.
—Bobby, tal vez deberíamos darle un poco más de espacio —sugirió Dogday en voz baja— Creo que todavía no está listo para...-
Dogday se calló al instante cuando vio que el gato se levantaba de su asiento para caminar tranquilamente hacia la cocina.
El movimiento repentino de Catnap hacia la cocina dejó a todos en la sala sorprendidos y curiosos. Bobby, Dogday y Snowy intercambiaron miradas, tratando de entender qué significaba este cambio de comportamiento en el gato.
Sin decir una palabra, Catnap caminó con pasos lentos pero decididos hacia la cocina. Su movimiento era sereno y calculado, como si estuviera en un estado de trance. La cola del gato, que previamente se había esponjado ligeramente, ahora estaba en reposo, pero su expresión facial seguía siendo enigmática y distante.
Bobby sintió un destello de esperanza. El simple hecho de que Catnap se moviera y mostrara algún tipo de actividad era un cambio positivo en comparación con su estado anterior de quietud y melancolía.
—¿Deberíamos seguirlo? —preguntó Bobby a Dogday y Snowy en voz baja, sin apartar la vista de Catnap—
Dogday asintió con cautela, indicando que podrían seguir al gato hacia la cocina, pero manteniendo una distancia respetuosa. Bobby se puso de pie con cuidado y siguió a Catnap, seguida de cerca por Dogday y Snowy.
Al llegar a la cocina, Bobby observó cómo Catnap se detenía frente a la ventana de la cocina, donde la luz del sol comenzaba a filtrarse tímidamente a través de las cortinas. Parecía que el día se había despejado y las nubes que cubrían el sol habían desaparecido brevemente.
El cuerpo del gato cubría parcialmente la ventana así que los demás no podían ver con claridad lo que estaba tratando de hacer, hasta que finalmente se dio la vuelta para dejar ver que Catnap estaba sosteniendo la maceta que Bobby le había regalo con las lavandas.
Catnap sostenía la maceta con las lavandas que Bobby le había regalado. Las flores estaban en buen estado, con colores vivos y un aroma fresco que llenaba la cocina. Bobby, Dogday y Snowy observaron en silencio mientras el gato sostenía la maceta con una extraña mezcla de delicadeza y firmeza.
—Oh... —Exclamo con sorpresa al ver las flores en buen estado— Si que las has cuidado bien —Dijo con una sonrisa— Veo que cumpliste con tu promesa jeje
Sin pensarlo demasiado Bobby se acerco con cuidado a Catnap para ayudarlo con la maceta y observar las flores a la par que las olía un poco.
—No han perdido su aroma... o tal vez es el tuyo jeje, después de todo hueles a lavanda
Bobby estaba feliz de que el gato, aún en ese estado; estuviera cuidando de su regalo, además de que verlo caminar hasta la cocina para mostrarle las flores era un avance en cierto modo.
—Durante toda esta semana, después de desayunar, Catnap se encarga de regar las platas y cuidarlas —Comento Snowy mientras formaba una sonrisa al entender el motivo de su preocupación directa con aquellas plantas—
—¿Es eso cierto Catnap? —Preguntaba Bobby con curiosidad, mirando al gato—
Catnap asintió lentamente, confirmando lo que Snowy había dicho. Aunque sus ojos seguían teniendo esa mirada distante, había una chispa de reconocimiento en ellos. Nuevamente el gato tomaba a todos por sorpresa cuando camino hasta una de las repisas de la cocina para tomar su libreta y un lápiz, se tomo el tiempo necesario para escribir un mensaje que posteriormente le entrego a Bobby.
Bobby tomó la libreta con curiosidad, observando a Catnap mientras le entregaba el mensaje. Con cuidado, leyó las palabras escritas en la página.
—"Te dije que prefería verte con una sonrisa, por eso las cuido tanto"
Bobby sintió un nudo en la garganta al leer el mensaje. Fue inevitable que se sintiera enternecida y conmovida...
—Oh Catnap...
Sin pensarlo demasiado Bobby dejo la maceta sobre la mesa y se acerco con prisa para abrazar al felino fuertemente a la par que le daba un beso en la mejilla. Habría sido una linda escena de no ser porque Bobby olvido un detalle importante que Snowy había mencionado anteriormente. Hizo un movimiento brusco.
Catnap se tensó visiblemente al sentir el abrazo repentino de Bobby. Sus ojos se agrandaron y su cola se esponjó nuevamente, reflejando su sorpresa y nerviosismo. Por un momento, el ambiente en la cocina se volvió aún más tenso.
—¡Bobby! —exclamó Snowy con un tono de alarma—
Bobby, dándose cuenta de su error, soltó rápidamente a Catnap y retrocedió, sintiéndose culpable por haber olvidado el consejo de Snowy. Al separarse, pudo notar el estado del gato y eso solo la hizo arrepentirse.
—P-Perdón, Catnap yo... l-lo hice por instinto, no quería...
Antes de que Bobby pudiera terminar su disculpa, el gato simplemente se alejo en silencio de ellos para ir hasta su habitación y cerrar la puerta. Dogday y Snowy estaban preocupados, pero agradecidos de que el gato no hubiera reaccionado de forma violeta... pero Bobby era otro cuento, sintió como su corazón se agrieto un poco al ver que su acción había incomodado al felino de alguna manera.
Dogday y Snowy se acercaron a Bobby, tratando de consolarla. La atmósfera en la cocina se había vuelto aún más pesada después del abrupto retiro de Catnap.
—Solo quería mostrarle cuánto me importa —dijo Bobby, su voz temblando ligeramente— No quería asustarlo...
Dogday miró a Snowy y luego a Bobby, tratando de encontrar las palabras adecuadas para consolar a su amiga. La osita realmente se veía triste así que tenía que animarla de alguna manera.
—Tranquila Bobby, estoy seguro de que Catnap sabe que no era tu intensión, solo necesita algo de espacio...
Sin muchas palabras de por medio, Bobby simplemente asintió, aunque su expresión demostraba tristeza por ver como terminaron las cosas, tendría que haberse controlado, tal vez de esa forma hubiese logrado hablar un poco más con Catnap.
—Espero no que esto no afecte más su estado...
—No lo creo —Intervino Snowy con una sonrisa— Si te soy sincera, creo que hicimos un avance importante con Catnap, es curioso, pero veo que él te escucha, durante toda la semana ni siquiera había escrito nada en su libreta, pero hoy fue la excepción contigo
Las palabras de Snowy hicieron que Bobby levantara la cabeza, aunque todavía mostraba signos de preocupación.
—¿De verdad crees eso, Snowy? —preguntó Bobby, buscando consuelo en las palabras de su amiga—
—Sí, realmente lo creo —respondió Snowy con una sonrisa cálida— Catnap reaccionó contigo de una manera que no lo ha hecho conmigo... —Aclaro mientras formaba una sonrisa un tanto más de picardía— Y no creas que no note lo que significo ese abrazo jeje
Bobby se sonrojó al escuchar las palabras de Snowy, pero una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
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El tiempo había pasado rápidamente y ahora el sol se estaba ocultando. Dogday y Bobby salían de la casa de Catnap mientras Snowy los despedía antes de cerrar la puerta. Durante el camino, Dogday y Bobby estuvieron hablando un poco en tranquilidad hasta que Dogday le dijo algo que sorprendió un poco a la osita.
—Entonces... ¿Puedo venir a visitarlo otra vez? —preguntó Bobby con curiosidad.
—Siempre y cuando Snowy y yo estemos presentes, sí. Tal vez tu compañía ayude a Catnap a sentirse mejor —respondió Dogday.
Bobby sonrió, sintiendo un rayo de esperanza.
—Gracias, Dogday. Haré lo mejor que pueda para ayudar a Catnap a mejorar.
Mientras seguían caminando, el sol se ocultaba por completo, dejando una suave luz dorada en el horizonte. Bobby caminaba tranquilamente junto a su amigo, la conversación se había desviado y ahora estaban hablando de otros temas, estaban hablando sobre los preparativos para el festival que se acercaba cada vez más... al menos así era hasta que Bobby recordó algo importante.
—Oye Dogday... ¿Ya hablaste con Crafty? —Pregunto con curiosidad la osita—
Ante la pregunta, el perro volteo a verla con tranquilidad y formo una sonrisa ligera.
—Si, hable con ella la semana pasada y antes de que preguntes... ya arreglamos las cosas entre nosotros
—Me alegra escuchar eso... pero... ¿seguro que Crafty está bien? No la he visto llevar su colgante y tampoco la he visto dibujar tanto como lo hacía antes
Dogday se detuvo un momento, reflexionando sobre las palabras de Bobby. Miró al horizonte, donde los últimos destellos de luz del sol se desvanecían, y luego volvió su mirada a la osita.
—Estuvimos hablando un poco sobre su pasado... y digamos que eso la afecto un poco, pero no te preocupes por eso, Crafty está bien, solo necesita tiempo
Bobby asintió lentamente, comprendiendo la situación, pero aún preocupada por su amiga.
—Espero que esté bien. Ella es tan creativa y siempre está llena de energía... No verla así me preocupa.
Dogday le dio una palmadita en el hombro a Bobby, tratando de tranquilizarla.
—Descuida, te prometo que ella está bien... hay que cambiar mejor el tema —Comento el perro mientras la miraba con una sonrisa— ¿Por qué no me dijiste que estabas enamorada de Catnap?
Ante la pregunta inesperada de Dogday, la osita se sobresalto un poco a la par que sus mejillas se enrojecían.
—¿Y tú como sabes que estoy enamorada? ¿Te lo dijo Piggy? Agh... le dije que era un secreto...
—Jeje —Riendo ante la reacción de su amiga— Piggy no me lo dijo Bobby
—¿Eh? —Confundiéndose— ¿Entonces...?
—Bueno... después de la declaración de Crafty, me di cuenta de que no prestaba mucha atención a los sentimientos de los demás... soy muy despistado en ese aspecto así que estoy tratando de arreglarlo, no es fácil, pero he empezado a notar que el amor es algo obvio... No soy el mejor para decirlo, luego de lo que sucedió con Crafty, pero es divertido ver que Catnap no se da cuenta de que tu sientes algo por él...
Bobby se quedó un momento en silencio, procesando las palabras de Dogday.
—Es cierto que me preocupo mucho por Catnap... Pero no creo que él sienta lo mismo por mí.
Dogday asintió con comprensión.
—A veces, las cosas no son tan obvias para quienes están dentro de la situación... Soy el claro ejemplo de eso junto a Kickin jeje... Pero, ¿has considerado decirle cómo te sientes?
Bobby miró al suelo por un momento, pensativa.
—No sé... Temo arruinar nuestra amistad si lo hago. Además, con todo lo que ha estado pasando últimamente, no quiero añadir más complicaciones —Suspirando— Tal vez cuando las cosas se resuelvan... intente decirle, por ahora creo que lo mejor es guardar esos sentimientos hasta que sea un buen momento —Sonriendo—
—Supongo que es lo mejor —Sonriéndole cálidamente— Es curioso... sabiendo cómo eres, creí que estarías coqueteándole cada que tuvieses oportunidad o siendo más melosa
—Hey... —Comento con una sonrisa y un tono de ligera ofensa— Sé que mi especialidad es el amor, pero prefiero dejar las cosas desarrollarse con el tiempo
—Jeje... de todas formas es genial que seas tan consciente de cómo quieres abordarlo —respondió Dogday, mostrando aprecio por la sensibilidad de su amiga.
Bobby asintió, sintiéndose reconfortada por la comprensión de Dogday.
—Gracias, Dogday. Sabes que valoro mucho nuestra amistad y no quiero hacer nada que la ponga en riesgo. Además, Catnap es un tanto difícil de leer a veces —comentó Bobby, pensativa—
—Eso no lo voy a negar Bobby...
.
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.
Nota del autor: Hey c.c/
Solo quiero hacerles una pregunta, me di cuenta al revisar los capítulos posteriores (El guion) que está parte de la historia es un tanto lenta, así que para aligerar un poco la carga, quiero saber su opinión.
¿Qué desarrollo prefieren ver primero?
-El romance de Hoppy y Kickin
-La recuperación de los recuerdos en Bubba
-Los sentimientos de Bobby y Catnap
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