Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo #30

| Tiempo al tiempo |

La noche se había desvanecido en el pasado, cediendo su lugar a un nuevo amanecer en la aldea de las criaturas sonrientes. Pero algo mágico sucedía en esa mañana: el invierno comenzaba a hacerse sentir. Las temperaturas habían descendido considerablemente, y el frío invernal se hacía presente en cada esquina del pueblo. El rocío de las plantas se congelaba en pequeñas zonas, dejando en el aire la sensación de que el invierno se acercaba con paso firme.

Las criaturas de SmileVille salían de sus hogares envueltas en capas de abrigo, bufandas tejidas con colores brillantes y gorros que cubrían sus orejas del viento gélido. El paisaje estaba salpicado de pequeñas formaciones de hielo, y el viento susurraba con fuerza y frialdad, trayendo consigo el perfume fresco y revitalizante del invierno.

A medida que el día avanzaba, el hálito de invierno se extendía por la aldea. Las horas de la mañana pasaron rápidamente, y pocas eran las criaturas sonrientes que se encontraban rondando por las calles; muchos preferían quedarse en casa para evitar las bajas temperaturas. Sin embargo, una unicornio se encontraba fuera de su casa, aparentemente decorándola. Llevaba consigo una bufanda celeste mientras intentaba encontrar la tonalidad perfecta de colores para adornar su hogar. Se trataba de Craftycorn, quien estaba decidida a darle un toque especial a su morada... al menos esa era la idea

Con cuidado, Craftycorn colocaba algunas telas brillantes y festivas, buscando un contraste perfecto con la nieve que próximamente cubriría SmileVille. El aire frío era un problema, pero trataba de que no mermara su entusiasmo. Mientras trabajaba, su aliento formaba nubes de vapor que se disipaban rápidamente en el viento. Las luces que había colgado brillaban tenuemente bajo el sol invernal, prometiendo un resplandor mágico cuando la noche cayera.

—Azules para el contraste con la nieve... o rojas para que destaquen... —murmuraba para sí misma, sosteniendo dos cintas diferentes en sus pezuñas mientras miraba su hogar con una mirada crítica— Aaahh... —Suspirando con cansancio, dirigiendo su mirada al suelo— ¿A quién engaño...? No me puedo concentrar...

Craftycorn se tomaba muy en serio la decoración de su casa durante el invierno; cada año sorprendía a todos con su creatividad. Tenía una ligera riña con sus amigas durante esas fechas, pues ver quién decoraba la mejor casa siempre le parecía divertido. Aunque este año era distinto. Algo la estaba molestando; su motivo principal para deslumbrar con la decoración de su casa se había desvanecido.

La competencia de casas era una excusa para Craftycorn. En realidad, lo que buscaba cada año era sorprender a Dogday. Siempre era lo mismo: ella decoraba su casa lo mejor que podía, intentando superarse al año anterior. Y el resultado era que su amigo le dedicaba una sonrisa de alegría, una sonrisa que Craftycorn disfrutaba ver, una sonrisa que la hacía sentir especial.

—¿Para qué esforzarme tanto...? Dogday ya dejó en claro lo que piensa... —murmuró, sintiendo una punzada de tristeza—

El viento gélido soplaba a su alrededor, haciendo que la unicornio se estremeciera. La mañana avanzaba y el frío se intensificaba, pero Craftycorn seguía allí, perdida en sus pensamientos. Recordaba los inviernos pasados, cada uno lleno de risas y momentos compartidos con Dogday. Pero este año, las cosas se sentían diferentes. Había una distancia entre ellos que no podía ignorar.

Se odiaba a sí misma, nunca debió de confesarle lo que sentía... las cosas ahora se sentían incómodas, aunque sabía que Dogday posiblemente no quería herirla, era inevitable no pensar en lo negativo de la situación.

—Lo arruiné... —susurró para sí misma, sintiendo una mezcla de arrepentimiento y tristeza—. Quizás hubiera sido mejor mantenerlo en secreto.

El recuerdo de la confesión aún estaba fresco en su memoria. Había esperado con el corazón latiendo a mil por hora, con la esperanza de que Dogday pudiera sentir lo mismo. Pero su respuesta, aunque gentil y comprensiva, había dejado claro que no compartía sus sentimientos de la misma manera.

Craftycorn sacudió la cabeza, tratando de despejar los pensamientos negativos. No quería que sus sentimientos salieran a flote, de lo contrario no dejaría de llorar. Debía encontrar una manera de seguir adelante... por su bien y por el bien de Dogday.

—Tal vez... sea mejor alejarme de él por un tiempo...

Mientras Crafty pensaba en ello, alguien logro acercarse hasta ella.

Crafty ¡buenos días! —Saludaban un par de voces a las espaldas de la unicornio—

¿Uh?

La unicornio, con sorpresa, dirigió la mirada hacia la dirección de aquella voz, encontrándose con la nutria de la aldea, Opher, quien sonreía de forma cálida al encontrarla tan temprano despierta. Opher llevaba una bufanda amarilla alrededor de su cuello para evitar el frio. Crafty al verla trato de recomponer su estado de animo para formar una sonrisa aunque termino fallando en el intento.

—¡Hola, Opher! —dijo Craftycorn, forzando una sonrisa— ¿Qué te trae por aquí tan temprano?

Opher se acercó, su aliento formando nubes de vapor en el aire frío. Aunque estaba sonriendo, al acercarse formó una expresión preocupada. Craftycorn no acostumbraba a sentirse mal emocionalmente, aunque fuera tímida en algunas ocasiones, siempre portaba una sonrisa... verla formar una sonrisa forzada hizo que Opher sintiera curiosidad y preocupación.

—Crafty, ¿estás bien? —preguntó Opher con suavidad, inclinándose un poco hacia adelante para mirarla a los ojos— Te ves... diferente hoy.

Craftycorn suspiró, dándose cuenta de que no podía ocultar sus sentimientos tan fácilmente, ser una chica alegre le jugaba en contra en ese momento.

—Solo estoy un poco... distraída, supongo —admitió Craftycorn, bajando la mirada

Opher asintió, mostrando comprensión. Sin embargo, su preocupación no disminuyó.

—¿Quieres hablar de ello? —ofreció, su voz llena de sincera preocupación— A veces ayuda compartir lo que te molesta... no soy tan buena hablando de estos temas como Bobby, pero puedo escucharte si así lo quieres

Craftycorn dudó por un momento. Parte de ella quería desahogarse, pero otra parte temía que hacerlo solo empeorara las cosas. Sin embargo, la calidez y la paciencia de Opher la animaron a abrirse un poco más.

—Es complicado, Opher —comenzó Craftycorn, sintiendo tristeza conforme intentaba hablar— Tiene que ver con Dogday... y cómo me siento.

Opher asintió lentamente, esperando a que Craftycorn continuara.

—Confesé mis sentimientos a Dogday —dijo finalmente, su voz apenas un susurro— Y no resultó como esperaba

Opher permaneció en silencio por un momento, asimilando lo que Craftycorn había dicho. No era un secreto que la unicornio sentía algo por el líder de las criaturas sonrientes; lo que le sorprendía era que se hubiera confesado y, para mayor sorpresa, que Dogday la rechazara. Pero no podía darse el lujo de mostrar su sorpresa, tenía que animar a Crafty de alguna u otra forma.

—Oh, Crafty... —dijo Opher finalmente, su voz llena de ternura y empatía— Lamento mucho escuchar eso, debe ser muy difícil para ti.

Craftycorn asintió, sintiendo las lágrimas amenazar con brotar.

—Sí, lo es —admitió— No sé cómo manejar esta situación. Dogday siempre ha sido tan importante para mí, y ahora... todo se siente tan raro... no puedo verlo directamente a la cara... tal vez lo mejor sea darme un tiempo y alejarme de él...

¿Qué? —Preguntaba la nutria con sorpresa y preocupación— No, no, no, Crafty —Acercándose a ella para abrazarla— No digas eso ni de broma

Craftycorn se dejó abrazar por Opher, sintiendo un poco de consuelo en su calidez.

—E-Es que... me duele, Opher —dijo Craftycorn, con la voz quebrada— ¿P-Por qué tiene que doler tanto...?

Opher la sostuvo con más fuerza, transmitiéndole su apoyo y comprensión.

—Ay Crafty... —dijo Opher suavemente— El rechazo duele mucho, Pero alejarte de él puede hacer que te sientas más sola... —Tratando de consolarla— Sé que estas dolida, pero esa no es la solución...

—¿Entonces qué puedo hacer? Snif... no quiero seguir con este dolor...

—Yo... no lo sé... —decía la nutria con dolor al no poder ayudar a su amiga— Quisiera poder responderte con seguridad que las cosas van a mejorar, pero no puedo hacerlo... todo lo que te puedo decir es que sigas adelante, Crafty. Tal vez las cosas no salieron como deseabas, pero eso no significa que Dogday y tú no puedan seguir siendo amigos —separándose del abrazo para mirarla y dedicarle una sonrisa ligera— Necesitas tiempo para pensar en lo ocurrido. Desahógate, llora y expresa lo que sientes, eso no tiene nada de malo... pero trata de seguir adelante

Craftycorn asintió, dejando escapar un suspiro tembloroso. La calidez de Opher y sus palabras la hicieron sentir un poco mejor, pero la tristeza seguía allí, pesando sobre su corazón.

—Lo intentaré... —murmuró Craftycorn, sus ojos todavía llenos de lágrimas— Gracias Opher

—Para eso son las amigas Crafty —Sonriendo— Ahora cambiando de tema... tal vez un chocolate caliente pueda levantarte el animo ¿Qué dices? Yo invito

A pesar de la tristeza que la embargaba, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios ante la propuesta de un chocolate caliente.

—Me encantaría, Opher —respondió Craftycorn, sintiendo un destello de ánimo en su voz—

Perfecto —Respondía la nutria— Vamos a la cafetería de Piggy

Tras eso dicho; ambas tomaron rumbo hacia la cafetería de Piggy, la casa de Crafty no estaba tan lejos de la cafetería, pero caminaban lento para apreciar el nuevo ambiente invernal que se dibujaba por SmileVille, las criaturas sonrientes decoraban sus casas con alegría, la gran mayoría disfrutaba esa estación del año por lo especial del festival que se preparaba durante esas fechas.

No puedo esperar a ver la nieve caer sobre SmileVille —Comentaba la nutria en un intento de hacer conversación con su amiga— El invierno es de mis estaciones favoritas del año

—Creí que no te gustaban las bajas temperaturas —Decía la unicornio con curiosidad—

No me gusta tanto la sensación de tener nieve en mi pelaje —Aclaraba Opher— Pero en sí, puedo soportar el frio sin tanto problema... Me gusta el invierno porque mantienen a todos unidos de cierta manera

Craftycorn asintió, pensando en las palabras de Opher. Tal vez había algo especial en el invierno que podía ayudarla a sanar su corazón herido.

Al llegar a la cafetería, fueron recibidas por el cálido aroma de chocolate y café. Piggy, detrás del mostrador, les dedicó una sonrisa amigable.

Crafty, Opher —Nombraba la cerdita al verlas ingresar a su cafetería— Bienvenidas jeje ¿En qué les puedo ayudar?

—Buenos días Piggy —Saludaba la nutria junto con Crafty— Un chocolate caliente para ambas estará bien

—Entendido, no me tardo —Comento la cerdita mientras ingresaba a la cocina—

Craftycorn y Opher encontraron un rincón acogedor para sentarse. A través de las ventanas de la cafetería, podían ver cómo los copos de nieve comenzaban a caer suavemente, añadiendo un toque mágico al paisaje de SmileVille. La calidez del lugar y la compañía de Opher hacían que Craftycorn se sintiera un poco mejor, aunque la tristeza aún estaba presente.

La unicornio simplemente tomo una posición cómoda para poder mirar por la ventana mientras esperaba el chocolate caliente. Opher quien estaba sentada frente a ella solo la miraba con preocupación, se podía notar que Craftycorn no estaba en el mejor animo posible... De hecho, ahora que Opher la miraba más detenidamente, la unicornio no llevaba consigo el cuaderno que usualmente cargaba consigo para dibujar.

—Crafty, no tienes tu cuaderno hoy —comentó Opher suavemente, esperando no hacerla sentir peor— Siempre lo llevas contigo.

Craftycorn suspiró, desviando la mirada de la ventana hacia su amiga.

—No me sentía con ánimos de dibujar hoy —admitió Craftycorn—

Lo que dijo Craftycorn solo pudo confirmarle a Opher que la unicornio realmente estaba pasando por algo difícil, tenía el corazón totalmente roto... parecía que su chispa había desaparecido, era totalmente normal, estaba pasando por el desamor más peligroso de todos; el primer rechazo.

Opher estaba por decir algo más cuando repentinamente Piggy apareció en la escena con las dos tazas de chocolate caliente junto con algunas galletas en una bandeja.

—Aquí tienen, chicas —dijo Piggy con una sonrisa cálida— Espero que disfruten.

Craftycorn tomó su taza y la envolvió con sus pezuñas, disfrutando de la calidez que irradiaba. Le dio un pequeño sorbo y dejó escapar un suspiro de alivio.

—Esta delicioso —dijo Craftycorn, esbozando una pequeña sonrisa— Gracias, Piggy.

—No es nada —Respondía la cerdita— Prueben las galletas también, intente innovar con la receta jeje

Opher simplemente formo una leve sonrisa para pasar a beber su chocolate también, el primer sorbo siempre era el mejor así que se tomo el tiempo para disfrutarlo, mientras tanto, Craftycorn miró nuevamente por la ventana, observando cómo los copos de nieve caían suavemente, creando una atmósfera mágica en SmileVille. El clima frío y la compañía de sus amigas comenzaban a calmar su corazón herido.

El ambiente entre las amigas era relajado y aunque no tuvieran un tema de conversación, no hacía falta, la simple compañía de las chicas le ayuda a Crafty en esos momentos. Sin embargo el silencio no duraría para siempre puesto que Piggy recordó algo importante que tenía que decir.

¡Oh! Ahora que recuerdo —Exclamaba la cerdita, atrayendo la atención de Opher y Crafty— Crafty, ¿te molestaría que te pida un favor?

Ante lo dicho la unicornio se intrigo un poco, Piggy muy rara vez pedía favores, normalmente la cerdita hacía las cosas por si misma ya que era algo orgullosa.

Para nada ¿Qué clase de favor? —Preguntaba con curiosidad—

Pues estaba pensando en decorar la cafetería un poco... Pero ya sabes que no soy del todo buena escogiendo colores o decoraciones en general —Comentaba con algo de pena— Opher también podría ayudar si es que ella quiere

Craftycorn sonrió, sintiendo un ligero entusiasmo ante la idea de ayudar a su amiga con algo creativo. Tal vez esto podría distraerla de su tristeza. Por otro lado, Opher simplemente asintió con optimismo.

—¡Claro, Piggy! Me encantaría ayudarte a decorar la cafetería. ¿Tienes alguna idea en mente o prefieres que improvisemos juntas? —preguntó Craftycorn—

—Tengo algunas ideas, pero creo que será más divertido si improvisamos juntas. Podemos empezar por elegir algunos colores y luego ver qué se nos ocurre. ¿Qué les parece? —propuso Piggy—

—Suena perfecto —respondió Opher—

Tras esas últimas palabras, Piggy fue corriendo a la entrada de la cafetería para colocar el letrero de "cerrado", era importante no tener visitas que pudieran interrumpirlas. De esa forma la planeación sería mucha más clara para las tres

. . .

Las horas pasaron rápidamente para las tres amigas. Los planes habían sido un éxito y ahora todas estaban ayudando a decorar la cafetería de Piggy. La idea principal era hacerla ver más "hogareña" y, para eso, Crafty tuvo la idea de colocar papel tapiz con textura de madera en todas las superficies al descubierto de la cafetería. De ese modo, las paredes darían un sentimiento acogedor y familiar. La decoración avanzó de forma rápida y eficiente. Ya casi habían terminado de colocar todo el papel tapiz en la entrada y solo faltaba pensar en el decorado para los manteles de las mesas, pero por ahora eso le bastaba a Piggy.

A pesar de estar ocupadas con la decoración, el ambiente se llenó de risas y bromas. Cuando Crafty fue a conseguir más papel tapiz con Fany Fawn, una cervatilla que disfrutaba creando decoraciones, Opher y Piggy aprovecharon para hablar un poco entre ellas. Para sorpresa de Opher, la cerdita le preguntó directamente si sabía algo relacionado con el estado de ánimo de Crafty.

—Opher, ¿te puedo hacer una pregunta? —preguntó Piggy, recibiendo un asentimiento por parte de la nutria— No sé si soy solo yo, pero Crafty parece diferente, más apagada... ¿sabes si pasó algo con ella? Ñam... —Dándole un mordisco a un panecillo—

Opher vaciló, no queriendo traicionar la confianza de su amiga, pero al mismo tiempo entendía la preocupación de Piggy.

—Eh... B-Bueno, no sé si deba contártelo, no quiero ser desconfiada, pero a veces se te escapa algún que otro secreto...

—Vamos, Opher... —suplicaba la cerdita— Por favor, también soy amiga de Crafty, me preocupa... no voy a decirle nada a nadie, solo quiero entender.

Opher suspiró y miró a Piggy con seriedad.

—Está bien, pero prométeme que no dirás nada —pidió Opher, asegurándose de que Piggy comprendiera la importancia del secreto—

—Lo prometo —respondió Piggy con sinceridad—

—Crafty está pasando por un desamor —explicó Opher en voz baja— Tal parece que se le confeso a Dogday y él la rechazo...

¡¿La rechazo?! —Pregunto con enojo, intentando imaginar que había escuchado mal—

La nutria se sobresaltó un poco por el repentino grito de la cerdita, al poner más atención a Piggy; pudo darse cuenta de que ahora tenía una expresión molesta, incluso pudo notar que Piggy apretó con tanta fuerza el panecillo que lo termino destrozando sin problema.

B-Bueno... e-eso fue lo que Crafty me dijo

—¡Urg! —Expresando su molestia con un leve gruñido— Ese perro escuálido... ¿Cómo se atreve a romper su corazón? Crafty lleva enamorada de él tanto tiempo y ¿Dogday ni siquiera le dio la oportunidad? Que gran pedazo de...

—P-Piggy —intervenía Opher— Dogday no tiene la culpa y tampoco Crafty —intentando tranquilizar la molestia de la cerdita— Seguramente Dogday tuvo sus motivos para rechazarla, lo conoces mejor que yo. Ese perro no tiene intenciones de lastimar las emociones de los demás... al contrario, se preocupa mucho por todos

Piggy resopló, tratando de calmarse. Sabía que lo que decía Opher era cierto, pero aun así sentía la situación muy injusta para Crafty. La unicornio había invertido tanto tiempo en desarrollar sus sentimientos por Dogday, solo para que todo se desmoronara de repente en esa ilusión de amor que sentía. No podía evitar sentirse molesta con Dogday; había lastimado a una de sus amigas, y eso le dolía profundamente.

—Lo sé, Opher —admitió Piggy con frustración— Pero ver a Crafty así.... Ella no merece esto... no hizo nada malo y aun así está sufriendo

Opher asintió comprensivamente.

No podemos hacer nada al respecto con Dogday, pero lo que si podemos hacer; es tratar de ayudar a Crafty a sentirse mejor, podemos pedirle ayuda a Bobby después, por ahora lo mejor es hacer que se distraiga y no piense demasiado en Dogday ¿De acuerdo?

—Bien... —Suspirando con resignación— Supongo que lo que importa ahora es hacerla sentir mejor

—Exactamente —Respondía Opher con una leve sonrisa, regresando a colocar el papel tapiz en el que estaba trabajando—

Voy a envenenar la comida de ese perro... —Murmurando—

Piggy... —Mirandola de forma cansada— Nada de hacer planes para dañar a Dogday

—Mmmhhh... Bien... —Aceptando de mala gana—

Tras ese leve comentario; la puerta de la cafetería se abrió y junto con ello la campana sonó para indicar que alguien había entrado, Piggy y Opher voltearon a la entrada y pudieron ver a Crafty cargando una caja con unas cuantas cosas siendo seguida por una cervatilla que portaba el colgante de un espiral de colores.

Ya estoy de regreso —Comento la unicornio mientras dejaba la caja en el suelo— Espero que no te importe, pero le pedí a Fany que nos ayude con la decoración —Mirando a la cerdita—

—No hay problema —Negaba con una sonrisa— Ustedes son las expertas después de todo ¿Cómo te va Fany? Hace mucho no hablo contigo

—Estoy bien —Respondía la cervatilla con una sonrisa— Ya sabes, organizando eventos para todos, decorando, creando y expresando mi creatividad con arreglos en las casas, aunque últimamente tengo mucho trabajo por los pedidos de los demás habitantes del pueblo... Ser la que hace las decoraciones no es fácil cuando todos buscan decorar en estas fechas jeje ¿Cómo te va a ti Piggy? —Dejando una libreta con un listado de cosas sobre una de las mesas—

Meh... no me puedo quejar, ni tan bien y tampoco tan mal —Respondía la cerdita alzando los hombros con cierta indiferencia— ¿Qué tienes ahí? —Señalando la libreta—

Oh, bueno, ya que voy a ayudarlas con la decoración de tu cafetería, pensé que podía usar algunas cosas que tengo guardadas —Entregándole la lista a Piggy—

Mmmhh... —Leyendo los artículos enlistados— Papel tapiz de madera, luces con colores fríos y cálidos, fundas para asientos, pinturas, un pizarrón y... ¿Telas de colores? —Subiendo su mirada hasta topar con Fany— ¿Por qué hay tantas cosas?

—¿No es obvio? —Preguntaba la cervatilla con cierta gracia— Vamos a darle una renovación a tu cafetería

—¿R-Renovación? —Preguntaba con preocupación— P-Pero solo quiero que el lugar se vea más hogareño...

—Y eso haremos —Explicaba Crafty mientras sacaba las pinturas de la caja que dejo en el suelo— No te preocupes Piggy, confía en nosotras, no cambiaremos tanto tu cafetería y cuando términos verás que tendrás lo que pediste

Y con esas palabras dichas, el grupo empezaría a ponerse más a la obra, ya no era una simple decoración, el plan había cambiado a hacerle una pequeña renovación a la cafetería, al menos a la parte del comedor.

.

.

.

Mientras tanto en la casa del elefante en SmileVille; Bobby y Bubba estaban terminando de desayunar, habían desayunado tarde debido a que la osita había limpiado el desastre de la habitación del elefante en compensación por haber pasado ahí la noche; Bubba estaba algo apenado porque no tenía intensiones de organizar pronto su habitación. Era listo, pero a veces algo descuidado... sin embargo no le molestaba, tenía orden en su propio desorden y ahora estaba preocupado por saber si Bobby había revuelto sus cosas.

Bobby... ¿Cómo organizaste mis notas? —Preguntaba el elefante con curiosidad—

La osita le dio un sorbo a su té de limón con miel y miro a Bubba con una sonrisa, ya se estaba imaginando que iba a preguntar tarde o temprano sus preocupación con respecto a su reorganización.

—No te preocupes, Bubba. Sé lo importante que son tus notas para ti, así que me aseguré de no cambiar nada. Solo las organicé un poco para que fueran más fáciles de encontrar cuando las necesites —explicó Bobby, asegurando al elefante que todo estaba en orden—

Bubba asintió aliviado.

—Gracias, Bobby... la verdad me preocupaba que terminarás desordenando todo por accidente, aunque tuvieras la intensión de organizar

Y tras ese agradecimiento la habitación quedó en silencio, Bubba terminaba de desayunar mientras Bobby se quedaba mirando a la ventana de la cocina, ya estaba comenzando a nevar... Bubba en un punto dado posó su vista en Bobby, tenía una expresión preocupada en su rostro, no solo eso, también se le veía mover su pierna con cierta impaciencia.

Bubba era listo, pero no tenía que ser un genio para entender el porque Bobby estaba tan preocupada. Después de todo, Hoppy y Crafty actuaban de la misma manera en ocasiones y era todo por el mismo motivo que Bubba sospechaba.

Entonces... —Hablaba repentinamente el elefante, mirando como Bobby le daba otro sorbo a su té— ¿Te gusta Catnap?

La pregunta de Bubba tomó por completo desprevenida a Bobby. La osita no esperaba que su amigo abordara un tema tan personal de manera tan directa. Su reacción fue una mezcla entre sorpresa y nerviosismo palpable. Inconscientemente, dio un resoplido nervioso justo cuando estaba a punto de tomar un sorbo de su té de limón con miel. El líquido caliente le hizo atragantarse ligeramente, provocando una tos repentina que intentó contener con gestos apresurados de disculpa.

Las mejillas de Bobby se colorearon levemente bajo su pelaje rojizo, una señal evidente de su embarazo momentáneo. Intentó recuperar la compostura, respirando hondo para calmar los nervios que la invadían. Luego de unos segundos de tranquilidad la osita miro al elefante, su mirada paciente le hizo a Bobby que el elefante azulado estaba esperando una confirmación o una negación

Tienes que trabajar mucho en la forma en que abordas temas personales con los demás —Regaño Bobby— Casi me ahogo por tu culpa

—Lo siento —Se disculpaba el elefante— Pero siento curiosidad —Explicaba con un tono tranquilo—

Aaah... —Suspirando— Supongo que era solo cuestión de tiempo para que alguien más se diera cuenta... —Murmurando para sí misma, terminando su té, mirando a Bubba— Te respondería directamente Bubba, pero ya le dije a Hoppy mi problema

—¿A qué te refieres?

—Le tengo cariño a Catnap, pero todavía no estoy segura de lo que siento por él... es complicado

—¿De verdad? —Preguntaba el elefante con sorpresa— Pero eres Bobby Bearhug —Comentaba con incredulidad— Eres la personificación del cariño, figurativamente hablando, creí que sabrías todo sobre el amor, siempre creí que cuando estuvieras enamorada no tardarías demasiado en declararte como Crafty o Hoppy, incluso imaginé que serías la primera en tener pareja y...-

—No me estas ayudando Bubbaphant... —Bobby lo interrumpió con cierta molestia, recostándose en la silla y dando un suspiro— Lo que trato de decir es que el amor no es tan simple, incluso para alguien como yo. Tengo miedo de arruinar la amistad que tengo con Catnap si resulta que mis sentimientos no son correspondidos o si no son tan profundos como creo.

Bubba ahora entendía mejor la respuesta de Bobby. No se trataba de una respuesta tan simple; había muchas cosas que desglosar todavía con respecto a los sentimientos de Bobby hacia Catnap. El elefante se quedó en silencio, reflexionando sobre las palabras de su amiga, y luego decidió que lo mejor sería ofrecerle su ayuda. Bobby también se merecía a alguien en quien confiar para hablar de esos temas.

Bueno... sabes que no soy bueno hablando en temas sentimentales —Comentaba el elefante algo apenado— Pero, de todas formas, si necesitas ayuda con Catnap, entonces sería divertido ofrecer mi ayuda

La osita sonrió, sintiéndose un poco más aliviada al saber que tenía a alguien en quien confiar.

Lo tendré en cuenta Bubba... —Sonriendo— Por ahora no quiero concentrarme tanto en eso, prefiero investigar qué es lo que le estaba pasando a Catnap

—De acuerdo —Terminando su desayuno, levantándose de su asiento— Vamos a su casa y veamos cómo se encuentra entonces

Bobby y Bubba se prepararon rápidamente para salir. La nieve afuera caía suavemente, creando una capa blanca que estaba empezando a cubrir a SmileVile. Bobby se envolvió en su abrigo color vino, mientras Bubba se colocaba una bufanda amarilla que contrastaba con su piel azulada.

Mientras caminaban por las calles nevadas, el ambiente estaba tranquilo, solo se escuchaba el crujir de la nieve bajo sus pies. Durante el camino no dijeron nada, pero a medida que se acercaban a la casa del felino, sus pensamientos se tornaban un tanto más serios, sobre todo con Bubba, el elefante trataba de pensar en una posible hipótesis para encontrar el motivo del actuar de Catnap. Había muchas cosas que no tenían sentido

¿Qué fue lo que sucedió exactamente con Catnap cuando atacó a Bobby la primera vez? ¿Qué fue lo que asustó y traumatizó a Catnap la noche en que escapó al bosque? ¿Por qué le dijo a Bobby que debía estar muerta? Aquella última pregunta rondaba en la mente del elefante. No sabía realmente el motivo, pero estaba empezando a desconfiar del gato... Se estaba volviendo errático y parecía que, de alguna u otra forma, comenzaba a distanciarse de sus amigos. ¿Qué pudo desencadenar todo? ¿Esa pelea que tuvo con Dogday cuando escapó al bosque por primera vez tenía algo que ver? Eran demasiadas preguntas y tan pocas respuestas.

Al llegar a la casa de Catnap, se encontraron con un gran silencio. la nieve se acumulaba en el tejado y en la entrada indicando que el gato no había salido todavía de su casa. Bobby tocó la puerta suavemente.

Catnap... ¿Estás ahí? Soy Bobby, quiero hablar sobre lo que sucedió anoche...

El silencio reino por unos cuantos segundos hasta que finalmente entendieron que no iba a haber respuesta. Cuando Bobby estaba por llamar a la puerta nuevamente, sintieron pisadas apresuradas detrás de ellos, al darse la vuelta pudieron notar que Hoppy venía corriendo en dirección hacia ellos.

Hola chicos —Deteniéndose frente a ellos, saludándolos con normalidad—

—Hola Hoppy... ¿Qué haces aquí? —Preguntaba la osita con curiosidad—

Vengo a cuidar de Nap —Respondía con extrañeza— ¿Qué no recuerdas que acordamos tomar turnos?

—Oh... Claro... lo olvide —Comentaba la osita con algo de pena— Lo siento, es que algo sucedió anoche y... bueno, tenemos un problema

—¿Qué problema?

—Permíteme que te explique, será más rápido... —Comentaba Bubba—

Con eso, Bubba comenzó a relatarle a Hoppy todo lo sucedido la noche anterior: cómo Bobby había sido atacado y cómo Catnap parecía haberse encerrado en su casa desde entonces. La preocupación crecía en el corazón de Hoppy al escuchar sobre el estado emocional de su amigo, impulsándola aún más a querer ir a ver a Catnap cuanto antes.

Pobre Nap... —Comentaba la coneja mientras observaba la puerta con preocupación— ¿Qué hacemos entonces?

—Vamos a intentar una vez más —dijo, volviendo a la puerta y golpeando suavemente—Catnap, por favor, ábrenos. Estamos preocupados por ti y queremos ayudarte, necesitamos hablar...

Y nuevamente no había respuesta, eso ya empezaba a preocupar a Bobby y Hoppy, Bobby solo podía observar la puerta de la casa con una mirada seria.

¿Deberíamos forzar la puerta? —Preguntaba Bobby con preocupación—

—¿Quieres irrumpir en su casa? —respondió Hoppy algo sorprendida con la idea—

—¿Y qué propones entonces? No nos va a abrir la puerta.

Bubba se quedó en silencio por un momento, pensando en las posibles opciones. No quería invadir la privacidad de Catnap, pero tampoco podían dejarlo solo en su estado actual. Finalmente, suspiró y tomó una decisión.

Tengo una idea... pero necesitamos una escalera

—¿Eh? —Exclamaron ambas con intriga—

. . .

—Ya casi llegamos, solo prométeme que te vas a comportar. No quiero que se sienta incómodo o algo parecido, ¿de acuerdo? —Dogday miraba a su acompañante con una mezcla de preocupación y advertencia—

—Te preocupas demasiado, perrito días. Sé comportarme, tampoco soy tan infantil como tú crees —respondió Snowy con una sonrisa juguetona—

—Eso espero.

Dogday había conseguido la información que necesitaba. Hablar con Luke realmente le había ayudado a pensar las cosas con más claridad, especialmente en cuanto a cómo proceder cuando todos lograran recuperar sus recuerdos. Tendría que ser cuidadoso con ese tema... sin embargo, por ahora, eso quedaba en segundo plano.

La pregunta era, ¿por qué Snowy lo acompañaba de regreso a SmileVille? Para conocer la respuesta, había que retroceder un poco a la conversación que tuvieron Luke y Dogday en la mañana.

==== Un par de horas atrás ====

Hay que dejar que tome distancia, de esa forma podemos...-

—¿Dejar que tome distancia? —preguntaba Dogday con cierto desconcierto.

El perro caminaba junto al gato de la suerte por las calles de Gatópolis, hablando de la situación de Catnap. Dogday le había explicado a Luke que Catnap había estado actuando raro. Le contó que su voz había cambiado nuevamente a la que tenía en vida, le contó sobre su repentino ataque de violencia hacia Bobby, donde casi la hiere, y no omitió lo que le sucedió recientemente cuando escapó al bosque.

Dogday esperaba una respuesta sobre qué hacer con Catnap. Su estado le preocupaba profundamente, pero para su sorpresa, el gato alzó los hombros y le respondió que simplemente dejara al gato tomar distancia de los demás. Si él mismo se estaba alejando, entonces tal vez era lo mejor por el momento.

—Pero Luke, ¿y si algo le pasa? —insistió Dogday, con el ceño fruncido— No puedo simplemente dejarlo solo cuando está tan... perdido.

—Dogday, créeme cuando digo que también me gustaría hacer algo respecto, pero es mejor dejar que Catnap tome distancia de ustedes —explicó Luke con calma— Gracias a lo que me contaste puedo decir que tal vez la mente de Catnap ya está tratando de recordar su vida pasada... es por eso que también quiero que su grupo esté alejado del gato —Deteniendo su caminar para mirar al perro con seriedad—

No quiero dejarlo solo... me preocupa que eso termine ocasionando otra matanza —Confesaba el can sus preocupaciones—

A mi también me preocupa Dogday —Cruzándose de brazos, suspirando— Deja que termine de explicar el plan que tengo... —Indicándole que todavía no termina de contarle lo que planea— No quiero que ninguno de ustedes esté cerca de Catnap por ahora, podría ser peligroso que tenga un ataque de violencia y termine matando a alguien, es por eso que Snowy te acompaña de regreso a SmileVille

—¿Eh? —Confundido con su plan—

—Snowy estará vigilando a Catnap, mientras tú lidias con los recuerdos de los demás —explicó Luke— Voy a ajustar los protocolos de seguridad para que puedas "reactivar" los recuerdos perdidos

—No tengo problema con eso, pero... ¿Y si Catnap lastima a Snowy? —preguntó Dogday preocupado—

—No pasará nada grave —Respondía el gato con cierta indiferencia—

¿Por qué lo dices con tanta indiferencia? —Preguntaba el perro con sorpresa—

Dogday... Snowy no es real, es un NPC, solo actúa por programación —Recordándole ese detalle— Si Catnap la lastima, puedo reiniciarla fácilmente, a diferencia de lo que tendría que hacer si alguno de ustedes llega a morir, por eso no importa lo que suceda con ella

Eso es lo más insensible que he escuchado... —respondió Dogday, visiblemente molesto—

—Aaahh... —suspiró Luke con cansancio— Dogday, no quiero empezar una discusión moral sobre lo que está bien o lo que está mal, es la opción más lógica y la respuesta más viable para evitar riesgos, te guste o no, es lo que haremos...

Dogday asintió, aunque aún le molestaba la idea de que Snowy fuera tratada tan fríamente debido a su naturaleza como NPC por parte de Luke. Entendía la lógica pragmática detrás de la decisión de Luke.

============

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro