| Recuerdos en el subconsciente |

Dogday parpadeo un poco para apartar su mirada del gato mientras notaba que sus manos temblaban un poco, el perro simplemente agacho la mirada en un intento de tranquilizarse, no lo entendía... ¿de donde había salido ese recuerdo tan horrible? Ni siquiera había puesto atención a las palabras que dijo anteriormente.

—Dogday... ¿Estás bien? —Preguntaba Piggy con preocupación al ver el cambio tan repentino que Dogday tenía en ese momento—

Dogday parecía reaccionar ante la pregunta de Piggy, seguía dentro de la cafetería, el perro simplemente asintió ante su pregunta, ahora sentía muchas dudas... ¿Ese recuerdo realmente era suyo? No lo entendía, la figura que tuvo en su mente se parecía al gato que estaba en la mesa y que lo estaba mirando fijamente... El perro no lo pensó demasiado, algo dentro suya le decía que tenía que ir a hablar con él

—S-Si... estoy bien, solo... recordé algo... —Comenta el perro mientras trataba de calmarse— ¿Podrías traerme el desayuno que normalmente pido? Quiero ir a hablar con el gato de allá —Explicaba el can mientras señalaba de forma disimulada al gato color morado sentado en una de las mesas del fondo—

—Oh... C-Claro, ¿Quieres que te lo lleve hasta la mesa en donde se encuentra?

—Si... creo que si

Piggy simplemente asintió mientras tomaba camino rumbo a la cocina, mientras que Dogday, camino con cuidado hasta la mesa en donde estaba el gato. Catnap miraba fijamente al perro, sentía que lo conocía... algo dentro de él hizo que sus sentidos estuvieran alertas, pero no entendía el motivo.

Mientras tanto Catnap; no podía dejar de pensar que ese perro le era muy familiar, no lo entendía... no había perros en su antiguo hogar, él y Luke venían desde una aldea felina, todos eran gatos, los únicos que tenían un colgante eran Luke y él mismo, al menos eso era lo que recordaba, aquella aldea si bien era algo grande, no se permitían más animales, en especial perros, por el motivo que fuera, los gatos y los perros siempre habían una rivalidad y nunca había visto realmente a uno... ¿Dónde podría haber visto a ese perro si era la primera vez que veía a alguien de su especie?

Dogday se acercó a la mesa de Catnap con una mezcla de curiosidad y precaución. Aunque no entendía completamente por qué, sentía que debía hablar con el gato morado que lo miraba fijamente. Al llegar a la mesa, Dogday se detuvo frente a Catnap, quien lo observaba con una expresión enigmática.

—Hola... Disculpa, ¿puedo sentarme contigo? —preguntó Dogday con voz tranquila pero cargada de intriga—

—...

Catnap asintió levemente y guardaba silencio, invitando a Dogday a tomar asiento frente a él. El perro se sentó, manteniendo una distancia cómoda, aun sintiendo la mirada penetrante del gato sobre él. Dogday se encogió un poco en su asiento; el gato parecía notar aquello y se dio cuenta de que no había dejado de mirarlo, así que aparto un poco su mirada para ver su desayuno y se disculpo.

—Siento si te incomodé con mi mirada, no era mi intención —comenzó Catnap, rompiendo el silencio tenso que se había formado entre ellos al recordar lo que Luke le había dicho con respecto a ser tenebroso—

Dogday se sorprendió levemente por la disculpa, no esperaba que el gato se disculpase por eso, pero ya que lo hacía, Dogday simplemente sonrió de forma tranquila.

—No te preocupes... supongo que solo te dio curiosidad verme entrar... —Respondía el perro con una sonrisa— Eres el primo de Luke... ¿verdad? —Preguntaba con curiosidad—

—... —Asintiendo nuevamente ante la pregunta—

—Comprendo... parece que no eres alguien de muchas palabras, es curioso, tu primo Luke no dejaba de hablar mientras le daba el recorrido por la aldea

—...

—... De acuerdo...

Dogday notó la falta de palabras por parte de Catnap y decidió cambiar de tema para aligerar la conversación. Así que pensó que lo mejor sería presentarse ya que recordó que no lo había hecho frente al gato.

—Oh, claro... no me he presentado adecuadamente —Expresaba el can mientras aclaraba su garganta— Me llamo Dogday, soy residente de esta aldea desde que tengo memoria, no quiero sonar presumido y tampoco pretencioso, pero muchos aquí me toman por un líder así que, si necesitas algo, puedes acercarte conmigo... —se presentó el perro con una sonrisa amistosa, tratando de transmitir tranquilidad y confianza—

Catnap asintió, mostrando una ligera sonrisa en respuesta al saludo de Dogday. Aunque su expresión seguía siendo enigmática, parecía estar más relajado ahora que la conversación se había vuelto más informal.

—Me llamo Catnap —Respondía el gato con tranquilidad mientras bebía su café— Es un placer...

En cuanto Dogday escucho el nombre del gato, otro recuerdo fugaz apareció en su mente... pudo ver con claridad que el gato purpuraba lo miraba desde la oscuridad mientras él se sentía encadenado, se sentía cansado... se sentía agotado... se sentía adolorido.

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"—Sé que estás ahí... —Decía Dogday en voz alta para ser escuchado— Puedo oler que estas cubierto de sangre... —Comentaba con tristeza y furia, apretando los puños con impotencia—"

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El recuerdo hubiese continuado de no ser porque Piggy apareció en la escena y llamo a Dogday para atraer su atención, indicándole que ya estaba listo su desayuno.

—Aquí tienes Dog, lo de siempre igual que siempre

—G-Gracias Piggy... —Agradecía el can mientras se recuperaba de la sorpresa de aquel recuerdo—

—Disfrútalo Dog —Retirándose para continuar con su trabajo—

Dogday simplemente se quedo mirando la superficie de su té... algo lo estaba incomodando... ¿Por qué estaba viendo todo eso dentro de su mente? En un momento el dado, el gato simplemente suspiro, el suspiro atrajo la atención de Dogday y pudo darse cuenta de que Catnap parecía haber terminado su café junto a sus galletas.

—... Oh ¿Terminaste de desayunar? —Preguntando Dogday con curiosidad—

—... —Asintiendo ante la pregunta— Debo retirarme... —Comentaba repentinamente el gato mientras se levantaban de su asiento—

—¿Eh? Pero... todavía quería seguir hablando contigo, apenas y pudimos presentarnos —Exclamaba el can con sorpresa ante la frialdad del gato—

—...

El gato no dijo nada, simplemente se levanto de su asiento, parecía verificar tener el dinero correspondiente para Piggy, mientras lo contaba el perro tenía la esperanza de que respondiera ante lo dicho por su parte. Pero el felino parecía no tomarle importancia. En cuanto termino de contar el dinero, simplemente lo dejo en la mesa.

—Tal vez otro día podamos hablar... —Decía el gato sin expresión mientras pasaba al costado del can—

—¡Catnap! ¡Tenemos que hablar! —Exclamaba el perro mientras sujetaba su mano con rapidez y algo de fuerza—

—...

—...

El que Dogday tomase la mano de Catnap para detenerlo fue un movimiento inesperado para ambos... Catnap freno en seco mientras su cola se tensaba puesto que fue tomado por sorpresa por el can; Dogday simplemente lo sujeto hasta que logro reaccionar... ¿Por qué había hecho eso? Era como si algo dentro suya lo hubiera obligado a evitar que el gato se fuera...

El gesto de Dogday de detener a Catnap sorprendió a ambos, creando un breve momento de tensión. Catnap se giró lentamente hacia Dogday, mirándolo con curiosidad, cierta cautela y por sobre todo con seriedad por la sorpresiva acción del perro, el mismo gato no se había percatado, pero formo una sonrisa algo macabra al ver al perro.

—...

El gato parecía esperar algo por parte del can, alguna palabra o explicación, Dogday al notar la mirada de Catnap no pudo evitar avergonzarse por su impulso repentino. La mirada del gato parecía ser intensa y aquella sonrisa... se quedaría grabada en la mente de Dogday, le generaba temor, le generaba miedo genuino, al final fue aquella sonrisa lo que lo hizo reaccionar.

—Lo siento... —Disculpaba el perro mientras soltaba su mano suavemente— Yo... no sé que me paso... —Sinceraba el can con confusión de su propio actuar—

—...

Catnap no lo entendía... el perro lo había detenido repentinamente y de la nada se disculpaba. El felino nuevamente no dijo nada y continuo con su caminar hacia la salida de la cafetería. Dogday se sentía muy confundido... un impulso lo hizo detener al gato, no había sido el mismo ¿o tal vez si?

Mientras Dogday estaba sentado y pensando en lo que hizo, Piggy solo logro observar como el ambiente se aligero un poco cuando el gato salió de su cafetería, la cerdita no lo pensó demasiado y se acercó con rapidez para comprobar el estado de su líder.

—Dog... ¿Qué pasó ahí? —preguntó Piggy con voz preocupada mientras se sentaba frente a Dogday— ¿Hubo algún problema mientras hablabas con el gato?

Dogday se tomó un momento para reflexionar antes de responder, tratando de entender sus propias acciones.

—No lo sé, Piggy. Fue como si algo dentro de mí tomara el control por un instante... no quería gritarle ni detenerlo, simplemente lo hice sin pensar... ni siquiera le dije nada, solo me presenté y ya —explicó Dogday con sinceridad, sintiendo la confusión aún palpable en su mente— No entiendo qué me pasó

—Tal vez solo fue un momento de tensión que se escapó de tus manos... los impulsos son algo normal, yo los tengo todo el tiempo cuando me termino comiendo algunas cosas que preparo para el mostrador —Tratando de animarlo al verlo ligeramente afectado por lo que hizo—

—Espero sea algo así... —Decía el perro mientras bebía un poco de su té— Aunque no estoy del todo seguro Piggy, antes tuve la sensación de haber recordado algo... tengo que decir que incluso me pareció haber visto a ese gato antes... es raro... es como si lo conociera, pero nunca antes lo he visto... 

Piggy escucho con atención las palabras de Dogday, parecía que él también tenía esa sensación...

—En ese aspecto te entiendo, a mi también me parece conocido, pero no puedo recordar donde lo vi antes...

Dogday se sorprendió un poco lo que dijo Piggy, no sabía si realmente le estaba siendo sincero o solo estaba diciéndolo para tranquilizarlo. De cualquier forma, tenía que encontrar respuestas... aquellos recuerdos que tuvo, parecían ser muy claros como para haber sido solo una leve alucinación. Luego de esas palabras Dogday no dijo nada más y se apresuro a terminar su desayuno, parecía haber tenido una idea.

—Tengo que ver a Bubba —Explicaba el motivo de su repentina prisa, dejando algo de dinero sobre la mesa junto con las sobras de su desayuno—

—¿Eh? ¿Por qué? —Preguntaba la cerdita con curiosidad por la repentina afirmación—

—No es normal que Catnap y su primo me parezcan tan familiares... estoy seguro que los he visto en otro lado y si tu misma dices que Catnap también te parece conocido, es porque tal vez los vimos en la aldea anteriormente

—¿Pero para qué vas a ir con Bubba? —Preguntaba confundida—

—Es un elefante —Respondía con simplicidad— Los elefantes tienen buena memoria, tal vez él pueda recordar si vimos a esos gatos antes, gracias por la comida Piggy ¡Nos vemos otro día! —Gritaba mientras salía de la cafetería con prisa—

—P-Pero...  ni siquiera terminaste tu tostada... —Viendo como su líder salía de la cafetería— ¿Nos vemos...?

...

El can se apresuro a salir de la cafetería para empezar a tomar rumbo a la biblioteca del pueblo, Bubba era alguien que tenía buena memoria, ser un elefante le daba un buen merito en cuestiones de memoria. El perro olor a esencia de vainilla caminaba con prisa, no sabía el motivo... era como si algo dentro de su mente le dijera subconscientemente que tenía que darse prisa.

La caminata de Dogday hacia la biblioteca era rápida pero llena de pensamientos. Mientras se adentraba en las calles familiares de su aldea, una sensación de urgencia crecía en su pecho. Se preguntaba qué tipo de recuerdos o conexiones podrían tener Catnap y su primo Luke con su propia historia. Y más importante aún, ¿por qué esos recuerdos tan vívidos le causaban tanto miedo? ¿por qué le causaban tanta molestia? ¿tanta impotencia?

Al llegar a la biblioteca, Dogday buscó a Bubba entre las estanterías de libros. El elefante, con sus grandes orejas y calma característica, estaba concentrado en un libro que parecía ser antiguo. La portaba dejaba claro que tipo de libro estaba leyendo "La luna y el sol".

—Bubba, que bueno que te encuentro, necesito tu ayuda —dijo Dogday, interrumpiendo su lectura—

El elefante levantó lentamente la mirada de su libro solo para encontrarse con Dogday, el elefante siempre se sentía molesto cuando alguien interrumpía su lectura, pero al ver a Dogday estar tan agitado, pensó que tal vez se trataba de una emergencia... de hecho, ni siquiera lo había saludado, directamente fue a pedirle ayuda.

—¿Qué necesitas, Dogday? —preguntó Bubba mientras alzaba una ceja en señal de curiosidad, dejando su libro de lado mientras marcaba la pagina en donde se había quedado— Pareces agitado

—Tengo una duda que necesita respuesta... Tienes buena memoria ¿verdad?

El elefante azulado no pudo evitar confundirse por lo que Dogday le preguntaba, pero de cualquier forma simplemente se limitó a asentir.

—Supongo que sí, recuerdo bien varias cosas... ¿Por qué lo preguntas? —Preguntaba en tono curioso—

—Siento que conozco a alguien, recuerdo haberlo visto en algún momento, pero no logro descifrar donde

—Esa es una descripción bastante vaga... —Comentaba el elefante mientras pensaba en las palabras de Dogday— Aunque bastante curiosa... ¿Crees que puedas explicarme más? No entiendo del todo lo que necesitas de mi...

—Ayer en la mañana me enteré que llegaron dos habitantes más a SmileVille, fui a visitarlos para darle la bienvenida, se trata de dos gatos, por una cosa u otra solo pude conversar con uno de ellos el día de ayer, se llama Luke... me sorprendí un poco al verlo, pero luego sentí una extraña sensación de familiaridad... —Explicaba el can mientras hacía memoria— Pase el resto del día sintiendo que había visto antes a ese gato y hace un rato me tope con el otro gato que arribo a la aldea, también me parece conocido

—Mmmhhh... entiendo... tal vez simplemente los viste en otro lugar y no lo recuerdas

—Eso pensaba, pero hay más... en cuanto vi al gato en la cafetería de Piggy, Catnap... —Nombraba el perro para evitar confusiones— Sentí una leve punzada en mi cabeza y un recuerdo muy turbio vino a mi como un relámpago... fueron solo unos segundos, pero ese recuerdo no es algo que haya visto antes...

Bubba escuchaba con atención las palabras de su líder, no estaba entendiendo del todo lo que quería decir, parecía que ni siquiera sabía realmente a que había venido. En un momento dado, Bubba escucho el nombre del felino... "Catnap" ese nombre por un motivo extraño lo hacía sentir raro, le sorprendió escuchar su nombre y una parte de si mismo reacciono ligeramente, cosa que Dogday notó.

—¿También se te hace familiar el nombre? —Preguntaba Dogday con curiosidad al notar la expresión del elefante—

—Si... —Comentaba con una expresión algo confusa— Que raro... 

Bubba frunció el ceño, sintiendo una punzada de desconcierto ante la familiaridad del nombre "Catnap". Aunque no podía precisar por qué, algo en ese nombre le resonaba de manera extraña en su mente.

—Es extraño, Dogday. El nombre me suena familiar, pero no logro recordar por qué. Tal vez sea solo una coincidencia —dijo Bubba, tratando de restar importancia a la sensación que le producía ese nombre—

—Entonces... ¿no recuerdas nada relacionado a un gato en tu mente? —Preguntaba ligeramente sorprendido—

—No... todo lo que recuerdo con relación a los gatos, son los datos que algunos libros tienen —Respondía el elefante con simplicidad— Tal vez solo es cosa tuya, ¿recuerdas cuando Opher llego? Decías que no te daba confianza, pero con el pasar del tiempo resulto ser una nutria bastante tranquila

—Lo recuerdo... —Comentaba Dogday mientras suspiraba— Pero estoy seguro de que hay algo con esos dos gatos... ¿Crees que podríamos ver los registros de la aldea? Solo quiero estar seguro, tal vez fueron residentes hace ya tiempo atrás

—De acuerdo... si eso te ayuda a estar más tranquilo... —Decía el elefante mientras dejaba su libro sobre una mesa cercana— Los registros están en la sección de archivos históricos, sígueme.

Ambos se dirigieron hacia la sección indicada, donde los archivos y registros de la aldea estaban cuidadosamente organizados. Bubba comenzó a revisar los documentos mientras Dogday observaba con atención, buscando cualquier referencia a Catnap, Luke y cualquier detalle que pudiera arrojar luz sobre su misteriosa conexión.

Después de un tiempo de búsqueda minuciosa, Dogday señaló un registro que llamó su atención, se trataba de una lista de visitantes y residentes de la propia aldea.

—¿Qué hay de esta lista? —Preguntaba el can mientras tomaba uno de los documentos que estaban en el estante—

—Mmmmhh... —Dejando los papeles que tenía para mirar la lista que Dogday había tomado— ¿Me la permites?

—Claro —Entregándole la lista—

—Nunca antes la había visto... "Conteo de criaturas sonrientes..." —Leía lo que estaba escrito en dicho documento— Hay un total de cincuenta y dos integrantes... y de hecho... aquí estamos todos nosotros —Señalaba los nombres de sus amigos—

—¿Por qué al lado de nuestros nombres pone "aprobado"? —Preguntaba el can mientras señalaba lo que preguntaba—

—No tengo idea —Comentaba Bubba mientras miraba el registro— En los demás nombres pone "rechazado", déjame revisar si esos gatos aparecen en la lista... Luke y Catnap ¿verdad?

—Si, son los nombres de esos gatos

—Veamos... Mmmmhhh... —Revisando la lista con detalle y detenimiento— Oh, mira, parece que si están aquí

Bubba señaló las entradas de Luke y Catnap en la lista que llevaba por título "conteo de criaturas sonrientes". Ambos nombres estaban marcados de forma curiosa, el nombre Luke MeowLuck estaba marcado como "descartado" y el nombre de Catnap estaba marcado como "Consideración", aquello intrigo mucho más a Dogday y Bubba.

—¿Qué significará que estén marcados como "descartado" y "consideración"? ¿Y por qué están en esta lista si nunca los había visto antes de ayer? —preguntó Dogday, frunciendo el ceño mientras observaba la lista detenidamente—

—Es bastante extraño... —Comentaba el elefante mientras observaba con detalle la lista— Aquí dice que la lista fue escrita por... ¿departamento creativo de Playtime Co...? —Decía Bubba con todo confundido al leer lo ultimo—

—¿Playtime Co? —Preguntaba el perro con curiosidad—

—Si... aquí está el cello de lo que supongo es esa compañía... 

—Eso no nos da ninguna pista... 

Después de revisar la lista en la biblioteca y encontrar los nombres de Luke y Catnap marcados de manera intrigante, Dogday y Bubba quedaron sumidos en un mar de preguntas sin respuestas claras. Bubba, sintiendo la curiosidad picando en su mente, decidió tomar cartas en el asunto y comenzar a investigar por su cuenta.

—Dogday, esto es muy extraño. No podemos simplemente dejarlo así —comentó Bubba, mirando fijamente la lista mientras su mente trabajaba en posibles conexiones— Parece que encontramos un misterio...

—Tienes razón, Bubba. Esto no tiene sentido... —Expresaba el can con un suspiro al estar en un callejón sin salida— ¿Qué podemos hacer...?

—Creo que lo mejor será tomar caminos separados, puedo empezar a investigar todo lo que hay en los archivos, aunque será más tarde, tengo algo pendiente con Crafty y Piggy, tú por otro lado... tal vez puedas hablarlo directamente con los gatos

—¿Crees que sea buena idea?

—Tal vez nos den algo de información —Concluía el elefante mientras alzaba sus hombros en señal de incertidumbre— No creo que oculten algo...

Dogday pensó por un momento las palabras de Bubba... Tal vez la mejor opción era ir con los gatos directamente, pero algo le decía que no iba a obtener muchas respuestas...

—Puedo ir a preguntar, pero no creo que sea de ayuda

—Peor es hacer nada que intentar ¿no es así?

—Está bien, Bubba. Iré a hablar con ellos, aunque no prometo encontrar información realmente importante... Suerte con tu investigación

Bubba asintió con determinación y motivación. Mientras Dogday se dirigía hacia la salida de la biblioteca, el elefante azul se sumergió en la tarea de investigar a fondo los registros y archivos disponibles en la sección histórica.

Por otro lado, Dogday se encaminó hacia la zona residencial donde vivían Catnap y Luke. Mientras caminaba por las calles de SmileVille, su mente estaba llena de pensamientos inquietantes. ¿Qué conexión tenían esos gatos con la aldea y con la misteriosa compañía Playtime? Nunca habían escuchado de aquella compañía ¿Por qué sus nombres estaban marcados de manera tan peculiar en la lista encontrada en la biblioteca? ¿Por qué Dogday sentía que esos gatos seguían siendo importantes dentro de lo que era su mente?

Al llegar frente a la casa donde se suponía que vivían Catnap y Luke, Dogday respiró profundamente para calmarse. Tocó la puerta y esperó, preguntándose qué tipo de respuesta recibiría. ¿Serían amables y cooperativos o se encontraría con más misterios y preguntas sin respuestas?

El can espero por unos cuantos segundos, no escuchaba ningún tipo de sonido venir del interior de la casa así que opto por mirar por la ventana. Dogday podía observar que la casa era simple, era difícil ver el interior puesto que estaba oscuro, parecía que las luces no estaban encendidas... Trato de mirar con más cuidado mientras cubría sus palmas y pegaba su rostro al cristal en un intento de ver algo.

En medio de la oscuridad de lo que era la sala, logro escuchar unos cuantos pasos avanzar hasta la entrada. El perro rápidamente se recompuso y espero pacientemente ser recibido por alguno de los gatos. En cuenta la puerta se abrió, Dogday noto que Catnap era quien había abierto la puerta.

—... —Mirando al can con confusión—

—...

Ambos se miraron, Dogday por algún motivo se quedó mirándolo... de pronto, otro recuerdo parecía llegar a su mente...

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—¡ØĐłØ ₴ɆⱤ Ʉ₦ ₥Ø₦₴₮ⱤɄØ!

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El recuerdo fue muy leve, solo logro recordar una voz tenebrosa gritar de forma agresiva junto con el sonido de un golpe a lo que parecía ser un cristal... El can se quedo perdido en sus pensamientos mientras que el gato lo miraba con curiosidad...

—... ¿Qué haces aquí...?

—¿Eh...? —Volviendo a la realidad—

Parecía que las palabras del gato habían logrado su cometido, alertar al perro, para que explicase sus intenciones, luego del momento raro que tuvieron en la cafetería, el gato pensaba que Dogday lo había seguido hasta casa. De alguna manera se sentía un poco incomodo con su presencia.

—Oh, claro... Lo siento, quería hablar contigo y con Luke de unas cuantas cosas... ¿Crees poder llamarlo?

—Luke no se encuentra en casa... tuvo que irse...

—¿Tuvo que irse? —Preguntaba el can con curiosidad y confusión— Entiendo... ¿Sabes a qué hora volverá? Me interesa que este presente para lo que quiero hablar con ustedes

Dogday noto que cuando pregunto sobre el retorno de Luke, Catnap parecía tensarse un poco... ¿estaba incomodo y nervioso?

—Luke no volverá en un buen tiempo

—¿Eh? 

Catnap parecía incómodo al mencionar que Luke no volvería en un buen tiempo. Dogday notó la tensión en el ambiente y se preguntó qué podría estar ocurriendo entre los dos gatos. Sin embargo, decidió abordar el tema con delicadeza.

—¿Sucede algo con Luke? Pareces algo tenso... —inquirió Dogday, notando la expresión tensa de Catnap—

El gato titubeó antes de responder, como si estuviera calculando sus palabras.

—... Luke tuvo que irse... —Repetía nuevamente mientras evitaba la mirada del perro— estoy solo...

El perro por un momento logro notar que Catnap parecía decir esas palabras con pesar... ¿Acaso estaba triste por la idea de encontrarse solo en casa? No lo entendía, pero sentía que tenía que preguntarle al respecto. Sin embargo, no quería incomodarlo demasiado

—Comprendo... no voy a preguntar si es que es algo personal... —Comentaba el can mientras colocaba una expresión algo ligera— ¿Te importa si me dejas pasar? Tal vez pueda hablar contigo solamente de lo que tenía que decir en un inicio... es algo relacionado a una lista...

—... —Mirando a Dogday con una mirada vacía y en cierto modo insegura—

El gato vaciló por un momento, como evaluando si quería compartir más detalles. Finalmente, asintió y abrió la puerta para que Dogday entrara.

Dentro de la casa, Dogday notó que la atmósfera era diferente. Había un aire solitario que rodeaba a Catnap, pero también podía sentirse un aire de tranquilidad, era muy raro... no muchas veces llegaba a la casa de alguien y sentía esa sensación.

—Se siente algo solitaria... ¿no crees? —comentó Dogday, observando el entorno mientras Catnap cerraba la puerta y se dirigía al sofá—

—... —Asintiendo mientras cierra la puerta y va al sofá para tomar asiento— Puedes tomar asiento

—Claro... gracias Catnap —Yendo a tomar asiento frente al gato en el sofá delantero—

Dogday asintió y se sentó frente al gato en el sofá delantero. La habitación estaba tranquila, solo interrumpida por el suave zumbido de la luz y los sonidos distantes de la aldea afuera.

—¿De qué querías hablar? —Preguntaba el gato con cierta curiosidad— ¿Es importante?

—Fui a la biblioteca, estaba reorganizando algunos cuantos documentos y registros, fue entonces que encontramos una lista curiosa de los habitantes de SmileVille... en esa lista se encuentran los nombres de ustedes dos... —Explicaba el perro con tranquilidad— Quería preguntar si de casualidad saben el motivo de aquella lista

Catnap frunció el ceño, mostrando un gesto de confusión mientras reflexionaba sobre la situación.

—No sé de que me estas hablando...

Dogday procedió a explicarle a Catnap sobre cómo sus nombres estaban marcados de manera peculiar en la lista, con "descartado" para Luke y "consideración" para Catnap. También mencionó que la lista estaba relacionada de alguna manera con la compañía "Playtime", algo que desconcertaba aún más al perro.

—Esperaba que supieran algo al respecto... ¿No habían venido antes a SmileVille? —Preguntaba con curiosidad—

—No, es la primera vez que Luke y yo salimos de nuestro hogar —Respondía el gato con tranquilidad—

—Comprendo... Bueno, tengo otra cosa que preguntar ¿Te suena de algo una compañía?

—¿Compañía...? —Preguntaba sin entender realmente a que se estaba refiriendo—

—Lleva por nombre "Playtime Co." Parece que ellos escribieron dicha lista

En cuanto el perro dijo aquellas palabras; las pupilas de Catnap se contrajeron, sus garras salieron de forma instintiva clavándose en el sofá y su cola parecía tensarse ante lo que dijo el perro. Las palabras "Playtime Co." Resonaron profundamente en la mente del gato, casi podía jurar que lograba escuchar gritos de terror mientras un leve olor a sangre invadía su nariz.

Catnap parecía perturbado por el nombre de "Playtime Co.", y Dogday notó su reacción inusual. El gato parecía haber sido afectado profundamente por ese nombre, algo que intrigó aún más al perro.

—¿Catnap? ¿Estas bien? —Preguntando en tono preocupado el estado del gato, notando que algo le había pasado—

Catnap parpadeó unos momentos antes de volver a mirar a Dogday, con una expresión confundida en su rostro. No entendía qué le había ocurrido para tener esa reacción tan intensa.

—... 

—Tus garras están clavadas en el sofá... —señaló Dogday—

El gato hizo caso a las palabras del perro, con algo de confusión Catnap logro retraer sus garras y evitar hacerle más daño al sofá.

—Lo siento... No sé qué me pasó —murmuró Catnap, aún visiblemente afectado por el nombre de la compañía—

—No te preocupes... 

Catnap se quedo pensando unos cuantos segundos el porque había reaccionado de esa forma, pero al notar que Dogday seguía mirándolo con preocupación, decidió dejar de lado esa extraña sensación para prestarle atención nuevamente.

—¿Necesitas saber algo más?

Dogday pensó por un momento, evaluando qué más podía preguntar sin poner en aprietos al gato. No tenía muchas preguntas, esperaba que Catnap pudiera responderle algo relacionado a la lista, pero parecía que hasta el mismo gato había sido tomado por sorpresa... aunque había algo seguro, "Playtime Co." Estaba relacionada a Catnap ya que su reacción parecía ser algo importante.

Sin embargo, no quería preguntar otra cosa más, no quería incomodar al felino.

—No por ahora, gracias por tu tiempo, creo que es mejor dejarte solo... no quiero causarte molestias. Si necesitas algo, estaré por aquí en SmileVille —se despidió el perro, levantándose del sofá y dirigiéndose hacia la puerta— Espero que todo esté bien con Luke y que pueda regresar pronto... oh... y... también quería disculparme por lo que paso hace rato en la cafetería de Piggy —Expresaba el can con algo de vergüenza— 

La disculpa de Dogday tocó una fibra sensible en Catnap, quien asintió con una leve sonrisa, tratando de tranquilizar al perro, parece que al final no le había molestado tanto su acto en la cafetería.

—No te preocupes por eso

—Bien... solo quería disculparme como era debido... ah, otra cosa, si llegas a saber algo de lo que te mencione, házmelo saber ¿de acuerdo?

—Entendido

Catnap no quería pensar demasiado en las palabras de Dogday, sentía curiosidad por su propia reacción, pero tal vez simplemente había sido algo instintivo, justo igual a cuando llegaba a sonreír sin parar por un buen rato sin darse cuenta completamente 

—Nos vemos Catnap

—Adiós Dogday

Tras esa ultima despedida, el can salió de la casa del felino, al salir no pudo evitar suspirar... había algo raro en ese gato, seguía sintiendo que lo conocía y que era algo importante, pero no podía recordar el qué estaba pasando.

—Supongo que solo me queda esperar a la investigación de Bubba... —Susurraba el can para si mismo mientras comenzaba a caminar en dirección a su casa—

Dogday camina por la aldea mientras su mente seguía dando vueltas a la extraña sensación de familiaridad que experimentó al estar con Catnap. Los fragmentos de memoria parecen querer unirse en su cabeza, pero siguen siendo piezas sueltas de un rompecabezas desconocido. El perro al final no había logrado conseguir nada de información, todo lo que notó fue que Catnap parecía reaccionar de forma extraña ante el nombre de aquella compañía misteriosa que escribió el conteo de criaturas sonrientes.

En medio de sus reflexiones, Dogday pudo notar que dos de sus amigos se acercaban hacia él con rostros preocupados, eran Hoppy y Kickin, Al verlos, Dogday sonríe y les saluda amistosamente, aunque con cierta preocupación por sus expresiones

—Kickin, Hoppy... ¿Por qué tienen esas caras? —Preguntaba el perro con curiosidad—

Aunque Dogday les hiciera esa pregunta directamente, el ya sabía que esos dos se habían metido en problemas, Kickin y Hoppy eran buenos amigos, la personalidad de ambos era bastante complementaria y si bien eso era algo bueno... en otras tantas ocasiones los dos llegaban a meterse en problemas por la falta de cuidado que ambos podían tener con sus juegos o travesuras.

—Dogday, tenemos un problema... —comienza Hoppy, mientras Kickin asiente con una sonrisa nerviosa— Hemos destrozado sin querer el jardín de Bobby mientras jugábamos y ahora no sabemos cómo arreglarlo antes de que se dé cuenta

Dogday escucha atentamente la historia de Hoppy y Kickin, notando la angustia en sus voces. Con una sonrisa tranquilizadora, responde:

—No se preocupen, amigos. Vamos a solucionar esto juntos... ¿Qué tanto destrozaron su jardín? Tal vez podemos arreglarlo mientras Bobby esta fuera de casa, tengo entendido que iría a ver a Fany Fawn, por algunas cuantas decoraciones para algo que estamos planeando para Crafty

Hoppy y Kickin suspiran aliviados al ver la disposición de Dogday para ayudar.

—Pero más tarde ustedes dos y yo vamos a tener una conversación sobre tener cuidado...

—...

—...

—Ahora vamos, quiero ver que tan destrozado esta su jardín para ver como podemos arreglarlo 

Dogday guió a Hoppy y Kickin hacia el jardín de Bobby, donde pudieron ver el alcance del daño. Algunas plantas estaban pisoteadas, macetas rotas y la tierra revuelta. Era evidente que habían ocurrido algunos desastres durante las travesuras de los dos amigos. 

—Vaya, parece que hicieron un buen trabajo aquí... —comentó Dogday con una mezcla de asombro y preocupación al ver el estado del jardín— ¿Exactamente a qué estaban jugando...? 

—Solo nos divertíamos jugando futbol... —Comentaba Kickin rascando su nuca en señal de vergüenza— De forma algo salvaje... 

Dogday observó el estado del jardín con más detalle mientras escuchaba la explicación de Kickin. Asintió con comprensión, sabiendo que a veces las travesuras podían salirse de control con ellos dos, especialmente cuando se trataba de juegos enérgicos como el fútbol.

—Entiendo, a veces las cosas pueden ponerse un poco intensas cuando están emocionados por el juego —comentó Dogday con empatía— Pero eso no significa que debamos descuidar el cuidado de las cosas a nuestro alrededor ¿de acuerdo?

Hoppy y Kickin asintieron, reconociendo su error y mostrando disposición para aprender de la experiencia.

—Lo siento, Dogday. No queríamos causar tanto daño, solo estábamos divirtiéndonos —se disculpó Hoppy, mirando hacia el suelo con arrepentimiento—

—Está bien, lo importante ahora es arreglar esto —respondió Dogday con una sonrisa tranquilizadora— Vamos a poner orden aquí y Bobby ni siquiera se dará cuenta de lo sucedido, Hoppy, vas a recoger todos los trozos de macetas rotas y vas a recoger las plantas que están en mal estado, Kickin, nosotros vamos a tratar de arreglar las plantas que podamos, vamos a tratar de arreglar todo... no creo que sea posible dejarlo como antes, pero haremos lo que podamos

Juntos, comenzaron a trabajar en la reparación del jardín. Hoppy usó su energía para levantar las macetas rotas y las plantas dañadas, mientras Kickin utilizaba un poco de su ingenio y la ayuda de Dogday para reconstruir algunas estructuras dañadas. Dogday había logrado poner las cosas en su lugar cuando se unió al esfuerzo, guiándolos en la tarea de restaurar el jardín a su estado original, al menos la mayor parte puesto que era notorio que faltaban algunas plantas.

Después de un tiempo de trabajo en equipo, el jardín de Bobby lucía casi como si nada hubiera pasado. Las plantas estaban enderezadas, las macetas reparadas y la tierra volvía a estar en su lugar. Hoppy, Kickin y Dogday se miraron con satisfacción, orgullosos del resultado de su esfuerzo conjunto.

—Tal vez no logramos dejarlo como estaba completamente, pero esta mucho mejor ahora a comparación de cuando lo vimos destruido —Comentaba Dogday mientras limpiaba el resto de tierra que tenía en sus manos—

—Gracias, Dogday, por tu ayuda —Agradecía Hoppy con algo de pena—

—No hace falta mencionar —Expresaba Dogday con una sonrisa— Solo sean más cuidadosos la próxima vez

—Intentaremos ser cuidadosos —Prometía de forma insegura Kickin—

—Bueno, si eso fue todo, tengo que irme, quiero ir a descansar a mi casa, fue una tarde algo complicada y agotadora, si necesitan algo saben que pueden ir a verme

—Está bien, descansa Dogday

—Hasta luego

Dogday finalmente camino sin muchos problemas hacia su casa, realmente necesitaba un descanso... no quería tener que lidiar con nada más durante ese día, quería seguir pensando en sus repentinos recuerdos...

Al llegar a casa Dogday simplemente entro en su habitación y fue directamente a recostarse en su cama para mirar al techo. Seguía pensando en ese gato misterioso y su primo alegre, parecían ser opuestos, pero otras rondas inundaban su mente.

—Tal vez lo mejor sea solo tomar una siesta

El perro simplemente se acomodó en su cama y comenzó a cerrar los ojos, esperando conciliar el sueño...

.

.

.

[...]

Era de noche y el silencio del lugar daba una sensación de tranquilidad, Dogday se encontraba en lo que parecía ser una habitación especializada para las necesidades del propio experimento. Estaba sentado en una silla mientras parecía ordenar unas cuantas notas, la habitación estaba sin iluminar, toda la luz que tenía Dogday venía de una lampara de noche.

—¿Qué más puedo agregar a las actividades de mañana...? Ya tengo una lectura con los niños, jugar a las escondidas con Hoppy, cocina con Piggy, escuela con Bubba, dibujar con Crafty, limpieza en hogar dulce hogar con Kickin y Bobby... me falta agregar a Catnap en alguna actividad... —Pensando mientras se recargaba en el respaldo de su propio asiento—

Dogday estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera escucho la puerta abrirse, una sombra estaba justo detrás suya, aquella sombra lo miraba en silencio mientras tenía una sonrisa inquietante...

—Que problema... —Susurraba el can mientras suspiraba al no encontrar una actividad para Catnap—

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Repentinamente una voz profunda y tenebrosa "regañaba" a Dogday, el perro no pudo evitar asustarse un poco mientras miraba a sus espaldas notando la mirada y la sonrisa tétrica de quien había entrado a su habitación... sin embargo, lejos de asustarse más por aquella imagen, Dogday solo pudo sonreír al apreciar mejor quien era el que había entrado a la habitación.

La habitación se iluminó repentinamente cuando Dogday encendió la luz, revelando la figura de Catnap con su mirada enigmática y una sonrisa algo perturbadora. Dogday no pudo evitar sonreír ante la presencia de su amigo felino, aunque su entrada silenciosa lo había asustado un poco.

—Casi me matas del susto, Catnap —exclamó el perro, mezclando alivio y diversión en su tono— No te escuché entrar.

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Catnap mantuvo su expresión enigmática mientras se acercaba a Dogday, moviéndose con una gracia felina característica. El ambiente cambió ligeramente con su presencia, volviéndose más intrigante y misterioso.

—Lo siento, estaba tan concentrado en organizar las actividades del día siguiente que no me di cuenta de nada más —respondió Dogday, disculpándose por su falta de atención—

Catnap se acercó aún más, su mirada parecía analizar cada movimiento de Dogday junto con lo que había sobre la mesa.

—¿₳₵₮łVłĐ₳ĐɆ₴ ĐɆ M₳Ñ₳₦A? —Preguntaba el felino con curiosidad—

—Sí, tengo que asegurarme de que todos tengan algo divertido que hacer mañana. ¿Tienes alguna sugerencia para ti? —preguntó Dogday, deseando incluir a Catnap en las actividades planeadas—

Catnap se sentó en el borde de la cama, su cola ondeaba con lentitud mientras pensaba en una respuesta. Tardo unos breves segundos, pero posteriormente, miró a Dogday con una mirada tranquila.

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Dogday arqueó una ceja, sorprendido por la sugerencia de Catnap, normalmente el gato deseaba pasar tiempo a solas durmiendo y esperar hasta su trabajo de media noche, el cual consistía en verificar que todos estuvieran arropados y listos para dormir en hogar dulce hogar, posteriormente volvía a la sala de habitaciones que tenían todas las criaturas sonrientes. Para Dogday era raro que Catnap propusiera algo en que ayudar de verdad.

—¿En serio quieres hacer eso? Creí que preferirías algo más tranquilo... sabes que el PlayHouse normalmente lo limpio con Hoppy por ser quien tiene más energía para mover los juguetes de los niños, tengo que buscar a alguien que te haga compañía por si necesitas ayuda

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La respuesta del gato lo dejo un poco desconcertado. ¿Quería limpiar todo el PlayHouse por su propia cuenta? Tardaría mucho.

—Si lo haces solo vas a tardar mucho... ¿seguro que no quieres ayuda?

—... —Asintiendo con la cabeza—

—Si es lo que deseas, entonces así será... —respondió Dogday, aceptando la propuesta de su amigo felino con una sonrisa algo confusa—

Catnap asintió con satisfacción, dando a entender que había tomado una decisión. La atmósfera en la habitación se volvió aún más intrigante, como si el encuentro entre Dogday y Catnap estuviera cargado de un aura de misterio y emoción.

—Supongo que ya tengo todo para el itinerario de mañana —Comentaba el can mientras terminaba de anotar las actividades en su lista—

—... —Levantándose de su asiento para caminar hacia la puerta— Ɇ₴ ⱧØⱤ₳ ĐɆ ĐØⱤ₥łⱤ —Expresaba el gato con tranquilidad mientras observaba a Dogday—

—Es cierto —Dejando la lista sobre la mesa para ir a recostarse en su cama— Aaah... Buenas noches Catnap

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De un momento a otro, la habitación se lleno de un gas algo denso color rojo, el perro no dijo nada, simplemente paso a respirarlo para empezar a sentir mucho sueño... el perro cerraba sus ojos poco a poco... pero... había algo... algo estaba sucediendo... comenzaba a abrir sus ojos pesadamente, su cuerpo ahora se sentía cansado y golpeado.

El can miraba a su alrededor, estaba en el pasillo de hogar dulce hogar, estaba recargado contra la pared; al afinar y enfocar su vista, lograba ver al felino estar delante suya cubierto de lo que parecía ser sangre... Sentía miedo... de un momento a otro el gato lo sujetaba del cuello con su cola y lo levantaba, parecía que lo estaba asfixiando.

—C-Catnap... —Soltando unas cuantas lágrimas de dolor—

—ĐɆ฿ɆⱤł₳ ₥₳₮₳Ɽ₮Ɇ ₱ØⱤ ₴ɆⱤ Ʉ₦ ⱧɆⱤɆJɆ —Decía Catnap mientras sujetaba a Dogday con violencia, pero poco a poco aflojaba un poco su agarre para no ahogarlo— ₱ɆⱤØ ₮Ɇ VØɎ ₳ ĐɆVØⱠVɆⱤ ɆⱠ ₣₳VØⱤ, ⱤØ₥₱ɆⱤɆ Ⱡ₳₴ ⱤɆ₲Ⱡ₳₴ ₱ØⱤ ₮ł... ₥ł ₳₥ł₲Ø...

—¿Q-Qué vas a h-hacerme...? —Preguntaba el can con miedo—

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Debido a la posición, Dogday no podía saber realmente lo que Catnap estaba pensando hasta que el can logro sentir como las garras del gato pasaban a clavarse en su cintura, podía sentir como aplicaba fuerza para desgarrar su carne, separando los materiales de los cuales estaba hecho. Sentía que Catnap estaba separando sus piernas de su torso... podía sentir perfectamente la sangre brotar de su interior, la sangre fluida fuera de su cuerpo mientras caía al suelo. Dogday gritaba de dolor, lloraba del dolor... Cuando Catnap finalmente termino de desprender la mitad del can simplemente tiro al suelo las dos partes de su cuerpo.

Su mente estaba dando muchas vueltas, se sentía cansado... no estaba preparado para sentir esa cantidad de dolor... perdía poco a poco la consciencia mientras se arrastraba, solo para que al final Catnap se acercase a él con cuidado.

—ĐɆ฿Ɇ₴ ₮Ø₥₳Ɽ₮Ɇ Ʉ₦ ฿ɄɆ₦ ĐɆ₴₵₳₦₴Ø ĐØ₲Đ₳Ɏ —Comentaba Catnap mientras se agachaba a la altura del Dogday para soltar su gas somnífero sobre el can— ₴ØⱠØ ₱ⱤɆØ₵Ʉ₱₳₮Ɇ ₱ØⱤ ĐØⱤ₥łⱤ ₱ⱤØ₣Ʉ₦Đ₳₥Ɇ₦₮Ɇ Ɏ ₵Ʉ₳₦ĐØ ĐɆ₴₱łɆⱤ₮Ɇ₴, ₮ØĐØ Ⱨ₳฿Ɽ₳ ₮ɆⱤ₥ł₦₳ĐØ

Dogday no pudo evitar inhalar el gas de Catnap y su mente comenzaba a divagar, Dogday comenzaba a sentir mucho sueño nuevamente. Estaba apunto de quedarse dormido... sus ojos comenzaban a cerrar mientras observaba la figura del gato retirarse del lugar...

...

...

...

Dogday se despertaba repentinamente dando una bocanada de aire en un intento por respirar algo de oxígeno, sentía su cuerpo temblar, su cabeza trataba de procesar lo que había sucedido mientras sus ojos parecían mirar hacia todos lados en busca de encontrar respuestas de donde es que se encontraba, instintivamente toco su cuerpo en busca de heridas, pero parecía estar bien... parecía que el perro había tenido una pesadilla

La pesadilla de Dogday fue realmente intensa y lúcida, casi como si estuviera viviendo un horror real. Su corazón latía con fuerza mientras trataba de calmarse y entender que todo había sido producto de su mente mientras dormía. Se encontraba en su habitación, en su acogedora cama, rodeado de sus juguetes y decoraciones favoritas que lo conectaban con la alegría y la calidez de SmileVille.

Dogday respiró hondo, tratando de disipar las imágenes perturbadoras que seguían frescas en su mente. Recordaba la sonrisa inquietante de Catnap, la voz tenebrosa que le hablaba, y el terrorífico encuentro en el pasillo de aquel lugar. Fue una pesadilla que despertó sus temores, se sentía asustado, estaba completamente aterrado... ¿Por qué había soñado eso? No tenía sentido, nunca antes había tenido una pesadilla tan horrible como esa.

Decidió levantarse de la cama, necesitaba sacudirse esa sensación de inquietud, todavía era de noche así que no sería tan simple alejar todo ese miedo que sentía dentro de su cuerpo. Encendió la luz de la habitación sin ninguna vacilación y se quedo sentado en su cama Respiró profundamente, dejando que la paz volviera a su ser mientras se preparaba para volver a dormir, esperando que esta vez sus sueños fueran más ligeros y llenos de serenidad.

Después de un rato de pensar y reflexionar, Dogday finalmente volvió a acostarse en su cama. Cerró los ojos, concentrándose en pensamientos positivos y en la seguridad de su hogar. Con cada respiración, sentía cómo la tensión se disipaba y el sueño lo envolvía de manera suave y tranquilizadora.

La noche transcurrió sin más sobresaltos, y cuando el sol comenzó a asomarse por el horizonte, Dogday despertó con una sensación renovada de calma, todavía estaba asustado por aquella pesadilla, pero trato de no pensar demasiado en ello... aunque no podía dejar de lado sus pensamientos... había tantas cosas que no entendía de aquella pesadilla. ¿Por qué Catnap era tan monstruoso? ¿Por qué parecían ser amigos? ¿Por qué estaban en un lugar completamente diferente a SmileVille?

—Tengo que llegar al fondo de esto... —Susurraba Dogday para si mismo mientras se levantaba de su cama para ir a prepararse algo de desayunar—