“¿Amantes?”

Toc toc

— Vinnie, ¿puedo entrar? — no hay respuesta del otro lado de la puerta.

¿Habrá salido y no me habré dado cuenta?

Toc toc

— ¿Vinnie?, ¿Estás?

Pensé que había entrado. — resopla mentalmente — Bueno ya que no está, voy a entrar y dejarle la ropa lavada acomodada en su armario

Entro a la habitación dejando la puerta entreabierta, coloco toda la ropa encima de la cama y me dirijo hacia la pared de enfrente para adentrarme en este maravilloso armario.

Apenas doy un paso dentro el aroma a lavanda mezclado a su perfume varonil inunda mis fosas nasales y simplemente me detengo por unos minutos en la entrada olfateando placenteramente.

¡Qué delicia!

Segundos después vuelvo a la cama y me dispongo a colocarla en sus respectivos lugares.

— Solo faltan ustedes lindas toallas, vamos y las dejo en su baño — susurro para mí misma mientras me dirijo hacia una puerta de corredera con imitaciones de madera.

— Aghf

¿Qué es ese sonido?

¿¡Mierda por qué este baño tiene que ser tan grande!?

— Ahhh

¿¡Se habrá hecho daño!? ¿¡Se estará muriendo!? ¡¡No puede morirse!!

— ¿Vinnie? — interrogo suavemente tratando que mi voz no tiemble por mis terribles pensamientos.

— Sí, Kits — una ronca voz me responde y juro que casi ni la reconozco por lo sensual y excitante que es escuchar mi nombre ser pronunciado de esa forma en su boca.

Me acerco a paso firme y lo que veo me impresiona totalmente, no lo esperaba de esta forma. Sabía que nuestro accidente anterior lo había sorprendido, pero no sabía que había provocado esto.

                        Hace media hora

Mummy don't know daddy's getting hot
At the body shop, doing something unholy

— Oh, esta canción me recuerda a cuando bailaba en el prostíbulo los días de show – dice Kits para sí misma mientras lava la ropa sucia en la casa sin su dueño y que según su horario de trabajo no llegaría hasta dentro de tres horas.

...
He lucky, lucky, yeah (ooh)
He lucky, lucky, yeah (ye-yeah)
He lucky, lucky, yeah
He lucky, lucky, yeah

Kits deja la lavadora haciendo su trabajo, la configura a 10 minutos de lavado-secado y ahora sí....

— Voy a bailar — su voz sensual y chillona por el grito retumba entre las paredes haciendo un leve eco.

...
I hear them whispering 'bout the places that you've been

Se suelta su larga cabellera, acomoda su ropa, abriendo los primeros botones de su blusa dejando al descubierto el nacimiento de sus senos, se sube la saya elasticidad hasta la punta de sus nalgas y toma su antiguo papel de “gatita” cuando era prostituta.

...
And how you don't know how to keep your business clean

Un paso tras otro empieza una caminata sensual, firme, y segura, derrochando erotismo con el vaivén desmesurado, pero controlado de sus caderas mientras sus redondos glúteos suben y bajan, y su pelo se balancea por su espalda y tobillos.

Al llegar a la escalera con el coro de la canción toma una actitud de Diva y desciende con elegancia y altruismo hasta el primer piso de la mansión.

....

Dirty, dirty boy
You know everyone is talking on the scene
I hear them whispering 'bout the places that you've been

Una vez en el primer piso con acceso a la sala comienza a bailar suavemente como si intentara provocar a los muebles, como espectadores, con sus movimientos deslizándose por toda la extensión de su cuerpo desde su busto, su cintura y cadera, sus muslos internos hasta su rodilla manteniendo su mirada en un punto fijo, como hacía antes cuando no quería ver las miradas lascivas de la gente a su alrededor.

Mientras por la entrada de la reja de la mansión entra Víctor sin su carro, cuando escucha el sonido de una música que le traía unos recuerdos muy calientes de cuando iba al Piña Club y la bailarina principal hacía su erótico baile en el tubo y en la silla.

Suspira pensando en esos tiempos en los que solo iba a verla bailar, pues a él nunca le había gustado involucrarse con prostitutas. Pero ella desplegaba tanto sexo en el ambiente que era posible ignorarla una vez la veías.

Recordando esos momentos se detiene de abrir la puerta y va a su lugar tranquilo para viajar por sus recuerdos.

Víctor camina en dirección a la piscina, colocándose bajo la sombra de un árbol cerca de los vidriares de la sala en una hamaca mirando hacia el interior de la casa.

De pronto sus ojos se encuentran con una escena muy familiar. El mismo baile, el mismo aura a sexo puro y duro, la misma elasticidad y ligereza con cada movimiento y cómo movía su pelo, sus caderas y sus brazos provocando que todo su sistema se calentara en apenas unos segundos admirándola.

— ¡Es ella! — susurra para sí mismo intentando saber si estaba soñando o verdaderamente su fantasía sexual estaba en su casa, bailando en su sala, rozando cada parte de su cuerpo en los muebles y enroscándose y trepándose en la columna cilíndrica como si fuera un tubo. — ¡No lo puedo creer!

A Kits, lo único que la hacía olvidarse de sus problemas en aquella época era bailar, y ahora que lo estaba volviendo a hacer empezaba a recordar la adrenalina de sentirse completamente libre y ajena a todo y a todos.

Escala unos metros de altura, se detiene haciendo presión con sus pies y piernas al cilindro, y deja caer su cuerpo verticalmente hacia abajo. Se desliza suavemente sin miedo sintiendo que flota o vuela, sin tener que pensar en sus sentimientos, en sus recuerdos, en su presente o futuro. Su mente se mantiene en blanco a medida que desciende.

Llegando casi al piso hace un movimiento rápido: levanta su cuerpo, coloca un brazo más arriba que el otro, suelta sus piernas, se impulsa y luego solo se ve la figura de una mujer dando vueltas en su eje, el tubo, sostenida por sus brazos. Mientras Víctor veía aquel movimiento con total admiración y nostalgia...

Minutos después la lavadora suena y Kits se dirige al área de lavanda a retomar su tarea, pero el sudor y el calor que sentía era tanto que decidió quedarse en ropa interior, ya que estaba sola en casa. Víctor fuera de los efectos del hipnótico baile sensual se dirige hacia el camino antes trazado por Kits.

Al llegar al encuentro de ella se sorprende al verla en tan poca ropa lavando mientras el agua que se desprendía de las telas recién lavadas delinea sus hermosas curvas, su braga de encaje negra se escondía en la línea que define sus voluptuosas nalgas.

Entra en un shock total.

Todo lo ya ocurrido sumado a esta escena lo habían provocado en más una manera, pero principalmente en el bulto que se forma en sus pantalones sin poderlo controlar. Sus deseos carnales se manifiestan y si no fuera porque corre el riesgo de perder a una persona tan especial para él ya habría saltado encima de ella, para hacerla suya sobre la lavadora sintiendo la vibración e intensificando la sensación, poseyendo cada porción de su cuerpo semidesnudo con sus manos marcándola y agarrándola fuerte para sentir el roce de sus pieles.

....
He's sat back while she's dropping it, she be popping it
Yeah, she put it down slowly

Está tan embobado con cada movimiento que no se da cuenta cuando ella se gira y lo ve de arriba a abajo, notando su creciente erección escondida tras el pantalón.

— Oh — apenada con su casi desnudez esconde su descarado escote con sus manos — Ho… hola Vinnie... ¿Hace cuánto estás ahí? — Víctor mantiene un silencio incómodo sin haber procesado aún todos sus pensamientos — ¿Podrías dejar de verme así?

— ¿Eh? — la mira a los ojos — ¿Qué? — ladea su cabeza intentado salir de aquel estado de inconsciencia — Oh, disculpa, no… no fue mi intención para nada verte así… Este...eh ... me voy a mi cuarto — Víctor se va sin esperar respuesta apresurado hasta su lugar de descanso, donde al llegar suspira pesadamente y se tumba en la cama a calmar su mente y tal vez, y solo tal vez su miembro palpitante.

Presente

— Disculpa, Vinnie, no... no fue mi intención interrumpirte, ya me voy — giro sobre mis talones y cuando me dispongo a salir de allí lo más rápido posible una voz lastimera me llama

— Kits — exclama aun ronco — sé que esta es una situación incomoda, pero no quiero que me malinterpretes — suspira — es solo que lo ocurrido en el área de lavado, tu baile y unos recuerdos que me llegaron a la cabeza me provocó demasiado — exhala con pesadez — Kits, yo… yo lo siento si te molestó que me masturbara pensando en ti. En serio lo siento. Eres alguien realmente importante para mi y no quisiera perderte por una estupidez mía — escucho el movimiento de una toalla y a continuación el calor de su mano abrazando a mi muñeca jalando delicadamente para girarme. Aun no me atrevía a mirarle cuando me hablaba.

Me giro lentamente comprobando que tiene una toalla envolviendo su cintura, aunque aún su erección no ha bajado completamente.

Subo mi mirada desde su pelvis viendo por primera vez un tatuaje algo peculiar de un osito sosteniendo una corona grabada en las palabras Kristel. Continúo a su torso tonificado guiada por un pequeño valle de pelos concentrados en una línea ascendente hasta su pecho donde se riegan por toda la extensión de sus pectorales que me incitan a peinarlos.

Conecto mis iris verde azulados con los suyos, que reflejan un profundo arrepentimiento, temor y aun un brillo de deseo se reflejan en ellos.

Su mirada viaja por un instante a mis labios para luego regresar a mis ojos como si así escapara de la tensión sexual que se está formando en el ambiente. Ante su acción no puedo evitar relamer mis labios mientras unas ganas de ser tocada por él me invaden.

— ¿Podré hacerlo?

— ¡Claro que puedes nena! Hace un tiempo te vienes aguantando las ganas de hacerlo gemir en su cama y ahora que sabes que te corresponde y esta igual de deseo que tú ¿te vas a acobardar?

— Aish esa mirada de lujuria es irresistible ¡A la mierda!

— ¡Eso es nena!¡A la mierda!

Muerdo mi labio seductoramente bajo su atenta mirada. Lo miro sin ocultar ninguno de mis sentimientos en este momento: miedo, nervios y demasiado deseo.

Uff ¿Cuándo este baño se convirtió en un sauna?

— Víctor, el que te masturbaras no me incomoda, solo me sorprendió — el mencionado esboza una media sonrisa — Y, ¿te gustaría que te ayudara?, así no tendrías que imaginarme

— Kits, yo… no tienes que obligarte a hacer esto por mi… — lo interrumpo con un tímido beso en sus labios

¡¿Desde cuándo soy tímida?!

— Kits, ¿estás segura de esto? ¿Estás lista para este tipo de intimidad? — atrapa mi mandíbula entre sus manos mientras algunos dedos acarician mis cachetes

— Lo estoy Vinnie — acerco mis labios a su oído derecho — te deseo como no tienes idea — susurro de forma sensual y es más que suficiente para que su cuerpo reaccione con un leve temblor y un pene completamente erecto.

— Solo dime si quieres parar en cualquier momento y lo haré. No quiero que te sientas forzada a hacer nada — hice un sonido mientras rozaba mi nariz por su cuello aspirando su olor a sudor y perfume. Lamo el lóbulo de su oreja. — Kiiitttssss — un hermoso gemido en forma de mi nuevo nombre sale de sus labios mojando mis bragas y alterando mis pezones, a la vez que él se aferra a mis caderas para sentir el palpitar de su entrepierna.

¡Qué tierno eres!¡Haré que ambos disfrutemos!

Me separo un poco para deslizar mis ropas hasta que llegan al piso dejándome como hace unos minutos, en ropa interior.

Pego su glande a mis muslos internándolo al horno que se cocina en mi parte baja, dejando que sienta presión entre ellas, mientras Vinnie no puede evitar mover su cadera involuntariamente para adentrarse más. Su líquido preseminal humedece mi piel, facilitándole introducir más su miembro en el pequeño hueco que se forman entre mis muslos.

— ¡Que apretado está esto aquí, Kits! — sus movimientos se vuelven más bruscos y sé que es lo necesita, necesita venirse.

Muerdo el lóbulo de su oreja derecha, entrelazo mis dedos con los pelos que caen en su nuca y respiro en su oído provocándolo aún más.

Víctor me sujeta con fuerza por mis caderas a su cuerpo y sin poder evitarlo un leve gemido de sorpresa sale de mi garganta estremeciéndolo aún más.

Su respiración cada vez es más errática, y siento que falta algo

¿Qué es?

Un beso, si es eso

Saco mi lengua dejando un rastro de saliva desde su mandíbula hasta la comisura de sus labios y apenas lo saboreo me embriago de ellos, los muerdo levemente y los estiro suavemente.

¡Quiero más!

Lo beso, con deseo, con necesidad y pasión, él me corresponde inmediatamente y se viene en mis entrepiernas.

— ¿Me dejas darte placer a ti también? — asiento levemente aun con un hilo de nuestras salivas uniendo nuestras bocas — Ven aquí.

Me conduce hasta el mueble del baño que tiene un gran espejo empotrado a la pared. Me gira para quedar de frente a nuestro reflejo.

— Quiero que sepas que soy yo quien te proporciona placer, quien te hará gemir y provocará un orgasmo — roza sus dedos por mi clítoris húmedo y necesitado — No te contengas, gime para mi, quiero escucharte — suspiro mientras un dedo se introduce en mi vagina abriéndose paso entre mis paredes con delicados giros, haciéndome retorcerme a la espera de un placer mayor.

— Vi… nnie… no pares — agrega otro dedo causando que mis adentros palpiten con fuerza por algo más — Necesito más de ti — profundiza con sus estocadas — te necesito dentro de mi — arremete con más fuerza envolviéndome completamente en el placer — Ahghh

— Di mi nombre — adentra otro dedo y siento que me vengo — dilo

— Víctor…….

¿A partir de ahora seremos amantes?