Renunció a tu amor
Cúando la pequeña Mana quedo herida, Atem decidió romper las reglas de la batalla por lo que lanzó un poderoso conjuro de desgarramiento a Dyeser. La verdad se lo merecía, pero en estos momentos ya nada tiene importancia para él ya que la chica que ama puede morir. Observo como la toma en sus brazos para impedir que caiga al suelo y se lastime aun más.
Como diosa del amor puedo sentir los innumerables sentimientos que Atem y Mana desprenden a pesar de no dirijirse palabra alguna. Atem esta preocupado por ella, y de alguna forma se siente culpable por lo sucedido. Estoy a punto de romper en llanto, ya que en verdad me duele ver a mi faraón sufrir por amor. Me siento impotente, soy diosa del amor y no puedo proteger su romance por culpa del pacto de Aknankanon con mi padre, ¿qué debería hacer? Amo al faraón pero el no es mío.
Mahad toma a Mana en sus brazos por ordenes del faraón para llevarla lejos de las sala de tronó. Al ver al guardián de la sortija milenaria alterado por el estado de su alumna lo sigo rápidamente por los pasillos para ayudarle en lo que se necesite.
-Mahad, hay que llevarla a la habitación médica -le digo mientras trato de seguirle el paso.
Camina demasiado rápido, pero es obvio ya que Mana no deja de sangrar. Esta alterado y de alguna forma su preocupación no le permite pensar bien ya que mi deducción fue acertada, pensaba llevarla a su habitación.
-Tiene razón mi diosa y perdone mi desconcierto -dice Mahad preocupado, para después de ello comenzar a correr por los pasillos debido a que la sala médica esta retirada.
Después de varios minutos llegamos a la sala médica, en donde Mahad colocó a Mana en una cama para enseguida buscar material para curarla.
-Hathor, por favor ayudame a encontrar vendas y ungüentos -me dice mientras él se encarga de extraer la daga con mucho cuidado de la espalda de mi amiga.
Busco con desesperación lo que me ha pedido Mahad, por lo que encuentro un par de vendas, algunos ungüentos que ayudan a desinfectar y cicatrizar e hilo cáñamo para saturar la herida. Tomó todo lo que encuentro para entregárselo a Mahad inmediatamente, quien a retirado la daga del cuerpo de Mana. Comenzamos a limpiar la herida para después de ello proceder a suturar, sin embargo, la aprendiz de mago estaba tan débil que dejó de respirar.
Estoy impactada que por un momento me quedo paralizada, ya que de algún modo no acepto que una joven tan valiente y llena de amor se vaya sin haber vivido a lado del hombre que le robo el corazón. Abandono la habitación para buscar a Atem, mientras Mahad termina de suturar la herida con gran velocidad para proceder a tratar de reanimarla.
Al salir de dicho lugar encuentro al faraón agitado frente a la puerta, sin embargo no tengo el valor para darle la mala noticia, así que solo agachó la mirada para darle a entender que Mana fallecio.
-¡No, no, no...! -dice alterado sin dejar de mover su cabeza en negación.
Esta abrumado, desesperado y furioso consigo, por lo que colocó sus manos en la cabeza para después de ello dejarse caer al suelo. No tengo palabras de consolación ya que a mi también me duele esta gran pérdida, sin embargo, tomo el valor para abrazarlo y decirle las siguientes palabras.
-Será mejor que entres -le digo al oído con tristeza, para después de ello ayudarlo a levantarse.
Entro a la habitación, en donde la pequeña Mana yace sin vida debido a que Mahad no pudo salvarla. Escucho como Atem llora desconsolado al ver a su amada, lo cual me parte el corazón en un millón de pedazos. Miro al interior de la habitación para presenciar como Atem abraza el cuerpo de Mana mientras llora frenético a causa del dolor que siente su alma.
-¡¡Por favor no me dejes!! -grita para enseguida dejarse caer al suelo a lado de la cama de Mana con innumerables lagrimas.
No puedo seguir viendo como el hombre al que amo sufre, por lo que es impresindible que renuncie a él para devolverle a la chica que lo hace feliz. Me alejo del lugar para buscar a Karim, quien es el guardián de la balanza milenaria para pedirle ayuda inmediata.
-Sacerdote Karim, necesito de su ayuda inmediatamente -le digo una vez que lo encuentro en la sala del tronó.
-Por supuesto mi diosa, ¿en qué puedo ayudarle?
-Mana fallecio -expresó tristemente mientras agachó la mirada. -Sin embargo, hay una forma en que puedo regresarla del camino que conduce a Osiris, pero necesito de la magia de los artículos milenarios, en especial del cetro, la llave y la balanza.
-Disculpe mi ignorancia pero, ¿cómo piensa regresar a Mana a la vida? Hasta donde se es imposible.
-Y tiene razón, pero tuve una visión que me mostró la forma de regresarla, pero para ello debo dar mi vida.
-¡¡Por supuesto que no!! Mi diosa, por más que Atem ame a Mana jamás le permitiría sacrificarse.
-¡No le estoy pidiendo su opinión ni su permiso! -respondo autoritaria sin dejar de mirar con seriedad a Karim. -Karim, la forma en la que regresara Mana es difícil, sobre todo para mí, pero no importa lo que tenga que sufrir. Así que le ordenó que me acompañe y que traiga consigo a Seth y Shada.
-Como lo ordene diosa Hathor -respondió resignado para enseguida reverenciarme.
Caminamos por los pasillos del palacios para dirigirnos a la sala médica, en donde Atem aun debe continuar inconsolable. Estoy nerviosa a causa de lo que voy a hacer, pero es lo mejor, además, como diosa mi deber es proteger el romance de todo Egipto y eso incluye al faraón.
Pienso en lo que tengo que hacer; primero que nada debo viajar al camino de Osiris para traer el alma de Mana a este plano con ayuda de la llave milenaria, que bien tendra que otorgarme Shada por un tiempo. Una vez que la traiga de vuelta la balanza tendrán que separ mi esencia, para después de ello unir mi vida con el alma de Mana quien será sellada a su cuerpo por medio del cetro, mientras que mi alma vuelve a su lugar de origen, el reino celestial.
Llegamos a la habitación en dónde el faraón ha entrado en shock a causa de la gran pérdida que ha sufrido, por lo tanto le ordenó a Mahad que se lleve al faraón a su habitación.
Mahad no comprendía el porque de mi orden pero obedeció a pesar de que Atem se oponía a alejarse de Mana.
-¡¡váyanse y déjenme solo!! -gritó cuando sintió la mando de Mahad tocar su hombro.
Atem en verdad estaba destrozado, pero no podía permitir que se quedara en la habitación, ya que al ver que daría mi vida para salvar a Mana capas que lo impediría.
-En verdad lo lamento mi rey, pero no puede quedarse ni un minuto más -digo para después de ello lanzar un conjuro que lo sumio en un corto sueño.
Una vez que Atem estaba fuera de la realidad, Mahad lo llevó a su habitación, mientra que yo le daba indicaciones a Seth, Shada y Karim.
-Shada, necesito que me otorgue la llave milenaria -le digo por último a Sahada mientras estiró mi mano hacia el para recibirla.
-Mi diosa, para que alguien pueda portar un artículo milenario debe ser fuerte espiritualmente, ¿esta segura que soportará cargar con ella? -respondió dudando de todo, ya que el al igual que yo sabíamos que si no tenía la fuerza suficiente dicho objeto absorberá mi alma.
-Estoy segura que puedo cargar con ella Shada, así que porfavor entregamela -digo con gran firmeza al esperar a que ponga en mi dicho objeto. Admito que tengo miedo ya que en verdad los artículos milenarios son peligrosos.
Shada esta preocupado por mi al igual que Seth y Karim, sin embargo, decide confiar en mi por lo que puso en mis manos el Ank's milenarios. Cuando este objeto cayó en mis manos comencé a sentirme débil a causa de la batalla que estaba librando mi alma con la magia oscura de la llave. Caigo de rodillas, sin en cambio, internamente me mantengo fuerte y decidida hasta que llegó el momento en el que mi poder venció a la oscuridad.
Me levanto del suelo, para enseguida recitar un cántico egipcio que solo yo conozco. Dicho cántico me permite ir y venir por el camino hacia Osiris, ya que como diosa del amor tengo el poder de cuidar y recibir a los muertos para aliviar su sufrimiento. Para ser franca, el volver al camino que conduce a la vida eterna me será difícil, ya que no sólo encontrare a Mana en ese lugar, sino a un sin fin de personas que necesitan de mí, sin embargo, se que al dar mi vida para que Mana regrese volveré a estar con las amadas almas de mi reino.
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Holaaa a todos, bueno para empezar les pido una disculpa, pero creo que para terminar este fic me llevara más de dos capítulos, tal vez unos tres pero será necesario para que este conforme con mi trabajo y ustedes queden satisfechos jejeje, gracias por sus votos y comentarios, ya que en vdd para mi son mi fuente de inspiración, en verdad gracias y hasta el próximo capítulo. 😊
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