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El juicio del faraón

Amanecío como cada mañana en Egipto; un sol brillante, clima cálido y una vista maravillosa de mi amado reino. Me levanto de la cama para alistarme, ya que se llevará acabo el juicio contra Sinuéh, quien por alguna extraña razón intento asesinarme. Me duele aun el cuerpo y la garganta, sin embargo es necesario que cumpla con mis funciones como rey.
Me ayudan a vestirme algunos sirvientes bajo la estricta vigilancia de Mahad. Una vez que estoy listo, abandono mi alcoba para dirigirme a la sala del trono. Tomo asiento una vez que estoy frente al trono, mientras espero a que traigan ante mi al enjuiciado. Pasan algunos minutos, para entonces entran al salón del trono las siguiente personas: Shimon, Aknadin, Mahad, Karim, Shada, Isis, Mana y por último Seth, quien entra con el acusado. Miro a la corte con un movimiento ligero de cabeza, pero me parece un poco extraño que Mana este presente ya que no es parte de la corte del faraón, por lo tanto nunca se le han permitido presenciar o participar en uno.
Shimon se acerca a mi para explicarme el proceso que debe seguir el juicio, la cual se basa en un interrogatorio, un juicio sabio y un dictamen. El interrogatorio lo hace Seth, quien es mi mano derecha, mientras que yo me encargo del juicio y el dictamen.
Miro a Shimon un tanto preocupado, ya que Seth puede llegar a ser muy agresivo, así que como gobernante le doy una nueva orden a Shimon.

-Shimon, dile a la corte que también yo participaré en el interrogatorio.

-Pero faraón, usted no debería participar en el interrogatorio porque fue una de las víctimas -respondio mi fiel consejero mientras miraba mi rostro.

-¿Una de las víctimas? ¿A que te refieres con eso Shimon? -pregunte un tanto sorprendido, ya que no comprendía a que se refería con víctimas.

-La señorita Mana también fue víctima de Sinuéh. La llevo a su habitación en forma de secuestro e intento asesinarla, por esa ella esta presente.

Estoy bastante sorprendido, mi Mana, mi dulce Mana estuvo apunto de morir al igual que yo. Me siento molesto, preocupado, nervioso y  a la vez frágil.

-Shimon, dile a la corte que participaré en el interrogatorio, es una orden -dije firme y seguro de mis palabras.

-Como lo ordene mi faraón -dijo para después de ello anunciar mis ordenes e iniciar con el juicio. -El gran faraón será participe en el juicio contra Sinuéh, tanto en interrogatorio, juicio y dictamen, esas han sido sus ordenes. Así que por favor tomen sus respectivos lugares para dar inicio con el juicio contra Sinuéh, general de las tropas de guerra de Egipto.

Después de aquellas palabras declaradas por Shimon, me levante de trono y anuncie mi poder ante la sala.

-Yo soy la estrella de la mañana y de la noche, se hará lo que yo diga. Mi palabra es ley, y como tal es inquebrantable a menos que yo diga lo contrario. -Después de aquellas palabras tome asiento nuevamente en el trono, para después de ello proceder a dar mi primer orden. -Demos inicio con el juicio, presenten ante mi a Sinuéh, agresor de la señorita Mana y de su rey -dije con seriedad disimulando el dolor que sentía en el pecho cada vez que hablaba.

Seth, quien estaba a lado de Sinuéh sujetándolo lo acerco al trono para que iniciara con el interrogatorio, el cual fue un tanto difícil ya que no tenia idea de por donde empezar, hasta que recordé la copa de vino que me ofreció como "tributo".

-Sinuéh, tu siempre fuiste el mas destacado de mis generales, además de recalcar que eras mi hombre de confianza. ¿Por qué me has traicionado? Recuerdo que me ofreciste una copa de vino con la gran mentira de ser un tributo, pero no entiendo el porque de tu engaño, así que exijo que me lo digas.

-Faraón, usted siempre ha cuidado de mí y de mi familia, también reconozco que siempre le he sido fiel hasta el día de ayer, pero era necesario que hiciera lo que me pedía el rey Dyeser. Tal vez no va a creer mi historia mi rey, pero aun así la diré.
El rey Dyeser tiene secuestrada a mi familia, y amenazo con matarlos a menos que yo le traicionara para que el pudiera reclamar la corona como suya. Faraón, creo que hay espías en Egipto, sino es que también en el palacio. A mi esposa e hijos se los llevaron de mi casa cuando yo me encontraba cumpliendo con mis deberes con usted. Cuando llegue a casa lo vecinos me dijeron que se habían llevado a mi familia a la fuerza unos hombres vestidos de negro. Entre de inmediato a mi hogar y vi objetos rotos que indicaban que mi familia se defendió sin éxito alguno. Estaba devastado, no sabia que hacer hasta que encontré una nota, la cual tengo conmigo como prueba de lo que digo -dijo Sinuéh mientras veía como escapaban diversas lagrimas de sus ojos.

-Quiero ver esa nota Sinuéh. Mahad, por favor tráeme la nota que dice el acusado por favor -ordene ya que estaba seguro que era verdad lo que Sinuéh decía.

Mahad se acerco a Sinuéh, quien le entrego la nota para que pudiera leerla. La tome en mis manos para empezar a leerla en voz alta lo mejor que me lo permitía mi voz.

-Sinuéh, general de  las tropas de guerra del faraón, por días hemos estado vigilandote a ti y a tu familia, por lo que sabemos que eres uno de los hombres mas leales a la corona egipcia y el faraón Atem, sin embargo dejaras de serlo ya que tenemos a tu esposa y a tus amados hijos Anat y  Abasi. Pero para que vuelvas a verlos con vida tienes que matar al  faraón y a su amor imposible Mana, ya que si no lo haces no volverás a verlos. 

                       Atte. El Rey Dyeser                        

Estaba atónito, si esta nota era cierta en verdad hay infiltrados en el palacio que no solo conocen a mi gente, sino también mi vida privada, ¿qué debería hacer? Seth estaba sorprendido al igual que el resto de la corte, estábamos en peligro al igual que la familia de Sinuéh y eso no era ninguna broma. Me levanto del trono para pararme justo en frente de Sinuéh, ya que es necesario que hable con el en voz baja. 

-Sinuéh, en verdad quiero confiar en ti y en tus palabras, pero es preciso que me digas toda la verdad ahora mismo, y no solo eso, también debes jurarme que dirás toda la verdad -dije en voz baja para que solo el pudiera escucharme.

-Lo juro faraón, pero debo decir que tengo miedo de que le hagan algo a mi familia -respondió susurrante, ya que al parecer sabia que alguien podría escuchar nuestra conversación.

-Estoy seguro que Dyeser no asesinara a tu familia, tal vez los esclavice pero no los dañara, sin embargo te juro por mi vida que salvaremos a tu familia, pero es necesario que me digas si sabes algo -respondí con el mismo volumen de voz que Sinuéh, mientras tomaba sus hombros para brindarle confianza.

Después de aquellas palabras, Sinuéh, aun sujetado por Seth se acerco a mi oído para revelarme algo que me dejo impactado, desconfiado y preocupado.

-Faraón, hay hombres de Dyeser en el palacio haciéndose pasar por soldados suyos. Hace algunos días note rostros nuevos en las formaciones, pero como son bastantes soldados creí que a lo mejor nunca les había prestado atención, sin embargo ahora estoy seguro que son espías y que por ello sabían sobre mi y la señorita Mana -dijo susurrante a mi oído para impedir que alguien ajeno a Egipto escuchara la conversación.

En verdad estaba perplejo, que lo único que pude hacer fue pensar en la seguridad de Mana y Hathor, sin embargo no podía arriesgar a la familia de Sinuéh, por lo que se me ocurrió realizar una sentencia falsa para salvarlo a él y a su esposa e hijos.

-Sinuéh, en este momento quisiera salvar a Hathor y Mana de la emboscada que nos rodea, pero si lo hago se desatara una batalla en el palacio que podría ponerle fin a tu familia, así que te sentenciare a muerte para darle una oportunidad de vida a tus hijos y esposa, sin embargo solo sera una sentencia falsa, de acuerdo. -Le susurre al oído mi plan para que no se asustara y confiara en mí. -Sinuéh, los hombres de Dyeser que se encuentran en el palacio seguirán creyendo que no sabemos de su parecencia, por lo que  todo seguirá marchando como "siempre", pero me preocupan Mana y la diosa, así que te pediré que las ocultes mientras ideamos mi corte y yo una estratagema de ataque.

-Por supuesto faraón, las cuidare y las ocultare en un lugar seguro, lo juro -dijo susurrante mientras miraba mis ojos con firmeza.

Después de aquella conversación volví al trono para continuar con el juicio, el cual a partir de ahora seria completamente falso. Pero antes de declarar el juicio y la sentencia le di instrucciones secretas a mi consejero, para que discretamente informara  a los sacerdotes milenarios sobre mi plan.

-Sinuéh, eh determinado que la nota que nos muestras es completamente falsa y que verdaderamente haz traicionado a la corona y a tu rey, también he determinado que haz intentado asesinar a Mana para perjudicarme debido a que conoces mis sentimientos hacia ella, por lo tanto te declaro culpable y te sentencio a muerte. Esta noche mi fiel sirviente Mahad llevara acabo tu ejecución en un salón privado para que no alterar al pueblo y a sus residentes -dije en voz alta mientras mostraba seriedad, firmeza y enfado para que todos a mi alrededor creyeran mi cuartada. -El juicio a terminado.

Después de aquellas palabras me levante del trono y me retire junto con Shimon y Mahad para dirigirme a mi habitación, ya que era necesario que ideara un plan de guerra con ellos para defendernos de los intrusos. Mientras que Seth y Sinuéh se dirigían al calabozo para que nadie sospechara sobre mi pequeño plan, ya que cualquier movimiento en falso podría provocar un grande y terrible derramamiento de sangre.

Pasaron las horas, para entonces ya estaba bien formulado nuestro plan de ataque, sin embargo no podría llevarse acabo hasta que Mana, Kyari, Hathor y Sinuéh estuvieran lejos de Egipto. Visitó a Mana en sus aposentos antes de que caiga la noche, ya que al dar la media noche se iría lejos. Tocó la puerta, la cual ella abre para permitirme el paso.

-Mana, ¿puedo hablar contigo? -pregunte mientras me adentraba a su alcoba tranquilamente.

-Por supuesto Faraón, ¿en que puedo ayudarlo? -respondió mientras cerraba la puerta de su habitación para impedir que alguien nos escuchara.

-Mana, me parece que Mahad ya te explico cual es el plan de esta noche, cierto. Pero la verdad es que estoy preocupado por lo que pueda llegar a pasarlés mientras intentan escapar. -Digo mientras la tomo tiernamente de las manos. -Mana... no quiero que mueras, así que por favor prométeme que harás lo necesario para mantenerte viva.

-Lo haré faraón, cuidare de mí y de Kyari, y si es necesario haré uso de todo mi poder mágico. Pero faraón, usted deberá prometerme que estará a salvo y que ganara esta batalla.

-Ganare esta batalla por ti, lo prometo -respondí mientras acariciaba por ultima vez la mejilla de mi amor verdadero -Mana, antes de irme quiero que me prometas que jamás te quitaras el Ank's del cuello, ya que de esa forma podre protegerte, de acuerdo.

-De acuerdo faraón, lo llevare conmigo siempre.

Después de aquella conversación la abrace con fuerza y ternura mientras recitaba mentalmente un sencillo conjuro de protección que caería en el Ank's. El conjuro era sencillo pero poderoso, ya que a partir de ahora seria yo quien recibiera cualquier daño que ella pudiera recibir, es decir, mi alma sera un escudo para ella. Termine de recitar el conjuro e inmediatamente me aleje de ella para que no notara lo que acababa de hacer. 

- Te amo Mana, nunca lo olvides - dije por ultimo para después de ello proceder a retirarme.

Las horas transcurrieron rápidamente, para entonces mi plan se llevo acabo a la perfección, Mana, Kyari, Hathor y Sinuéh abandonaron el palacio para ocultarse de lo que estaba por suceder.

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Holaaa a todos, bueno eh aquí un nuevo capitulo que espero sea de su agrado. Por favor no olviden comentar y dejar sus votos, hasta el próximo capitulo.

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