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22. Te amo.

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-Es normal que se sienta desorientado, cansado y obviamente adolorido - Seokjin le comentó a los presentes, luego de haber examinado a Jungkook - Pero no lo presionen a que hable, por favor.

-Vale - Taehyung gruñó su respuesta, cruzando los brazos sobre su pecho.

Entendía que Jungkook necesitaba tiempo para que un oficial pudiera iniciar el interrogatorio y así realizar la demanda, pero ser paciente no era una virtud en él.

-Pueden ir a verlo si gustan, aunque luego de administrarle los analgésicos correspondientes, cayó rendido nuevamente.

-Gracias, doctor - Nayeon agradeció con una encantadora sonrisa, levantándose de la silla y jalando a su esposo.

-No hay nada que agradecer - Seokjin respondió de manera cortés, antes de retirarse a su oficina.

Mientras avanzaban por la larga sala de estar hacia donde se encontraba Jungkook, Taehyung miró todo a su alrededor en completo silencio. Los pasillos de la clínica, al igual que las habitaciones, estaban pintadas de color blanco para generar esa armonía y tranquilidad en los pacientes. Taehyung lo odiaba.

Malditamente odia el blanco y la paz del lugar, además de ese asqueroso olor a anestesia y los pitidos de las máquinas.

-Necesito una pastilla para el puto dolor de cabeza - gruñó mientras se dejaba caer en el sofá de la habitación y sobaba su sien con ambas manos.

Un golpe en el brazo lo hizo alzar la cabeza para conectar su mirada con la de su esposa, sin suavizar su ceño fruncido.

-No digas malas palabras - Nayeon lo regañó - Y no creas que el tema del cigarro está olvidado.

-Mi amor - suavizó su ceño, sonriendo y mirándola como un pequeño cachorrito - Te dije que solo era el primero...

-Ya. ¿Tú crees que yo soy idiota?

-Jamás creería eso, mi vida - estiró sus manos, atrapando las de su esposa para besarle el dorso de sus pequeñas y delicadas manos - Mejor ven aquí y dame un besito.

Ella rodó los ojos, sin poder evitar sonreír.

-No creas que con palabras lindas olvidaré que estoy enojada.- se sentó a su lado, sin borrar su encantadora sonrisa.

-¿Y con otra cosa? - alzó sus cejas repetidas veces, insinuando algo que Nayeon logró comprender casi de inmediato.

-Oh Dios, eres un cerdo - besó con delicadeza sus labios - Aunque la idea suena tentadora - mordisqueó su labio inferior de la manera más sensual que le fue posible, logrando encender por completo a su esposo.

-Joder, por eso te amo - la volvió a besar, pero esta vez fue más profundo; saboreando con su lengua el interior de la cavidad bucal de ella. Movió una de sus manos hacia el muslo y lo apretó con delicadeza por sobre su vestido, ahogando con sus besos los suaves gemidos que Nayeon comenzó a soltar.

-Cariño... - jadeó cuando sus bocas finalmente se separaron.

-Quiero hacerte el amor, ahora.

Nayeon soltó una risita baja, sintiendo el calor subir hasta sus mejillas cuando la mano de Taehyung se coló bajo su ropa, tocando directamente la suavidad de su piel.

-Tae, no es el momento... - casi se atragantó con su propia saliva cuando Taehyung rozó con la punta de sus dedos su ropa interior.

-No lo es... - murmuró totalmente de acuerdo, llevando sus labios al perfumado cuello de su esposa para dejar cortos besos.

Antes de que Taehyung pudiera meter su mano bajo la delgada tela con encajes que Nayeon llevaba puesta, unos golpecitos en la puerta los hicieron sobresaltar, separándose de inmediato.

Nayeon se levantó aun estando con sus mejillas terriblemente sonrojadas y abrió la puerta, encontrándose con un gran ramo de flores frente a ella.

-¿Pero qué...? - no alcanzó a decir nada más, cuando Hoseok se dejó ver.

-Hola, Naye - sonrió, luciendo tan animado como siempre.

-¡Hobi! - chilló emocionada, aun cuando lo había visto el día anterior.

Hoseok apartó el ramo de flores, inclinándose para besar la febril mejilla de Nayeon, quien no se resistió y lo abrazó con cariño.

-Hola, Tae - saludó cuando finalmente estuvo dentro de la habitación, entregando el ramo a Nayeon, quien inmediatamente se las ingenió para improvisar un florero.

-Hey - Taehyung respondió estrechando sus manos, ya que no fue capaz de levantarse gracias a la dolorosa erección que aún no parecía querer bajar - Joder, te besaría en este preciso instante, ¿sabes?

-A Yoongi no le haría mucha gracia saber eso, eh. - Nayeon respondió con atisbos de diversión.

-Me importa un huevo Yoongi.

-¿Y por qué sería bendecido por tus besos? - Hoseok preguntó confundido, sin dejar de sonreír.

-Solo mira esta maldita habitación - Hoseok la miró, comprendiendo el punto de Taehyung - El blanco es una mierda.

-Lo es - estuvo de acuerdo - ¿Cómo sigue Jungkook?

-Luego de que despertara, el doctor lo examinó y le administró medicamentos - Nayeon respondió - No ha despertado desde entonces.

-Será un proceso bastante lento - Hoseok miró a Jungkook - Pero tengo todo listo para hacerme cargo del caso.

-¿Hay noticias del bastardo? - Taehyung preguntó impaciente.

-No realmente - rascó con su dedo pulgar una de sus perfiladas cejas - Sigue sin indicios de querer reaccionar.





***

Habían abandonado la habitación para beber café y poder charlar a gusto entre todos, intentando hacer más ameno el tiempo que compartirían en la clínica.

-¿No es malo que Jimin aún no reaccione? - Hoseok le preguntó a Namjoon, mientras se sentaba a su lado.

Namjoon frunció los labios ante la pregunta, esa misma que comenzaba a fundirle los sesos.

-Según el doctor, no - terminó por decir, observando su café a medio tomar.

-¿Por qué no te veo convencido? - Taehyung preguntó esta vez, tomando la mano de su esposa para acercarla a sus labios y dejar un corto beso en sus nudillos.

-Jungkook ya reaccionó y estaba con dos puñaladas debajo de sus costillas, ¿Por qué Jimin aún no? - Namjoon respondió mirándolo, con la angustia plasmada en su cansado rostro.

-Supongo que no todos los cuerpos reaccionan de la misma forma - Nayeon le respondió, intentando tranquilizarlo de alguna forma.

-Supongo... - soltó un suspiro cargado de angustia - Es solo que... estoy preocupado por él.

-No eres el único - Hoseok palmeó su hombro derecho, transmitiendo de alguna manera ese apoyo que parecía necesitar.

-¿Namjoon? - una voz femenina los hizo girar a todos el rostro, encontrándose a una sofisticada mujer en traje oscuro de dos piezas, con unos elegantes tacones que resonaron por toda la sala de espera cuando comenzó a acercarse a ellos.

Solar finalmente había llegado.

-Lamento tanto la demora - abrazó a su amigo, quien se había levantado para saludarla - Tengo un caso que me está consumiendo hasta la vida - se quejó, logrando hacer que Namjoon sonriera.

-Tranquila, de todas formas no hay novedades.

Solar saludó a todos por su cuenta sin siquiera sentirse avergonzada o intimidada al no conocerlos bien, dejando en claro cuán empoderada iba por la vida. El día anterior ya había ido y los había conocido, además de haber entablado una agradable charla con todos.

-¿Hay novedades de Gong? - preguntó, cuando finalizó de saludar a cada uno.

-Hasta ahora, no.- Hoseok le respondió.

-¿Y la familia...? - preguntó ella de nuevo, viendo como Hoseok fruncía los labios en una mueca.

-Espero que nadie vaya a verlo - soltó Taehyung con desdén.

-La esposa ya fue a visitarlo y quedó bastante mal, la verdad.

-Pobre mujer - comentó Nayeon - Debe ser horrible tener que enterarse de esa forma que estaba casada con un psicópata.

-Si, bueno... - Hoseok bebió el resto de café frío que le quedaba - Cuando logró procesar toda la información que el oficial le dio, lloró por un buen rato hasta que logró calmarse y le pidió orientación al mismo oficial para poder dejar una demanda.

-¿Demanda de qué? - Taehyung lo interrumpió, manteniendo su ceño levemente fruncido.

-Pedirá el divorcio y la custodia total de su hija.- Hoseok terminó de explicar la información recaudada de los oficiales que custodiaban a Gong.

-No es para menos - Solar comentó totalmente de acuerdo con la decisión de la mujer - Ojala y no pueda ni siquiera acercarse a ellas.

-Si ella lo pide, ¿Se le puede conceder la orden de alejamiento y todo eso? - Namjoon preguntó curioso a Hoseok, quien era el que se encargaba de esos temas debido a su trabajo.

-¿Tomarás tú el caso de ella? - Taehyung preguntó arrugando aún más su entrecejo.

Hoseok miró a ambos hombres que lo bombardearon con preguntas, sin poder evitar sonreír ante la curiosidad y el asombro en sus caras.

-Por supuesto que pueden concederle lo que pida, considerando que Gong es un peligro para la sociedad. Y sí, tomaré su caso.

-Que generoso, hombre.- Taehyung bromeó, levantándose de su asiento.

Hoseok solo se encogió de hombros ante su broma sin gracia, acostumbrado al sarcasmo en su cuñado.

Nayeon comenzó a despedirse de todos cuando comprobó que ya era hora de volver con su pequeño. Taehyung no le soltó la mano en ningún momento, hasta que salieron de la clínica y el frío golpeó sus cuerpos.

-Debí traer mi abrigó - tembló y se acurrucó entre los brazos de su esposo, quien inmediatamente se quitó el saco de su traje y la cubrió.

-El auto no tarda en llegar.- la rodeó con sus brazos, acercandola lo que más pudo a su cuerpo.

-Te voy a extrañar en nuestra cama - murmuró, frotando su mejilla en el pecho de su esposo.

-Mañana iré a casa temprano a ducharme - dejó un beso sobre sus cabellos - Estoy cansado...

-Deberías ir y dormir un poco.

-Si... creo que haré eso, pero mañana.

-Vale, te esperaré con el desayuno listo.

Taehyung sonrió, alejando un poco a su esposa para lograr verle el rostro y poder besarla.

-Te amo, preciosa.

-Y yo a ti, cariño.- respondió sobre sus labios, cerrando los ojos y correspondiendo el dulce beso de su esposo, sin importar que estuvieran en la vía pública y fueran vistos por más personas.

No se dieron cuenta cuando Yoongi llegó, y este estaba demasiado cansado como para notarlos a la distancia.

-Dios, estoy muerto.- Yoongi habló mientras arrastraba los pies y se sentaba al lado de su novio, quien lo recibió con una encantadora sonrisa.

-¿Mucho trabajo? - preguntó Hoseok, besando una de sus pálidas mejillas y quitándole el portafolios de las manos.

Yoongi asintió levemente con la cabeza, totalmente agotado y luego saludó a Solar y a Namjoon.

-No entiendo como tienen una sola asistente - sobó su hombro izquierdo - Y ella es demasiado eficiente.

-¿Tae no tiene asistente? - Hoseok preguntó confundido, apartando la mano de su novio para ser él quien masajeara su hombro adolorido.

-Ese idiota... - refunfuñó - Las despide ante el más mínimo error.

Solar sonrió al ver como el hermano mayor de Taehyung se quejaba, le resultaba demasiado tierno de su parte cubrir a su hermano mientras este no se movía del lado de su amigo.

Amigo, recordó y miró a Namjoon.

-¿Puedo ir a ver a Jimin?

-Claro, vamos - se levantó y miró a la pareja - Uhm... ¿No les molesta que me retire con ella?

-Oh, no - Hoseok le sonrió mientras negaba con su cabeza - Vayan tranquilos, nosotros iremos a ver a Jungkook.

-Vale, nos vemos luego.




***

Hoseok, Yoongi y Solar ya se habían ido a sus hogares hace un par de horas, por lo que Namjoon y Taehyung se encontraban solos en las habitaciones correspondientes de sus amigos.

Taehyung estaba desparramado en el sofá de cuero más largo, ese que estaba más alejado de la camilla. Sus ojos ardían a causa de la falta de sueño y su cuerpo entero comenzaba a doler por la incómoda posición que estaba adoptando las últimas noches.

Aun así, decidió seguir navegando por internet un poco más, hasta que un extraño sonido lo hizo apartar su mirada de la pantalla iluminada de su teléfono para mirar a Jungkook, quien comenzaba a moverse lentamente.

-T-Tae... - musitó Jungkook con un hilo de voz, sonando débil y cansado.

-Hey... - se levantó y llegó a su lado en menos de un segundo.

Jungkook parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la tenue luz de la habitación, hasta que pudo ver con claridad el demacrado rostro de su amigo, quien le sonreía de manera genuina.

-Hola...

-No te esfuerces, hombre - lo tomó de la mano, sintiéndose instantáneamente aliviado al verlo despierto y al poder hablar con él.

-¿Ji... Jimin? - era lo único que le interesaba saber en ese momento.

-Él... - mordisqueó su labio por un momento - Él está bien, en otra habitación y durmiendo porque no jodas, son las tres de la madrugada.

-Quiero... verlo... - frunció el ceño ante la punzada que sintió bajo sus costillas.

-No me jodas, hijo de puta - sonrió melancólico. Extrañaba de manera dolorosa todo lo que tuviera que ver con Jungkook - Te acabas de despertar luego de varios días donde eran una maldita verdura conectada a máquinas y al despertar, solo quieres ver a Jimin.

Sorbió su nariz y secó rápidamente las lágrimas de felicidad que escapaban de sus ojos.

-Joder... - miró hacia otro lado, sintiéndose verdaderamente avergonzado - Yo... te extrañé, hermano.

Si Jungkook hubiera podido levantarse y abrazarlo, lo hubiera hecho sin siquiera tener que pensarlo. Ver a Taehyung así, tan vulnerable, le partía el corazón.

-L-lo siento...

Vio como Taehyung inhalaba profundo y parpadeaba con rapidez, disipando el agua que se empeñaba en nublarle la vista.

-Está bien, no es tu culpa - apretó cuidadosamente el agarre en la mano de su amigo - Ya todo está bien y nadie corre peligro.

-¿Jimin? - volvió a preguntar.

-Más tarde vendrá el doctor Seokjin, él te puede informar de todo.

-Bien... - respondió casi sin aliento, sintiendo como la herida bajo sus costillas dolía cada vez que hablaba.

Taehyung se sentó a su lado, sin soltarle la mano y lo puso al día de todo. Le contó que Yoongi estaba haciéndose cargo de la empresa por estos días, y que disfrutaba verlo como un maldito fantasma cada vez que aparecía en la clínica para verlo. También sugirió que debían darle unas malditas vacaciones a Kailan, además de un cheque bien gordo por dejarse explotar sin siquiera reclamar. Y por último, se quejó de Kurt, quien no paraba de mandarles mensajes cada dos horas para saber cómo estaba y que lo había mandado a la mierda.

Jungkook soltó una risita baja, arrepintiéndose cuando gimió ante el dolor.

-No sé cómo lo soportas - volvió a quejarse - Además de que no escribe, solo responde con esos putos emojis raros.

-Es... un niño...

-Un niño al que atravesaste sin problemas con tu maldita polla - le recordó, dejando atrás las lágrimas y la tristeza.

Jungkook rodó los ojos, considerando seriamente en volver a cerrarlos para dormir.

-Mañana pensaba irme a casa temprano, pero me iré por la tarde.

-V-vale...

-Solo iré a ducharme y a comer algo, además de ver a mi pequeño clon.

Jungkook no respondió, sintiendo nuevamente los párpados pesados.

-Mejor descansa, ¿si? Yo voy a hacer lo mismo, dentro de poco amanecerá y vendrán a molestarte para examinarte y toda esa mierda.

Jungkook sonrió con dolor, cerrando los ojos y dejando que su cuerpo nuevamente sucumbiera al delicioso sueño profundo. Taehyung le soltó la mano minutos después y le acarició el cabello antes de irse al sofá más grande, donde se acomodó y cerró los ojos para lograr dormir tranquilo hasta las siete de la mañana, hora donde se realizaba el cambio de turno y donde también iban a administrarle la dosis de medicamentos correspondiente a Jungkook.




***

Desde que Jungkook despertó aquella madrugada, dos días habían pasado y ya no se sentía somnoliento o cansado, aunque sí muy adolorido.

Esa mañana el doctor había ido a examinarlo, revisar los puntos de sus heridas y a reajustar la dosis de medicamentos.

-Quiero ir a ver a Jimin - insistió por enésima vez.

Seokjin soltó un suspiro cansado, estaba agotado de pisar la habitación y automáticamente escuchar aquellas palabras de su paciente.

-No puedes moverte, no aun.

-Quiero ir a ver a Jimin - insistió en un gruñido, totalmente cabreado de que le negaran su petición.

-¿No te vas a rendir, verdad? - Seokjin apartó su vista de la ficha cuando terminó de anotar las nuevas observaciones en Jeon.

-No. Quiero verlo.

-Vale, pero deja conseguir una silla de ruedas.

-Bien.

-Y no puedes levantarte, por nada del mundo hasta que te traigan aquí nuevamente.

-Bien.

-Vale, dame un momento - guardó su bolígrafo en la impecable bata blanca que llevaba y dejó la ficha de Jeon en uno de los muebles antes de salir de la habitación.

Taehyung había ido a comer algo a la cafetería de la clínica y cuando volvió, traía consigo una silla de ruedas y un enfermero lo acompañaba.

-Bien, señor - habló el hombre - Lo ayudaré a sentarse, pero le quitaré esto.

Tomó el brazo de Jeon y sacó la intravenosa con cuidado, colocando de inmediato un parche para que no sangrara.

-¿Cómo te sientes? - Taehyung le preguntó, mientras el enfermero lo ayudaba a ponerse de pie y lo sentaba con cuidado en la silla de ruedas.

Jungkook no pudo contener el gemido lastimero cuando su trasero tocó la acolchada superficie de la silla y sintió como los puntos le tiraban la carne por dentro al adoptar aquella posición.

-Como la mierda - refunfuñó tocando el inicio del dolor y Taehyung simplemente sonrió, viendo como el enfermero salía de la habitación ya que su trabajo estaba hecho.

-Entonces... ¿Vamos a ver a Jimin?

Taehyung no espero una respuesta y comenzó a avanzar, empujando la silla de ruedas por los pasillos hasta llegar a la habitacion de Jimin.

-Hey, hola - Namjoon los saludó mientras bostezaba.

No era difícil deducir cuan cansado se encontraba, no cuando las bolsas violaceas bajo sus ojos delataban su falta de sueño. Y no solo él, Taehyung se encontraba de la misma forma.

-Hola - le respondió Jungkook, siendo empujado hacia el interior y sus ojos de inmediato se posaron en Jimin, quien se mantenía profundamente dormido.

-¿Quieres que nos quedemos o...?

-No - interrumpió a su amigo, sin apartar sus ocelos de Jimin.

-Vale, nos vamos.

No volteó a verlos cuando abandonaron la habitación, pero cuando la puerta se cerro a su espalda, no perdió el tiempo y movió la silla de ruedas, acercándose lentamente al lado de Jimin.

Jungkook sintió como se formaba un incomodo nudo en su estómago mientras lo observaba en completo silencio. Dolía tanto verlo en ese estado.

Extendió su mano y contuvo el aire en sus pulmones cuando el dolor se volvió más agudo bajo sus costillas, y rozó con delicadeza la mano de Jimin, cepillando con la yema de sus dedos la magullada piel del brazo.

-Lo siento... - murmuró bajito, sin dejar de acariciar el pálido brazo de Jimin.

Sus ojos no tardaron en llenarse de lágrimas a medida que escaneaba meticulosamente cada parte del cuerpo de Jimin. La nariz ya no estaba hinchada y estaba cubierta por un parche color piel, pero los moretones en el rostro y cuello aún estaban ahí para recordarle lo que había sucedido. Y la muñeca estaba totalmente vendada

-Jimin, yo... - sorbió su nariz y se estiró para alcanzar con sus labios el dorso de la mano de su ex esposo, depositando un casto beso en la suave piel - Siento tanto haber tardado en llegar...

Deseaba poder ponerse de pie y acostarse a su lado, acurrucarse contra el cuerpo de Jimin y abrazarlo hasta que todas sus heridas sanaran.

-Te amo... - susurró contra los nudillos de Jimin, humedeciendole la mano con las lágrimas que no parecían querer detenerse.

Un leve movimiento en las articulaciones de Jimin lo hicieron removerse y alzar la vista para mirarlo, ansioso porque Jimin finalmente abriera sus preciosos ojos avellanas.

Y pasó, como si Jimin decidiera concederle aquel deseo.

Jimin frunció el ceño mientras abría lentamente sus ojos, sintiendo sus párpados tan pesados que se veía obligado a cerrarlos, aun cuando ya no quería seguir en ese estado. Luego de varios intentos, finalmente lo logró.

Sus ocelos avellanos fueron a dar directo hacia la gran ventana a su costado, notando de inmediato que era de mañana.

El dolor en su cuerpo no pasó desapercibido, recordándole casi de inmediato todo lo que había pasado gracias al psicópata de Gong.

Gong, recordó mentalmente mientras fruncía el ceño a causa de la rabia que sentía, pero luego recordó a Jungkook y todo sentimiento de enojo se disipó, siendo reemplazada por preocupación.

Giró su rostro en busca de alguien para pedir noticias de Jungkook, sorprendiéndose al encontrarlo ahí, a su lado.

Y sintió de inmediato ese consuelo al verlo ahí, a su lado.

-Jun...Jungkook - su voz salió extremadamente ronca y enmudeció de inmediato cuando un incómodo dolor se hizo presente en su garganta.

Jungkook sonrió mientras sorbía su enrojecida nariz, dejando que de sus húmedos ojos escaparan más lágrimas.

-Ho-hola - no pudo evitar sollozar de felicidad, sintiendo como su corazón saltaba y golpeaba el interior de su pecho.

Jimin tampoco pudo contenerse y dejó que las lágrimas le nublaran la vista, mientras movía lentamente sus dedos y acariciaba sutilmente la mano que sostenía la suya.

Se sentía finalmente a salvo.

No hubo mucho intercambio de palabras, solo caricias sutiles por parte de ambos mientras la tristeza y la felicidad los abrazaba.

-Lo siento... - Jungkook dijo entre sollozos - Lo siento tanto...

Jimin no estaba seguro del por qué se disculpaba realmente, pero fuera la razón que fuera, él lo perdonaría todas las veces que fuera necesario.

-Jungkook... - intentó mover su mano para eliminar la humedad en el rostro de su ex esposo, pero la incómoda intravenosa se lo impedía y Jungkook parecía no querer soltarle la mano.

-N-no te muevas tanto - sorbió nuevamente su nariz y se secó las mejillas con su mano libre.

-Yo...

-Tranquilo, no necesitas agitarte.

Jimin negó con un ligero movimiento de cabeza.

-Yo puedo... - boqueó para tragar una pequeña bocanada de aire y así continuar hablando - Recordarte.

Jungkook lo miró atónito por unos cortos segundos y luego se levantó de la silla, importandole poco y nada el dolor de sus heridas.

Abrazó a Jimin mientras lloraba como un niño pequeño, y Jimin le devolvió el abrazo con su mano buena, sonriendo mientras lloraban.

-Lo siento, lo siento... - repitió destrozado.

Necesitaba tanto aclarar que se arrepentía de todo, que lo amaba igual o más que antes, que no quería volver a perderlo, que lo necesitaba en su vida para poder seguir adelante.

Y Jimin sintió como su corazón se partía al verlo tan vulnerable. ¿Cómo había sido capaz de olvidarlo?

-Jungkook... - intentó que este lo mirara, pero Jungkook solo se aferró aún más a él - Jungkook, mírame...

Jungkook se apartó, con el miedo brotando por cada uno de los poros de su piel.

Jimin logró quitar la humedad en el rostro sonrojado de Jungkook, ahogando sus propios lamentos ante el dolor latente en su cuerpo.

Antes de hablar, inhaló profundo y exhaló lentamente.

Recordaba la conversación que había tenido con Jungkook en el restaurante, antes de que toda su felicidad se viera empañada con el actuar de Gong. Pero la que más le quedó grabada fue el sincero "te amo" de Jeon.

Y deseaba volver a escucharlo.

-¿Me amas, Jungkook? - preguntó lentamente, mientras este le acariciaba una de sus mejillas.

-Nunca dejé de amarte - admitió, sonando tan devastado como quizás se sentía.

Y Jimin sollozó, estirando su mano para tocar nuevamente su rostro febril del único dueño de su corazón.

Jungkook se acercó a Jimin hasta que sus frentes se juntaron y sus narices se rozaron con cuidado, sintiendo la respiración tibia del otro.

-Te amo - repitió, cerrando los ojos y soportando el dolor de su herida ante la incómoda posición que había adoptado.

Jimin movió su rostro, rozando con sus labios los de Jungkook.

-Te amo - susurró Jimin sobre los labios de Jungkook, cerrando sus ojos mientra presionaba sus bocas y sentía como Jungkook comenzaba a guiar un ansiado beso.

Ambos lo necesitaban.

Se embriagaron con el exquisito sabor de sus lenguas, soltando pequeños jadeos gracias a sus lastimados cuerpos y al sobre esfuerzo que estaban haciendo.

Valió la pena cada segundo hasta que la necesidad de aire los obligó a separarse, ambos con sus ceños levemente fruncidos ante el dolor.

Jimin le sonrió, sintiendo como el calor en sus mejillas aumentaba considerablemente.

No lograba comprender cómo había sido capaz de olvidar todo lo que más amaba de Jungkook. Sus besos, sus caricias, su rostro, hasta ese delicioso aroma varonil que le embriagaba cada vez que se acurrucaba entre sus brazos.

-N-no vuelvas... a alejarme... - exigió sonando demasiado cansado. Se había exigido más de lo que debía cuando apenas había despertado luego de permanecer días inconsciente.

-Nunca más - depositó un último beso en los labios de Jimin antes de dejarse caer nuevamente en la silla, sintiendo como el parche en su herida comenzaba a humedecerse.

Antes de que pudieran seguir hablando, la puerta se abrió y Taehyung apareció.

-Jimin - musitó con claro asombro.

Ante la mención de su nombre, Namjoon no tardó en aparecer tras él para avanzar hacia el interior de la habitación.

-Oh Dios mío - se acercó a su lado y lo abrazó con cuidado - Al fin despiertas, pequeño.

Jimin solo le sonrió, viéndose notoriamente cansado.

-Llamaré al doctor - Taehyung dijo, pero miró a su amigo y su ceño se arrugó cuando vio el parche teñido de escarlata - Joder, tu maldita herida.

-Oh...

-Nada de "Oh", idiota - gruñó, tomando la silla por las manillas para sacarlo de ahí y llevarlo a la habitación.

-O-oye, no me quiero ir... - Jungkook miró a Jimin, quien le sonrió con un pequeño puchero al ver que la visita había finalizado.

Fue ignorado, hasta que llegó a su habitación y Taehyung se encargó de acostarlo en la camilla.

-Joder, mira eso - gruñó preocupado - Así no te vas a sanar nunca, hijo de puta.

-Lo siento, es solo que...

-Ya sé - lo interrumpió con un bufido - Los vi por la ventanilla de la puerta, ¿sabes? - confesó, alzando sus cejas repetidas veces.

-Qué chismoso.

-Ya, pero al menos valió la pena que se te abriera la puta herida.

Jungkook sonrió, viendo como la puerta de su habitación se abría y Seokjin aparecia no muy contento.

-No habrá más visitas - sentenció, colocándose los guantes de látex y caminando hacia Jeon para examinar su herida.

Taehyung solo sonrió, apartándose para que el doctor hiciera su trabajo mientras Jungkook redoblaba indignado. Nadie le negaría el poder ir a ver a Jimin. 

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