Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19. ¿Jimin?


.•──────────❥◦•

El llamado a Hoseok no había resultado como Jungkook esperaba, este se encontraba lo suficientemente ocupado como para poder responderle en ese preciso momento. Avisando por un corto mensaje de texto, prometió llamarle por la noche, apenas llegara a la comodidad de su hogar.

La importante reunión comenzó en cuanto Jungkook llegó a la empresa, quedando atrapado por dos largas horas.

-Por fin - le susurró Taehyung mientras veían cómo su socio junto a su equipo de trabajo abandonaban el recinto.

-¿No debemos volver a lidiar con ellos pronto, verdad? - ambos se pusieron de pie y salieron de la sala de reuniones, comenzando a avanzar por el largo pasillo del piso en el que se encontraban.

-Gracias a Dios, no. - le respondió Taehyung, palpando los bolsillos de su pantalón.

-Maravilloso.

Entraron al elevador y Jungkook bajó en el piso correspondiente, mientras que Taehyung se dirigió hacia el subterráneo, alegando que necesitaba su pequeña dosis de nicotina para lograr relajar su cuerpo.

-Señor - Kailan se levantó de su lugar para avanzar hacia el lado de su jefe - El señor Meyer está en la oficina, no llegó hace mucho.

-Oh.

-Y aquí están los balances del mes, perfectamente detallados y ordenados.

Jungkook recibió la carpeta que ella le extendía.

-Muchas gracias.

Entró a su oficina y fue recibido por esa encantadora sonrisa del chico rubio, que lo esperaba sentado en el cómodo sofá de cuero negro.

Jungkook había mensajeado a Kurt durante la reunión, informándole que ya los había revisado sus documentos y que todo estaba listo para que los fuera a buscar.

Y Kurt le respondió de inmediato, tan animado e infantil como ya era de costumbre.

Durante la tediosa reunión, había mandado a Kailan por aquellos documentos y los revisó sin importar lo que el equipo de su socio planteaba, dejándole la responsabilidad de poner atención a Taehyung.

-Hola - saludó con ligera emoción, el rubio.

-Llegaste rápido, pensé que pasarías mañana.

Avanzó hacia su escritorio y tomó asiento en su silla, viendo como Kurt se sentaba frente a él, notando el rubor en sus mejillas.

-Oh, uhm... y-yo andaba con mi amigo comiendo, su padre nos invitó - soltó una risita nerviosa, logrando que sus mejillas se terminaran de encender.

Jungkook alzó sus cejas, curioso. Y Kurt lo miró con sus ocelos azules, juguetón.

-Ya veo - Jungkook dijo finalmente, prefiriendo no preguntar nada al respecto.

-D-de verdad. Fuimos a un restaurante de comida japonesa y uhm... todo es delicioso.

-Bien - sonrió, bajando la mirada a los papeles.

-Sí, bien. Solo fui a comer.

Jungkook soltó un suspiro, alzando la vista para volver a encontrarse nuevamente con esos ojos azulados que lo miraban de una forma... traviesa.

-¿Quieres contarme algo, Kurt?

-¡No! - respondió casi en automático - Lo siento, no. Es solo que... ¡Oh Dios, sí! Pasa que, mi mejor amigo me besó, Jungkook.

El rubio cubrió con sus manos su rostro en llamas.

-¿Y eso es malo? - cuestionó Jeon - Hasta hace poco, estaba diciendo que querías diversion, ¿Cual es el problema? Es un simple beso.

-¡Pero es mi mejor amigo, mi hermano! - apartó lentamente sus manos del rostro - Es como si tú y el señor Kim se besaran, ¿No lo sentirías extraño?

-Sería realmente perturbador, asqueroso - hizo una mueca de solo pensar en eso.

-¿Asqueroso? El señor Kim es bastante atractivo.

Jungkook soltó una risita divertida. ¿Por qué estaba teniendo ese tipo de conversación con el muchacho?

-Bueno, ya - Kurt respiró hondo, intentando disipar el manojo de nervios que aún se alojaba en la boca se su estómago - Lamento haberte contado esto, es solo que no sé cómo mirarlo ahora, pero ya pasará.

-No te preocupes.

-Y cuéntame, ¿Cómo te fue con tu ex esposo? - preguntó curioso y animado.

-Muy bien.

-Me alegro mucho, sabes.

-Gracias, pero ahora hablemos de lo importante - regaño con cariño.

-Pero él es importante, ¿No?

-Lo es, pero para ti no.

-Que aburrido - bufó, recargando los codos en la superficie del escritorio para acunar su rostro con las palmas de sus manos.

-Nada de eso, soy responsable y tú deberías hacer lo mismo. Deja de andar por ahí y presta atención a estos documentos.

Extendió la carpeta y a regañadientes, Kurt accedió a ojearlos.

-¿Lo hice bien?

-Sacaste bien los cálculos de tus ganancias y pérdidas, pero encontré tres fallas que no debes volver a cometer.

-Vale, lo entiendo.

-No, no lo estás entendiendo.

-Lo siento, ¿Si? - suspiró cansino - Es solo que... esto es tan complicado para mí.

-Solo al inicio, luego te reiras de lo fácil que puede llegar a ser.

-¿Lo prometes?

Jungkook no podía evitar sentir empatía con el chico. Sólo tenía veintitrés años y ya debía cargar con el peso de sacar una compañía de la quiebra. Kurt estaba obligado a dejar de hacer lo que más quería, por volverse un adulto responsable, sin siquiera tener la opción de negarse.

-Lo prometo. Además, te ayudaré en lo que pueda y responderé cada una de tus dudas, por más ridículas que sean.

Kurt sonrió agradecido. Jungkook siguió explicándole un par de cosas, hasta que unos golpecitos en la puerta les hicieron perder el hilo de la concentración.

-Pase.

-Señor, es la señora Kim y desea verlo - Kailan anunció, logrando que Jungkook frunciera el ceño extrañado - Nayeon Kim.

-Oh, que pase.

Kailan se hizo a un lado, dejando que la presencia de Nayeon apareciera frente a ellos y se retiró, cerrando la puerta para darles la privacidad que necesitaban.

-Jeon - saludó ella, con clara emoción de verlo.

Se veía tan radiante y hermosa como de costumbre.

-Naye - se levantó de su lugar para ir a recibirla.

Ella lo abrazó con cariño y besó una de sus mejillas, notando la presencia del chico rubio que los miraba curioso.

-Hola, cariño - le saludó y Kurt se sonrojó violentamente.

-Ho-hola, mucho gusto, soy Kurt - se levantó e hizo una cortés reverencia.

-Encantada de conocerte, Kurt. Lamento interrumpirlos, pero no les quitaré demasiado tiempo.

-Tranquila, nunca interrumpes nada. Pero, ¿Pasó algo?

-Oh no, cariño - agitó su mano con desdén - Solo quiero que me respondas una cosa.

-Vale, pero toma asiento...

-No te preocupes, seré breve.

-Está bien. ¿Qué debo responder?

Kurt no pudo apartar la vista de ellos, la curiosidad era más grande que sus ganas de leer los tediosos documentos del escritorio.

-Promete que serás sincero conmigo.

-Lo prometo.

Jungkook pudo ver como la puerta de su oficina se abría con sigilo, emitiendo sonido alguno, y Taehyung se asomó. Lucía preocupado; afligido, haciéndole claras señas de negación con sus manos.

-¿Taehyung me engaña? - preguntó Nayeon sin rodeos y Jungkook dejó de ver la puerta, mirándola directo a los ojos.

-Por supuesto que no - respondió completamente seguro. Confiaba plenamente en la fidelidad de su amigo y Nayeon lo percibió, sonriendo victoriosa por la transparente respuesta de Jungkook.

-¿Taehyung fuma? - preguntó ahora, captando el pánico en el rostro de Jungkook, quien desvió los ojos de su rostro.

-N-no... - intentó mentir, comprendiendo porque su amigo lucía tan pálido, pero Nayeon ya lo conocía lo suficiente como para saber que mentía.

-¿No? ¿Seguro?

-Naye... - ella sonrió conforme con el titubeo de Jungkook.

Ella lo sabía y Taehyung tenía razón, por eso estaba ahora ahí, frente a él, confirmando lo que ya sabía.

Taehyung ya había desaparecido, corriendo al refugio de su oficina.

-Gracias, cariño. Nos vemos, adiós - Se dio media vuelta y salió de ahí.

-¿Quién es ella?

-La esposa de Tae.

-Creo que al señor Kim lo van a regañar - kurt soltó una risita divertida - Es como si le tuvieran miedo, aunque no los culpo, hasta yo sentí el terror.

Jungkook sonrió ante la situación, mientras volvía a su silla.

-Está en serios problemas.

-No quisiera ser él.

-Ni yo - confesó Jungkook -Bien, volvamos a esto - apuntó nuevamente los documentos y Kurt soltó un suspiro cansino.

-Vale.

Se sumergieron por completo en la lección y Kurt pareció captar los errores que había cometido, preguntando las dudas que surgían en el momento y grabando los consejos que Jungkook le daba.

-Eso es todo por hoy - concluyó Jungkook, soltando el bolígrafo sobre el escritorio mientras recargaba su espalda en la silla.

-Al fin terminamos - Kurt elevó los brazos sobre su cabeza, estirando y haciendo crujir sus huesos - Necesito llegar a casa y acostarme mientras veo televisión y como muchas donas.

-Tentador panorama.

-¿Qué harás tú?

-Compraré algo para cenar en el camino y luego, no sé, me dormiré en el sofá de la sala.

-Woow. No te envidio, sabes.

Ambos sonrieron divertidos ante el traspaso de información que se estaban dando. Pero antes de que la charla siguiera, Kailan entró sin llamar a la puerta, sorprendiendo a Jungkook.

-¿Sucede algo? - preguntó de inmediato y ella asintió con la cabeza.

-Tiene una llamada importante.

-¿Quien?

-Es el señor Kim Namjoon y pide hablar urgente con usted, se trata sobre el señor Park...

-Le atenderé de inmediato - le interrumpió y ella entendió, saliendo rápidamente y derivando la llamada al anexo correspondiente.

Kurt quiso preguntar si algo pasaba, pero prefirió no hacerlo, tampoco era como que pudiera ayudar en algo.

-Kim - habló apenas puso el teléfono en su oído derecho.

-Hola, ¿Jimin está contigo?

-No.

Se puso nervioso cuando escuchó a Namjoon soltar una maldición desde el otro lado de la línea. Sonaba tan agitado y nervioso, que solo terminó poniendo en alerta a Jungkook.

-¿A qué hora terminaron su almuerzo?

-No lo sé - miró el reloj de su muñeca - Hm, como hace cinco o seis horas.

-¡Mierda! - bramó histérico.

-¿Dónde está?

-¡Joder, no lo sé! - confesó angustiado - Lo llamo y no responde, creí que tal vez estaban juntos.

-Por supuesto que no, me dijo que se iría a tu casa.

-Sí, yo... mierda.

-¿Por qué no llamaste antes para asegurarte?

-No es fácil conseguir tu maldito número, ¿Sabes? No es como si me meto a internet y aparece.

-Vale, lo entiendo. ¿No has ido a su casa?

-No había podido ir antes, porque mi esposa... - se detuvo, creyendo que no iba al caso dar mayores explicaciones - Yo iré ahora.

-No, yo iré - intervino. Namjoon sonaba tan nervioso y afligido que imaginaba no podría manejar adecuadamente - Llego en menos de diez minutos.

-V-vale. Dame tu teléfono para llamarte y te mando un mensaje, para que sepas que soy yo y me avises qu-que todo está bien.

Jungkook se lo dictó, mientras tomaba las llaves y su chaqueta, dispuesto a salir de ahí para ir con Jimin.

-Oye, espera - Namjoon le habló antes de que este colgara.

-¿Qué?

-¿Él te habló del maldito de Gong?

-Sí.

-¿Crees que...? - tuvo miedo de preguntar y Jungkook lo notó, aun cuando no estaba frente a él.

-No lo sé, pero ya me voy.- colgó sin esperar que Kim le dijera algo más.

-¿Pasa algo? - Kurt se levantó de la silla, tomando la carpeta entre sus manos y siguiendo a Jungkook hacia la puerta.

-Es Jimin.

-¿Está algo así como desaparecido?

-Sí.

-¿Y si está ocupado y solo están preocupándose de más?

-Kurt, no quiero contarte lo que que pasa realmente - explico de manera rápida - Pero Jimin corre peligro gracias a un bastardo, y que no atienda las llamadas es sumamente grave.

Y Kurt era demasiado inteligente aun cuando creía no serlo, haciéndose rápidamente una idea del pánico que comenzaba a apoderarse de Jungkook.

Ambos avanzaron hacia el elevador, marcando el subterráneo como único destino.

-Oye, espera - habló luego de un rato - ¿No es peligroso que vayas solo?

-No.- Jungkook respondió tosco.

-Claro que sí, ¿qué pasa si él está en peligro realmente? Tú solo vas y llegas sin un plan - Jungkook lo miró con una de sus perfiladas cejas arqueada - Oye, no me mires así que he visto demasiadas películas de este tipo, y creo que no se alejan de la realidad. Estás pasando por alto demasiadas cosas al igual que los protagonistas, cometiendo los mismos errores claves.

Las puertas del elevador se abrieron y ambos salieron, caminando apresurados hacia el auto deportivo de Jeon.

-Jungkook, lo digo en serio - antes de que el castaño entrara al auto, Kurt lo detuvo.

-¡No tengo tiempo para esto, niño! - bramó exasperado, asustando al menor.

Solo quería irse rápido y ver a Jimin, asegurarse de que estuviera bien.

-Llámame... - suplicó con la mirada de cachorro recién regañado.

Jungkook entró a su vehículo y cerró la puerta, bajando el vidrio de su ventana. No le gustaba descargar su frustración de esa forma y menos con el mocoso que parecía igual de preocupado que él, aun cuando nada de esto lo involucraba.

-Me demoro a lo más diez minutos en llegar, si no te llamo dentro de veinte, pide a Taehyung que vaya y llama a la policía.

Sacó de la guantera del auto, una de las tarjetas personales de su amigo y se la extendió al rubio, quien la recibió de inmediato.

-V-vale, estaré atento a mi teléfono.

-Él sabrá cómo llegar y todo eso, no te preocupes.

-Ten cuidado, Jungkook.

Jungkook no dijo nada más y arrancó, logrando que las ruedas de su auto patinaran ante la velocidad que había adquirido casi de inmediato.



***

Siete minutos exactos fueron los que demoró en llegar, importándole poco y nada el exceso de velocidad y el semáforo en rojo que paso.

Pero ahí estaba, frente a la casa de Jimin.

Notó rápidamente que el auto se encontraba estacionado frente al garaje.

El nudo en su estómago se formó apenas bajó de su auto, sintiendo como su piel y vellos se erizaban. Y de alguna forma, sentía que algo en su interior le advertía del peligro inminente que corría, instándole a mantenerse en alerta.

Avanzó sigiloso hasta la reja, percatandose que esta se encontraba sin llave, facilitando el acceso a la propiedad.

Se paró frente a la puerta, directo a golpear con sus nudillos, pero antes prefirió asomarse por una ventana e intentar ver algo hacia el interior. No logro ver absolutamente nada, las cortinas se lo impedían.

Entonces retomó lo anterior y tocó. Suaves golpes en la madera, anunciando su llegada, esperando ansioso a que Jimin saliera.

Los segundos más eternos de su vida, donde el sudor perló su frente y la palma de sus manos. Su corazón bombeaba desenfrenado, golpeando con fuerza la caja torácica.

Una sonrisa de alivio se dibujó en sus labios cuando la puerta fue abierta finalmente, pero Jimin no se asomó. Extrañado, decidió dar un paso hacia el interior.

Pero lo que sus ocelos marrones presenciaron, borró toda esperanza y alegría de que todo estaba bien, reemplazandola por angustia, miedo y culpabilidad.

-¿Ji-Jimin?




***

Nota del día: No me pongan mensajes de "Actualiza pronto, Actualiza más rápido, Actualiza..." Se los pido por favor. ¿Qué más rápido lo quieren? Piensen que estoy actualizando a diario solo porque ando con tiempo, sino, seria con suerte una vez a la semana.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro