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14. Sexo.

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-Pase - dijo Jungkook, sin apartar la vista de su computador.

Mantenía su ceño fruncido a causa de la concentración mientras tecleaba, ingresando datos y recopilando otros.

Cuando la puerta se abrió, Kailan se asomó junto a su encantadora sonrisa.

-El señor Meyer ya está aquí - informó, logrando que Jungkook detuviera los dedos y apartara sus ojos de la pantalla para mirarla.

-Que pase.- musitó con calma.

-Enseguida.

Ella salió y Kurt ingresó casi de inmediato, cerrando la puerta nuevamente.

-Hola - sonrió, mostrando su perfecta hilera de dientes.

-Hola.- Jungkook saludó, sin evitar sonreír también.

-Traje los documentos que me faltaban - alzó una carpeta azul mientras avanzaba y quedaba frente a Jeon.

-Oh, genial.

-Creo que no me falta nada.- extendió la carpeta, sin borrar la dulce sonrisa en sus labios.

Cuando Jungkook elevó su brazo e intentó tomarla, Kurt se lo impidió al alejarla.

Las cejas de Jungkook se alzaron cuando Kurt cepilló con la punta de su lengua sus labios; humedeciéndolos, para luego morder suavemente el labio inferior.

-Beso - exigió con voz suave, intentando ocultar la ola de nervios que comenzaba a recorrer todo su cuerpo.

Jeon soltó una risita baja, sin poder creer lo que estaba escuchando. Besar a Kurt el día anterior había sido jodidamente caliente, mas no creyó que el chico hablaba realmente en serio con lo de tener algo sin ataduras.

Observó en silencio como el joven de cabellos rubios dejaba la carpeta a un lado para apoyar ambas palmas de sus manos en la superficie del escritorio, inclinándose hacia adelante; hacia él.

-Quiero un beso - volvió a pedir, revoloteando sus tupidas pestañas rizadas.

Sin levantarse de su silla, Jungkook estiró su brazo para alcanzarlo, dejando su mano en la nuca de este y lo jaló hacia sus labios. Kurt soltó un suave gemido cuando abrió la boca y dejó que Jungkook la recorriera a su antojo, dejándose sodomizar por aquel hombre que lo traía loco desde el primer día que lo vio.

Jungkook atacó su boca, imponiendo su propio ritmo y ladeó el rostro de Kurt para profundizar aún más el beso.

Se separaron con brusquedad cuando unos golpes en la puerta, los hicieron volver en sí.

Las mejillas de Kurt estaban prácticamente en llamas y Jungkook sonrió, sintiéndose satisfecho por el resultado de lo que provocaban sus besos.

-Pase - carraspeó su garganta, mientras el rubio frente a él acomodaba su traje e intentaba disimular el sonrojo en su rostro, ojeando los documentos de la primera carpeta que tomó.

-Permiso - Kailan entró, empujando un carrito con sus manos hasta ellos.

Eran dos cafés, leche blanca en cajas pequeñas, sándwiches y cosas dulces para comer.

-Les dejo esto aquí - ella lo miró y Jungkook sonrió nuevamente.

Kailan era increíblemente eficiente. Una mujer que se preocupaba de todo, incluso de que su jefe comiera adecuadamente.

-Muchas gracias, Kailan.

-De nada, señor. Cualquier cosa que necesite, me avisa.

Jungkook asintió con un ligero movimiento de cabeza y ella salió, cerrando la puerta y dejándolos solos nuevamente.

-¿Tienes hambre? - preguntó Jeon.

Kurt miró el carrito y se saboreó. Amaba los dulces y la leche, pero no era eso lo que realmente deseaba en ese momento.

-Tengo hambre, sí - estuvo de acuerdo, clavando sus preciosos fanales marinos en los marrones de Jungkook, quien parecía captar todas sus intenciones - Pero no precisamente de comida.

No pudo evitar alzar las cejas y sonreír de forma ladina. Para ser un muchacho con apariencia de niño inocente y tímido, Kurt tenía demasiado claro lo que quería; lo que deseaba.

Kurt se levantó de su lugar y caminó hasta Jungkook, quien dejó caer su espalda en el respaldo de su cómoda silla, sin apartar sus ojos del chico frente a él.

No fueron necesarias las palabras, no cuando el rubio se sentó a horcajadas sobre sus piernas y acunó su rostro con ambas manos, alzándolo para devorar su boca nuevamente, desesperado por obtener otro delicioso beso.

Y Kurt gimió complacido con las caricias de Jeon en su boca. Sentía que comenzaba a derretirse y a encenderse al mismo tiempo. Las manos del castaño se colaron bajo el saco gris que el menor llevaba puesto, acariciando su delgada cintura por sobre la costosa camisa blanca.

Se separaron cuando sus pulmones reclamaron por aire, pero Jeon no se detuvo ahí. Dejó cortos besos a lo largo de su afilada mandíbula y luego atacó su cuello. Besó y succionó la tersa piel que olía a fresas.

-Aaah...- gimió Kurt, rodando inconscientemente sus caderas y ganándose un gruñido ronco por parte del castaño.

Entonces notó como un bulto crecía bajo su trasero. Sonriendo, las volvió a rodar.

-Mierda - gruñó Jungkook sobre la piel, uniendo sus dedos en la cintura del rubio.

Kurt lo miró y se removió, levantándose del regazo de Jeon. Entonces se dejó caer sobre sus rodillas y separó las piernas de Jungkook, observándolo en todo momento con sus lujuriosos ojos azules.

Jungkook inhaló hondo, moliendo sus dientes y dejando a la vista su tensa mandíbula. Sus pupilas estaban dilatadas, revelando nada más que deseo carnal.

Sexo, eso era todo lo que realmente necesitaba y deseaba.

Kurt intentó regularizar su respiración. Estaba tan nervioso y ansioso, aun cuando era lo que más deseaba hacer en ese momento.

Con una coqueta sonrisa en sus hinchados labios, movió sus manos hasta el increíble bulto entre las piernas de Jungkook. Sus dedos temblaban ligeramente ansiosos por liberar aquella erección con la que últimamente fantaseaba.

Jungkook no habló, tampoco hizo el intento de apartarlo. Él también se sentía deseoso por seguir.

Kurt tragó saliva y humedeció sus labios mientras acariciaba la erección de Jeon por sobre la tela hasta que sus dedos tiraron de la cremallera, bajándola lentamente. Jungkook lo ayudó, desabrochando su cinturón y desabotonando el único botón de su pantalón.

Volvió a tragar saliva, cuando sus dedos tocaron el borde del bóxer y lo tiró hacia abajo, dejando libre finalmente la dotada hombría de Jeon.

Kurt no demoró mucho en tomar la dura erección entre sus manos y la acarició con suavidad, notando que Jeon se ponía rígido bajo su tacto. Y Kurt quería que esa apetecible polla se pusiera incluso más dura de lo que ya estaba. Quería engullirla y atragantarse con ella. Quería que Jungkook se corriera en su boca. Quería... joder, queria tantas cosas con esa gruesa y venosa polla que comenzaba a babear.

Entonces volvió a tragar saliva y humedeció una vez más sus labios, lubricándolos para abrir su boca y meter semejante miembro en su interior.

No se hizo de rogar, para nada. Acercó su boca a la brillosa cabeza de la polla de Jeon y sacó la punta de la lengua, humedeciéndola y probando las notas saladas y varoniles del presemen que comenzaba a brotar de ella. Su miembro saltó bajo su prisión de tela y llevó una de sus manos a ella, deseando liberarla para masturbarse mientras dejaba que Jungkook le follara la boca.

Lamió toda la extensión de la polla de Jungkook, para luego sostenerla de la base y abrió su boca, para introducir en ella lo que más podía.

-Mmm... - tarareó gustoso, acariciando su propio miembro con masajes lentos.

Tenía sus pupilas dilatadas, abarcando casi todo el azul en sus ojos. Miró a Jungkook mientras comenzaba a mover la cabeza de arriba y abajo. Y un gemido se atoró en su garganta cuando notó como Jungkook intentaba regularizar su propia respiración, manteniendo sus finos labios apretados.

-Kurt... - gimió su nombre, logrando que el rubio se excitara aún más al escucharlo de esa forma.

Jungkook movió sus manos hasta la cabeza del chico, hundiendo sus dedos en las sedosas hebras rubias.

Quiso dejarse hacer, disfrutar del placer que se le estaba otorgando y cerró sus ojos mientras sentía las increíbles y deliciosas sensaciones que comenzaban a recorrer su cuerpo entero, pero entonces recordó que estaba en su oficina y sus ojos se abrieron de golpe.

-Mi-mierda - gruñó y sacó una mano de los cabellos de Kurt para alcanzar el botón que daba directo con el anexo de su secretaria.

-Señor, ¿Necesita algo? - ella respondió de inmediato.

-S-sí... - ahogó un gemido antes de continuar hablando.

-Dígame en qué puedo ayudarle.

-Que... que nadie me moleste hasta qué yo salga de mi oficina... - jadeó cuando terminó de hablar y luego mordió con fuerza su labio inferior.

-Como ordene, señor.

Sin decir nada más, simplemente colgó.

-Aaah... - gimió complacido, llevando de vuelta su mano a la cabeza del chico.

Los ojos de Kurt lagrimearon en las esquinas por el esfuerzo que hacía de engullir en su totalidad, tremenda polla. Su experiencia no era la gran cosa, solo con el novio que tuvo anteriormente y el tamaño de su polla no se comparaba con la de Jeon. Pero por supuesto, no esperaba menos de él.

Jungkook era increíble en todos los aspectos, por supuesto, su polla también lo sería.

Cuando Kurt bajó la cabeza y logró meter toda la polla hasta el fondo de su garganta, una arcada comenzó a formarse e intentó retirarla para tomar bocanadas de aire, pero el repentino ajuste en sus cabellos se lo impidió.

Alzó sus ojos brillosos y miró a Jeon, quien mantenía su vista clavada en él. Lujuria y deseo, era todo lo que podía verse en esa penetrante mirada oscura.

Jungkook solo pensaba en joderle la boca y correrse dentro. Y lo hizo.

Y Kurt se dejó hacer, porque él también lo deseaba.

Impuso un ritmo acelerado, manteniendo sus ojos clavados en Kurt hasta que lo vio removerse y lo soltó. Kurt se alejó rápidamente, su respiración estaba agitada y sus labios rojos e hinchados.

Miró a Jungkook mientras tomaba rápidas bocanadas de aire y luego volvió a su polla, engullendola toda nuevamente, ganándose un gruñido por parte del castaño.

Kurt cerró los ojos cuando las manos de Jungkook volvieron a su cabeza y establecía un nuevo ritmo; ni tan demasiado, ni tan profundo, pero sí lo suficiente como para no ahogar a Kurt.

Aun así, la polla de Jeon golpeó la parte posterior de su garganta.

Las manos de Kurt se aferraron a su propia erección, aumentando el ritmo para alcanzar el bendito orgasmo que ya se avecinaba.

Y Jungkook le permitió tomar otra bocanada de aire, cuando este frunció el ceño y se removió. Kurt lo miró nuevamente, sintiéndose satisfecho por deleitar su boca con tan exquisita polla.

La polla de Jungkook golpeó la parte posterior de su garganta nuevamente, ahogándolo y obligándolo a retirarse entre jadeos y toses agitados. Pero no importó, volvió a tomarla nuevamente, dejando que Jungkook acelerara el ritmo.

Jungkook ajustó el agarre en sus cabellos, acelerando el ritmo y meneando las caderas, embistiendo su boca, buscando su propio placer.

Kurt estaba cerca de correrse, Jungkook lo notó por cómo su respiración comenzaba a acelerarse y ligeros gemidos escapaban de sus labios. Él también sentía que se correría pronto.

Sus ojos se conectaron una vez más y Jungkook sonrió de forma ladina, Kurt era un completo desastre.

Jungkook tiró de los cabellos rubios, obligándolo a retirarse y envolvió su erección con una de sus manos, forzando al muchacho a mantenerse ahí, frente a su polla mientras se masturbaba rápido.

Kurt desvió sus ojos hasta la hermosa imagen que Jungkook le estaba regalando y gimió complacido cuando finalmente se corrió en su mano. El agarre en sus cabellos se ajustó, manteniéndolo en su posición, dándole a entender que Jeon mantenía el control y no le había permitido moverse.

Kurt sintió un escalofríos recorrer todo su cuerpo cuando sintió que los masajes en su miembro fueron suficientes, entonces los detuvo y se concentró en recibir todo lo que Jungkook tenía para darle. Abrió la boca y sacó la lengua cuando el castaño gruñó, sin dejar de mirarlo.

Entonces Jungkook se corrió.

Jungkook se vacío en la bonita boca rosada de Kurt, sin dejar de mirarse en ningún momento, mientras soltaba gemidos bajos y apretaba su mandíbula. Fue entonces que a Kurt se le ocurrió la brillante idea de meter nuevamente la polla a su boca, ganándose gruñidos roncos por parte del castaño.

Cuando ya no quedó nada más por parte de Jungkook, Kurt retiró su boca y lamió con la punta de su lengua todo resto de semen, ganándose una coqueta sonrisa por parte del mayor.

-Joder... - susurró Jeon, dejando que su espalda descansara nuevamente en el respaldo de su silla.

Kurt se levantó y acomodó su ropa para luego subirse a horcajadas de Jeon y se acurrucó en su cuello, aspirando el delicioso olor a perfume que desprendía su cuerpo. Jungkook lo recibió sin problemas, rodeando la delgada cintura de este con sus brazos.

Sus respiraciones aún estaban agitadas, pero poco a poco volvieron a la calma.

-Eso fue... - Kurt musitó luego de un rato, presionando sus labios en la piel del cuello de Jeon - Increíble...

La voz del chico sonaba rota a causa de la reciente felación que había hecho, Jungkook no pudo evitar la risita divertida que escapó de sus labios.

-Lo fue - estuvo de acuerdo.

Más de un año pasó sin tener ese delicioso contacto físico con alguien más. Lo había intentado, sí, pero nunca resultó. No tenía la confianza suficiente para ir a un bar y buscar compañía, cuando su única experiencia en la vida era Jimin.

-Pero quiero más.- salió de su cuello y lo miró, aún con las pupilas dilatadas y el deseo plasmado en su cara.

-¿Más? - preguntó, sin poder creer que aún tuviera energía.

-Fóllame - suplicó - Fóllame, por favor...

Jungkook pareció pensarlo por un momento, hasta que Kurt atacó su boca y lo besó de la forma más necesitada posible.

Y Jungkook mandó todo a la mierda. Se levantó de su silla, sin romper el beso y Kurt enredó sus piernas en la cintura del castaño. Jungkook lo guió hacia el aplio sofa de cuero negro al centro de su oficina, lanzandolo ahí con cuidado.

Kurt lo miró muy atentamente, observó cada detalle del fornido pecho de Jungkook cuando este se liberó de su camisa, lanzándola al suelo sin cuidado. Hizo lo mismo con su pantalón y Kurt pareció babear al ver esos muslos tan tonificados.

-Mocoso - gruñó Jungkook cuando vio la lasciva sonrisa en los labios de Kurt.

Lanzó al suelo el pantalón y el boxer del rubio, luego desabotonó su camisa, terminando en el mismo lugar que la demás ropa.

Kurt mordió su hinchado labio, mientras Jungkook se posicionó entre sus piernas y se acercó para besarlo.

-Aaah... - Kurt gimió cuando Jungkook abandonó sus labios y atacó su cuello.

Las grandes manos de Jungkook recorrían las curvas de su cintura, mientras sus labios descendían del cuello hacia su pecho, dejando consigo un camino húmedo en la olorosa piel.

Kurt arqueó su espalda cuando Jungkook succionó uno de sus pezones, logrando gemir bajo ante el placer que aquel simple acto le otorgaba.

-Vas a darte la vuelta - Ordenó Jungkook, dándole un leve mordisco al pezón que había estado succionando.

-V-vale...

Kurt obedeció de inmediato, apegando su mejilla en el cuero del sofá y alzando su culo, dándole una exquisita vista al castaño.

Por cómo había actuado Kurt, Jungkook deducía que no era virgen, así que no lo trataría como si lo fuese.

Las manos de Jeon fueron a las redondas mejillas del culo frente a él, acariciandolas sin cuidado y ganándose deliciosos gemidos por parte del rubio.

Jungkook escupió sus dedos y los amasó, logrando lubricarlos de esa forma. Los llevó a la rosada entrada que estaba expuesta para su deleite y los introdujo de golpe.

-¡Aaaah! - Kurt gimió ante la repentina intromisión, tomando necesitadas bocanadas de aire.

Jungkook no creía poder ser paciente, no quería serlo tampoco. Quería follarlo a su antojo.

Enterró sus dedos más profundo y los movió para dilatarlo. No era brusco en ningún momento, ya que no quería lastimarlo, sino prepararlo para él.

Finalmente, cuando Kurt comenzó a retorcerse y a gemir contra el sofá, pidiendo entre gemidos que entrara en él y que no creía aguantar más, Jungkook sacó los dedos de su interior.

Se levantó y caminó de vuelta a su escritorio de forma rápida, tomando entre los cajones un condón que alguna vez compró y nunca usó. Miró la fecha y para su alivio, aún no vencía.

-Ju-Junkook... - jadeó necesitado. Deseaba que Jungkook finalmente se enterrara en él y lo follara a su antojo.

Jungkook sonrió cuando terminó de acomodarse el condón y golpeó su trasero con fuerza, ganándose un quejido lastimero y apreciando la preciosa marca roja que se formó casi de inmediato.

Agarró su miembro y lo guió hasta su agujero, embistiéndolo de un solo golpe. Kurt gritó, enterrando sus dedos en el cuero del sofá, necesitando aferrarse a algo mientras el dolor y la quemazón menguaban.

Jungkook esperó unos segundos para que el rubio lograra adaptarse a su longitud, pero luego comenzó a embestirlo y no se detuvo.

No quería hacerlo. Ninguno de los dos, en realidad.

Kurt mantenía su mejilla pegada al sofá, mientras gotas de sudor caían en dirección del cuero negro bajo él. Las manos de Jungkook estaban clavadas en su cintura en un ajuste firme y doloroso, siendo impulsado por embestidas erráticas.

No había nada más que decir y la oficina se inundó de jadeos y gruñidos por parte de ambos.

El rubio sintió como el orgasmo no tardaba en llegar y movió su mano a su propio miembro para masturbarse, tratando de apresurar el delicioso placer del orgasmo. Pero Jungkook se lo impidió, sosteniendo su mano y dejándola en su propio trasero, sin dejar de embestirlo.

Kurt jadeó frustrado, pero le gustó que Jungkook lo dominara de esa forma.

La polla de Jungkook golpeó una y otra vez su próstata, logrando que gimiera cada vez más alto, pronunciando el nombre de Jeon en cada embiste.

Las pieles chocando hacían un sonido obsceno, pero que parecía excitar aún más a Jungkook, quien soltó la mano del rubio y ajustó el agarre en la cintura, elevándolo y moliendose en su interior sin piedad.

-¡Oh dios! - gritó cuando su próstata fue golpeada con más fuerza y una corriente eléctrica recorrió su espina dorsal - Así, ahí. Oh dios, sí.

Jungkook lo vió como boqueaba necesitado por aire mientras gemía, sabiendo que estaba por correrse.

-Más... más duro - pidió el rubio, retorciéndose del placer.

Jungkook mordió su labio con fuerza y lo embistió aún más rápido de lo que estaba haciendo, sintiendo como Kurt se corría y su polla era atrapada por las calientes paredes que comenzaban a apretarse ante la liberación del otro. Se corrió en ese mismo instante.

Gruñó un gemido ronco, vaciándose y llenando el condón, mientras se desplomaba sobre el sudoroso cuerpo del rubio.

Enterró su nariz en la unión del cuello y el hombro, aspirando el delicioso olor a fresa que desprendía toda la cremosa piel de Kurt, aun cuando estaba combinada con sudor. Se quedaron así mismo hasta que sus respiraciones lograron regularizarse y Jungkook salió de su interior, ganándose un quejido lastimero por parte del menor.

-Necesitamos un baño - Jungkook habló, levantándose del sofá mientras anudaba el condón.

-Y dormir... - susurró Kurt, sintiéndose tan cansado y satisfecho, que no se creía capaz de levantarse hasta un par de horas más.

-Venga, luego te llevo a casa - acarició los húmedos cabellos rubios de este.

Kurt lo miró y sonrió. Jeon estaba parado y completamente desnudo frente a él.

-¿Podemos comer antes de que me vaya?

-Por supuesto, pero ahora vamos a la ducha.

-¿Tienes una ducha? - cuestionó, aun cuando él mismo tenía un baño privado en su oficina.

-Tengo un baño equipado - extendió su mano y Kurt se removió para alcanzarla.

Jungkook tomó la ropa del suelo y lo guió hasta la puerta que daba a su baño.

-¿Podemos bañarnos juntos?

El castaño sonrió y pellizcó una de sus mejillas sonrojadas.

-Solo por hoy.

-Solo por hoy - estuvo de acuerdo, con una encantadora sonrisa en sus labios hinchados.

***

"N-no me grites más, por favor..." Cubrió sus oídos, acurrucándose en la esquina del sofá en el que estaba sentado. Sintió cómo su cuerpo comenzaba a temblar cuando él caminó lentamente hacia donde estaba.

Y el desagradable olor a alcohol azotó sus fosas nasales.

Jimin apretó sus ojos con fuerza cuando él se plantó frente suyo, negándose a mirarlo.

Entonces una risa socarrona y cargada de burla se escuchó, Jimin tuvo que morder su labio inferior para que no le temblara.

"Levántate." Ordenó con autoridad.

"Po-por favor, no..." Sollozó ante la impotencia de no poder zafarse de lo que ya sabía que vendría.

"No me hagas repetirlo, Jiminssi."

Jimin abrió los ojos lentamente y lo miró, con su ceño dolorosamente fruncido. Una rebelde lágrima se aventuró a salir, deslizándose lentamente por su magullada mejilla.

Jungkook, Jungkook, Jungkook. Su subconsciente comenzó a repetirle una y otra vez, como si pudiera escuchar la voz ronca de Jungkook susurrarle al oído.

Entonces, frente a él todo comenzó a tener color; como si aquella densa sombra se esfumara y le revelara partes del cruel hombre que lo lastimaba una y otra vez.

Un sollozo escapó de sus labios, mientras desviaba sus ojos del hombre cuyo nombre seguía escuchando en sus oídos.

"Que esto sea un sueño, una pesadilla. Dios, que no sea real..." Murmuró para sí mismo, cuando él lo tomó de la mano y levantó del sofá.

Fue guiado hacia la horrible habitación, despojado de sus prendas y acostado con brusquedad en la cama. Jimin miró el techo, sintiendo como sus piernas eran separadas y dejó que las lágrimas salieran.

Jungkook, Jungkook, Jungkook.

Deseaba borrar de su cuerpo todos los besos y las caricias que él le daba noche tras noche. Deseaba poder irse lejos, huir de las garras de su maldito verdugo. Incluso, deseaba poder tener el don de borrar la memoria y los recuerdos.

Volvió a la realidad de la peor forma, gritando hasta desgarrar su garganta cuando él lo penetró.

Jimin cerró los ojos, sintiendo como él comenzaba a besarlo a su antojo, sintiendo como gemía y disfrutaba de subyugarlo una y otra vez.

Jungkook, Jungkook, Jungkook...

El sonido de unos golpes en su puerta lo hicieron abrir los ojos de golpe y parpadeó, intentando entender qué estaba pasando.

Miró todo a su alrededor, aun cuando estaba oscuro. Limpió el pequeño hilo de baba que caía por la comisura de su labio y restregó sus ojos con sus nudillos, intentando apartar los rastros de sueño. Ya que no había logrado dormir bien gracias a Gong, se había acurrucado en el amplio sofá de la sala después de que terminó de almorzar, cayendo casi de inmediato en el placentero sueño profundo.

Recordó que más temprano habían ido a realizar la mantención de la cerradura y todo estaba en orden. También recordó que le había enviado un mensaje a Gong, diciéndole que no estaría en casa por la noche, para que no fuera. Luego de eso, había cerrado todas las puertas con seguro al igual que las ventanas, las cortinas estaban cerradas y ninguna luz se encontraba encendida.

Era como si realmente no hubiera nadie en casa.

Entonces, ¿por qué alguien estaba tocando a su puerta?

Se levantó con cuidado del sofá y tomó su teléfono para mirar la hora, cubriéndolo con su ropa. Pudo ver que eran pasado de las nueve de la noche y que tenía más de setenta llamadas perdidas de Gong, junto a una gran cantidad de mensajes, los que no quiso revisar en ese preciso momento.

-¿Pero qué mierda? - susurró con su ceño fruncido.

Su corazón golpeó el interior de su pecho con fuerza cuando otros golpes se escucharon en la puerta, acompañados del molesto ruido del timbre.

Jimin se alejó de la entrada principal en completo silencio, subiendo las escaleras y entró a su dormitorio; donde se sentía realmente seguro.

Quiso asomarse por la ventana y mirar, pero sabía que podía ser descubierto, por lo que simplemente decidió llamar a Namjoon.

-Jimin - se escuchó al otro lado de la línea, la dulce voz del mayor.

Jimin suspiró aliviado de que su amigo no tardó en atender su llamada.

-Hyung... - susurró bajito, como si temiera que la persona que estaba afuera, lograra escucharlo.

-¿Pasó algo? - Namjoon dejó atrás su dulce tono, sonando verdaderamente preocupado.

-Hay alguien tocando la puerta, hyung.

-¿Y eso es malo? - cuestionó al no tener más información de lo que pasaba realmente.

-Creo que es Gong...

-¿Gong?

-Sí, él.

-Jimin, me estás preocupando. ¿Quieres que vaya para tu casa?

-No, no.- se apresuró en decir.

-Entonces explicame bien que está pasando.

El timbre volvió a sonar, pero esta vez lo hizo más de lo normal. Lo más seguro era que, dejaron el maldito dedo presionado en el botón para que no dejara de sonar.

-Te dije que Gong venía hoy, pero le mandé un mensaje para que no lo hiciera - explicó rápidamente - Y los del servicio de cerraduras ya vinieron, todo está en orden.

-Entonces, ¿qué pasa con Gong?

-Deje la reja cerrada con llave, hyung.

-La reja... - repitió él, intentando recordar cómo era la casa de Jimin.

La casa estaba rodeada por una preciosa reja de fierros gruesos y negros. Un diseño antiguo y muy peculiar que Jimin había elegido.

-Uhum.

-¿Cómo pasó la reja? Esa cosa es altísima.

-Creo que tiene la llave...

-Mierda - una voz femenina se escuchó y Namjoon le dijo algo, logrado volver a quedar en silencio - Jimin, escúchame bien.

-V-vale...

-No salgas, no enciendas ninguna luz y no se te ocurra abrir la puerta. Mantén tu teléfono cargado y mi número listo para llamarme apenas pase algo extraño.

-Hyung...

-¿Llamaste a Jungkook?

-N-no... no he hablado con él.

-Mierda... vale, no importa.

Los golpes se detuvieron y Jimin se tensó, apartó el teléfono de su oído y trató de captar algún ruido extraño.

-Espera... - murmuró, levantándose de la cama y avanzó hasta la puerta de su dormitorio, abriendola y asomándose por el pasillo.

-¿Jimin? ¿Jimin, pasó algo? ¿Aló? - escuchó a Namjoon, pero se concentró en el ruido de afuera.

La reja fue golpeada y a los minutos un auto arrancó, alejándose de su casa.

-Sigo aquí, hyung.

-Joder, hombre - suspiró aliviado - No vuelvas a quedarte callado, casi me orino del susto.

Jimin soltó una risita y se metió nuevamente a su dormitorio.

-Ya se fue, creo.

-Vale. De igual forma, llama a Jungkook.

-Lo haré.

-Y no salgas ni enciendas nada. Mañana deberíamos poner una denuncia, sabes.

-Uhm... sí.

-No te noto convencido, ¿Por qué?

-¿Y si él no hizo nada y yo solo ando paranoico? Hyung, mis pesadillas... Y si Jungkook es realmente quien me hacía daño...

-Jimin...

-Estoy tan confundido - sollozó bajito, acurrucándose en la cama - Algo me dice que me aleje de Gong, pero Jungkook es quien está apareciendo cada vez más en mis pesadillas y realmente no sé si lo son.

-¿Desconfías de Jeon, Jimin?

-No lo sé...

-Si desconfías de él, levanta una demanda en su contra.

-Y si me equivoco...

-Mira, yo no desconfío de Jeon, pero no soy yo quien tuvo una relación con él para opinar más allá de lo que todos vemos desde afuera. En cambio con Gong, sí te puedo asegurar de que te alejaste y parecías más asustado. Jimin ¿Crees que tus pesadillas son realmente pesadillas? ¿Has ido al doctor o a algún control luego del accidente?

-N-no, yo...

-¿Por qué no?

-Me he sentido cansado y solo...

-Solo - repitió - Sin embargo, Jungkook fue a verte y lo alejaste. Vale, se que no lo recuerdas y es justificable que no entiendas el motivo tras su deseo de ir a verte, quizás no lo merece por como terminaron las cosas entre ustedes, pero no había nadie más aparte de él, porque tú nos alejaste. Jimin, tú alejaste a todos desde que empezaste a estar con Gong.

-¿Por qué haría eso?

-Lo mismo me pregunto. ¿Por qué no alejaste a todos los que te rodeábamos en ese entonces? Aun recuerdo que, al terminar con Jeon, nos pediste que no te dejaramos solo nunca.

-N-no lo sé...

-No creo en Gong y en lo que sea que te dijo, es mentira. Nunca te dijo que estaba casado y cuando lo descubriste, te alejaste de todos e incluso nos pediste que no te llamaramos más.

-Lo siento.

-No, lo siento yo. Lo siento por haber aceptado todo y no haber hecho más por buscarte, por creer que sabía lo que hacías cuando no tenía idea de una mierda.

-Hyung...

-Mañana te vienes a mi casa, ahí es muy grande y solo para ti. Necesitas estar con gente que conocías, que te quería. Ailee estará feliz de volver a verte, hoy le hablaré de ti.

-V-vale..

-Mañana toma todo lo necesario y te vienes o puedo ir por ti.

-No - sorbió su nariz - Yo voy en mi auto.

-Vale, te espero entonces.

-Gracias, hyung.

-Descansa, pequeño.

Jimin colgó la llamada y dejó su teléfono a un lado, mientras se acomodaba en la cama y miraba hacia el techo.

Ya no tenía sueño, pero aun así decidió cerrar los ojos y dormir. Mañana se iría junto a Namjoon y realmente lo deseaba.

Pensó en llamar a Jungkook, pero ya era muy tarde para hacerlo.

¿Un mensaje? No sabia que poner realmente.

-Muy bien, Jimin - se dijo a sí mismo.

El silencio en casa logró relajarlo y sin darse cuenta, ya estaba completamente dormido.









***

Les gustó mi mediocre intento de sexo? Skfndnf una semana pensando en este cap YnY me cuesta tanto hacer estas escenas que por eso no las hago muy seguido msnfnfn

Para todos aquellos que no les gustó, lo siento nsnfndnf pero jk merecía algo de diversión para liberar su estrés, y Kurt, es el indicado ♡ .



26 de abril del 2024.

Hola, ¿cómo están? Supongo que bien y me alegro. Si no es así, lo siento mucho y les mando un abrazo y muchas vibras positivas ♡.

Bueno, siempre me llegan comentarios de personas quejándose en este capítulo y muchas veces pensé en modificarlo para darles el gusto, eliminando el sexo explícito entre Jungkook y Kurt, pero entonces recuerdo que yo soy la escritora y que esta es mi historia, por más fea que este escrita (en cuanto a los errores gramaticos y ortográficos) y que tengo todo el derecho de llevarla como se me dé la gana. Además, he visto varias historias que por deseo de los lectores son modificadas y eso las arruina a mi parecer. Sé que puede no gustarles que Jk o Jm se relacionen con alguien más que no sean ellos y está bien, gustos de cada quien, pero yo también les advertí desde un inicio e igual se quejan 😅.


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