25| El Fin De Todas Las Cosas
Que frío, esta haciendo demasiado frío, pero claro que está haciendo frío, es diciembre... Mierda, me voy a congelar; espero que papá pueda hacerme un chocolate caliente, él hace el mejor chocolate caliente, hasta tiene malvaviscos.
¡Mierda!. Mi cuerpo se movió por sí solo, con un movimiento brusco me aparte del frío piso, y mi cuerpo reclamo por ello; todo dio vueltas, mi alrededor estaba desdibujado y oscuro. ¿Dónde carajo estoy?. Lo último que recuerdo es bajar a la "Ciudad Subterránea" con Oliver.
Un sin fin de recuerdos me golpearon, lo que vimos ahí abajo, el encuentro con Ely, Rachel. Ho Dios, no... Oliver, Oliver no.
Todo dejo de dar vueltas, mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, y el terror me golpeó; estoy en esa "jaula" en la que metieron a aquella rubia, estoy atrapado. Con mis manos busque mi teléfono, debo tenerlo, si no lo tengo todo fue en vano, sus muertes... Mierda; las lágrimas salieron de mis ojos, sentí como quemaron tras abandonar los mismos, Oliver murió, mi hermano murió, todos murieron, por nada, no tengo el teléfono, todo fue en vano, mierda.
Me arrastre hasta la primera pared que encontré, me recosté contra la misma dejando que el frío invadiera mi cuerpo, flexione mis piernas y sin más las abrace; y todo empezó a salir, no pude detener ni una lágrimas, ni una maldición, no pude callarme, seguí chillando como un animal herido, aullando de dolor, lamentando me como un niño huérfano... Eso soy, ¿No?. Un niño huérfano dejado a su suerte; estoy solo, totalmente solo, mierda...
-¿Es-estas bien? -se atrevió a preguntar una voz.
Mi vista se apartó de forma brusca del piso y busco el origen de la voz, justo al otro extremo de la "jaula" descansaba la rubia. Su cabello rubio ahora caí cual casada, su rostro herido le restaba algo de belleza a su piel pálida cual marfil y ojos de tono avellana, vestía un simple suéter morado largo junto a un pantalón corto morado que le llegaba un poco más arriba de sus rodillas, sin zapatos; la chica mordió su labio en un intento por ocultar su nerviosismo, sus manos temblaban y sus ojos recorrían toda la instancia con rapidez, está nerviosa, aterrada.
-Es claro que estás mal. L-lo siento fue una pregunta estúpida -soltó con rapidez al verme guardar silencio y se abrazo a si misma.
Ese miedo irracional... Mierda, ¿Qué estoy haciendo?. Me obligué a mi mismo a ponerme de pie, a detener mis lamentos, a parar mis lágrimas; esos infelices aún viven, siguen haciendo daño, y no puede permitirlo. Jure vengar a Frank, jure que iba a detenerlos, y no lo hice, hice que más personas sufrieran, es hora de terminar esto, de cumplir mi promesa: acabaré con este cueste lo que me cueste; y una vez que todo allá acabado. Podré llorar por todos, y lamentarme cuanto quiera, pero ahora, ahora tengo trabajo por hacer.
-¿Conoces una forma de salir de aquí? -le pregunté a la chica callando los lamentos que surgían en mi mente.
-¿He?... Yo -soltó sin saber que decir gracias a un ataque de nervios y señaló al techo-. Hay un ducto de ventilación, creo que lleva afuera -logro responderme.
-Bien... Espérame, subiré y veré si es seguro salir, saldremos de aquí -le dije queriendo sonar seguro, reconfortante, pero gracias a todos el llanto mi voz salió con un tono ausente.
La chica no pareció convencida, solo asintió un poco y se quedó en su sitio, aún abrazando sus piernas; encontré una silla cerca de donde estaba la chica-al fin la suerte me empieza a sonreír-sin más la tomé y la dejé justo debajo de la rendija de la ventilación, me subí a la silla, y empecé a forcejear para poder abrir la rendija... Un momento, está abierta, ¿Qué carajo?.
Un gritó se escapó de mis labios al sentir como la silla donde estaba parado se deslizó hacia delante con brusquedad, un gruñido de dolor salió de forma natural al sentir mi espalda caer contra el duro frío, ¡Maldición!, Eso dolerá mucho en la mañana... Más de lo que duele ahora. Me dispuse a levantarme, intentaba no soltar una maldición y agredir a la rubia. ¡Que carajos le pasa, me tiró al piso!. Pero antes de que pudiera siquiera sentarme su pie aterrizó con fuerza contra mi estómago, el aire se despidió de mi, y un montón de jadeos escaparon mientras intentaba recuperar el aire.
-Parecías un jodido muerto cuando los "zombies" esos te trajeron, no sabes cuanto le agradezco al cielo que sigas vivo -todo miedo había escapado de ella, ahora toda su naturaleza estaba al aire. Y caí en su engaño de chica inocente.
-¿Qu-qué carajos te pasa? -solté aún intentando recuperar el aire.
-No es personal... Pero debes entender que mi vida me importa más que la de una persona miserable como tú -soltó con arrogancia y dejó caer de nuevo su pie contra mi estómago.
El dolor no me dejó hablar, me concentre en recuperar todo el aire mientras la chica me veía con superioridad... Mierda. Vi como volvería a arremeter contra mi, pero de la nada la puerta de nuestra "jaula" se abrió y alguien se adentro a la misma.
-¡Ho, vaya!. Debí haber traído palomitas -soltó Ely con burla y sentí todo mi cuerpo arder en rabia.
-Se-señorita el iba a escapar, lo detuve -soltó la rubia recuperando su actuación de chica tímida y además añadió un plus de lame botas. Debe ser buena actriz.
-¡Si!, Buena chica -exclamó Ely con el mismo tono con el cual se le habla a un perro-, deberé recompensar te -añadió sonriendo con una pizca de locura.
No pude ver la expresión de la rubia, pero por como su cuerpo tembló supe que estaba aterrada. Sin previo aviso Ely arremetió contra el estómago de la rubia, sacando le todo el aire en el proceso-un poco de su propia medicina-la chica se dobló y dejó sus manos en su estómago, Ely tomó su cabello con brusquedad, y sin un pizca de cuidado arrojó a la chica fuera de la "jaula", donde la oí forcejear con alguien.
-Cierto, por lo que estaba aquí. Formalmente la jefa te invita a que veas un show especial, hecho por y para ti -soltó con falsa elegancia la chica y una sonrisa perturbadora.
Esta chica... Es tan jodidamente estúpida, está loca, está mal-es la asesina de Cam-una vez más sentí como la rabia me quemaba y luchaba por salir, pero es un suicidio seguro atacarla, estoy indefenso y seguro de que afuera hay más asesinos-lo más seguro los "zombies".
-Que poca emoción... ¿Si me pongo lencería blanca, con manchas rojas, y olor a muerta, te vas a animar, héroe? -me pregunto dejando a flote toda su locura.
No se en que momento me moví, y cuando lo note era tarde; mi brazo estaba extendido, mi puño cerrado, y en mis nudillos unos hilos de sangre descansaban. Sentada sobre su trasero, estaba Ely, viéndome con cierta sorpresa desde el piso, paso su dedo por arriba de su labio para limpiar el pequeño hilo de sangre que caí de su nariz. El sonido de un arma disparada me golpeó antes que la bala, y cuando lo hizo un quejido escapó de mis labios; retrocedí con pasos torpes y moví mi mirada con rapidez a mi hombro, donde ahora un pequeño agujero servía de decoración.
Ely se puso de pie y se acercó hasta mi, me dejó acorralado contra la pared, y sin previo aviso introdujo uno de sus dedos en la herida de bala, otro gruñido de dolor escapó de mis labios, pero en ese momento su mano libre arremetió contra mi cara, tapando mi boca y empujando mi rostro contra la pared.
-Los hombres no gritan, no de esa manera tan patética -me replicó sin perder su sonrisa y movió un poco su dedo dentro de mi herida, me mordí el labio para callar los gritos -. Eso es, buen chico. La bala salió, estarás bien -soltó con el mismo tono con el que felicitó a la rubia.
Saco su dedo de la herida, dirigió su mano a la parte baja de su vestido, y sin más arrancó un pedazo del mismo; uso el trozo sucio de vestido como vendaje y tapó la herida de bala, y esbozo otra sonrisa escalofriante mientras me veía.
-Vamos, la jefa nos espera -soltó con diversión y me jalo del cuello de mi camisa-. Disfrutarás el show -añadió con un tono infantil y me llevo arrastras.
¿A dónde me arrastra?. No lo sé... Tal vez llegó la hora de mi muerte.
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Recorrimos la central parcialmente destrozada, daba la sensación de estar completamente abandonada, digna de una película de horror en la que hay un monstruo mutante, paredes agrietadas por sus ataques, polvorientas por el abandono, y llena de telarañas.
Nos detuvimos de forma abrupta. Delante de nosotros una gran sala circular se dibujaba, con una silla bastante peculiar en el centro de la misma, y una mesa llena de unas cuantas máquinas al extremo opuesto de la entrada. ¿Qué demonios es este lugar?.
-Ya los trajiste, bien -soltó una voz conocida y sentí como mi cuerpo se congelo.
-Gracias jefa -soltó Ely y por primera vez la oí hablando sin locura y burla.
-Esto no tenía que terminar así, Dante -me replicó la voz mientras la oía acercarse a mi.
No me jodas. No es posible -no puedo seguir en negación- esto no puede ser enserio, no lo puede ser... Yo -siempre lo supe, y nunca quise ver la verdad.
-Es de mala educación no contestar, Dante -soltó con su voz cargada de ego y superioridad.
-Karina -solté de forma automática y alce la mirada para verla.
Ahí estaba, Karina James, la líder de la célula ingeniera de "Lobekarye", la culpable de todo esto, el supuesto ángel de la muerte... Mi madre. No usaba su típica ropa elegante, de hecho vestía como si fuese una científica -tal vez una loca- y me miraba con una expresión de completa victoria, se veía satisfecha de poder haber llegado a este punto. Supongo que ahora moriré.
-Suban la -ordenó con autoridad.
Mi mirada viajo por si sola a la rubia, su expresión se había trastornado hasta demostrar terror puro; para cuando los "zombies" la tomaron empezó a gritar, a suplicar por su vida mientras las lágrimas salían, y ellos como buenos verdugos la ignoraron y llevaron hasta la silla... Esa silla.
-Tráelo -le ordenó Karina a Ely.
Sin cuidado alguno la chica me llevo a empujones hasta donde estaba Karina, -quien se había puesto detrás del escritorio con maquinaria extraña- me hizo quedarme a su lado, y cuando sentí que podría huir el filo de un cuchillo se apoyó en mi nuca.
-Si haces algo, Ely te matará hijo mío -soltó en forma de advertencia... Y su sonrisa llena de maldad no me provoco bienestar-. Estás aquí para disfrutar el show, mira al frente -me ordenó con seriedad.
El miedo me hizo ver al frente, a prestarle atención al llanto desgarrador y súplicas de la rubia, a ver como unas correas en sus muñecas, tobillos, y cuello le impedían moverse- ¿Como fui tan idiota?. No es una simple silla... Es una de tortura, ho mierda -¿Este sería el show?. Esto es horrible, no quiero ver esto, debo huir, ahora, pero si me muevo, yo voy a morir...
-Mira arriba -ordenó una vez más Karina.
Mi vista viajo por si sola hacia arriba... Lo que había visto con Oliver desde la lejanía no eran escaleras, son un sin fin de cables y tubos, todos hechos de distintos materiales y por ende de distinto colores; y todos terminaban uniéndose a un simple objeto que ahora se balanceaba por encima de la cabeza de la rubia, un casco, con un visor unido a él, todo digno de una película de ciencia ficción.
Con un simplemente movimiento de parte de Karina en la maquinaria que estaba delante de ella el casco empezó a bajar, los "zombies" tomaron el casco y sin cuidado alguno se lo pusieron a la rubia -que al parecer se había rendido, ya no gritaba, ahora solo lloraba y susurraba... Tal vez esta rezando- otros de los "zombies" se acercaron cargando una larga tubería flexible que se deslizaba por el piso detrás de ellos cual serpiente, sin previo aviso unieron la casco, cerca de la nuca desnuda de la rubia y la base del casco. Puedo jurar que oí como un gemido de dolor escapó de sus labios.
-¿Qu-qué le harás? -le pregunté sin poder ocultar mi temor.
Tanto Karina como Ely me vieron algo sorprendidas, como si hubiese dicho algo sin sentido.
-¿No sabes que hace esa máquina? -me pregunto Karina sorprendida y yo solo asentí.
-Tanta investigación, tanto peligro que supones para la jefa, ¿Y no sabes que hace la máquina? -me replicó Ely como si le hablase a un niño pequeño al cual no soportará.
-Usa mercurio para funcionar... Y les hace daño -solté serio, y luego analice mis palabras, acabo de sonar como el ser más estúpido del planeta.
-Ho Dante, eres más idiota de lo que creí, igual que tú padre -soltó recuperando su tono hiriente-. No apartes la vista de ella ni por un minuto, ya verás que le pasará, ya sabrás que hace la máquina -añadió mientras en su voz relucía un brillo de locura.
Por unos segundos todo permaneció en completo silencio, no ocurría nada, y repentinamente todo se encendió. Escuché a la perfección el rugir de una máquina y el trillar de algunos engranajes, una sinfonía de rugidos de maquinaria lleno el lugar, mi vista viajo por unos pocos segundos al oscuro vacío por el cual descendían todos los tubos y cables, el lugar de donde proveían los "rugidos" de esa maquinaria infernal.
Un aullido de dolor logro captar toda mi atención, vi con rapidez a la chica, podía ver como por la tubería serpenteante la sombra de un líquido se asomaba, y el mismo terminaba llegando al casco. Otro aullido, la chica empezó a retorcer sus dedos y pies, sus rezos subieron de tono, ya no eran simples rezos, eran súplicas en forma de gritó a todo pulmón... ¿Qué se supone que hace esta puta máquina?. ¡La estan matando!.
De nuevo los llantos lastimeros de la chica fueron callados, solo permanecía el "rugido" de la maquinaria... ¿E-ella está muerta?. No se mueve. Ya no grita de dolor ni se retuerce, Dios mío esa máquina es de tortura.
-¿Do-dónde estoy? -soltó la rubia con un tono ausente.
¿Sigue... Viva?. Una densa capa de humo descendió por el mismo sitio por el cual descendía el resto de la maquinaria, también una pequeña estela de humo salió despedida de los bordes del casco, ¿Qué demonios está pasando?.
-¿H-Hollywood?. ¿Co-como llegué aquí?... ¿Se-señor usted sabe cómo llegue aquí? -su tono desgarrado por los gritos salió de forma lastimosa -. ¿O-oiga que está haciendo?.
Estuve por exigir respuesta, cuando un gritó aterrorizado de parte de la chica me hizo callar; sus pies volvieron a retorcerse buscando huir, sus manos igual, e hilos rojos empezaron a deslizarse por debajo del visor del casco.
-Carajo -oí replicar por lo bajo a Karina.
-¡N-no se me acerque! -gritó con su tono roto-. ¡N-no!.-replicó una vez más y sus movimientos se hicieron más erráticos mientras "lágrimas" rojas empezaron a bajar por el visor... Sangre.
-No lo logrará, su pulso y presión esta cayendo... ¡Mierda! -grito Karina con frustración. ¿Qué mierda?.
-¡No!. ¡No!. ¡NO! -gritó con un tono lleno de terror.
El aullido de dolor siguió, vi como su cuerpo se sacudió con más violencia que antes, y de nuevo se detuvo... La sangre bajaba a montones por el visor y los costados del casco, ya no hay dudas, está muerta, jodidamente muerta.
Los "zombies" se acercaron, y de nuevo sin cuidado le quitaron el casco, la sangre bajaba cual cascada por sus ojos e oídos, su expresión de terror no se había borrado, y algo de espuma se escapaba de su boca. Mi estómago se retorció de forma brusca mientras veía como los "zombies" retiraban el cuerpo y lo llevaban a quien sabe dónde.
-¿Ya entiendes que hago aquí? -pregunto Karina recuperándose de su frustración. Esta mujer no tienes corazón.
-S-si... ¡No eres más que una maldita sádica! -le grité recuperando mi compostura y fuerzas.
-¿Eso crees que soy, Dante? -me pregunto con una ceja alzada.
-¡Acabas de drogar a una pobre chica, la hiciste ver quien sabe que cosa y la mataste! -le grité sintiendo rabia por sus acciones y actitud.
-Dios... ¿Como pude tener un hijo tan imbécil? -le replicó a la nada mientras veía el cielo.
-¡Monstruo, eres un maldito monstruo! -le grite lleno de asco y odio.
-Tendrás que pasar por eso, tal vez así entiendas que hace mi máquina -soltó después de un suspiro y con poco interés.
-¿Tu... Qué? -solté sintiendo como el terror invadía mi cuerpo.
Debo huir, ¡Ahora!. Estuve dispuesto a intentar cometer suicidio, ya daba igual; pero sentí un golpe en mi espalda que logró detenerme, y antes de tener tiempo los "zombies" me tomaron a la fuerza. ¡Maldición!. ¡Maldición no!. Empecé a patalear con mis pocas fuerzas, intentar golpear a los zombies, huir; pero ya no tenía casi fuerzas, mi cuerpo se sentía pesado, ajeno a mis órdenes, yo... Moriré igual que ella, mierda. No.
Fui arrojado a esa silla que parecía ser sacada de una sala de torturas; sentí como mis muñecas, cuello, y tobillos fueron amarrados con correa, mierda... Esta mierda me cortará la circulación, al menos aún puedo respirar, a medias, Dios, es horrible, moriré, moriré aquí. Vi a Karina, con una expresión totalmente seria, como si tan solo mirase a otra rata de laboratorio, ¡Carajo soy su hijo!. ¡Su hijo!.
-¿No te importo? -le grité lastimando mi garganta en el proceso.
-El casco, ahora -ordenó con su tono serio ignorando mi pregunta.
Oí a alguien acercarse, como tomaron el casco -voy a morir, maldición- y de la nada todo mi alrededor se volvió oscuro, sentí el frío del metal y algo líquidos delante de mis ojos y mis oídos; no lo limpiaron, sentí una arcada, pero me trague la bilis antes de poder vomitar... Con esto puesto moriría ahogado de forma horrorosa antes de vomitar. Sentí como unieron algo sin cuidado alguno a la base del casco y como eso rozo mi nuca -la tubería serpenteante- es enserio, moriré, iré con todos... Y no logré nada.
-¿Sabes?. De saber que eres tan ignorante, de haber sabido que no sabías nada de lo importante, no hubiera ensuciado mis manos con la sangre de tu padre -escuché la voz venenosa de Karina.
¿En... Ensuciarse las manos con...?.
-¡Maldita, tu, tu, MALDITA FUISTE TU!.-grité sintiendo como mi garganta se hería.-¡TE VOY A MATAR MALDITA!.
-¿Tu?. ¿Tu que no sabes nada me matarás? -soltó con su tono venenoso y divertido-. Eres muy impulsivo, tu los mataste... Te acercaste tanto y no descubriste nada, ¡Ja!. ¡Los mandé a asesinar por gusto!. De saber que no sabías nada todos seguirían vivos, no serías huérfano, pero te acercaste a ciegas, y tuve que detenerte arrasando con cada apoyo que tuvieras -me comento divertida.
-¡MALDITA! -grité ignorando las réplicas de mi garganta herida.
-Esto es más divertido de lo que esperaba -soltó entre pequeñas risas.
Estuve por gritar una vez más, sacar veneno, amenazas, pero el "rugido" de la maquinaria me calló; sentí como algo golpeó contra la parte trasera de mi cráneo, unas cuantas agujas se adentraron en mi cabeza, un gruñido escapó de mis labios y por instinto mi cuerpo se retorció un poco... ¡Maldición!. ¡MALDICIÓN!.
Sentí como algún líquido se adentro a mi cráneo gracias a las agujas, arde, gotea, quema, ¡Maldición!. Un sin fin de gritos empezaron a escapar de mis labios, mi cuerpo se retorcía por si solo buscando la salvación, alguna ruta de escape... Y la inconsciencia empezó a llamarme, mi cuerpo dejo de responder en segundos, mi cerebro se apagó casi por completo, mi boca quedó cerrada, mi cuerpo dejo de sentir, y lo único que podía hacer era ver. Ver la oscuridad infinita.
En aquella oscuridad interminable que ahora me acuna, un montón de luces empezaron a aparecer, a parpadear a toda velocidad, a moverse cerca de mi y revolotear a mi alrededor; sin previo aviso todas empezaron a moverse en línea recta, más rápido de lo que podía procesar mi adormecido cerebro, parecían simples destellos, destellos intensos que me marean, moviéndose como locos, cegando me, maldición, duele mucho verlos... Duele, son muy brillantes, se mueve muy rápido... ¡Maldición!.
El espectáculo de luces se detuvo abruptamente, todas perdieron por completo su intensidad, y el cambio abrupto de luz y oscuridad me hizo cerrar los ojos. Un pequeño brillo tenue que incomodaba mis párpados me indico que era hora de abrir los ojos, ya me quitaron el casco, sigo vivo, sigo vivo, sigo... ¿Vivo?.
No estaba sentado en aquella silla de tortura, de hecho la miraba, desde la entrada de la sala, y más allá de la silla estaba Karina, viéndome con cierto pesar -que se notaba totalmente falso- y a lo largo de la sala circular estaban los "zombies", Ely... Y el "Minotauro" -pero yo lo mate. ¿Qué hace aquí? -viéndome con total seriedad... ¿Por qué?.
-Ho querido hijo -soltó con el tono más falso que había oído en mi corta vida.
-¿Qu-qué haces aquí, mamá? -solté con un tono herido.
¿Que carajos pasa aquí?. ¿Estoy dentro de una visión gracias a la máquina?. ¿Una ilusión?. Vi de reojo hacia tras, solo para encontrarme otros dos "zombies" que me retenían -puedo adivinar que ellos me trajeron hasta acá- pero, ¿Por qué no controlo mi tono?. Sueno bastante herido por descubrir que mamá está con los asesinos, pero ya lo sabía... ¿No?.
-¿Qué hago aquí, Dante, no es obvio?. ¿Tu no eres, el mejor investigador?. ¿O solo era un juego de niños? -soltó con su típico tono hiriente y abandonando su faceta de buena madre y mujer.
-Tu... ¿Por qué? -solté con un tono roto.
-Te necesitaba a mi lado, que dejaras de buscar respuestas. Pero eso no funcionó. Eres demasiado obstinado Dante, nada te detuvo... Ni siquiera la muerte de tu padre -me respondió como si fuese obvio y una sonrisa llena de malicia.
-Tu... ¡Fuiste tú!. ¡MALDITA! -grité a todo pulmón sintiendo mi garganta desgarrarse.
Sentí como algo se derrumbó dentro de mi, la rabia dominó por completo mi cuerpo y me dispuse a lanzarme contra "mi madre"; pero un golpe contra mi espalda basto para detenerme por completo, mi cuerpo se retorció por si solo hacía atrás y en menos de un segundo uno de los "zombies" me aplicó una llave, su brazo rodeaba mi cuello y hacia presión, pero al menos no la suficiente como para privarme del aire. ¿Moriré?.
-¡Respeta a tu madre, estúpido mocoso! -replicó con un tono molesto y lo siguiente que sentí fue un gran ardor en mi mejilla-. Esto es tu culpa, los chicos de la fiesta fueron tu primera advertencia, la primera advertencia para todos, nadie debía meterse en nuestros asuntos... Pero tu, tu eres único, mocoso, presencias un asesinato y decides meterte en la boca del lobo, vaya estúpido que eres -soltó con su tono venenoso e hiriente.
-¡Mataste a mi amigo! -le replique molesto por su indiferencia.
-¡Para que nadie se metiera con nosotros! -gritó ella a todo pulmón-. ¡No podía arriesgar el trabajo de mi vida con un montón de idiotas detrás de mí! -añadió con el tono que usaría una madre para justificar el porque no puedes salir con una chica.
-¿Toda esta mierda por un puto trabajo? -le grité consternado.
-No, no solo un trabajo -soltó de forma lenta y recuperando la tranquilidad-. El trabajo de mi vida, mi aporte para el presente, para construir un mejor futuro; este trabajo es el futuro del mundo, y no puedo dejar que nadie lo destruya, debo terminarlo -añadió hablando como si fuese una visionaria.
-Mataste a Frank, y un montón de personas detrás de él... Incluso a papá, ¿Para mantener tu puto legado? -le pregunté sintiendo aún más rabia que antes y apretando mis puños.
-No... Mate a tu padre para alejarte de los asesinos, de "Lobekarye", para que les tuvieras miedo; pero eso no bastó, ni siquiera te basto tener a Akira cerca, juraba que una vez que te enamorarás ibas a olvidar todo lo que pasó, que ibas a vivir tu vida, me sorprende lo obstinado que eres... Me recuerdas a mi -me respondió con la mayor tranquilidad del mundo... Como si no habláramos de asesinato y manipulación.
-Akira... Por eso llegó a coquetear me. Tu querías que ella saliera conmigo, tú querías -solté como si el entendimiento me estuviera golpeando.
-Iba a ser más fácil manipular te si salías con Akira, pensé que así te detendría, vaya perdido de tiempo, debí haberla asesinado como lo planee, hacer que se suicidara mientras le apuntaba con un arma. ¡Ja!, Hubiera sido divertido.-completo mi frase añadiendo sus delirios y lo note... Karina está demente.
-Lunática, Maldita lunática -quise gritar, pero el agarre seguía fuerte, así que solo pude dejar salir un poco de frustración en forma de gruñido.
-El suicidio de Cam sí que te incentivó, después de su muerte corriste directo al peligro... Tal vez hubiera sido mejor plan matarla a ella, mandar a Ely tal vez, que la cortará y dejara desangrar, y luego dejar que vinieras para matarte -soltó sonriendo-. Pero ya es tarde para eso, ¿No?. Cam se suicidio, Oliver murió, esa tal Rachel igual, por cierto los Monroy se dieron un gran banquete con ella, y Akira desapareció, nadie sabe donde está. Estás solo, ya todo da igual -soltó todo su veneno con una sonrisa victoriosa.
Ella... Akira fue la que se suicidio -¿Karina siguió ese plan que acaba de decir?- Cam fue asesinada -tal como dijo Karina en su nuevo plan- y Oliver murió.... ¿Qué esta pasando?. ¿Yo no viví esto?. No puede ser una visión del futuro, ya viví esto, no paso así, esto no paso así, ¿Qué demonios está pasando?. El "zombie" soltó mi cuello, deshizo la llave por completó, y sentí como todas las fuerzas abandonaron mi cuerpo, caí cual muñeco de trapo contra el piso de rodillas, con lágrimas corriendo por mis mejillas y la rabia inundando mi ser, herido por todo lo que acabo de descubrir -que ya sabía- y por lo que acabo de oír, esos planes para asesinar, así fue como murieron todos, dios santo... ¿Qué estoy viendo?.
-¿Sin palabras hijo? -me pregunto una divertida Karina.
-Maldita perra... Los mataste, ¡Asesina! -le grité dejando salir mi odio.
-Visionaria hijo mío, ¿Quieres saber cuál es el trabajo de mi vida? -me pregunto como si fuese una profesora suplente falsa.
-Maldita -solté con un tono ausente.
-Ja, lo soy, pero yo construiré nuestro futuro. Hijo, está máquina, nos muestra el futuro; el que se siente experimentará... Mucho dolor, eso es lo malo, pero también verá su futuro, y con la información del futuro haremos un presente hermoso -soltó sus delirios con una sonrisa en su rostro.
-Tu... ¿El futuro?. Es la peor puta locura que he oído. Demente. ¡Es imposible que funcione! -le grité de forma rabiosa.
Un suspiro escapó de los labios de Karina, uno lleno de frustración, y unas pequeñas risas escaparon de los asesinos -un momento... ¿Donde esta Jack?.
-Tendrás que pasar por lo mismo que ellos entonces -soltó repentinamente Karina.
-¿Qué? -solté de forma ausente.
Esto lo he vivido... Los "zombies" llevándome a la máquina -vaya, ahora se que es una máquina del tiempo- yo pataleando, gritando, pidiendo clemencia, esto es igual... Pero el resto, quienes viven, los que murieron, quien es mi pareja, eso cambió, ¿Por qué?. Unas cosas cambiaron, otras siguen igual, ¿Qué esta pasando?.
Estaba en la silla, listo para ser cegado por el visor, y un gritó rompió el tétrico silencio, lo siguiente que oí fue disparos; no podía mover ni la cabeza gracias a las correas de la silla, solo podía ver al frente, la expresión de sorpresa de Karina, los "zombies" disparando a su misterioso atacante, vi caer a varios, oí un horrible chirrido por encima de mi cabeza -alguien disparó hacia arriba, mierda- Karina alzó la cabeza consternada, y gracias a ese pequeño descuido una bala logro atravesar su cuello, su cuerpo sin vida cayó contra la mesa con toda la maquinaria que controlaba su maquina de "viajes en el tiempo", su mano cayó contra algo, y lo siguiente que oí fue una sinfonía de explosiones -no tan fuertes, pero explosiones al fin y al cabo- luego el silencio reino, solo escuchaba una respiración cansada, una muy baja, casi lograba pasar inadvertida, casi.
Delante de mí la figura de Akira apareció, ella era quien respiraba, cansada -¿Viva?- con su respiración entre cortada se dedicó a quitarme las correas, a hablarme, pero las palabras no me llegan, no la oigo, yo también respondí, pero... ¿Qué le dije?. Me puse de pie con su ayuda, vi los cadáveres de los asesinos -todos sin cabeza... Sus cabezas explotaron, ¿Bombas en sus cabezas?- vi el cadáver de mi propia madre, y cerca de la salida Jack, con una herida de bala en su cabeza, él... Entro a salvarme con Akira, maldición.
Por unos segundos todo se volvió oscuro, luego luz. Yacía sobre la cima de un risco, muy cerca de las minas -solía venir aquí con Cam, con Oliver, con todos mis amigos, era divertido- pero el cielo azulado había desaparecido, la niebla lo cubría todo, y sobre mi regazo descansaba Akira -esto... Lo he visto antes, en un sueño, una visión, de hace mucho- se acercó para besarme, luego apartó su vista de mi, vio donde se suponía que estaba la ciudad, sus labios se movieron... Y lo recordé.
Tuve está visión hace mucho, antes de que todo empezara... El apocalipsis.
Mierda. Mierda... ¿Por qué?. Yo vi esto sin estar conectado a esta máquina, veía el futuro, tenía visiones, carajo, ¿Por qué?. La luz golpeó repentinamente mis ojos, los cerré de forma automática y en ese momento sentí como las correas fueron alojadas, puedo huir, yo... No puedo. Mi cuerpo cayó contra el piso de forma patética, pero no sentí dolor alguno, no sentí nada; alce mi vista con la poca fuerza que mi cuerpo tenía y vi a Karina, delante de mí, con una sonrisa victoriosa y satisfecha, como la odio.
-¿Ya sabes que hace la máquina? -su voz me llegó de forma difusa, no pude siquiera distinguir su tono, y pareció notarlo, porque esbozo una sonrisa más grande-. Tranquilo, no es permanente, solo estás drogado hasta el culo, podría arrancarte los dientes y ni lo sentirías -añadió y a duras penas pude entender de que hablaba.
-¿Qué mierda, fue eso? -solté con demasiada dificultad para mí gusto.
-Tu futuro -soltó ella con orgullo.
-No-no es posible. Akira no vendrá, no me salvará; yo-yo mate, mate al Minotauro, no puede estar aquí. Eso que vi, no, no puede ser el futuro. Se sintió como una de mis visiones, pe-pero es imposible que algo así pasé... Los muertos no reviven -mi voz rasposa y herida me mostró mi situación, estoy moribundo, me cuesta hablar, encontrar palabras. Estoy cerca de la muerte.
-¿Una de tus visiones? -pregunto Karina y por primera vez la vi interesada en un ser vivo.
Mi vista viajo por la sala -ver todo desde abajo es horrible, me siento miserable- las vista de los asesinos estaban fijas en Karina, esperando alguna respuesta, y la misma daba vueltas delante de mi, buscando una respuesta a lo que acaba de decir...
Esperaba que al menos ella pudiera responderme, ¿Por qué tengo estas visiones?. Una carcajada de parte de Karina llamo mi atención, la mujer jalaba su cabellera negra y sonreía como una jodida lunática, pero en esa marea de locura había algo de entendimiento, podía notarlo, estaba recuperando un poco de mi fuerza, de mi estabilidad... Mierda.
-¡Tu, tu eres el único! -soltó Karina dejando escapar su locura en forma de risa-. Debo llevarte a una jaula, debo examinarte, tu eres especial, tu eres mi solución -añadió empezando a desvariar.
-Jefa -le llamo Ely algo confusa.
-¡Él es todo lo que queríamos lograr!. ¡Es un regalo!. Él, o al menos todas sus visiones vienen del futuro, son memorias, memorias destrozadas de su futuro -grito Karina a todo pulmón dejando escapar su euforia.
-Eso es imposible -solté con desprecio uno de los "zombies".
-Es muy posible, ignorante. Las visiones de Dante no son más que sus recuerdos, recuerdos de todo lo que vivió su futuro él, y de alguna forma esos recuerdos viajaron hasta el Dante del presente... Tal como hacemos con nuestra máquina, ¡Ja!. Es poético, mi hijo es la clave de todo, dentro de él está la respuesta -le respondió con un tono degradante, como si le hablase a un niño de cinco años, pero aún sonreía.
-Hay que matarlo -soltó Ely después de esa explicación-, ve el futuro, puede evitarlo, ¡Podría hacernos una emboscada! -replicó la chica perdiendo la compostura.
-¡Cállate Ely!. Dante está solo, nadie lo ayudará ni salvará, ganamos, ganamos mucho -la calmo con un brusquedad y luego me sonrió.
Se acabó, estoy acabado, muerto. Un momento, ¿Dónde esta Jack?. Él...
Un disparo hacia arriba callo incluso mis pensamientos, la maquinaria que estaba conectada al casco soltó un chirrido insoportable, Karina gritó de terror, y otro disparo más la callo; desde el piso solo pude ver la bala pasar, y la pequeña fuente de sangre que había abierto en el cuello de Karina. Los zombies soltaron un gritó de guerra, Ely soltó un gruñido en respuesta a ese gritó, entonces el golpe seco del cuerpo de Karina se oyó por encima de todo, y seguido la explosión, pude ver como sus cabezas explotaron dejando a la vista unas grotescas fuentes de sangre, vi como sus cuerpo cayeron sin vida, y todo quedo en silencio. ¿Quién me salvó?.
-¿Jack? -solté con una voz bastante lastimera y baja.
-Aquí -respondió el a secas y se puso delante de mí.
-¿Tu?... -quise preguntar pero me sentí un poco débil.
-Hice lo correcto... Pero creo que la cagué -me señaló y luego apunto a la oscuridad que se tragaba el resto de la "máquina del tiempo".
Levante un poco la cabeza -a duras penas mi cuerpo acepto la orden- y pude ver como más vapor que antes se escapaba, una luz roja parpadeaba sin parar revelando el sin fin de cables y tuberías, y las averías hechas por el arma.
-Dios -solté de forma ausente.
-La maquinaria. Estoy casi seguro de que está fallando, creo que ocasionamos el apocalipsis -soltó Jack con una voz herida y vi como apretó su arma.
-Sácame de aquí -le pedí con las pocas fuerzas que me quedaban.
-Dante -soltó él en réplica.
-Si eso explota. No quiero morir aquí, cumple el último deseo de un moribundo -le pedí una vez más de forma lastimera.
-Bien. Igual dudo que nos salvemos -soltó con un tono lleno desesperanza.
Jack me ayudó a ponerme de pie -mi cuerpo replicó por lo mismo- y con su ayuda me dediqué a salir de las minas, sintiéndome inútil, impotente. Todo fue por nada, sus muertes, las muerte de todo... No logré nada, solo provoque el fin de todo. Maldición.
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Jack me recostó contra un árbol -en la cima del risco- él se quedó viendo a la ciudad, se estaba nublado, el fin está más cerca de lo que creíamos.
-¿Por qué aquí? -me pregunto Jack y se dio la vuelta para verme.
-En mi futuro... Veo el fin de todo desde aquí -le respondí, había recuperado mis fuerzas, pero seguía algo atontado.
-Vaya -me dijo sin saber que más decir.
-Jack... ¿Qué vieron ustedes?. Digo, enloquecieron, ¿Qué vieron en el futuro?.-me anime a preguntarle, tal vez en el peor momento.
-Yo vi esto -me respondió dándome la espalda-. Este no es el fin Dante, es el principio... Después de esto, todo parecerá una jodida película apocalíptica, será horrendo, y yo vi eso, el horror del apocalipsis.
>> Por lo que se, los Monroy vieron un poco más allá al futuro, un mundo casi en ruinas, sin ganado, sin absolutamente nada, un mundo en el que, los humanos se volvieron unos contra los otros, se volvieron comida.
>> Harris, el fue más adelante, un mundo que se estaba recuperando de la desgracia, pero que seguía en miseria, no es fácil recuperarse, y en ese mundo artificial que se estaba creando, la carne humana era el platillo más delicioso y tabú del mundo
>> Y Ely. Ella vio un mundo recuperado, sin señales claras de un antiguo desastre, pero un mundo sin felicidad, donde aveces reinaba la injusticia y el caos, un mundo construido de forma tosca, un mundo que quería ocultar la crueldad sin lograrlo -me contesto él de forma seria y retraída. Tal vez solo me contestó por educación.
-Vieron... Distintos futuros, distintas líneas de tiempo -le respondí recordando una clase de física.
-Lo que sea, no sé si fueron futuros distintos, realidades distintas, o si todo fuese lo mismo. Pero no deseo vivirlo de nuevo Dante.-me gruño a la defensiva y luego dejo su arma contra su mentón.
-Puede que ese futuro ni siquiera exista, el tiempo no es lineal, cualquier cambio puede alterarlo todo -le comente sin ni siquiera saber porque lo decía.
-No pienso arriesgarme Dante, siento dejarte solo -soltó de forma ausente.
Abrí mi boca listo para decirle algo más, pero el disparo callo todas mis palabras y su sangre salpicó contra mi... Mierda, él también.
Me quedé recostado contra el árbol, en silencio, abrazando mis piernas, esperando el fin. Los gritos aterrados de las personas lograron llegar hasta mi, bocinazos de los conductores, podía oír todo el caos a la perfección... Todo acabo.
Vi por última vez el cielo... ¿Nublado?. Un lienzo en negro se dibujaba a mi alrededor, seguía oyendo gritos, sintiendo el caos, pero el cielo ya no era gris, era negro, y en el un sin fin de luces aparecieron, rápidos destellos revoloteando a mi alrededor, formando líneas rectas, moviéndose demasiado rápido para mí vista, quemando me la misma con la simple acción de pasar cerca de mi, mi cuerpo dejo de reaccionar, deje de sentir dolor... Pero en ningún momento los destellos pararon. ¿Así se siente morir?
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-¡Dante despierta! -me regaño Cam con ese tono serio que usaba cuando se molestaba.
-Déjalo -pidió a secas Oliver con un tono relajado.
Sus voces... Ellos, ¿Ellos están?. Mi alrededor sigue oscuro, todo está oscuro, pero sus voces, suenan con vida, suenan tan reales, ¿Acaso yo?.
-¿Estoy vivo?.
Continuará...
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Hasta aquí este capítulo, espero les haya gustado, estrellita y compartir ayuda mucho, y hasta otra amigos.
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