23| Lo Hago por Ti
Definitivamente Dante enloqueció, la muerta de Cam lo enloqueció; entrar a "Lobekarye" de por sí ya parece un plan suicida, entrar por la ciudad subterránea que desconocemos suena aún peor... Pero lo peor de esto no es el hecho que Dante haya enloquecido, ni que sea un plan suicida, lo peor de todo esto es que estoy considerando hacerlo, lo estoy viendo como nuestra única opción; mi última opción para hacer justicia por lo que pasó con Frank.
—Dan, ¿Hoy —le pregunto Oliver algo serio.
—Si, hoy... No dejaré que más personas mueran —le respondió el decidido.
—¿Entrar a las minas, a una supuesta ciudad subterránea, y entrar a "Lobekarye"? —planteo de forma lenta.
—Es una locura, lo se. Pero si entramos a las minas, y grabamos todo lo que veamos, tal vez podamos finalmente atrapar a "Lobekarye" —soltó con un último vestigio de esperanza Dante. Pobre, lo ha perdido todo.
—¿Y qué podremos encontrar ahí? —comento dejando a flote toda su desesperanza —. Lo se Dan, hemos perdido mucho, pero este plan es una locura, ni siquiera es un plan. Debemos pensarlo mejor —soltó y vi como dejo descansar su mano sobre el hombre de Dan.
Silencio, ambos quedaron en total silencio, pero entonces un lastimero sollozo de parte de Dante rompió el silencio... Me duele verlo así, ver a Dante deshecho, ver a Oliver intentado juntar todas sus piezas e intentar aparentar estar bien para poder darle apoyo a Dan; me duele no poder darles mucho apoyo a ambos por estar aquí de nuevo, en el cementerio, recordando a Frank e hiriendo me con todos nuestros recuerdos. Entonces algo hizo "click" en mi cabeza, una idea; lo comprendí, puede que Dante haya enloquecido, pero yo estoy mucho más loca por intentar darle sentido a su plan, por empujarlo a realizarlo.
¿Pero que más podría hacer?. Ellos me lo quitaron... Hago todo por él, por poder hacer justicia para él.
—Si van pueden encontrar algo —solté para romper el silencio decorado por sollozos.
—¿Qué? —soltó con un hilo de voz Dante.
—Rachel, ¿De qué hablas? —me pregunto Oliver con un tono confuso y nervioso.
—He estado saliendo a investigar por mi cuenta, chicos, desde que diciembre comenzó las desapariciones de personas volvieron a empezar, por eso cancelaron las clases... Aunque no dijeron cuantos desaparecidos habían, ni donde, no querían formar un escándalo; aún así las personas no han sido calladas, el internet está repleto de historias de desaparecidos, personas que se acercan a las minas o sus alrededores y nunca se vuelve a saber de ellos —les informe con algo de temor en mi tono.
Desaparecidos cerca de las minas, cerca de la otra entrada "secreta" a "Lobekarye", ¿Como no lo note?.
—¿Piensas que... Los desaparecidos fueron secuestrados por "Lobekarye"? —soltó Oliver con algo de temor.
—Esa es la parte lógica —soltó Dante con condescendencia—, pero... Si probamos que se puede entrar a "Lobekarye" por las minas, y encontramos a los desaparecidos adentro—comento serio.
—Será la última prueba que necesitemos, los haremos caer —termine su comentario—. Deben hacerlo —añadí decida.
—¿Debemos?... ¿Y tú? —me pregunto Oliver con duda al ver que no estaba en mis planes ir.
—Yo... Quiero seguir otra pista —le respondí soltando algo de verdad.
—¿Sola? —esta vez la pregunta salió de Dante, su tono parecía preocupado.
—No es nada peligroso... Solo quiero ver algo donde todo comenzó —le respondí mientras veía al piso.
Hubo silencio por unos momentos, imaginé que los chicos se habían dedicado una mirada, una significativa para decidir si dejarme ir o no.
—Los asesinos siempre vuelven al lugar de su primer asesinato —soltó Dante con un tono algo oscuro. Intentaba asustarme para alejar mi idea.
—Es solo un dicho. Simplemente iré a buscar una pista, a verificar algo —le dije tranquila para intentar calmarlo.
No funcionó en lo absoluto. El chico se llevó una mano a su cintura y saco una de sus armas; un fuerte temblor se apoderó de mí... ¿Me obligará a punta de pistola a ir con él?.
—Tiene el seguro —me señaló mientras mostraba el arma—, se lo quitas así, la tomas con ambas manos y con fuerza, apuntas, y luego disparas —me dijo de forma lenta para que entendiera y me dio el arma.
—Da-Dante yo nun —le decía con un nerviosismo genuino.
—Y espero... Que no debas usarla, que lo que te dije enserio sea solo un dicho o creencia —añadió y antes de soltar el arma en mis manos las tomo.
—Dante —solté a secas. Lamento preocupar lo tanto.
—Vamos —señaló Oliver tranquilo—. Tomaremos un taxi, te dejaremos justo donde todo comenzó —añadió mientras su tono se apagaba... Como si odiara la idea de simplemente dejarme ahí.
—Bien —solté mientras mostraba una expresión de póker.
No quiero mostrarme triste delante de ellos, no quiero que noten como sus palabras me afectan y me hacen dudar de mi idea; yo debo hacer esto, debo hacerlo sola, quiero hacerlo... Y ver si al fin lo podré dejar ir, y mientras batallo con mi sentimiento de soledad ellos entrarán al infierno.
No quiero que se preocupen por mi, quiero que acaben con esto, porque se que pueden hacerlo.
[———————]
El viaje fue silencioso, incómodo, bastante tenso; Dante y Oliver iban al infierno, yo iba directo a donde inició el infierno, definitivamente somos un trío para nada cuerdo. Yo fui la primera en dejar el taxi, vi como el mismo se alejó mientras los chicos sacaban la mano para despedirse. ¿Por qué no los conocí antes?. Pudimos haber sido muy buenos amigos, incluso nos imagino yendo por algo de comer, Oliver, Dante, Frank y... Maldición. Cerré los ojos con fuerza y mordí mi labio, detuve todas las lágrimas antes de que se atreviera a salir; no más, ya no más, debo seguir, solo seguir.
Ande cual fantasma errante, acercándome de forma lenta al terreno del bosque, dedicándome a ver los árboles impotentes desde la distancia. No recuerdo la última vez que entre a un bosque, pero era un poco más bonito que este, los árboles no estaban torcidos y no daban la impresión de abalanzarse contra ti, tenía un gran y espeso follaje, flores, pasto; pero este es otra historia, parece sacado de una puta película de terror... Sentí un escalofrío recorriendo me el cuerpo, este sitio es horrible, definitivamente entrar a este bosque, sola, es la peor idea que se me pudo haber ocurrido. Ya es tarde para echarme para tras. Calle por completo mis miedo y sin más me adentre al terrorífico bosque.
Este sitio me da muy mala espina, me siento asustada de estar aquí, pero agradezco que la luz se filtre hasta la tierra por la falta de follaje, agradezco el arma que me dio Dante, de cierta forma, me hace sentir segura. Seguí mi andar con decisión, callando los miedos una vez más; y de la nada todos me golpearon, mis piernas fallaron, caí de rodillas sin la fuerza suficiente para poder pararme, sentí como todas las lágrimas que esforcé por ocultar salieron... Y la soledad me arrasó una vez más.
No está ahí, no está... Pero el dibujo de tiza me hacer imaginarlo, imaginarlo acostado contra el árbol, con sus ojos mirando al cielo de forma pacífica, muerto.
—Frank —sentí como mi voz raspo mi garganta con solo pronunciar su nombre.
El llanto escapó, una vez más estaba llorando, llorando mientras sentía como mi corazón se partía más; sintiéndome totalmente desolada, extrañando lo, cada parte de mi lo extraña.
—Tu no merecías esto —solté como si pudiese oírme mientras lloraba—. Tu no, ta-tal vez te habías desviado un poco, pero eras un ángel. No lo merecías, tú mereces ser vengado, ellos pagarán por lo que te hicieron, haré que paguen para que puedas descansar, y-yo... Te dejaré ir para que descanses —añadí intentado parar mi llanto.
Me force a mi misma a ponerme de pie, seque mis lágrimas y reuní todas mis fuerzas para detenerlas; ya basta. Deje escapar un suspiro y vi por última vez el lugar donde murió Frank.
—Lo lamento tanto... Pero quiero que sepas, que nunca te dejare de amar —solté en forma de susurro y abandone el sitio.
Me obligué a no regresar, a no soltar otra lágrima, a no derrumbar me; ignore el dolor de mi corazón para poder seguir, pero, ¿Adónde voy?. Mi cuerpo se movió por sí solo, y para cuando lo note estaba delante de la casa abandonada—la casa del horror—las náuseas me hicieron perder el equilibrio, estaba por vomitar solo de recordar el estado de esa casa, Dios, es un sitio tan horrendo. Solté un suspiro junto a todas mis preocupaciones, aparte la cinta policíaca y sin más me adentre a la casa.
Maldición... Sentí como mi estómago se retorció en menos de un segundo, pero no vomité, no me asusté, no como la última vez, ¿Me estoy acostumbrando al caos?. Mi cuerpo siguió moviéndose por si solo, ya se a donde voy, pero no sé porque voy ahí, ¿Por qué?. Seguí caminando y me detuve delante de la habitación donde Oliver encontró el cadáver, aquel cadáver que dejaron junto a una de sus máscaras; ¿Vine aquí esperando encontrar pruebas?, ¿Algo que pueda pararlos y hacerlos pagar?. Pero es una pérdida de tiempo, detrás de esa puerta no habrá nadie, absolutamente nadie.
Abrí la puerta sin muchas esperanzas, y un gritó se formó en mi garganta. Se escapó, llamo la atención de la pareja que se daba amor, la mujer bastante delgada, con un rostro lleno de arrugas, y de cabellera rojiza sucia posó su mirada en mi, mientras sus flácidos pechos colgaban sin vida; por su parte el hombre de cabello negro, barba, lleno de arrugas y algo panzón sonrió de forma maliciosa viéndome, ambos son miembros de la familia Monroy, los que habían desaparecidos; son los líderes, los "padres" de todos.
—Es de mala educación interrumpir si no te vas a unir —señaló el hombre con una sonrisa creciente.
—¿Me dejaras sola? —replicó la mujer dejando a relucir una mueca de molestía.
—No, cariño, no —le respondió y reanudaron su tarea.
Ellos, la familia Monroy, son quince, según Dante y Oliver eran muchos asesinos con máscara de "zombies", fuero ellos, ellos lo hicieron, ellos... De forma automática saque el arma de mi cintura y le apunte a la mujer, mis manos temblaban de forma feroz, mientras que la "pareja" se dedicaba a satisfacer su lujuria. Son personas mayores, tal vez de casi 60 años, pero están tan concentrados en su lujuria que su edad no les importa, nada les importa, ni que les este apuntando. No tendré otra oportunidad.
El disparo los hizo detenerse abruptamente, en ningún momento mis manos dejaron de temblar, las dudas golpeaban mi cabeza; la cagué, ¿Qué pensaba Dante al darme una arma?. Yo nunca he disparado... ¿Por qué creía que le daría a esa mujer?. Mis brazos se quejaron un poco gracias al retroceso, mi mente se blanqueo, los Monroy se detuvieron, y la sonrisa maliciosa del hombre creció en cuestión de segundos.
—Ho niña, no tuviste que hacer eso —me dijo aparentando estar tranquilo mientras su mostró demostraba sadismo.
—N-no fallare d-de nuevo —replique queriendo demostrar valentía. Pero ya estoy jodida, debo huir.
—¡Chicos!, ¡A por ella! —grito el hombre.
Detrás de la cama aparecieron cuatros personas, sus máscaras me hicieron soltar un pequeño gritó, máscaras de "zombies"... Horrendas; no pensé lo asqueroso que es que estuvieran viendo a sus familiares teniendo sexo, sin pensarlo jale el gatillo, dispare cuantas balas pude mientras la adrenalina me hacía ver todo lento, y antes de ver si las balas habían hecho algún daño huí, huí a toda velocidad.
—¡No la dejen huir! —gritó esta vez la mujer.
Esquive por poco la puerta que se abrió de forma brusca, logré huir, y de reojo pude ver como tres personas salieron de esa habitación, maldición, ¡Maldición!. No tuve valor para voltear, use toda mi fuerza para huir, y por poco logré salir de la casa, el frío me recibió, la temperatura había caído, pero no es momento para pensar en eso, no ahora. Seguí huyendo, aprovechando mi ventaja, el bosque, sin pensarlo corrí hasta el árbol en el que murió Frank, una sola idea cruzó por mi cabeza, si escaló lo suficiente las hojas me cubrirán, podré huir, desaparecer.
No lo pensé dos veces, subí al árbol y empecé a escalarlo de la forma más rápida que pude; no había subido tanto, aún debía escalar otro poco para ocultarme, pero el agujero del árbol del que me apoye llamo mi atención, es un poco más grandes—tal vez sea la guarida de una ardilla—subí otro poco para asomar mi cabeza dentro de la "guarida", está algo oscura, pero algo reluce, ¿Qué será?. Metí mi mano sin pensarlo y tome algo alargado, lo saque para verlo mejor en la luz.
—¡Maldición! —grité a todo pulmón.
Perdí el poco equilibrio que tenía y caí de espaldas contra las raíces del árbol, otro pequeño gritó salió de mis labios y las lágrimas aparecieron, maldición, cuanto duele... Mi espalda, el corazón. En mi mano seguía aferrado ese "objeto" alargado, abrí mi puño para verlo bien y las lágrimas salieron, ese anillo, el anillo sigue unido al dedo. Es el anillo de Frank, y su dedo. Dios, estos desquiciados, son unos enfermos, son.
—Vaya. Llegaste lejos —soltó el hombre y apareció delante de mí, vistiendo una bata bastante abrigada y su horrenda máscara.
—Esta mocosa arruinó nuestra diversión —replicó con molestia la mujer, igual vistiendo una bata y su máscara.
—Si, y pagará por ello —señaló el hombro e imaginé su sonrisa creciente... Estoy muerta—, ¡Chicos, la comida!.—gritó con seriedad.
En menos de un segundo el resto de "zombies" aparecieron, 15 contando a los líderes... No puede ser, no puede ser, me comerán. Intente huir reuniendo mis últimas fuerzas, pero dos de ellos tomaron mis brazos y se apartaron un poco sus máscaras, el líder se acercó a mí con pasos lentos, separó mis piernas de forma brusca, pero antes de que pudiera hacer algo más sentí como tomaron mis piernas; separaron otro poco las mismas y vi como el líder se agachó.
—¿Eres virgen? —pregunto algo divertido—. Claro que lo eres, este vestido largo es horrendo, algo que solo le gustaría a una virgen —se respondió a sí mismo con rapidez.
—Cállate —replique avergonzada al ver como el hombre se arrodilló delante de mí y levantó mi vestido.
Sentí como mordió mi muslo y un gritó se escapó de mis labios, el hombre se quedó oculto debajo de mi vestido mientras mordía cerca de mi intimidad, las personas que retenían mis brazos y piernas empezaron a morderme, en menos de un segundo sentí sus mordidas más fuertes, un movimiento brusco junto a la mordida basto; el gritó de dolor que escapó de mis labios logro lastimar mi garganta, los cincos habían arrancado mi carne.
Las lágrimas empezaron a correr, me moví con brusquedad buscando una salida, los gritos siguieron saliendo, pero nada los detenía, seguían mordiendo, desgarrando me, comiéndome. Mi voz empezó a salir ronca, y en ese momento la mujer del líder se acercó a mí, se quito su máscara y sin más se agachó delante de mí, sin previo aviso arremetió contra mis labios, mi lucha para huir se hizo mayor, pero mis extremidades no respondían bien, perdí mucha sangre... Mucha carne, estoy muriendo. "El beso" siguió, la mujer tomó mis mejillas, y sin previo aviso mordió la punta de mi lengua, ahogue un gritó contra su boca y golpe la tierra.
No... Por favor, no, no, no. Mis ojos abiertos de par en par se fijaron en los suyos, unos ojos vacíos, sin vida, sin compasión; son monstruos. Sin soltarme la mujer mordió más fuerte, movió su rostro con brusquedad y sentí como algo se desprendió, la sangre inundó mi boca, ese sabor metálico se apoderó de mí paladar, quiero vomitar, escupí la sangre mientras me aferraba a la vida, la mujer delante de mí no soltó mis mejillas en ningún momento, solo saco su lengua para mostrarme el trozo de lengua que me había arrancado, y sin más lo tragó.
Con brusquedad la mujer me hizo ver al cielo, luche por recuperar el aire, sentí las extremidades dormías, aún sentía sus mordidas. Como pequeño piquetes; me voy a desmayar, voy a morir, yo...
Mi vista se nublo, sus cuerpos se volvieron borrosos, sus mordidas se sentían menos, sus risas se oían lejos... La inconsciencia me quería llevar con ella, y ya no podía luchar, mi vista se oscureció casi por completo. Ya no sentía sus mordidas, pero aún oía sus burlas, tan distante, tan lejos. Tan...
—Rachel, ahora estamos juntos.
Su voz logro guiarme por la oscuridad.
—Claro que estamos... Frank.
Morí por él...
Continuará...
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Hasta aquí el capítulo, estrellita y compartir ayuda mucho. Y hasta otra amigos.
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