14| Punto de Ruptura
Antes de comenzar el capítulo una pequeña nota. Los párrafos que estén escritos en Negritas serán recuerdo de Dante, sin más que decir, comencemos.
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Quieto cual muerto yacía en mi cama, sin mover el más mínimo músculo, evitando soltar sonidos fuertes, aparentando ser un cadáver que descansa en su ataúd. Podía oír a mi padre moverse con velocidad, se le hizo tarde para el trabajo, vaya, que "responsable"; desde lo que paso ayer hemos estado distanciados... Así que creo que piensa que ya me fui, desde que dejó de tomar el turno nocturno me voy antes que él en silencio, y justo hoy se le hizo tarde, no revisará si estoy o no, perfecto.
Escuche pasos hacia la salida, la puerta abrirse, y después un gran portazo seguido del sonido de la cerradura cerrando, se fue; por seguridad aparte un poco mis cortinas para ver el auto de mi padre, había salido a toda velocidad, como alma que lleva el diablo, vaya, cree que está en una película de carreras.
Tome mi teléfono de forma lenta y vi la hora, 7:20, solo diez minutos más para entrar a clases, si corro a toda velocidad llegare justo a tiempo, pero no podré comer. No, hoy no. De forma lenta salí de mi habitación y fui por algo de comer, esta decidido, no iré a clases. Mientras comía con lentitud revise mi teléfono, un mensaje de Oliver preguntando porque aún no llegaba, un saludo de Akira, y varios mensajes de Cam, el primero era una simple pregunta: "¿Como te sientes?". Y el otro era totalmente distinto: "¿No crees que fuiste un poco grosero al irte así?, Yo tambien estoy molesta, pero no debías tomar esa actitud".
Simplemente le contesté con un vago: "fue algo del momento".
Sin más que hacer me dispuse a cambiarme de ropa, debo hacer estos hoy, gracias a ese castigo no tendré otra oportunidad; después de arreglarme me dispuse a salir por la ventana y dejar todo preparado para volver a entrar por la misma, no se cuanto vaya a tardar, pero de seguro papá llega antes que yo, y querrá verme en el cuarto... De saber lo que haré se molestaría, pero ya no importa. Es algo tarde para preocuparse por eso, ya tiene otras "preocupaciones" en su vida.
Vaya situación. El auto de mi padre se movía de forma lenta por la ciudad, se dirigía a la casa de Cam y su madre; ambos llevábamos ropa semi-formal y ninguno se hablaba, desde el jueves nos habíamos distanciado un poco, y en mi mente seguía esa imagen grabada, papá saliendo de "Lobekarye"... Él siendo esa silueta, ¿Cuando tendrá el valor de decirme la verdad?.
—Ya casi llegamos.—soltó de la nada.
—Bien.—le respondí a secas.
Lo único bueno de todo esto es que veré a Cam, mi... ¿Qué se supone que somos?. ¿Seguimos siendo mejores amigos después de besarnos?. ¿O acaso somos novios?. Bueno, no importa, será realmente bueno verla y estar con ella; le trae paz a mi corazón. Al fin el auto se detuvo y sin más ambos salimos del mismo, afuera nos esperaban Cam junto a su madre, una mujer de piel bronceada, ojos oscuros, cabello castaño oscuro, bajita y en buena forma; y sin previo aviso Cam fue a abrazarme, me abrazo con todas sus fuerzas y yo acepté gustoso, de reojo pude ver a su madre, Leidy, nos miraba a ambos con una mueca disgustada. ¿Qué le pasa a esta señora?.
—Hola Tony.—dijo en voz alta y en ese momento Cam deshizo el abrazo. ¿Fue a aproposito?.
—Leidy.—le saludo mi padre y plantó un fugaz beso en su mejilla.
—Hola.—le saludé mientras movía mi mano.
De forma fugaz Leidy le dio un abrazo a mi padre y luego me saludo igual moviendo su mano, raro. Nos informaron que la comida tardaría un poco más, así que fui con Cam al patio a hablar, es hora de hacerle una pregunta bastante incómoda... ¿Qué somos?. Y mientras salíamos, mi padre y Leidy permanecieron en la cocina solos.
¿Como no lo notamos antes?.
Después de caminar por un buen rato, y perderme por unos momentos, había llegado de nuevo a este lugar; los rascacielos que pertenecen a la Compañía "Lobekarye", su cede.
Ahora la verdadera pregunta desde el momento en el que salí de casa, ¿Cómo demonios entro?.
Yo solo me metí en este problema, yo decidí que vendría a investigar solo, nadie sabe que estoy aquí, así que no puedo simplemente entrar por la puerta delantera... ¿Por qué decidí complicarme la vida?. Ho, cierto, para vengar a Frank, para lograr detener esto, aunque me cueste la vida; estoy jodidamente loco. Con pasos lentos me dediqué a recorrer los alrededores de los rascacielos, la puerta principal es vigilada, igual la salida trasera, una puerta con candado bloquea la salida de emergencia, escalar hasta una ventana, es posible, pero parece la mejor opción para un suicidio; ¿Qué hago?.
Después de recorrer por segunda vez los alrededores me centre en la salida de emergencia, es la mejor opción, ¿Pero como abro ese candado?, No tengo las llaves, no soy bueno forzando cerraduras... Tal vez pueda. Con pasos rápidos fui hasta el basurero y saqué una botella de plástico, por pura suerte encontré algo de cinta adhesiva, y sin más pegue el cañón de mi pistola a la boquilla de la botella de plástico, lo vi en una película, es un silenciador casero que funciona una sola vez, no sonara tan alto, servirá, debo creer que servirá. De nuevo me acerque a la salida de emergencia, y sin más le dispare al candado, no se escuchó tan alto como para llamar la atención, esta bien, no me pasará nada; despegue la botella de mi arma y la arrojé al basurero más cercano, guarde mi arma, y sin más dirigí mi vista a las escaleras, la única entrada esta bastante arriba, esto tardará. Mierda, terminaré cansado.
Me senté a tomar algo de sol en el patio, pocos segundos después Cam se sentó a mi lado y dejó su cabeza sobre mi hombro.
—Me alegra que vinieran.—soltó de la nada con un tono animado.
—No me lo iba a perder por nada.—le respondí sonriendo.
—¿Enserio?.—soltó con una duda verdadera.
—Seguimos descansado.—le respondí serio.—Nada de "Lobekarye" ni de asesinos y asesinatos por ahora.—añadí serio.
—Y lo agradezco.—comento con una pequeña sonrisa y me abrazo.—Necesitaba pasar tiempo contigo.—añadió sonriendo.
—Sobre eso. ¿Qué somos Cam?.—solté con rapidez mi pregunta, si no es ahora no lo haré nunca.
—¿Qu-qué?.—me pregunto confusa.
—Es que, ¿Seguimos siendo mejores amigos?. ¿Novios?. ¿Amigos con derecho?. Nunca lo hemos hablado, nunca.—le señalé con rapidez.
En ese momento la cara de desconcierto y depresión de Cam desapareció, la pregunta la había tomado por sorpresa, pero ahora parece entender mejor a que me refería.
—Nunca lo hemos hablado, ¿Ver-verdad?.—me pregunto en voz baja.
—No. Solo nos besamos.—le respondí algo avergonzado.
—Y-y luego...—me decía tímida.
—Me desmaye en clases, discutimos, no hablamos por una semana, casi me matan, termine en coma, y luego hablamos de, esto.—le recordé tocando mi cabeza, refiriéndome a las visiones.
—E-es cierto.—me respondió haciendo memoria.—El día que discutimos. Te grité algo horrible, lo siento.—me dijo realmente arrepentida.
—Yo me lo busqué. Pero después de eso hemos ignorado que somos, solo actuamos como una pareja.—le dije algo apenada.
—¿Solo actuamos?.—me pregunto dolida.
—Hasta ahora. Hoy parece un buen día para volverlo realidad, ¿No?.—le respondí tomando sus manos.
—¿O-osea... Tu y y-yo?.—me pregunto apenada.
Aún tomando sus manos me acerque a ella y sin más la bese, sus labios cálidos me dieron la energía que necesitaba, el apretón de sus manos me recordaba que esto no es un sueño, es una hermosa realidad. Deshice el beso y concentre mi mirada en sus ojos, su respiración chocaba con mi rostro mientras sus ojos no se apartaban de los míos, está vez ella se atrevió y plantó un dulce beso en mis labios, me siento con más energía que antes. Esto es todo lo que realmente necesitaba.
—Somos pareja.—le comenté sonriendo.
—Si, quedó claro.—me dijo ella igual de sonriente.
—Te amo Cam.—le dije feliz y sin más volví a besarla, me siento vivo.
—Y yo te amo más Dan.—me replico sonriendo.
Ese momento tan cursi y cliché me lleno de felicidad; es algo realmente hermoso, experimentar esto es hermoso, podrá ser lo más cursi del mundo, pero le da felicidad a mi alma, me da paz, me hace bien.
Que lástima que la felicidad sea algo tan jodidamente frágil...
Un jadeo se escapó de mis labios mientras yacía apoyado contra la puerta de la salida de emergencia, ¿Por qué carajos estaba tan arriba?. Casi 20 pisos; por unos segundos mire hacia arriba, el rascacielos seguía creciendo hasta casi tocar las nubes... Al menos no tuve que subir hasta allá. Sin más me puse la capucha de mi suéter y abrí un poco la puerta, del otro lado un montón personas se movían de aquí para allá, todos vistiendo de trajes y llevando carpetas en su mano, este sitio debe ser la zona administrativa, de forma lenta y sigilosa me adentre al edificio; todos iban tan pendientes de sus cosas que no me vieron entrar, aún con pasos lentos salí del pasillo que llevaba a la salida de emergencia y pude ver el sin fin de cubículos, podía oír como usaban la impresora y el teclear de las computadoras, unas pocas charlas respecto a cosas de trabajo, y los pasos apresurados de aquí para allá. ¿A dónde voy ahora?.
—¿Por qué yo debo buscar esos jodidos papeles?.—replicó una voz que se acercaba a mi. ¡Mierda!.
—Necesitamos esa información, y el nuevo debe hacerlo.—le respondió otra voz con burla.
Ambos se acercan, mierda, mierda, ¿Qué hago?. Vi a mis lados buscando una vía de escape, si corro a la salida de emergencia todos me verán, si me quedo aquí me verán... ¡Maldición!. Sin más ideas me adentre a uno de los cubículos en total silencio, la dueña del mismo estaba tan inmersa en su trabajo que ni noto mi presencia, que siga así por favor.
—¿Sabes cuántos papeles ahí en ese sitio?. Tardaré horas.—le replicó la primera voz.
—Pero es necesario, lo sabes. Hay cifras importantes ahí.—le señaló el otro con suma seriedad.
—Ya, ya entendí.—le gruño con molestia el primero.
—Bien, espero verte ahí. Recuerda es la última sala a la derecha, hasta el final del pasillo.—le recordó el otro.
—Si si.—le respondió con molestia el otro.
Después de eso oí los pasos de esos dos alejándose, estoy a salvo; un suspiro de alivio se escapó de mis labios.
—¿Quién anda ahí?.—pregunto la dueña del cubículo sin voltear a verme.
¡Mierda!. Deje mis manos contra mi boca y nariz para evitar soltar otro ruido y vi a mi alrededor, no hay muchas personas, ¿Si corro me verán?. Maldición. No puedo quedarme aquí y esperar a que me descubran.
—Si eres tú Jerry, ya te dije que cuando salgamos te ayudaré con tu problema.—replicó la mujer con algo de molestía aún sin verme.
¡A la mierda!. Sin más corrí de la forma más sigilosa que pude para escapar de la escena, no pienso esperar a que se voltee, debo huir ya. Recordando lo que dijeron aquellos dos me dirigí a donde se supone que estaban las "pilas" de papeles, de forma torpe logré pasar desapercibido y llegar hasta la puerta, bien, con rapidez abrí la puerta y me adentre al cuarto. Unos cuantos estantes se alzaban casi hasta el techo, y en ellos descansaba carpetas con papeles, es aquí; sin mucho cuidado me dirigí a uno de los estantes, pero un gran estruendo me hizo detenerme, la puerta. ¿Por qué carajos acaba de sonar tan fuerte?. ¿No la cerré?. De seguro todos oyeron eso. Mierda... ¡Mierda!.
—¿Qué demonios fue eso?.—gritó con molestia una voz.
—Yo que se, Jerry, ve a ver.—ordenó otra voz.
—Todo yo...—soltó como queja otra voz. Y esta ahora se acercaba a mi.
¡Maldición!. Si me ven estoy en graves problemas; con pasos rápidos me moví hasta un pequeño pasillo formado por dos columnas de estantes y me agache en el final del mismo, ahí viene. Escuche como el tal Jerry se adentro al cuarto y empezó a buscar por la primera columna de estantes; yo solo tape mi nariz y boca para evitar hacer ruido, debo calmarme, no puede descubrirme, mierda, ¡Mierda!. ¡Estoy jodido!, ¿Por qué mierda creí que esto era buena idea?. O, cierto, no lo es, solo lo hice para aprovechar el tiempo, estando castigado no podré investigar, así que solo tome esta oportunidad; yo solo me metí en esta mierda, estoy perdido, y todo por su culpa.
¿Cómo demonios esperaba que reaccionara papá?.
¿Por qué debías hacer eso?.
Todos estábamos en la mesa, degustando el delicioso platillo que Leydi había preparado, pasta con albóndigas, este platillo tan sencillo de pasta con carne y salsa es delicioso, algo tan simple es realmente reconfortante.
—Chicos, hay algo de lo que tenemos que hablar.—nos informo repentinamente mi padre.
—No-nosotros también tenemos algo que decir.—dijo algo nerviosa Cam, y tomó mi mano por debajo de la mesa.
—¿Es realmente importante?.—pregunto de forma molesta Leydi.
—Si, lo es.—le señale algo molesto por su actitud.
—Ya, ya, primero hablaremos nosotros.—señaló mi padre con autoridad.
Tras esas palabras ambos quedamos en silencio, Cam solo apretó con un poco más de fuerza mi mano, ¿De qué querrán hablar?. ¿Cam notará que estoy temblando?.
—Chicos, nos conocemos desde hace mucho, ¿Cierto?.—pregunto mi padre.
—S-si, desde que estábamos en el jardín de niños.—le respondió algo nerviosa Cam.
—Y el año siguiente ambos entrarán a la universidad, bastante tiempo conociéndonos.—soltó tranquilo.—En cuestión de días todo cambia, imagínense en años.
—¿Papá?.—lo llame algo confuso. ¿De qué carajos habla?.
—Lo mejor será que vaya directo al grano.—llamo la atención Leydi.—Dan, tu padre y yo hemos estado saliendo.—soltó de la nada.
Espera... ¿Qué?. ¿Qué demonios acaba de decir?.
—¿Qu-qué?.—gritó Cam en estado de shock.
—Si hija. Tony y yo hemos estado saliendo, desde hace tiempo.—le informo como si fuese de lo más normal.
—¿Sa-saliendo?. ¿Los dos... Como pareja?.—le pregunto intentando salir de su shock.
—Si.—le respondió de forma tranquila.—Sabemos que son mejores amigos, y qué tal vez han tenido roces amorosos, pero no es nada serio cierto, por el contrario, Tony y yo nos amamos, deseamos vivir juntos.—añadió aún tranquila.
—¿No les molesta qué ahora seamos una gran familia cierto?.—pregunto mi padre algo intranquilo.
Una gran familia... Una gran familia, no me jodas, ¿Qué es toda esta mierda?. Justo cuando decido que Cam sea mi novia, ¿Salen con esta mierda?. No. Me niego a aceptarlo, ¿Por qué hacen esto?. ¿Aman quitarme todo rastro de paz?.
—¿Desde cuándo salen?.—les pregunto con un tono vacío.
—Eso no importa, lo que importa.—me decía tranquila, pero quiero respuesta, ahora.
—¿Desde cuándo salen?.—la interrumpí serio viendo a mi padre.
—Casi un año.—me respondió mi padre serio.
—Un jodido año completo. ¿Y nos lo dicen ahora?.—le solté totalmente molesto en forma de gruñido.
—No queríamos alterar los, pero ya es momento de hacer esto como se debe.—me respondió serio.
En ese momento mi furia seguía creciendo, lo único que me mantenía tranquilo era el agarre de Cam, mi ancla a la realidad.
—Sabes. Hoy haríamos oficial nuestra relación.—le comenté a mi padre y subí mi mano, mostrando como Cam tomaba mi mano con fuerza.
Tanto Leydi como mi padre quedaron en shock, no esperaban esto, enserio creían que solo era un juego; no es un juego, yo realmente amo a Cam. Debería dejárselos más claro, dejé una de mis manos descansando sobre una de las mejillas de Cam, listo para volver a probar sus labios, lo necesito.
—¡No!.—chillo la madre de Cam.—No, no, no, no lo permito, ustedes no se aman, son solo niños.—nos gritó con molestia.
—¡Dan deja de hacer esto!.—me ordenó mi padre.
—¡No!.—les dije en forma de gruñido a ambos.—Yo amo a Cam, la amo con todo mi corazón, no dejaré que me alejen de ella.—les replique molesto.
—¡Tu no sabes que es el amor, eres solo un niño!.—me gritó Leydi con más molestia.
—¡Amo a su hija desde que somos niños!.—le grité con un revoltijo de emociones.
—¡Ya cállate Dan!.—me ordenó mi padre.—Yo soy feliz con Leidy, no dejaré que lo arruines solo por un capricho, ustedes han sido simple amigos por siempre, no se aman, acéptalo y déjame ser feliz.—me gritó bastante molesto.
—Dejarte ser feliz.—solté después de unos pocos segundos de silencio.—Osea, ¿Qué solo ella te ha hecho feliz por este último año?. ¿Solo ella te hace feliz?... Yo nunca te he hecho feliz ¿Cierto?. Soy desechable, ¿Verdad?, Tony.—le pregunto de forma amarga.
Vaya silencio, todos se quedaron callados ante mis palabras, y yo pude sentir como unas lágrimas amargas rodaron por mis mejillas, no… Con mi mano libre seque mis lágrimas y solté a Cam.
—Hijo, yo.—me decía incómodo. No.
—Vete a la mierda.—le interrumpí con un tono vacío.—Quédate con Leydi y Cam, tu gran familia, a mi déjame en paz.—añadí aún con un tono vacío.
—¡No me hables así!.—me gritó molesto.
—¿Por qué?. No te importo, ¿No?. No te hago feliz, no soy nadie. ¿Por qué tú deberías importarme?.—le solté de forma seca.
—No le hables así a tu padre, sabes que no es cierto.—me replicó Leydi.
—Claro mamá.—le replique con burla.—Déjame en paz, tu no eres mi madre… Nunca lo serás.—añadí con ese tono vacío.
—Da-Dan.—me llamo Cam algo asustada.
—Hablaremos luego.—le dije serio y sin más me fui.
Me retiré de la morada con pasos lentos, podía escuchar los llamados de Tony y Lydia, incluso Cam me llamaba a gritos, pero no puedo, ahora no. Cuando estaba afuera me dispuse a correr con todas mis fuerzas, no quiero hablar con nadie, no deseo saber de nadie, solo quiero llegar a mi "casa", solo quiero descansar. ¿Es mucho pedir?… Quiero sentirme normal.
Los pasos del tal Jerry resonaban dentro del cuarto, me está buscando, estoy jodido, y solo me preocupa pensar en lo que ocurrió ayer. Cuando mi padre llegó a casa, solo minutos después que yo llegará, intento hablarme, pero me negué, así que decidió informarme através de gritos que estaba castigado, y que ahora Leidy no me quería cerca de su hija, todo se fue realmente a la mierda, y justo ahora terminará de irse a la mierda, vaya, que jodido estoy, ¿No?.
Jerry estaba solo a pocos pasos de llegar a mi "escondite", y si se asoma a buscarme me verá, no podré huir. Me resigne, me quedé sentado en una de las esquinas del "pasillo" de estantes, y para cuando Jerry estaba por verme una alarma resonó por todo el rascacielos. ¿Moriré incluso más rápido?.
—Se les necesita a todos en el nivel 45, en la sala 3-C, presente se de inmediato.—informo una voz através de unos parlantes.
Pude ver como Jerry dio un pequeño salto en su lugar y salió con rapidez del cuarto, también pude oír un montón de pasos que se alejaban de mi, todos se están yendo… ¿Me salve?. Me puse de pie de forma torpe, y en el proceso unos cuantos papeles cayeron al piso, los tome listo para guardarlos, cuando por mera curiosidad los leí, son hojas de vida. Estos nombres me suenan conocido de algún lugar, revise de forma rápida todos los papeles que habían caído, todos son hojas de vida, varios nombres me suenan, debo guardar esto. Saque mi teléfono de mi bolsillo y le tome una foto a las hojas con nombres que me sonaban conocidos, necesito averiguar quienes son, esto es lo mejor que puedo conseguir por ahora.
Me dispuse a salir del cuarto, cuando vi una carpeta que descansa sobre un escritorio, ¿Por qué esta apartada?. La curiosidad me llevo a tomarla, y con solo leer el nombre quede más confuso que antes. "Reporte sobre la extracción de plutonio, mes de octubre", ¿Extracción de plutonio?. ¿Aquí?. La curiosidad me empujaba a leer el papel, pero mi sentido de supervivencia me pedía a gritos huir, así que sin más le tome varias fotos a los papeles para leerlos luego, deje la carpeta tal y como lo encontré, y huí de la escena.
Me tomo unos pocos minutos salir hasta la salida de emergencia, baje de la forma más rápida que pude y después huí, me asegure de dejar todo casi igual a como lo había encontrado, nadie noto mi presencia, es díficil de creer, un adolescente encapuchado debería llamar un poco más la atención, pero no fue así.
Estoy a salvo, y encontré algo... ¿Importante?, ¿Insignificante?, No lo sé, solo sé que encontré algo de "Lobekarye" que debo investigar, pude despejar un poco mi mente, aprovechar mi último día sin castigo. Todo estará bastante jodido en "casa", tal vez Tony me ignore, igual su felicidad es Leydi; debería ir a clases y hablar con Cam, al menos intentar algo respecto a nuestra situación.
Mientras llegaba a casa sentía una pequeña incomodidad, un presentimiento, sentía que algo muy malo iba a pasar… Pero últimamente cosas muy malas pasan seguido, así que solo me preguntó, ¿Qué irá a pasar esta vez?..
Continuará...
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Hasta aquí este capítulo, estrellita y compartir ayuda mucho, y hasta otra amigos.
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