El día siguiente a mi encuentro con Jon ocurrió de forma lenta, no pasa nada realmente importante y pude esconder el arma en mi casa... No sería muy buena idea llevarla a todos lados por ahora. Se supone que mañana deberíamos ir de nuevo a visitar a Jon para buscar el arma de Oliver, pero no se si es bueno idea que ambos recorramos la ciudad armados, eso podría traernos problemas. Sin más solo solté un suspiro y me dispuse a tomar mis cosas para ir al instituto, de nada me serviría quedarme en casa pensando.

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Todos descansabamos en nuestros asientos mientras oíamos la clase de nuestro profesor, después de la noticia de el acortamiento de nuestras clases los ánimos habían caído en picada, la situación de ahora es un recuerdo constante de las desgracias que ha ocurrido. Al fin había acabado, todos mis compañeros se estaban retirando con pasos lentos, por su parte Cam, Akira y Oliver se habían acercado a mi, desde ayer habíamos decidido que los tres nos iríamos juntos por seguridad; el trío esperaba por mí, yo solo terminé de guardar mis cosas y me puse de pie para ir con ellos.

—¿Es idea mi o esta clase fue muy lúgubre?.—pregunto Akira de forma relajada.

—Todo el ambiente se siente así desde que acortaron nuestras clases.—señalo Cam.

—¿Tú qué opinas Oliver?.—le pregunto Cam.

—Menos clases, menos estrés.—soltó a secas restándole importancia... Es un gran actor.

—¿Y tú Dan?.—me pregunto Akira.

—Está instituto siempre a sido lúgubre.—solte y me encogí de hombros.

Akira solo soltó una risa nerviosa mientras que Oliver y Cam se vieron confusos... Eso que dije no fue un chiste, este instituto siempre me ha parecido lúgubre. ¡Mierda!. Pose mi mano sobre uno de los costados de mi cabeza y solté un pequeño jadeo, ¿Por qué?, ¿Por qué justo ahora?. ¡Mierda como duele!.

Oscuridad opacada por luces rojas y azules, ¿Dónde se supone que estoy?. Cerré y abrí mis ojos para ver bien a mi alrededor, sigo en el instituto, pero estoy solo... ¿Esas luces vienen de afuera?.  Con pasos lentes caminé hasta la salida, las luces se hacían cada vez más intensas, y cuando salí el repentino resplandor bi color me dejó ciego, ¿Qué mierda está pasado?.

Cerré mi ojos y los volví a abrir con normalidad, todo sigue normal, ninguno noto nada, no han notado que me dejaron unos cuantos pasos atrás.

—¿Dan?.—me llamo Akira y volteo a verme.

—Solo una pequeña migraña, estoy bien.—le mentí y me acerqué a ellos. Si digo que siento como algo chorrea de la parte de atrás de mi cabeza, nariz y oído de segura las chicas se aterran.

Con pasos lentos seguimos caminando hacia la entrada, y de la nada una luz bi color irrumpió en el pasillo, un destello rojo y otro azul... Ese tipo de destello, mierda. Los cuatros salimos del instituto con algo de nerviosismo, y afuera descansaba una patrulla de policía, los mismo oficiales de la vez pasaba descansaban sobre la puerta del auto, el oficial más joven tenía una cara de pocos amigos, mientras que el mayor se veía sumamente serio. Al vernos los oficiales se acercaron a nosotros, y se detuvieron a unos pocos pasos de mi.

—Joven Sullivan, joven Tood. Vengan con nosotros.—nos ordenó de forma tranquila pero seria el oficial mayor.

—¿Qué, po-por qué se los lle-llevan?.—replicó con nerviosismo Akira.

—Solo les haremos unas preguntas, colaboren y entren a la patrulla.—nos ordenó el oficial joven de forma tajante.

—¿Da-Dan?.—me llamo Cam con preocupación.

—Tranquilas... Todo estará bien. Oliver vamos.—les dije tranquilo.

—Claro.—soltó Oliver igual tranquilo.

Sin más palabras ambos nos acercamos a la patrulla, el oficial más joven nos abrió la puerta y nos dejó en la parte trasera, luego él se sentó de copiloto y a su lado se sentó el oficial mayor. La patrulla emprendió su camino hasta la comisaría, y de reojo pude ver como las chicas veían con preocupación el vehículo, intentaban vernos a mi y a Oliver. Y las pocas personas que rondaban cerca del instituto también veían escandalizados la escena, nos metimos en un gran problema está vez.

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Este sitio parece sacado de una película, paredes grises sin decoración, un piso rústico, una silla, una mesa para nada refinada y otra silla al frente; con que así de simple es una sala de interrogatorios, vaya. Yacía sentado sobre una de las sillas, esposado contra le mesa, mientras que delante de mí estaba el oficial joven, viéndome aún con cara de pocos amigos, yo solo espero, espero a que diga cualquier cosa, ya se porque estoy aquí, solo debo ser cuidadoso con lo que diga y todo saldrá bien.

—Dante Sullivan, ¿Cierto?.—me pregunto con calma.

—Si.—le respondí a secas.

—¿Alguna idea de por qué estás aquí?.—me pregunto aún con calma. Pensaba que estaría gritando.

—¿Es algo relación con Frank?.—le solté como pregunta.

—Con Frank... Si con Frank.—me respondió serio.

—¿Por qué estoy aquí?.—le pregunté fingiendo inocencia.

Sin previo aviso el oficial golpeó con fuerza la mesa, haciendo que el pequeño vaso de plástico se volcara y me cayera agua en la camisa... Ahí está el oficial violento que me imaginaba que era.

—Oyeme chico, lo diré una sola vez. Tu amigo y tú están aquí porque son sospechosos de contrabando, encontramos un bolso con sus huellas, un bolso con rastro de cocaína y alcohol, escondido en el bosque donde ocurrió la masacre.—me informo con seriedad.

Vaya... Les interesa más detener a un pequeño "traficante" que a un asesino, ellos no deberían estar haciendo esto, deberían buscar al asesino de Frank, ¿Por qué mierda siquiera les importa esto en este preciso momento?. Esperaba más de la policía.

—Sere sincero, ese bolso si tenía drogas y alcohol adentro... Pero no es mío, vi que una chica, creo que se llamaba Mary, lo tenía, luego se lo dio a Frank, y luego nos lo dio a mi y Oliver, ninguno de los dos tomo nada, solo vimos lo que había y lo devolvimos.—le respondí con sinceridad falsa.

—¿Juras que esa es la verdad?.—me cuestiona con seriedad y asentí con mi cabeza.—Bien... Parezcalo o no descubriendo quien vendió la droga podríamos descubrir al asesino, pueden estar conectados.—me señaló más relajado.

—¿Co-como va la investigación?.—le pregunté con nervios y sin pensar.

—Es confidencial... Pero no hemos encontrado mucho, no hay huellas, no hay ADN desconocido, realmente no hay nada. Por ahora el caso está estancado, pero seguimos trabajando en el, investigando a fondo. Encontraremos al responsable.—me informo serio.

—Bien.—solté de forma pesimista.

—Tu padre vendra a buscarte, espera en la recepción.—me informo y quito las esposas.

Salí de forma automática de la sala de interrogaciones, no estaré en problemas, Oliver y yo habíamos acordado que decir, no habría diferencia en nuestros relatos. Pero que hayan llamado a mi padre... Tal vez si este en problemas. Oliver yacía sentado cerca de una de las oficinas, sin más me acerque a él y me senté a su lado.

—¿Lo mismo?.—me pregunto refiriéndose a la acusación de tráfico que había sobre nosotros y si habíamos dicho lo que acordamos.

—Así es.—le respondí a secas.

—Llamaron a mi padre para que me busque... Tal vez tengamos un pequeño problema.—me comento Oliver algo preocupado.

—Puede que no, tal vez solo los llamaron para asegurar que volvieramos a salvo.—señale algo optimista.

—¿Los llamaron?, ¿A tu padre también?.—me pregunto Oliver algo sorprendido y asentí.

—Tal vez ni venga... Estará muy ocupado con su trabajo.—solte de forma venenosa.

—Si, tal vez.—soltó Oliver incómodo.

Ambos nos quedamos en silencio, no se que pensara Oliver; pero yo, yo solo pienso en la poca importancia que mi padre le habrá dado a esa llamada, tal vez ni oyó la mitad de la misma, tendré que irme solo... Igual siempre he estado solo, nada cambiará mucho.

—¿No te parece raro?.—soltó una voz masculina desconocida para mi. Viene de la oficina.

—¿Qué cosa?.—pregunto otra voz, de una mujer, también viene de la oficina.

—Que desde que llegó la compañía "Lobekarye" empezaron estás atrocidades.—le respondió la primera voz con calma.

—Pero, ¿Qué tendría que ver una compañía tecnológica con estos casos?.—pregunto la mujer.

—¿Una gran conspiración?.—soltó dudoso y la mujer rió.

—Ya déjalo, no tienen alguna unión.—le dijo la mujer divertida.

—Mmm, como digas.—soltó algo molesto el hombre.

La Compañía "Lobekarye", había escuchado un poco de ella, pero es una compañía más con sin fin de promesas para el futuro mediante el uso de tecnología... Otra compañía más llena de mentiras, pero puede que sí este conectada con todo esto, es raro que los asesinatos empezarán después de su llegada; debo investigar. Le di una mirada furtiva a Oliver, quien asintió con una mirada decidida, ambos llegamos a la misma conclusión, es la hora de investigar a la Compañía "Lobekarye".

Pero antes de que pudiéramos concretar un plan para investigar alguien llegó a la comisaría, una persona alta, de piel pálida y cabello rojizo corto; el padre de Oliver. Vistiendo un bien planchado traje negro, el hombre solo vio a Oliver y le hizo una seña para que fuera con él, y sin más que hacer el pelirrojo menor se despidió de mi con su mano y se fue con él... Su destino es incierto. Me quedé solo unos pocos minutos—que sueño tengo enserio—tal vez me dejen ir una vez que noten que mi padre no vendrá a buscarme, no lo haría, está trabajando... Siempre está trabajando; pude ver como una figura se alzó delante de la entrada, escuché unos pocos pasos y pude ver bien a la persona que entró. ¡Papá!. Podía ver su expresión de pocos amigos, mierda, estoy muerto. Mi padre solo me hizo señas de que fuera con él, y temiendo por mi vida obedecí; fuimos al auto, lo encendió, y emprendió camino a casa, sin decirme siquiera una palabra.

—¿Papá?.—lo llame nervioso.

—Ahora no.—me replicó con molestia.

En ese momento todas mis palabras fueron silenciadas, está molesto, muy molesto, mierda, esto es peor de lo que imaginé. Todo el viaje transcurrió en un silencio sepultural, mi padre no me decía ni una palabra, y yo no me atrevía a dejar escapar alguna palabra. Para cuando llegamos, él solo salió del auto y se adentro a la casa, y yo sin más lo seguí; lo encontré sentado en uno de los sillones de la casa, viendo directamente hacia la entrada, así que esperaba a que entrara; cerré la puerta detrás de mí y vi a mi padre esperando sus palabras, por ahora creo que lo mejor es oír.

—¿Enserio Dante?.—me replicó serio.—Ya me lo imaginaba, habías ido a una fiesta, pero ¿Ahora eres acusado de ser traficante?.—añadió molesto.

—Si, solo acusado, papá yo.

—¡Silencio!.—me gritó repentinamente haciéndome callar y retroceder.—No se que habrás dicho en la comisaría, pero lograste engañarlos. Pero a mí Dante, a mi no. ¿Creías que no me daría cuenta?, Ahora se porque y como sacabas tanto dinero, Dante, ¡Estabas traficando alcohol y drogas!.—me gritó lleno de ira.

—Y-yo...

—No, no te librarás de está mintiendo, ya lo sé Dante, eres un traficante, eras el que vendía las drogas y el alcohol en las fiestas, y me imagino de donde las sacabas, Jon, ¿Cierto?. Él te las vendía y tú las re-vendías, pusiste tu vida y la de Oliver en peligro por unos billetes.—me replicó.

—¿Por unos billetes?.—solté mientras sentía la ira subir. Enserio cree que solo es por "unos billetes".

—Estoy decepcionado de ti Dante, poniéndote en peligro solo por unos billetes.—añadió con molestia y decepción.

—¡Ya cállate!.—explote lleno de ira al verlo abrir la boca una vez más.—¡Solo cállate, no sabes porque lo hago! ¡No lo entenderías!.—le grite dejándome llevar.

—¡A, si!. ¿Y por qué mierda lo haces Dante?.—me gritó también explotando en ira y se puso de pie de un solo movimiento.

—¡Por ti!.—le grité.—¡Lo hago todo por ti, por nosotros!. ¡Casi todos los malditos días vuelves en la madrugada y duermes hasta el medio día para ir al trabajo luego!. ¡Casi nunca te veo, nunca estás en casa!. ¡NUNCA!. ¡Siempre... Siempre estoy solo, siempre estás trabajando, tu, tu siempre-siempre estás en el trabajo, nunca estás conmigo!.—me estoy descargando... Al fin estoy sacando todo, ¿Entonces por qué siento como las lágrimas corren por mis mejillas?.—Y-yo solo quería ganar dinero... Pa-para que no trabajarás tanto. Para recuperar a mi padre.—le dije con dificultad entre sollozos.

Vi a mi padre, en su propio shock, solo viéndome. Podía sentir un pequeño ardor tras cada lágrima, esto duele... Dejar salir todo duele, mierda. Sin más solo salí corriendo a mi habitación, solo quiero dormir, no me importa no comer. Solo quiero dejar este día de mierda atrás; no oí a mi padre moverse en ningún momento, debe seguir en shock. Vaya día.

Continuará...

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Espero que les haya gustado este capítulo, estrellita y compartir ayuda mucho, y sin más hasta otra.