05| Estar Preparado
Podía cortar la tensión del ambiente con un cuchillo. Había sido la clase más "peculiar" que he tenido en mucho tiempo; la única voz que resonaba por todo el aula era la de mi profesor, ninguno de mis compañeros tenía el valor de decir algo o siquiera abrir su boca, todos parecía estar en modo automático: oían la clase, anotaban algo, y volvían a ver al profesor esperando la nueva información a anotar; normalmente todos estaban en su propio mundo, hablando entre sí, viendo sus teléfonos, dibujando, pero hoy es distinto... Ayer después del funeral asesinaron al guardia del cementerio, y nadie sabe quien fue, bueno, nadie excepto Oliver y yo. Nuestra ciudad se pasaba cada vez más al lado oscuro, y eso parecía aterrar a todos, temían por su vida, con solo ver el rostro de mis compañeros y profesor era claro, le temían a la muerte.
Mi vista viajo a Cam, permanecía como el resto, agazapada en su asiento mientras "prestaba atención" a la clase. Por mero instinto mi vista viajo de Cam a Akira... Al contrario que el resto se veía tranquila; o su cara de póker es muy buena, o enserio no tiene miedo.
—Y eso sería todo por ahora.—finalizó su explicación.
Luego de su oración el timbre resonó por toda la institución. Sin ninguna otra palabra nuestro profesor se retiró, mis compañeros hicieron lo mismo, todos se fueron por su propio camino, tal vez para poder distraerse. Yo me quedé en el aula junto a Oliver, Akira, y dos personas más; Cam se fue, me fuera gustado que se quedará para charlar un poco, tal vez para continuar eso que casi pasa ayer, besar a Cam... ¿Qué estoy pensando?. Es mi mejor amiga, somos amigos desde niños. Solté un suspiro de frustración, ¿Enserio quiero besar a mi mejor amiga, ya no la veo solo como eso?.
Sacudí mi cabeza para sacarme todas las ideas de mi cabeza y me dispuse a sacar mi sándwich de pollo para comer... ¡Mierda!. Apreté el sándwich con fuerza y lo deje en su envase de nuevo, con mis manos tome mi cabeza mientras el mismo dolor de siempre arremetía, como duele, no me acostumbro a esto, ¿Qué será lo qué chorrea de la parte trasera de mi cráneo?. ¡Mierda duele!.
Oscuridad, está oscuridad se está volviendo tan natural para mí. Primero duele, duele demasiado, un dolor que tal vez se pueda comparar con la muerte, luego oscuridad y luego aparece algo o alguien, y aún no me acostumbro a todo esto, es horrible, no mejora, cada vez empeora más y más... Simplemente es horrible.
De la nada todo se iluminó, sigo en mi aula, aún estamos las mismas personas, en el mismo lugar, nada a cambiado, nada. Mi cuerpo reaccionó por sí solo, mi vista viajo hasta Akira, quien solo me vio y me regaló una sonrisa amigable; todas las alarmas de mi cuerpo se encendieron, que jodido miedo me da esta chica... Pero ahora que lo noto, que sonrisa tan hermosa tiene, y sus ojos, es totalmente hermosa. ¿Pero qué coño estoy pensando?.
—¿Te molesta?.—me pregunto la chica señalando la mesa de mi escritorio.
—Para nada, toma siento.—le respondí lleno de confianza y con una sonrisa. ¡¿De donde mierda salió eso?!.
—Dan, ¿Estás bien?.—pregunto con una mezcla de curiosidad y preocupación.
—Todo está bien.—solté tranquilo.
—¿Seguro?.—me pregunto y posó su mano sobre mi mejilla. Esta fría.
—Si... Me preocupa lo que está pasando pero estoy bien.—le respondí con algo de verdad sin hablarle del incidente de ayer y tome su mano.
Espera... ¿¡Qué estoy haciendo!?. Mi cuerpo sigue en alerta máxima, aún le temo a esta chica, aún quiero huir de ella, aún presiento que en cualquier momento me hará algo terrible; pero aún así actuó con normalidad delante de ella, como si no le temiera. ¿Mi cuerpo se está moviendo por sí solo?. En realidad, ¿Por qué le temo?, ¿Qué me hizo para que le tema?. Solo es una chica normal, una estudiante más, entonces, ¿Por qué?.
—Me alegra saber que todo está bien.—me respondió de forma seca pero sin dejar de verme.
De forma automática en mi rostro se dibujo una sonrisa hacia ella, ella es normal, una simple chica, incluso se preocupa por mi... ¿Por qué me provoca tanto miedo?, Sigo en estado de alerta delante de una persona normal, ¿Por qué?.
—Oye Dan... ¿Te parezco linda?.—pregunto de la nada.
—Me pareces hermosa.—la respuesta se escapó de mi boca con total sinceridad. A pesar de mi miedo la veo realmente hermosa.
—Entonces no te molestas si lo hago.—soltó y se acercó lentamente a mi.
Va a besarme... Mis instintos de supervivencia están más alterados que nunca. ¿Por qué?, ¿Por qué debo temerle a esta linda chica?. Si no tuviera estás visiones simplemente la besaría, no le tendría miedo; si fuera normal aceptaría a esta chica normal, pero mi anormalidad me ha mantenido vivo... ¿Qué se supone que deba hacer?.
—¡Dante!.—me gritó Akira. Mierda está a mi lado.
Volví en mi, estaba agarrándome mi cabeza, al menos inconcientemente dejé mi cara contra la mesa de mi escritorio, ¿Habré llamado la atención de alguien más?. De reojo voltee a ver a Oliver y mis otros dos compañeros, Oliver me estaba viendo, lo había notado, los otros dos estaban absortos en su propio mundo. Voltee a ver a Akira, estaba apoyada sobre mi escritorio, muy cerca de mi.
De nuevo todas las alarmas se encendían en mi cuerpo, Akira está cerca, mis instintos me gritan que es peligrosa... Pero solo es una persona normal, ¿No?. No ha pasado nada malo desde que ella llegó a mi vida, absolutamente nada. ¡No puede ser!. Cuando ella empezó a estudiar conmigo mis visiones empezaron, y también empezaron los asesinatos, puede que ella... ¿Tenga algo que ver?.
—¿Estás bien?, Dante.—me pregunto bastante preocupada.
—S-si, solo un dolor de cabeza.—le respondí algo nervioso. Es la primera vez que hablo con Akira.
—Deberías ir a la enfermería.—me señaló con preocupación.
—Estare bi-bien, tranquila.—le respondí tranquilo.
Ambos nos quedamos en silencio, puede que ella sepa algo... Puede que este involucrada en esto de las visiones, pero ¿Como?. ¿Por qué?. Debo averiguarlo, debo dejar mi miedo a ella y hacer que nos llevemos bien... Al fin y al cabo solo es una chica normal.
—Dante.—me llamo algo nerviosa.
—Dan, todos me llaman así.—le corregí con una pequeña sonrisa amigable. Algo forzada por el miedo.
—Dan.—me llamo ahora sonriente.—¿Comemos juntos?.—añadió aún más sonriente.
—Claro, comamos.—acepte aún sonriendo, debo hacer esto.
Sin más Akira volvió a su escrito con rapidez y trajo su comida, sandwich de queso a la parrilla, yo solo volví a sacar mi comida y me dediqué a comer con ella; Oliver me vio algo expectante, y yo solo le mostré mi meñique... Una señal entre nosotros, una señal de espera.
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Después de la comida el ambiente se había relajado solo un poco, todos parecían menos tensos mientras charlaban entre sí; y la más sonriente era Akira... ¿Tanto le alegro hablarme?. Cam volvió después de comer y en ese mismo instante comenzó una charla con Akira, pude notar que me echaba miradas discretas de vez en cuando, pero a pesar de eso no se atrevía a hablarme o verme directamente; lo que pasó ayer, lo más probable es que está avergonzada por ello. Las charlas se iban animando un poco más y nuestro profesor no volvía, el ambiente de siempre estaba volviendo; y de la nada nuestro profesor irrumpió al aula con una mirada bastante seria... Así que todo estaba volviendo a la normalidad.
—Atención.—dijo con fuerza y autoridad y todos callaron.—Han sido días difíciles, todos somos conscientes de ello, por eso decidimos que por los siguientes días las clases serán hasta medio día.—nos informo con tranquilidad.
Unos cuantos susurros invadieron el lugar, así que saldremos temprano por varios días, eso sería un alivio para cualquiera, pero con estas circunstancias... Solo nos recuerda lo mal que está todo. Mierda, que torcido se está volviendo todo.
—Pueden retirarse.—nos indico el profesor.
Y sin más nuestro profesor simplemente se fue, todos se vieron entre sí con confusiones y sin más la mayoría se dispuso a irse; me pare para arreglar mis cosas, Cam, Akira y Oliver se acercaron a mi, al parecer los cuatros pensábamos que lo más seguro era irnos juntos.
—¿Dan querrías que nos vayamos jun-?.—hablaba Akira algo nerviosa cuando mi teléfono interrumpió.
Sin pensarlo mucho solo saque mi teléfono y vi quien llamaba, Jon... Pero Jon casi nunca me llama. Extrañado atendí la llamada sin más y me dispuse a hablar.
—¿Si?.—solté sin esconder mi sorpresa.
—Dante, ¿estás bien?.—soltó de la nada cargado de seriedad. ¿Quién es este y que hizo con mi primo?.
—Claro que estoy bien, estoy saliendo de clases.—le respondí más extrañado.
—Ven, trae a Oliver.—dijo de forma seca.
—¿De qué hablas?, ¿Qué pasa?.— solté más confuso que nunca. ¿Dónde quedo el despreocupado Jon?.
—¡Maldita sea solo vengan!.—gritó de forma alterada y colgó.
Me quedé en silencio y viendo el teléfono, Jon estando tan alterado... Esto no es normal, algo malo va a pasar, mierda. Tome mi cabeza con algo de preocupación mientras intentaba poner en orden mis ideas, ¿Como hablo de esto delante de las chicas?, Mierda, ¡Mierda!.
—¿Dan?, ¿Paso algo?.—me pregunto Cam algo preocupada.
—¿Tenemos que correr?.—soltó al aire Oliver.—¿Tu padre volvió a dejar la puerta de la casa sin seguro?.—mintió a la perfección. Definitivamente él es nuestra salvación.
—S-si, tenemos que irnos ya... Antes de que alguien entre.—solté la mentira que se me ocurrió.
—Bien, vamos.—me dijo serio y salió.
—Lo lamento mucho chicas, ¿Para otra ocasión?.—les ofrecí a ambas y solo asintieron con algo de decepción.
De forma rápida abrace a Cam y deposité un beso en la mejilla de Akira, tome mis cosas sin esperar alguna reacción y fui con Oliver, apenas nos juntamos emprendimos nuestro camino con rapidez.
—¿Qué pasó?.—me pregunto cuando ya nos habíamos alejado del instituto.
—Jon... Quieres que vayamos ya a su casa.—le respondí con seriedad.
—¿Por qué?.—me pregunto un confuso Oliver.
—No lo se... Pero se oía sumamente serio.—le respondí algo preocupado.
—Mierda, algo debe estar realmente mal.—soltó un preocupado Oliver.
—Mejor nos apresuramos.—señale con nervios.
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Sin tomarnos un descanso corrimos hasta el conjunto departamental, y fuera de el nos esperaba Jon con cara de pocos amigos. Me detuve a unos pocos pasos de él para recuperar un poco de aire y Oliver hizo lo mismo.
—Adentro.—dijo a secas Jon.
Sin más mi primo entro, y ambos lo seguimos con pasos lentos. Su habitación no tenía su típico olor a drogas y alcohol, pero el resto seguía igual, todo desordenado, polvoriento, en condiciones pésimas... Pero el verdadero signo de alerta era la falta de olor a drogas, si no se drogaba era porque quería hablar de algo con seriedad, no quería olvidarlo y tomarlo como broma, por eso estaba "sano" en este momento.
—¿Qué pasa Jon?.—le pregunte al verlo tomar asiento en su pésimo sillón.
—Me alegra ver que están bien... Ilesos.—soltó repentinamente.
—¿Qu-qué?.—soltó Oliver confuso.
—Estuvieron ahí el día de la masacre, lo se.—nos dijo con suma seriedad.
—Si... Estuvimos ahí.—le dije con sinceridad.
—Eso es obvio, ustedes llevaron la mercancía.—sentenció aún serio.—Chicos, ¿Dejaron evidencias de que llevaron drogas?.—añadió con preocupación.
¿Evidencias?, ¿Qué evidencia podríamos dejar?. Las botellas de licor fueron destrozadas, no tocamos las drogas, lo único que tocamos fue el bolso... ¡El bolso!. ¿Lo habrían destruido?, ¿Escondido?. Mierda.
—¿Dante?.—me llamo Jon.
—El bolso dónde llevamos todo... Ambos lo tocamos, pero después se lo quedo Frank.—solté de forma automática.
—Mierda.—murmuró Oliver con nervios.
—¿Me estás diciendo, qué el bolso dónde estaban la drogas está desaparecido?. Un bolso que ambos tocaron sin guantes desapareció.—me pregunto Jon más tenso.
—Si.—solté con nervios.
Jon solo soltó un suspiro pesado y tomó su cabeza, luego nos vio a ambos... De la nada, un Jon lleno de ira arrojó todo lo que estaba en la mesa al piso y gritó lleno de frustración... Mierda que mal está todo.
—Si encuentran ese jodido bolso y lo analizan, estaremos jodidos.—soltó Jon con frustración.
—N-no necesariamente.—soltó Oliver aún nervioso.
—¿No?.—pregunto Jon aún frustrado.
—Mira... No éramos los únicos en ese sitio, simplemente podemos decir que nos lo dieron y luego lo devolvimos.—explico Oliver.
—Mentir y echarle la culpa a un muerto... Solo así podrán salvar sus pellejos, bien, háganlo, mientan lo mejor que puedan.—soltó Jon un poco más calmado.
—¿Eso era todo?.—le pregunte aún nervioso.
—No... También quería darles esto, este pueblo se está volviendo peligroso, así que necesitaran cuidarse.—añadió serio y rebusco algo debajo del sillón.
Me quedé expectante a ver que sacaba... ¡Pero que mierda Jon!. Debajo del sillón había sacado una glock 17, una pistola semiautomática; siguió revisando el sillón hasta sacar una caja con balas y dejarlas al lado del arma. Me quedé inmóvil viendo el arma; le di una mirada rápida a Oliver, quien estaba en el mismo estado que yo.
—Tómala Dante, no muerde.—comento algo divertido.
—¿Qué mierda?.—le grité aún en shock.
—Es para defensa personal... Si todo sigue empeorando quiero que ambos se cuiden, ¿Okey?.—nos señaló serio.
—Bi-bien.—me di por vencido y tome el arma. Es la primera vez que tomo una.
—Vayan a casa chicos, es tarde, practiquen su puntería luego y vengan dentro de dos días, tendré otra para ti Oliver.—nos informo más relajado y llevo hasta la entrada.—adiós rojito, pequeño Dan.—se despidió y volvió a entrar al conjunto departamental.
En silencio nos retiramos del apartamento hasta llegar a mi casa, es una suerte que la casa de Oliver quede a sólo unas cuadras; quería llegar rápido y sacarme está arma de la cintura, es algo incómodo.
—Todo se fue a la mierda.—soltó Oliver.
—Oliver... Debemos seguir, debemos estar tranquilos, lo más seguro es que dentro de poco los oficiales vuelvan.—le comento algo intranquilo.
—Vaya... Estamos algo jodidos, ¿No?.—me pregunto con una sonrisa nerviosa.
—Bastante... Pero aún tenemos una vida que vivir, ¿No?. Sigamos.—le respondí aún intranquilo.
—Bien... Nos vemos mañana Dan.—se despidió algo serio.
—Adiós Oliver.—le dije a secas y fui a mi casa.
Debo estar listo para lo que venga.
Continuará...
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Hasta aquí el capítulo nuevo, estrella y compartir ayuda mucho, y hasta otra amigos.
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