lunes
Tim odia los lunes, definitivamente existe algún tipo de maldición que hace que ese día le resulte miserable.
Ese lunes en particular fue uno de esos días en los que prefería no haberse levantado de la cama. Para comenzar, el día anterior había tenido una patrulla agobiantemente más larga y dolorosa de lo habitual, le dolían los músculos y estaba realmente cansado, lo único que quería era estrellarse en su cama (o donde fuera) y olvidarse del mundo, pero antes de cumplir su deseo debía terminar una pila de informes y tareas atrasadas para el lunes.
A la mañana siguiente Tim despertó sobre su escritorio en una posición extraña y definitivamente incómoda, informes y panfletos sin terminar le servían como almohada y había un par de bolígrafos alrededor de su cabeza, el reloj en la pared le indicaba que estaba atrasado, así que se vistió apresuradamente y se fue directo a la escuela sin siquiera molestarse en ordenar sus portafolios antes de tomarlos, por consiguiente su tarea era una mezcla de informes de contabilidad, pruebas de sangre y algo sobre física cuántica que no se molestó en revisar.
Cuando por fin llego a casa estaba en extremo frustrado, cansado y hambriento, quería relajarse, comer, dormir e intentar olvidar ese día, lo ultimo que necesitaba era tener que lidiar con más trabajo, o peor con su pequeño hermano Damian que lo miraba desde la mesa en la cocina
Tim estaba decidido a ignorarlo y Damian parecía estar bien con eso, así que el adolescente continuó en su labor, preparó un sándwich y se sentó a comer, cuando algo en las manos de su hermano llamó su atención.
-¿Que tienes allí?- pregunto Tim más por asombro que por curiosidad
-Que acaso no es obvio Drake- le respondió petulante y sin levantar la vista, realmente lo que mantenía en sus manos era más interesante para el niño
-Cierto, pregunta equivocada- se corrigió Tim con el ceño fruncido- Damian ¿donde conseguiste esas cosas?
-Mi padre dijo que no tenia problemas con que tomara lo que necesitara de su habitación-el niño seguía concentrado sin mirar a Tim
-¿Sabes dónde están Dick o Jason?- Tim seguía sin saber cómo abordar el tema sin verse realmente perjudicado o darle demasiada información a Damian, sus hermanos tenían más experiencia en esas áreas
-No, a Todd no lo he visto y Grayson estaba en su cuarto con la chica Gordon, pero salió hace una hora más o menos- Damian levantó la vista y al ver el rostro confundido y agraviado de su hermano no pudo contener su curiosidad, después de todo el seguía siendo un niño- oye Drake, ¿porque te interesa tanto?
-Damian ¿realmente Bruce te dio permiso para tomar esos?- Tim señaló a lo que su hermano mantenía en sus manos
-¿Los dulces?- Damian le mostró los objetos que había estado analizando, Tim hizo una mueca de manera casi involuntaria, al menos diez cajas de colores brillantes y con poca información promocional adornaban las manos del niño.
- Damian esos no son dulces, ¡definitivamente esos no son dulces!- espetó de manera rápida y un poco escandalizada, no sabia cómo gesticular las palabras de manera adecuada de modo que su voz sonó más fuerte y nerviosa de lo que pretendía.
-No seas idiota, ¿que otra cosa pueden ser? ¡Mira! Aquí dice- el chico empezó a revisar cada caja y a leer las etiquetas-ummh fresa traviesa... chocolate con menta... explosión frutal... pasión de granadilla... Es más que obvio que son dulces
Tim miraba alternativamente a las cajas de colores y sabores exóticos, a la vez que observaba el rostro inocente de su hermanito, le daba vergüenza, pero se vería obligado a pedirle a Bruce que fuera más cuidadoso con las cosas que dejaba al alcance de el niño, por ahora el adolescente tendría que lidiar con el "pequeño" problema que tenia por delante
-¿Que tanto estás mirando Drake?- le espetó el niño con el ceño fruncido
-Damian, tenemos que hablar...
Era oficial los lunes definitivamente no eran su día.
Perdón por no publicar en tanto tiempo...
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