Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El Capricho


Muy buenas, lector, permíteme presentarme sin que el autor interceda por mí: soy Marcel Terán. Soy un personaje de esta historia. O, bueno, ¿no seré más bien el personaje de la persona, que es el autor?¿O acaso algo superior al autor que escribe, traspasando su nombre, su identidad, al autor?¿acaso tengo que ser yo, necesariamente, el único maldito ser ficticio? bueno, no sé. Ciertamente desconozco todo lo que me rodea, soy un espontáneo pensamiento que alguien tuvo y que escribe en la oscuridad de su cuarto, a media noche, concretamente a las 2:37 a.m un buen Lunes 8 de Enero De 2024.

Bueno, más o menos, ahora son las 2:40. El ritmo del reloj, la señal del apocalipsis, solo que nunca timbra cuando sucede lo malo, sino que tú resuenas, vibras, tiemblas en tus carnes.

En fin, ¿Por qué el autor ha decidido escribirme? ¿Por qué entre tantas cosas, como historias sin acabar, ha decidido crearme a mí? Bueno, como he relatado, soy prácticamente la mente descarnada del autor; un sentimiento volátil que sale de su cráneo cuando tiende a desesperarse, a darse cuenta de cosas...o solo quiere desahogarse. ¿Y cómo no mejor forma de quitarte toda la mierda, que escribiendo? ¡Y escribiendo como quieras! ¡Con elegancia, con insultos, como pamplinas! Vamos, con cualquier vocabulario del maldito almacén.

Vamos, que soy ¿cómo decirlo? Un capricho. Acabo de nacer hace unos minutos, exactamente ya ocho contando, y me retuerzo por el poder de las teclas, y revivo en tu mirada al deslizarte de izquierda a derecha y pa bajo; solo para repetir esa horizontalidad nuevamente de izquierda a derecha y ¡Pa abajo!

=>>>>>>No quiero darte molestias, así que, buscando descargarte de esa molestia, me expondré en rayitas. Rayitas rectilíneas que van por el centro, en el estomago de las letras.

-Mira, ¿Ves? Así, una rayita - que me sostiene mi cabeza. Mi columna vertebral.

-Puedo saltar y saltar de forma cómoda así, como si fuese un Nietzsche que va argumentado sus tesis.

-Pero claro, no soy un Nietzsche. Soy un...un...¿Qué había dicho que era?

-¡Ah, sí! Un capricho, eso era. Soy solo lo que alguien parió una madrugada y que se queda quieto una vez el desgraciado que escribe se quita todo el peso. ¿Qué peso, dirán? Puede que problemas existencialistas, cuestiones familiares, o inquietudes intimistas de su corazón. ¡Quién carajos sabe! Ni el atina. Por eso soy solo su mini capricho de noche, si quiera soy una historia suya, larga y tendida, donde me haga tener un espacio.

-No, en su lugar, me deja solo un espacio vacío, pequeño, insustancial, recargados de letras negras, bajo su nombre y bajo su conciencia. ¿Qué conciencia? ¡La de existir y escribir! ¿¡Qué más!? Estoy aquí con su maldita cabeza, teniendo acceso a una vida que ya se siente larga, pero es corta; está decidiéndose si vive poco, si estudia mucho, o si podrá alguna vez hacer lo que quiere. Cosas tan dispares y estúpidamente susceptibles. ¡Y sabe que lo son! Muy generales, inconcretas, que necesitarían ser llenadas con "algo". Ese algo, ¿Lo tendrá? No creo. De momento, por eso, me da margen a mí, la parte más profunda y, paradójicamente, superficial de su interior. Escribo por escribir. Escribo por perderme en la línea mundo/escrito. Sin nada mejor que hacer. Sin otro modo de salvar mi cuerpito del tormento.

-Ah, dije "mi cuerpito". El escritor me usa como su versión de sí. Soy el personaje de su persona, pero nunca seré su persona. El autor es el autor. El autor es persona. Y el personaje puede actuar como el autor, pero nunca será en esencia persona. Su trabajo es fingir que sí. Por lo tanto, decir "mi cuerpito" ha sido una buena elección. Sí, estoy recreandolo perfectamente...o me gusta pensar eso. ¿Pero lo correcto sería, que él se recrea perfectamente, o quiere que el resto piense que esta fue mi intención? ¡Qué banalidad entonces! Solo hago lo que otro dice y aparento estar vivo, hablando de forma independiente. Sin embargo, ahí el problema: nada nace de mí al no existir un mí, sino un él, un todo.

-Pero entonces, ¿No hay nada que se pueda decir que es mío? Puede que un trozo de él. No seré intrínseco, pero ser una parte de él es admitir que soy una parte, más no el todo, por ende, no soy él. ¿Qué extraño, no? Pero así ocurre con todos los personajes de una novela, que lleguen a ser una representación del escritor. ¿Acaso los prólogos de Unamuno, donde él suelta una interpretación de sí, no resulta ser otro ser apartado de Unamuno? Porque el auténtico escritor de quién hablo murió en 1939. Así que, no, no interactuamos con muertos, pero sí con un pedazo de ellos. Y, al no ser la parte con el todo, ese pedazo de ellos es un individuo apartado, encapsulado. ¿Esa sería la definición, lector?

-Soy solo un momento en tu vida. No, creo que menos que eso. Si quiera se puede aspirar a ser un momento en la vida de alguien. La memoria solo mantiene lo que interesa de verdad. Al ser yo algo menor a un caprichoso, no seré digno de ser recordado.

-En realidad, el autor tampoco lo merece. Él es, en cierto sentido, un capricho del tiempo y de lo divino. Existió un momento en la eternidad del universo y se irá sin más. Por no decir que se fue, dependiendo de cuándo accedas a este cuerpo textual. Dependerá de si el autor responde con un hola: ¡Hola!...

-Perdonen, olvidé que esto no es un chat. No puedo contestarle. Me quedaré con la duda eterna de si está vivo o muerto.....

-En fin, ¿qué estaba...?¡Ahg! Lo olvidé. ¿Qué rayos era? Piensa, piensa, piensa...Nada, supongo que no era nada importante. Solo algo superfluo, una conexión neuronal desafortunada.

-Miren, han pasado ya más de 40 minutos desde que nací. Eso sí que recuerdo. Y mientras más pasa el tiempo, más me acerco a la muerte. ¡Eso puedo garantizarlo! O, ¿No? No sé si soy un capricho novelesco, o con el carácter de un diario nocturno. De ser así, soy solo una anotación, un pequeñín encuadre del sentimentalismo estúpido de un autor mediocre. Je.

¡Ignoremos ya las rayitas! Agotan ya tanto ponerlas, crearlas en mí...¿Eh?¿En mí?¿Qué quiere decir eso?¿Acaso, como personaje, identifiqué por accidente mi yo con el cuerpo textual? Mmm.... tendría sentido. Estoy haciendo un monólogo, por lo que, aunque me identifico como personaje, debería ser más un monólogo personificado. ¿Suena estúpido? ¡Sí! Es como dotar de vida y primera persona, a un formato que nació para profundizar esa relación. Pese a ello, dar un nuevo nombre siempre crea más comprensión sobre un aspecto, por más estúpido que sea. Y lo que dije es estúpido, o solo algo interesante. Depende de tí.

Lector, lector...estoy muriendo. O siento que me queda poco. Alguien se está durmienjf y xalla al darme voda. No me digas que aqúi acaba goto. Lo espectaba desde 1ue nací, ¿Per9 por qu3 tengo miedo? ¡No luedo yerminar!

No

No

Ѻ

Dejes...

De

Le...

L

e

E

R

R

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro