Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2

El alba se asomaba por el horizonte, pintando el oscuro cielo con sus anaranjados y rosados tonos mañaneros.

Taehyung se abrió paso ente los girasoles con su zurda, tomando en su diestra el violín y la voluta del arco con extrema delicadeza.  Entrecerró los ojos por el cansancio de noches en vela tocando su instrumento. 

—¿Dónde rayos estabas?—fue la bienvenida de su madre, la que abrió la puerta antes de que él pudiera hacerlo.

—Veinticinco años viviendo en la misma casa y todavía no sabes que hace tu hijo todas las noches, pronto me iré, no te preocupes—le sonrió sarcásticamente, la mujer solo resopló.

—Tu padre llegará mañana, así que más te vale portarte bien.—se dio la vuelta para irse.

Taehyung bufó subiendo a su habitación con lentitud; Por más que quisiera irse de aquella monótona familia, no tenía ningún lugar al cual ir, ni amigos u otra parentela que lo recibiera.

Sentándose en el alféizar de la ventana, observo la casa vecina. Había visto a la anciana mujer varias veces y no se sorprendía al verla salir y regar con una extrema paciencia sus lindas plantas, a veces por las noches la ayudaba o le tocaba el violín cuando se lo pedía, la señora le hacía sentir cómodo y en casa.

Pero sí que se sorprendió al ver que no estaba sola, esta vez.

Se asomó por la claraboya para obtener una mejor vista.

No puede ser... No es posible...

Él conocía a ese chico, ¿No? Lo sentía a su corazón que palpitaba con fuerza y rapidez en su pecho.

—¡Taehyung!, ¡Llegó tu padre!—la irritante voz de su madre le asustó y sacó de su ensoñación. Al ver el desgastado auto de su progenitor, rápidamente se dirigió a la sala.


—Ya te tardabas...—susurró la mujer.

El motor del automóvil rugió una vez más antes de hacer presentes risas detrás de la puerta.

Su madre sonrió y emocionó al saber de quién se trataba, y no dudó ni un segundo en darles paso.

—¡Seokjinnie!

—M-Mamá... Tengo cosas pesadas.

—¡Oh, sí!—le ayudó con una de las tantas mochilas y Taehyung pudo ver el maduro rostro de su hermano mayor.

—Taehyungie...

—Hola, Jin Hyung.

Ambos se acercaron para abrazarse con fuerza, Jin no los visitaba desde que empezó la universidad y eso afectó mucho en la salud mental de Taehyung.

—Bueno, ya tendrán tiempo para hablar. ¡A comer se ha dicho!—su progenitora no dejaba de sonreír ante la llegada del mayor.

—¿Ya entraste a la universidad?—preguntó su hermano con curiosidad. Ante aquella pregunta a su madre se le calló el plato vacío de comida, y fue suficiente para que Seokjin mirara con pesar a su menor.

—¡C-Claro que sí!—dijo la mujer.

Ambos menores bufaron.

—Él no es como tú, Seokjin—murmuro su padre.

—Sigue siendo una persona con derecho a estudiar, papá.

—No, no lo es.

El pelirosa observó a ambos adultos con la mandíbula tensionada y un claro enojo.

—Es mi hermano.

—Y mi hijo, yo decido lo que es mejor para él.

La tensión podría cortarse con un cuchillo perfectamente y ante la impotencia de la situación, Taehyung se levantó bruscamente para salir por la puerta sin mirar atrás, dejando en la casa a un hermano preocupado y dos padres hartos de él.

Lo único que pasó por la mente del castaño fue ir a la casa de la amable vecina, con lágrimas cayendo sin consuelo por sus mejillas. 

Una, dos, tres veces fueron las que tocó la puerta con desesperación y un nudo en la garganta para que al cuarto golpe la entrada se abriera lentamente.

—¡Oh, Taehyungie!—dijo la anciana mujer con mucha preocupación, el chico no dudo en abrazarla mientras ella le acariciaba la espalda en consuelo.

—N-No sabía a donde más i-ir...

—Pasa, por favor. Te daré algo de comer, estás muy delgado.—aquella preocupación le hizo sonreír.

—¡Abuela!, ¿Has visto mi ropa interior?—gritó alguien desde el segundo piso.

—Este niño...—dice riendo— Taehyungie, ¿Podrías ayudarme? Ya no subo las escaleras por mi espalda...—lo cual era una vil mentira.

—Claro que sí, señora.

—¿Cuántas veces te he dicho que me digas abuela? Sé de tu situación familiar, y eres como otro nieto para mí.

—Pero señora...

—Nada de peros Taehyung, así que, hazle un favor a tu abuela de llevarle los calzones de patitos que están encima de la lavadora a su otro nieto.

—¿Es su nieto? Woa...

—Heredó lo guapo de mí, que no te sorprenda.

Sonrió mostrando sus dientes, una acción tan pequeña pero sincera. Mientras el chico subía las escaleras con la graciosa ropa interior, la anciana se reía por la astucia de su plan.

—¿Los encontraste, abuelita?, ¿Quieres que te ayude a bajarlos?—gritó Jungkook cuando escuchó los golpes en la puerta.

—Lamento no ser tu abuelita, pero debo admitir que tienes un buen gusto.—gritó de vuelta.

El pelimorado quedó estático al escuchar la voz del desconocido, aunque su melódico tono le parecía familiar.

—¿Puedo entrar?—y al no obtener respuesta suspiró con fuerza. Una gran mano salió por la entrada de la puerta sin mostrar al dueño y Taehyung le entregó la ropa interior rozando sus manos en el acto.

—Gracias...—susurró con mucha vergüenza.

El castaño solo soltó una tímida risilla en respuesta, bajando en busca de la anciana.

—Ahora sí, Taehyungie, ¿Me contarás que pasó?—y al ver la sonrisa animada del chico desvanecerse, supo que algo no estaba bien.

—Llegó Hyung... Mis padres lo tratan como si fuera... El único hijo, hasta mi padre dijo que no podía ir a la universidad por ser... Así.

—Oh, querido—se sentó a su lado abrazándolo por los hombros— que eso no te defina, por favor no borres tu hermosa sonrisa por personas tan tontas y cerradas que no ven la maravillosa persona que eres—esas pocas, pero sinceras palabras de la señora lo rompieron en lágrimas, esta vez, siendo consolado con ternura.

Lo que no sabían es que detrás de la pared, un triste Jungkook escuchó toda su conversación, teniendo por primera vez en su vida, un plan para ayudar a otra persona.









Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro