𝓣𝓻𝓮: 𝓼𝓯𝓲𝓭𝓮 𝓮 𝓽𝓮𝓷𝓽𝓪𝔃𝓲𝓸𝓷𝓲
Las semanas pasaban, convirtiéndose con rapidez en un mes, y parecía que Hoseok y Taehyung tenían un imán para atraer al otro, no podían alejarse el uno del otro. En un principio asumían que lo suyo sería algo muy fugaz, la pasión del momento, sin embargo su química era imposible de ignorar, y no solo en la cama sino en todos los aspectos. Cada que ellos tocaban una canción juntos se sentía algo diferente en el aire, los duetos que realizaban cuando a Hoseok le tocaba tocar el piano en el restaurante se volvieron una atracción irresistible para los clientes. La combinación de la voz melodiosa de Taehyung y la destreza en las teclas de Hoseok creaba una sinfonía envolvente que capturaba la atención de todos los presentes. No importaba qué canción eligieran, parecían destinados a complementarse musicalmente.
El resto del mundo parecía desvanecerse cuando se encontraban frente al piano, sumergidos en un diálogo musical que solo ellos podían entender. Cada nota y cada palabra se entrelazaban en perfecta armonía, transmitiendo emociones tan intensas que resonaban en lo más profundo de quienes los escuchaban. Los aplausos y los elogios se multiplicaban, pero su mayor satisfacción radicaba en el hecho de poder compartir su talento y pasión el uno con el otro.
Más allá de su talento musical, Hoseok y Taehyung se apoyaban y alentaban mutuamente en sus respectivas carreras. Se convertían en sus mayores admiradores y confidentes, compartiendo sus sueños y metas con una confianza inquebrantable. En cada momento de duda o dificultad, el otro siempre estaba allí para brindar palabras de aliento y motivación. Hoseok, como un buen aventurero, alentaba al menor a que se aventurara y dejara Portofino para seguir sus sueños, él sabía el gran potencial que Taehyung tenía y no quería que fuera desperdiciado por el miedo que tenía de abandonar su hogar y amigos, lo comprendía, pero sabía que el miedo era el mayor enemigo de cualquiera para poder cumplir sus metas. Habían veces en las que ambos terminaban teniendo pequeñas discusiones debido a lo mismo, los dos eran unos necios de lo peor y eso no era la mejor combinación de todas.
A pesar de su pasión incondicional, a veces chocaban en temas relacionados con el futuro y las decisiones importantes a tomar. Pero a medida que aprendían a comunicarse y comprenderse mutuamente, esas discusiones se volvían oportunidades para crecer y fortalecer su conexión.
Los dos sabían que en menos de cinco meses Hoseok partiría, en esas escasas semanas sabían que lo que sentían era mucho más fuerte de lo que pensaban, y habían decisiones y temas importantes y difíciles de las cuales hablar
Taehyung sentía una mezcla de emociones encontradas. Por un lado, estaba emocionado por la conexión especial que había encontrado con Hoseok y el amor que estaba surgiendo entre ellos. Pero por otro lado, el miedo se instalaba en su corazón. Había experimentado una relación anterior complicada y dolorosa, lo que le había dejado cicatrices emocionales profundas. No quería volver a pasar por ese dolor, y eso le generaba una incertidumbre sobre el futuro con Hoseok, su lado racional le repetía una y otra vez que no se dejara llevar por ese sentimiento tan tonto, el pianista se iría tade o temprano y no se detendría a pensar en él, tal como Carlo había hecho.
Un día, después de una presentación en el restaurante, Taehyung decidió abrir su corazón y hablar con Sophia y Matteo, sobre sus miedos y preocupaciones. Se reunieron en un café acogedor, donde podían hablar abiertamente y sin interrupciones.
—Chicos, necesito contarles algo —dijo Taehyung, tomando un sorbo de su café—. Me estoy enamorando de Hoseok, y eso me asusta.
Sophia y Matteo intercambiaron miradas de complicidad y se acercaron más a su amigo, dispuestos a escucharlo.—Entiendo tu miedo, Tae —dijo Sophia, colocando su mano sobre la de Taehyung—. Después de todo lo que pasaste en tu relación con Carlo, es natural que tengas temores.Matteo asintió en acuerdo y agregó: —Pero también hemos visto cómo Hoseok te trata. Es evidente que siente lo mismo y está dispuesto a apoyarte en todo momento.
Taehyung suspiró y miró fijamente su taza de café. —Sé que Hoseok es especial, y realmente quiero dejarme llevar por mis sentimientos. Pero tengo miedo de que las cosas no funcionen o de que termine herido otra vez. Y también, no es tan fácil para mí dejar Portofino como lo fue para él dejar su hogar. No quiero dejarlos a ustedes, ni a mis padres.
Sophia y Matteo escuchaban con atención, respetando los sentimientos de Taehyung y comprendiendo su situación única.
—Tae, entiendo tu preocupación —dijo Sophia suavemente—. Pero recuerda que el amor implica riesgos. No podemos dejar que el miedo nos impida buscar la felicidad. Si sientes que Hoseok es especial, valiente y sincero en su amor, tal vez debas abrir tu corazón y confiar en él.
Matteo asintió. —Además, Taehyung, no olvides que Hoseok también debe entender tus miedos y preocupaciones. Una relación sana o lo que sea que ustedes tengan se basa en la comunicación y la comprensión mutua. Habla con él, explícale tus sentimientos y temores. Seguro que entenderá y juntos podrán encontrar una manera de superar los obstáculos.
Los consejos de sus amigos resonaron en el corazón de Taehyung. Sabía que era hora de tener una conversación franca y honesta con Hoseok, compartiendo sus inquietudes y esperando que juntos pudieran encontrar una forma de enfrentar los desafíos que se les presentaban. Decidido, Taehyung dejó el café y se dirigió al lugar donde sabía que encontraría a Hoseok. Estaba listo para abrir su corazón y confiar en Hoseok.
Sabía que Hoseok probablemente estaría en la costa, le gustaba mucho ir a nadar y tomar el Sol. Caminó hasta que lo pudo encontrar, había notado que el pelinegro era algo descuidado y a veces olvidaba su teléfono en su departamento.
Llegó hasta tenerlo cerca y sorpresivamente el mayor si tenía consigo su teléfono, estaba en medio de una conversación, por lo que decidió no interrumpirlo.
—Me alegro que los inquilinos estén felices en mi departamento, te tendré que pagar por todas tus molestias Yoongi— Hoseok estaba hablando en coreano, Taehyung no entendía todo debido a que no lo practicaba muy a menudo, eso hasta que llegó el pianista.
—No hay de que, eres mi mejor amigo, no podría cobrarte, además debes guardar todo el dinero que sea necesario, tu dichosa aventura no es barata, y sobre eso, ¿cuándo te irás?— habló Yoongi del otro lado de la línea.
—Si, hablando de eso, aún no sé cuando me iré— Hoseok jaló su cabello algo estresado—Probablemente me quede un poco más... sí yo sé que después me iría a Alemania, pero... han pasado cosas, conocí a alguien.
—¿A alguien?, pensé que habías dicho que el romance no entraba en tus planes durante este tiempo
—Sé muy bien lo que dije, pero en serio deberías conocerlo, es simplemente increíble, es todo lo que yo quería y necesitaba, sin siquiera saber que era lo que necesitaba— Taehyung se sonrojo ante las palabras del mayor, el peso de esas palabras era mucho.
—Mira, nunca me habías hablado así de alguien, así que no te diré nada, solamente no dejes de lado tus prioridades, el amor es hermoso, pero no lo único en este mundo de acuerdo?— Yoongi advirtió seriamente.
—No dejo de lado eso, ser el mejor pianista es mi mayor prioridad en mi vida, no lo olvidare— Hoseok respondió seguro.
Taehyung sintió un pinchazo en su pecho, eso si lo había entendido a la perfección, el maldito recordatorio de que Hoseok se iría regreso, y con eso su miedo, pero tenía que ser valiente y afrontar su situación.
Se acercó lentamente a Hoseok, esperando el momento adecuado para intervenir. Cuando el pelinegro colgó el teléfono, Taehyung se acercó un poco más y miró directamente a los ojos de Hoseok.
—Hola, necesitamos hablar —dijo con voz firme pero cargada de ternura.
Hoseok asintió sorprendido por la repentina llegada del menor y también por la seriedad en la expresión de Taehyung. —Claro, mi cuore. ¿Qué sucede?
Taehyung inhaló profundamente, reuniendo toda su valentía
—He estado pensando mucho en nosotros y en el futuro, muy tonto porque solo llevamos un mes conociéndonos, pero sé que tienes tus planes de irte a Alemania, y entiendo lo importante que es para ti. Pero... también tengo miedo de perderte, hace mucho que no sentía algo tan fuerte por una persona, pero si el mismo miedo miedo que estoy experimentando en estos momentos, incluso esto es peor.
Hoseok miró a Taehyung, su rostro lleno de preocupación
—Tae, entiendo tus miedos, y los comparto. Pero también quiero que sepas que lo que tenemos juntos es especial para mí, no es nada pasajero como yo asumía en un principio. No quiero dejarte ir, pero tampoco quiero restringirte o detenerte en tus propios sueños, me he mostrado muy testarudo e insistente sobre dejar tu hogar, y eso no está bien, no tengo por qué forzarte.
Taehyung tomó la mano de Hoseok entre las suyas, sintiendo el calor reconfortante de su contacto. —Hoseok, tampoco quiero que renuncies a tus sueños por mí. Pero quiero que sepas que también tengo mis propios miedos y preocupaciones. He sido lastimado antes, y el miedo de sufrir nuevamente está ahí, no solo se trata de dejar mi hogar... Pero estoy dispuesto a luchar por nosotros si tú también lo estás, intentar todo lo que sea posible.
Hoseok apretó suavemente la mano de Taehyung, transmitiendo su apoyo y comprensión. —Tae, no quiero que tengas miedo. Quiero que confíes en mí y en nosotros. Estoy dispuesto a trabajar juntos, a superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.
Taehyung se sintió aliviado al escuchar las palabras de Hoseok. Sabía que no sería fácil, pero estaban dispuestos a enfrentar los desafíos juntos.
—Nunca creí volver a decir esto, pero estoy dispuesto a arriesgarme, a enfrentar mis miedos si eso significa tener una oportunidad real con nosotros. Pero también necesito que entiendas que dejar mi hogar y a mis amigos no es algo fácil para mí. Mi anterior relación me dejó heridas profundas, y necesito tiempo para sanar y confiar plenamente en ti.
Hoseok acarició suavemente la mejilla de Taehyung, mirándolo con ternura. —Entiendo, Tae. No quiero apresurarte ni forzarte a hacer algo que no estés listo para hacer. Tomaremos las cosas con calma y nos apoyaremos mutuamente. No quiero que te sientas presionado.
Taehyung asintió, sintiendo cómo la carga de sus preocupaciones se aliviaba poco a poco. Sabía que el camino no sería fácil, pero tener a Hoseok a su lado le daba la fuerza y la confianza para seguir adelante.
—Prometamos que seremos sinceros y pacientes el uno con el otro—dijo Taehyung, mirando a los ojos de Hoseok con determinación.
Hoseok sonrió, acercando su rostro al de Taehyung. —Lo prometo, Tae. Estoy dispuesto a luchar por ti y por lo que tenemos. Juntos superaremos cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino.
Con un beso suave pero lleno de promesas, Taehyung y Hoseok se abrazaron, sellando su compromiso de enfrentar sus miedos y construir una nueva relación basada en el amor y la confianza.
—Hoy tocas en la noche, ¿no es así?— preguntó Taehyung mientras se acomodaba en el regazo de Hoseok, aprovechando que no había casi nadie de gente ahí.
—Sip, ¿me vas a querer acompañar en un dueto?— Hoseok acariciando los deliciosos labios de su castaño.
—No puedo, es cumpleaños de mi abuela y habrá una cena, pero, podríamos ir a tu departamento y... puedo consentirte un poco—Taehyung comenzó a besar el cuello de Hoseok mientras movía sus caderas sensualmente, provocando un gran problema dentro del traje de baño del mayor.
—Sabes que no puedo decirte que no maldita sea— Hoseok se aguanto un gemido mientras tomaba el rostro de Taehyung para besarlo con la misma pasión que sintió por él desde el primer beso que compartieron —Vamos, antes de que decida desnudarte aquí mismo y darle un espectáculo a la gente— apretó levemente el trasero del menor —Y ahora si tengas que irte conmigo si o si.
Taehyung rió ante el comentario de Hoseok; ambos se apresuraron para ir hasta donde vivía y Hoseok y compartir lo que les quedaba de la tarde en un acalorado y lujurioso encuentro, cada uno mejor que el anterior sin duda.
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