Este relato concursa en el Concurso #ValentinesContest2018 en el Concurso de San Valentín 2018 en la cuenta de @embajadores La etiqueta se encuentra en el libro y escrita aquí. El código de SAFE CREATIVE es: 1802145780552 Disparador: Romance.

Avery Anastasia

Son las ocho de la noche.Estoy en mi habitación como cada tarde escribiendo relatos de amor o más bien, la historia ficticia que a mi me gustaría vivir con el hombre de mis sueños. Ese que por mi desgracia nunca aparecerá. ¿Porqué? A continuación lo entenderéis. Me llamo Avery Anastasiay me he criado en California en un orfanato. Cuando cumplí la mayoría de edad tuve que abandonar el que por ese entonces era mi hogar para dejarle espacio a los nuevos niños huérfanos que llegaban.

Actualmente, estoy viviendo en Madrid en un diminuto piso en el centro de la ciudad, el cual se encuentra rodeado de edificios que parecen que pertenecen a una historia de terror. Mi cajita de cerillas cuenta con un aseo y una especie de salón donde tengo un sofá, una mesita, una mini televisión y por último lo indispensable para poder cocinar y hacer el resto de quehaceres típicos de una casa.

Ahora viene la explicación de la primera parte. Aunque se que a la mayoría no os importa de donde procede mi historia, os lo voy a contar. Tengo treinta dos años y nunca tuve la oportunidad de estudiar algo que me apasionara. Mis padres me abandonaron nada más nacer en el mismo hospital en el que nací, lo único que supe fue el nombre que me pusieron: Avery Anastasia, según me contaron al ir a por mi acta de nacimiento es que mi primer nombre era de mi abuela y el segundo el de mi madre. Después de esto, me llevaron a un orfanato donde los responsables siempre me han tratado bien, aunque lo mismo no puedo decir de los niños con los que compartía asilo.

Por mi desgracia, no tengo visión en un ojo ni tampoco cuento con una pierna. Mi piel es morena como la de los conguitos, tengo el pelo rizado color negro azabache,mis ojos son grisáceos y para terminar de bordarlo: Estoy como una ballena, traté de cuidarme un tiempo pero el esfuerzo fue nulo. A pesar de esto, nunca me di por vencida y luché para poder pagarme una pierna ortopédica que me ayudara a hacer una vida normal.

Soy tan fea y desgraciada que ni ayudas sociales he podido conseguir, en esta circunstancias tampoco es tan fácil encontrar trabajo. Y ya que decir del tema amoroso, nunca he tenido novio. Cada vez que me miraba un chico solo sentían repugnancia y desprecio hacia mi persona.

En mi tiempo libre, como ya he comentado antes escribo cosas que pasan por mi mente. He creado a la persona ideal que quiero conmigo algún día, cada día sueño con un capítulo con el y me imagino a su lado. Siempre me han atraído los chicos malotes que fuman y se drogan, pero en la vida que imagino no son así. No le puse ni edad ni nombre porque aunque es complicado, sueño con poder ponerle nombre y apellidos en algún momento de mi vida. El pequeño de mi historia es moreno, ojos azules, con cara de niño y tez blanca.

En cuanto al trabajo,siempre me he buscado la vida limpiando dónde me necesitasen. Justo hoy empiezo en una especie de burdel de mala muerte, en verdad es una de estas casas clandestinas dónde se esconde lo peor de lo peor según me han contado pero, al menos tengo trabajo.

No es que me encante este sitio pero al menos hay música y me podré desconectar un poco de mi compungida situación. Por suerte no tendré que lidiar con las barbies asquerosas ni con los kens del establecimiento ya que,anteriormente ya hablé con el dueño y firmé un contrato para mantener el local en buen estado durante las horas de trabajo.

Imaginaros el panorama, todo son chicas plastificadas y armarios cuadrados que se creen dioses por ser niños de papá y pasarse la vida metidos en un gimnasio. Vale que sean guapos pero, tienen de cerebro un mosquito. Ah no, rectifico ¡No quiero ofender a semejantes criaturitas! Para rematar, más esqueléticas y esqueléticos imposible.

Me levanto del sofá que tiene función de cama y sillón. Me pongo mi uniforme, el bolso y salgo para mi nuevo trabajo. A ver que nos depara la noche.

Después de media hora en bus y andando llego. Solo hay borrachos y chicas de la calle, ya me entendéis ¿No? Entro por la puerta principal y para empezar bien la velada veo a tres novias fantasmas que me miran con rechazo y cuchichean de mi descaradamente. No les hago ni caso ni siquiera me tomo la molestia de saludarlas, entro en mi cuarto de limpieza y me pongo a limpiarlo. De repente unas voces de niñas tontas logro escuchar,

—¿Os habéis fijado en esa gorda? — dice Anaís, una rubia teñida de metro ochenta.

—Si tía que espanto, ¿Es que no tendrá suficiente dinero para pagarse el gym? —comenta Marina, una pelirroja con cuerpo de infarto.

—Osea.. a esa no la tocan ni con un palo, no es fea es.. un esperpento — rie Ashley divertida.

Las tres ríen a carcajadas. Trato de no llorar al darme cuenta del desprecio que siento, siempre fuerte me repito una y otra vez. Sigo a lo mío mientras escucho la música tan escandalosa y mucho bullicio. Por lo que tengo entendido,hoy es la elección de la próxima reina de fiestas del pub, una fiestecilla dedicada a los gogos y bailarinas. Además, darán la semifinal dónde cantaran y harán una pasarela ligeras de ropa.

Termino de limpiar una zona y me dirijo a la zona de los despachos. Nada más adentrarme un poco empiezo a escuchar gemidos y ruidos extraños. Miro por un hueco y me encuentro a uno de los encargados montándoselo con la pelirroja. Vaya vaya, que putiferio más grande. Seguro que el resto de plastilinas están liadas con los peces gordos para ver loque les pueden sacar.

Cuidadosamente,cierro la puerta y me voy al segundo despacho. ¡Toma ya! Ahora es la rubia de bote con otro, trato de no reírme pero ya me imagino lo que esconde la última puerta. ¡Voilá! No me equivoqué, la tercera Nancy.

¡¡Si es que de verdad, que noches más divertidas me toca vivir!! Me dirijo haciéndoles burlas sin que se percaten de mi presencia, limpio los baños mugrientos y la zona del bar que se encontraba sola. Mientras estaba en ello vi como las tres parejitas salían de sus niditos de amor y continuaban refregándose en su zona de confort. Como una hora más tarde empezó el show, las modelos más cotizadas empezaron a desfilar triunfadoras y con aires de superioridad, los chicos igual. Después de esto, continuaron con la pre-elección de la reina que cantaba mejor.

Las dos pavas empezaron a cantar una de las canciones más tontas que pude imaginar la cual decía: Tengo claro que no me voy a fijar en un chico malo no no no, para fuera todo lo malo, yo no quiero nada malo. Os lo juro, no puedo parar de reírme del culo pollo que ponen y encima del espectáculo que están dando. Al son de la música y sin que nadie me vea empiezo a contonearme partiéndome de risa. No solo estaban ellas sino también un montón de gente ebria y dándose el lote. ¡Ay que ver!

https://youtu.be/yLHlaqLZy2Y

Unas horas después la gente, los empleados y los peces gordos empezaron a marcharse. Por suerte lo último que vi fueron las panochas haciéndose las divas y comentando lo que han sacado acostándose con esos tíos.

Por fin, ya se han ido todos incluido el jefe que se acaba de despedir de mi con una sonrisa un poco falsa. Minutos después cierro el bar y sigo limpiando el estropicio que han dejado.

Unas horas mas tarde, finalizo mi trabajo, apago todas las luces excepto la del escenario. Empiezo a cuchichear las letras de canciones y empiezo a imitarlas. ¿Qué mejor forma que utilizando mi voz? Siempre me ha gustado cantar. Hago el indio a más no poder y después hago de modelo. Lanzo besos a la sole y sigo con mi espectáculo.

https://youtu.be/4C5JAJRad6o

Es la hora de darle paso a la más grande a nuestra Celia cruz con la canción "La negra tiene tumbao" ¡Cómo me encanta esta mujer!

https://youtu.be/imeXSRNRMeg

Lo que nunca me imaginaría es que un joven llevaba todo el show observándome. Poco después apago la música y escucho unos aplausos. Empiezo a temblar al ver un chico moreno, alto de ojos azules y mirada profunda.

—¡Bravo! ¡Estuviste sensacional señorita! —me halaga.

—Esto..perdón usted quien es..que vergüenza lo siento, yo.. no quería —cojo mi bolso inmediatamente con ganas de huir y seguir escribiendo en mi casa.

—Tranquila, soy el hijo del jefe. Perdón por asustarte no era mi intención —sonríe y me da un beso en la mano.

Nuestras miradas se cruzan y no puedo estar más nerviosa. Es todo lo que imaginé..

—Lo siento, por favor no se lo comente a su padre. No tengo otro trabajo —digo nerviosa.

—Me llamo André, ¿Tu eres? —se presenta tan lindo.

—Avery Anastasia —le contestó temblando.

—Un nombre poco común pero me gusta —dice sonriendo—. Encantado de conocerte.

—Igualmente, debo irme. Chao —pronuncio roja como un tomate.

Sin dejar de mirarme me ayuda a cerrar la discoteca o lo que sea. Guardo las llaves y empiezo a caminar rápido.

—¡¡Espera!! —me grita André.

El muchacho corre detrás mía y me detiene sujetándome del brazo. No puedo mirarlo, no me atrevo. Voy con ropa de trabajar y espantosa. Definitivamente no puede estar pasándome esto..

Me levanta la cara y me hace mirarlo.

—¿Pretendes irte sola a casa con los peligros que hay a esta hora? ¿Dónde vives? —pregunta.

Se lo digo desconfiada y un poco temerosa. Noto como me coge de la mano como todo un caballero y me invita a subir a coche.

—Te llevo. Sube anda, no te voy a hacer nada raro —insiste.

Le hago caso. Sube el también y empieza a conducir, es tan amable y atento. Pasamos todo el trayecto conversando de nuestras cosas y conociéndonos un poco mejor. Estoy asombrada porque no para de hacerme reír, lo que más me gusta es que en ningún momento me ha faltado el respeto. Por un instante pienso en que día será la próxima semana: Mi odiado San Valentín, ese tío al que le tengo tanto asco.

Llegamos a la zona donde vivo, aparca y seguimos hablando como si nos conociéramos de toda la vida.

—Debo de irme, se nos ha hecho muy tarde —digo sin ganas de bajarme.

—Se nos ha pasado el tiempo volando, perdóname por entretenerte tanto. Estarás cansada niña bonita. Es lo que tiene estar con una compañía tan agradable. ¿Sabes? Aquí donde me ves odio las chicas del bar me parecen sobre actuadas y asquerosas.

—No te preocupes, ¿Sabes otra cosa? Comparto tu opinión, me lo he pasado genial hablando contigo. Eres diferente —se me escapa.

—Si es que soy único en mi especie —dice risueño.

Ambos reímos. André baja y me abre la puerta de su coche como todo un caballero. Además de todos los atributos dichos, tiene pinta de ser todo un osito de peluche.

—¿Te puedo preguntar algo? Es que no sé, me has trasmitido mucha confianza. Me gustaría verte mañana. ¿Podría ser?

Abro los ojos como platos. ¿Es enserio lo que acabo de escuchar? ¿Me está pidiendo una cita?

—No sé si.. es buena idea —digo confusa— . Eres..

—Ey , para. Soy una persona normal, además lo que diga mi padre me importa tres pepinos. No me va a impedir que te vea ni el ni nadie — me acaricia la cara— . A la porra los perjuicios.

—Está bien, mañana nos vemos —digo dudosa.

—Te recojo a la hora de comer, pasamos la tarde juntos y te llevo al trabajo. No se valen escusas —dice decidido.

—Gracias, que descanses —digo.

Me da dos besos dulces en mis mejillas, me da una tarjeta con su número y se mete en el coche. Observo como está pendiente hasta que entro al edificio. Subo feliz a mi palacio, entro y me tumbo en el sofá con una amplia sonrisa. Es ideal, el chico que todas pueden soñar. Pero.. debo bajar de mi nube. Nunca será para mi ni querrá pasar el día de San Valentín con alguien como yo.

Suspiro.Estoy tan acostumbrada a pasar todos los años el catorce de Febrero tan sola escribiendo y dejándome llevar por mi imaginación que a estas alturas es algo rutinario. Miro su targeta hasta dormirme como un angelito.

__

Llego a mi casa, me cambio y me acuesto sin cenar. No puedo dejar de pensar en ella, en su voz, su risa. ¿Qué me está pasando? Ninguna choni ni ninguna estúpida ha conseguido llamar tanto mi atención como esta chica. No quiero ni imaginarme si mi padre se entera de que voy a salir con ella, y no será solo una vez. Quiero conocerla, compartir mis locuras a su lado y quien sabe si esa niña logra enamorarme. Ojalá, seguro que tuvo esa reacción por lo que opina la gente.. por suerte yo soy de los que se fijan en un interior y no en un físico. Es maravillosa y no pienso dejarla escapar. Ahora si, voy a dormir. ¡Cuento las horas para volverla a ver de nuevo! Buenas noches.

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Dos del medio día.

André recogió a Anastasia como acordaron. La llevó a un restaurante elegante y comieron entre una atmósfera bastante agradable.

Pasaron la tarde como niños en un parque de atracciones. Ambos se sorprendieron de la cantidad de cosas en común que compartían. Rieron, comieron helado y se interesaron por cosas personales de cada uno.

El tiempo se paró y cuando se dieron cuenta, faltaba una hora para que Avery empezara a trabajar. Estaban tan a gusto que no tenían ganas de separarse.

André insistió una y otra vez, hasta que logró llevarla a su casa. La muchacha se cambió y el la acompañó a su empleo. Por sorpresa, al terminar su jornada de trabajo lo encontró en la puerta del trabajo.

Nada mas verla salir le sonrió.

—¿Te hace una bolsita de patatas fritas con Nestea? ¡¡Traigo también gominolas de todas las clases!! Y lo más importante. No acepto un no por respuesta —le guiñó un ojo.

La jovencita no pudo negarse.

—Perfecto —dijo.

Subieron al coche, se dirigieron a su destino y aparcaron.

—Ya llegó la reina a su palacio, ahora a zampar y a seguir hablando. ¿Teparece? —le dijo—. Esto.. quería proponerte algo.

Ella lo miró mientras ambos compartían las delicias.

—Si —respondió.

—En un par de días es San Valentin. ¿Te gustaría pasarlo conmigo?—sugirió.

Anastasia aceptó su propuesta. ¿Era real o estaba soñando? Esto no le podía estar pasando.

Durante los días previos a dicha fecha siguieron pasando momentos juntos y haciendo cada instante especial.

Catorce de Febrero

Ella libraba y él lo único que quería es compartir su día con ella. A las nueve de la mañana justas la esperó con un ramo de flores y un peluche. Avery no pudo contener las lágrimas.

—Ey, tranquila no llores. ¿Me dejas contarte un secreto? Nunca antes había pasado este día con una niña como tu. No te voy a negar que algún amorio tuve pero ninguna se compara contigo. Ah y otra cosa. Tienes una voz preciosa y te mueves como una diosa, tu eres quien tendría que ganar y no las gatas esas que ni el autotunes las arregla —le secó las lágrimas

Ambos se abrazaron y ella lo miró agradecida.

—Gracias por todas las molestias que te tomas por mi. Eres un amor, aunque..yo no tengo nada para ti.

—¿Me cantarías un trozito de la canción que cantaste? No vuelvas a decir que me causas molestias porque es un honor poder estar contigo. No hace falta que me traigas nada porque el mejor regalo que puedo tener es que tu estés aquí —dijo tierno.

—Yo no te miro y tu me vas a ver. Yo no te escucho y tu me vas a oír. Paso de largo y paso de ti, esta noche bailo solo para mí —acató sus dulces ordenes y se la cantó.

Metieron los regalos en el maletero y entraron al coche. Durante el día hicieron un tour por una montaña con unas magnificas vistas. André alquiló una cabañita para pasar la noche, estaba rodeada de nieve. Alrededor de las nueve de la noche hicieron un muñeco de nieve y entraron dentro.

—¡Qué frio hace! —dijo ella.

—Muchísimo, siéntate delante de la chimenea, ahora vengo —le comunicó.

Avery le hizo caso. Mientras tanto, André preparó chocolate calentito con unos churros caseros. ¡Para esto era todo un experto!

Más tarde, lo llevó donde estaba ella. Encendió unas velitas románticas, se sentó al su lado, los cubrió con una manta y le ofreció la cena delicatessen.

—Tal cual le gusta a esta princesita. Espero que sea de tu agrado —le sacó la lengua.

—¡Chocolate con churros! Me encanta —esbozó una sonrisa.

—Sé que no es una cena de las de restaurante lujoso pero, oye yo no cambio esto por un entrecot con foie de pato. Aunque lo mejor no es la cena, si no tu compañía —dijo directo—. No me voy a andar con rodeos, te has convertido en alguien muy importante para mi y lo que más quiero es conocerte y que en un futuro, seas mi pareja.

Ella emocionada asintió y el le cantó al oído la canción de Dvicio, Te espero.

**

Nunca dejéis de soñar porque el cuento que yo soñé se hizo realidad.

NOTA: WATTPAD ME JUNTA PALABRAS Y ME MODIFICA GUIONES: LO SIENTO.