Un peliceleste estaba recostado en la cama leyendo sus mensajes de texto mientras que el pequeño perro Ren lo miraba fijamente, como si esperara alguna indicación u orden, lo que fuera ya que estaba algo aburrido

Aoba: mmm, ¿cómo soy?

Ren: ¿qué pasa Aoba?

A: es que estoy platicando con una persona desconocida y me pide que le diga como soy

R: ¿Y por qué no le dices?

A: es difícil de decirle la verdad

R: ¿por?

A: veras...

Aoba:

Una loba en el armario
Tiene ganas de salir (auh)
Deja que se coma el barrio
Antes de irte a dormir

Tengo tacones de aguja magnética
Para dejar a la manada frenética
La Luna llena como una fruta
No da consejos ni los escucha

R: sigo sin entender

A: ¿cómo podría decirtelo más fácil?

Aoba:

Llevo conmigo un radar especial
Para localizar solteros
Si acaso me meto en aprieto
También llevo el número de los bomberos
Ni tipos muy lindos, ni divos, ni niños ricos
Yo sé lo que quiero
Pasarla muy bien y portarme muy mal
En los brazos de algún caballero

Una loba en el armario
Tiene ganas de salir (auh)
Deja que se coma el barrio
Antes de irte a dormir

Cuando son casi la una
La loba en celo saluda a la Luna
Duda si andar por la calle
O entrar en un bar a probar fortuna
Ya está sentada en su mesa
Y pone la mira en su proxima presa
Pobre del desprevenido
Que no se esperaba una de esas

R: creo que estoy entendiendo a lo que te refieres

Aoba:

Sigilosa al pasar
Sigilosa al pasar
Esa loba es especial
Mirala caminar, caminar

Deja que se coma el barrio
Antes de irte a dormir

R: sabes, mejor elimina al contacto

A: ¿eh? ¿por qué?

R: ¿quieres amigos o acosadores?

A: ...

R: espero que no estes pensando en...

A: y agregar nuevo contacto

R: ¿por qué no me sorprende?