En el jardín de la amistad floreció un sentir,

Mi amiga, tan cercana, en sus ojos descubrí.

Un amor silente, un secreto compartido,

En su corazón, el fuego del amor encendido.

En su mirada hallé destellos nuevos,

Un brillo especial que compartimos entre ruegos.

La amistad, como semilla, germinó en amor,

Un sentimiento profundo, un regalo en mi interior.

Nuestros lazos se fortalecieron con ternura,

La complicidad creció, la pasión se hizo figura.

El destino nos llevó por un rumbo inesperado,

En el amor de una amiga, fui afortunado.

Juntos, ahora, exploramos un nuevo camino,

Donde la amistad y el amor son nuestro destino.

Mi amiga, en tus brazos encuentro mi hogar,

En este amor que juntos, con alegría, hemos de cuidar.

Así, en la trama de la vida, un capítulo se escribió,

Mi amiga y mi amante, en ti mi corazón se rindió.

Un amor nacido de la amistad, verdadero y sereno,

Mi amiga, mi amante, mi eterno y fiel anhelo.

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