〃capítulo 10〃
Jimin observó, literalmente, el cielo nocturno manchado de estrellas doradas y blancas que titilaban y formaban constelaciones desconocidas para él.
Para cuando habían llegado al mirador, se había hecho de noche y Jungkook había cumplido su promesa de hacerle ver las estrellas, aunque Jimin aún tenía un hormigueo extraño en su pecho.
──Pequeño ──susurró el vampiro para romper el silencio.
Jimin giró su cuello sobre los brazos, que usaba de almohada, y sonrió con sólo mirarlo tumbado a su lado.
──Dime.
El pelinegro siguió observando las estrellas, pero terminó cerrando sus ojos tras oír la voz de su Juramento.
──No es por sonar... desagradecido, pero, ¿por qué has atado tu juventud a un ser como yo?
Al escuchar la pregunta Jimin sonrió, pero esta fue conviertiendose en una mueca conforme pensaba su respuesta.
──En realidad no lo sé... Es decir, desde el primer momento sentí una fuerte conexión contigo, como si algo en tu mirada me dijese que nuestros destinos estaban unidos ──murmuró──. Pero si buscas una razón lógica no la tengo, sólo puedo hablar con el corazón.
Jungkook dejó ir un largo suspiro.
──Me gustas mucho ──susurró──. De hecho me estoy enamorando de ti minuto a minuto ──añadió antes de dejar una pausa──. Pero no entiendo cómo podrías tú llegar a amarme a mí.
Jimin se tomó un instante para analizar sus palabras y no derramar una lágrima en el intento. A sus ojos el vampiro era una de las mejores personas que había conocido nunca, no entendía como alguien podría siquiera rechazarlo.
──Con una palabra ──murmuró, apoyándose en su codo para verlo desde arriba──: tiempo.
Jungkook abrió sus ojos al fin, unos ámbar y ligeramente dilatados. Entonces sonrió conforme se alzaba también, buscando los labios del humano hasta que consiguió probarlos en un suave encuentro.
──¿Entonces eres feliz? ──preguntó a milímetros de su boca.
Jimin asintió, haciendo rozar ambas narices.
──¿Tú no?, lo sabía ──bromeó.
El vampiro mordió su labio inferior para seguirle el juego, a lo que Jimin correspondió con una risita melódica.
──Lo soy ──aseguró Jungkook, riendo levemente──. Y por eso quiero celebrar un baile.
Jimin tomó espacio entre sus rostros para poder buscar algún atisbo de duda en el vampiro, pero no encontró nada.
──¿Un baile?
──Sí, es tradición en casa ──explicó Jungkook──. Con el resto de Juramentos también se celebraron un par de eventos; Jin quiso un banquete y Hobi unas vacaciones conjuntas. Pensé que sería buena idea organizar un baile en tu caso, pero si no te gusta...
──Me parece genial. ──Le cortó Jimin con una risita──. ¿Puede ser de esos con máscaras?, siempre quise ir a uno.
Procedió a dejar besos por todo el rostro del vampiro, quien se dejó con una sonrisa, encandilado.
──Claro que sí, puede ser como gustes ──aclaró con la voz melosa.
Jimin dejó como colofón un beso sonoro en sus labios.
──¿Cuándo sería?; quiero prepararme bien pero si espero demasiado me impacientaré ──explicó.
Jungkook soltó una risa nasal mientras lo aferraba por la cintura hasta pegarlo a su propio cuerpo, para así olisquear su cuello.
──Cuando tú desees, es tu celebración, puedes hacer lo que quieras con ella ──musitó.
──No me lo digas dos veces ──susurró Jimin sobre sus labios──. Tengo ideas muy locas.
Jungkook rió por segunda vez y cuando volvió a juntar sus bocas en un dulce beso ninguno quiso separarse, así que continuaron besándose bajo las estrellas, perdiendo la noción del tiempo.
Yoongi se había marchado sin dar explicaciones en cuanto se anunció que se haría un baile en honor al nuevo Juramento. En su habitación, según Namjoon, faltaban las mismas prendas de ropa y demás objetos que siempre se llevaba de viaje, así que todos daban por hecho que regresaría algún día.
A Jimin le quedaba ese consuelo, pero contra más días pasaban, más culpable se sentía por su última conversación. ¿Había hecho algo tan malo como para que el vampiro no quisiera verlo?
A menudo buscaba distracciones para no pensar en Yoongi, como practicar más a menudo para su papel secundario en la próxima obra, escoger detalles sobre el baile o pasar tiempo acompañado. Esa tarde, mientras acariciaba a Bigotes en su regazo y este jugaba con su brazalete, Taehyung apareció de la nada para sentarse a su lado en uno de los salones que Jimin ya conocía bien.
──¿Qué pasó entre Yoongi y tú? ──preguntó el vampiro sin previo aviso.
Jimin levantó la vista, incluso el gatito sobre él miró al vampiro como si estuviese de mal humor.
──¿P-por qué preguntas eso? ──farfulló el peliazul.
Taehyung rodó sus ojos y cruzó sus piernas sobre el sillón.
──Es obvio que se ha ido por ti ──replicó como si fuese obvio.
Jimin volvió a bajar la mirada y se concentró en Bigotes, quien pareció volver a ser feliz al recibir toda la atención de su amo.
Sin embargo, el vampiro se mordió la lengua.
──Perdón, no me refería a eso. ──Se disculpó en cuanto se percató de sus palabras──. Quería decir...
──Está bien. ──Jimin suspiró──. De todos modos ya lo imaginaba, pero no sé qué hice para que tuviese una reacción tan drástica ──replicó.
Taehyung hizo una mueca mientras observaba su perfil, ignorando al animal por completo.
──¿Sabes qué?, quiero ser tu amigo y lo estoy empeorando, vamos a hacer algo juntos para que alegres esa cara ──comentó mientras se alzaba de su asiento y le tendía su diestra──. ¿Tienes ya una máscara para el baile?
Jimin, adivinando sus intenciones, negó. No podía negar que habían empezado con mal pie, desde el primer encuentro hasta las pocas conversaciones incómodas, pero Taehyung no parecía mala compañía en el fondo. Se alzó y tomó su mano después de dejar a Bigotes en el suelo.
──Ni siquiera tengo traje ──confesó con una sonrisa leve.
El vampiro contuvo un grito de alegría y estiró de su mano para ir hacia la salida.
──Pues ya sabes lo que haremos el resto del día ──canturreó.
Y, en efecto, pasaron el resto del día en el centro comercial. Jimin terminó viendo la mitad de las tiendas y en ninguna se había convencido, pero Taehyung sí parecía haber encontrado un traje perfecto para él en uno de los últimos locales.
──¿No es muy ajustado? ──preguntó frente a un espejo, dando vueltas para verse desde todos los ángulos posibles.
Había escogido un atuendo negro en su totalidad, con unos pantalones de campana que terminaban con flecos amplios. Parecía haber salido del grupo Abba en versión gótica.
──Pero si es todo lo contrario ──replicó Jimin, que cargaba con el resto de prendas descartadas.
──Que va, por aquí es estrecho. ──El vampiro señaló su pecho y cintura──. Pero luego es grande, aunque no me queda mal.
Jimin torció el mentón como si así pudiese verlo mejor.
──Es el que más me ha gustado hasta ahora.
Taehyung bufó y volvió a desaparecer tras la cortina del probador.
──A mi también ──dijo desde dentro──. Pero para bailar es algo... Incómodo. Quizá en una talla más me lo llevaría.
──¿Quieres que la busque? ──ofreció el peliazul.
Taehyung apartó un trozo de cortina solo para sacar la cabeza y parpadear inocentemente en su dirección.
──Si eres tan amable...
Taehyung terminó llevándose ese traje en una talla más, pero Jimin salió del centro comercial con sólo un batido de fresa y chocolate en sus manos.
──¿Y cómo os conocisteis Jungkook y tú? ──preguntó Taehyung mientras conducía.
Jimin tragó el último sorbo de batido en el asiento del copiloto y sonrió ante el recuerdo, no tan lejano.
──Él era el violinista de la orquesta que tocó en mi última obra, nos cruzamos en los ensayos.
Taehyung le miró un instante y sonrió con una expresión rectangular en sus labios.
──¿Fue algo así como amor a primera vista? ──musitó.
──Fue literalmente eso, aproximadamente dos o tres días después ya era su Juramento ──respondió Jimin.
Taehyung casi se atragantó con su propia saliva.
──¡¿Qué?! ¡Pensé que os conocíais de meses cuando llegaste a casa!
Ambos, por alguna razón, rieron a carcajadas.
──Jungkook es un impulsivo de mierda ──masculló Taehyung, después de calmarse.
──Ya somos dos ──replicó Jimin.
Sin embargo, mientras miraba por la ventana y veía reflejado en aquellos árboles del paisaje el recuerdo de la noche en que Jungkook lo introdujo a su mundo, no se arrepentía de nada, aun cuando una parte de su corazón se aplastaba al extrañar a Yoongi.
──Estáis locos ──susurró Taehyung.
Jimin le miró con una sonrisa.
──Lo sé.
Again: perdón por tardar en actualizar, os quiero ♡
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