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05🏀🐰

–Esto se está saliendo de control.

Dijo Jake tomando asiento en su escritorio, sobando su sien.

–Estás exagerando.

Niki subió sus pies arriba del escritorio pero fueron rápidamente sacados por la aterradora mirada que le dió el mayor.

–Claro, es sencillo decirlo cuando eres soltero y sin mellizos adolescentes.

–No culpes a Danielle. Ella solo quiere que sus papás estén en su primer campeonato fuera del país. –Explicó el menor.– Solo que fue un poco traviesa al adelantarse a lo que habían acordado.

–Tan llevada a sus ideas, es igual a Heeseung en ese aspecto.

Niki se encogió de hombros. –Será porque es su hija.

–¿No tienes mejores cosas que hacer que venir a interrumpirme en mi trabajo?

Niki solo le causa gracia como el mayor le estresa su presencia.

–Lamentablemente no, hyung. Hoy es mi día libre y quería hacerte compañía.

El menor trabajaba como modelo en la compañía de su hermana. Comunmente estaba fuera de Corea la mayoría del tiempo pero justo casualidad cuando se enteró que su primo estaba en proceso de separación decidió instalarse un tiempo. Precisamente, alojando en la casa de su estimado primo.

Jake no tenía problema alguno, incluso sabía que se llevaba muy bien con sus hijos. Pero tampoco tenía visto que lo tendría apegado como garrapata, incluso en su trabajo

–Puedes, no sé. Ir a un bar a beber algo, recorrer la ciudad. No soy tu niñera, Niki. Tengo trabajo que hacer.

–¿Tienes muchos pacientes hoy? -
–Jake negó– Vamos a beber juntos entonces.

–Niki.

–Hyung, por favor. –puso esa cara de patito que sabía que al mayor le costaba negar.

Jake solo volteó los ojos.

–No solo soy doctor. Tengo que encargarme de las cosas de la casa mientras no estemos estas semanas y verificar si los niños llevan todo lo necesario.

Niki bufó por lo dificil que era de convencer el mayor.

–Estás dando excusas. Yo cuidaré tu casa estos días.

Jake mantenía su vista enfocada en la computadora escribiendo reportes no queriendo oír a Niki.

–Tienes que salir y despejarte. Hay muchos peces allá afuera en el mar para que olvides a ya sabes quién.

–¿Y qué pasa si yo no quiero olvidarlo aún? –Lo miró serio esta vez– Aún me duele recordar ese día. No es fácil cuando tienes más de quince años de historia e hijos entre medio de ella. Quiera o no, debo seguir viéndole la cara.

Niki soltó un suspiro preocupado.

–Por eso mismo debes darte un tiempo para tí mismo. Los chicos ya están grandes y entenderán si es que alguna vez te sientes mal. –Le tomó las manos.– Yo creo, que si en unos días más estarás viéndole la cara todos los días, podrías tomarte un tiempo para tí mismo. Y quizás, conocer a un australiano guapo que pueda distraerte un rato.

Jake rodó los ojos por las ocurrencias tontas de su primo.

Aunque por lo que más le dijeran que debiera era buscarse a alguien más, no era fácil siendo que de quien estaba enamorado era el padre de sus hijos. Aquel hombre que tenían casi 20 años de historia juntos. Aquel que cada vez que lo veía se guardaba las ganas de fundirse en sus brazos y hacer que no existiera nada más que su preciada y hermosa familia.

Ya no lloraba todas las noches como lo hizo el primer mes, sin embargo la sensación que tiene en su pecho al recordar lo que le había confesado era pesada y oscura.

Debía tratar la mayor distancia posible en el viaje, porque sino caería de nuevo y se encontraría debil a sus encantos.

Igual como se enamoró por primera vez.

–Tal vez otro día.

–Te tomaré la palabra. –dijo Niki.

La puerta fue tocada sacándolo de sus pensamientos y con un adelante dejó pasar a quien tocaba.

Una chica de estatura promedio y ropa formal entró mostrando una sonrisa tímida que siempre portaba.

–Buenas tardes señor Shim. Vengo a dejarle unos papeles del viaje que el señor Lee me encargó.

La chica pasó ignorando al chico quien la miraba desde la esquina con una mirada penetrante que le hacía sentir algo intimidada.

–Oh, Rei. No tuviste que venir hasta acá. –Jake agradeció tomando los documentos que le había entregado.– ¿No gustas un café o algo?

–No gracias señor Shim, estoy bien, tengo algo de prisa. Muchas gracias. –Agradeció de manera amable.– No se si usted necesita algo más.

–Tu número. –Habló esta vez Niki.

Rei solo se despidió con una reverencia, ignorando lo avergonzada que la dejó el comentario hasta las orejas rojas. Y Jake soló rodó los ojos, ignorando el comentario de su primo.

–La encanté.

–La espantaste bien diría yo. Vete que debo seguir trabajando. –Jake le hizo una seña para que dejara su oficina.

–¿No hay café para mi?

–¡Fuera!

La urgencia con que llamado para aquella reunión lo dejó medio confuso.

Se encontraba manejando camino a su departamento cuando recibió una llamada de Yoorim. No la contestó al instante ya que estaba conduciendo, no obstante, al notar que fueron llamadas constantes no le quedó de otra que contestar.

La mujer no le dió mucha información pero que el principal afectado del caso estaba siendo un blanco fácil. Y con eso le fue suficiente a Heeseung para acelerar y llegar lo antes posible donde lo habían citado.

Estacionó rápidamente su vehículo para recurrir lo más pronto posible a la reunión.

Entró, y no de la forma más tranquila si es que mencionamos que hizo chocar la puerta contra la pared.

–Llegaste. –mencionó Yoorim.

–¿Qué es lo que tienen? –preguntó mientras tomaba asiento frente a ella.

–La droga que solo se mantenía en el hospital donde Jake trabaja ahora se expandió no solo a otros hospitales de Seúl. –explicó.– Ahora se está propagando a nivel nacional, ya tienen artillería encontrada en Busan.

–Esos idiotas se ganan la vida como quieren mientras inculpan a gente inocente.

–No pudieron hacerla tan fácil, alguien del personal del hospital tuvo que darle acceso y así adentrar el producto.

–Hicimos la autopsia de la última víctima. Y se descubrió que la anestesia incorporada en la operación contenía Fentanilo y Heroína. –Explicó el hombre que estaba junto a Yoorim.

Heeseung no entendía nada del lenguaje que le hablaban. Por su mente pasaron un montón de preocupaciones al conocer el peligro que se enfrentaba su esposo al trabajar en aquel lugar.

Los agentes frente a él tenían más información que cualquier policía común pueda tener pero lamentablemente no tenían los mismos accesos que la policía local. Al ser individuales no cuentan con el acceso de hacer una denuncia directa porque sabían que esto saldría a la luz y lamentablemente su familia saldría afectada y no podía arruinarle la imagen a su hija.

No justo ahora.

–Esto se está saliendo de control señor Lee. Tendremos que mantenernos en un perfil más bajo en el que ya estamos.

–Y eso significa...

–Y eso significa que tendrás que mantenerte lejos de tu esposo, para no levantar sospechas.

¿Qué?

–Es una broma, ¿no? –preguntó molesto.

–Heeseung.

–No, Heeseung nada. Primero me dicen que tengo que separarme de él, haciéndole creer que le fui infiel cuando NUNCA en mi vida he vuelto a tocar a alguien que no sea él desde que lo conocí porque si lo mantengo cerca puede descubrir algo y ahora me piden que realmente me aleje de él. –dijo molesto.

–Son sacrificios señor Lee. He tenido que estar meses alejado de mi familia por misiones que requieren de alto riesgo. –Explicó Yeosang.

–Nosotros nunca te dijimos que le dijeras que fuiste infiel Heeseung. Tú te metiste en ese saco solo.

Masajeó su sien entre sus manos intentando controlar sus niveles de estrés. Básicamente se sentía entre la espada y la pared al no saber cuáles decisiones tomar, su mente era un caos donde solo terminaba en el escenario en el cual su familia salía lastimada en el proceso.

–En unos días tengo un viaje hacia Australia donde iremos todos por los campeonatos de Danielle. ¿No pueden esperar a que regresemos para seguir con el plan?

–El tiempo se nos acaba señor Lee, debemos ser absolutamente discretos.

–No creo que hagan mucho estando al otro lado del mundo.

Ambos agentes se miraron, como si buscaran que el otro le diera la respuesta ya que el hombre frente a ellos tenía un nivel de terquedad que les estaba sacando de casillas.

–Danos 5 minutos y te damos una respuesta. –Pidió Yoorim mientras le indicaba que saliera de la oficina.

Esperó sentado mientras movía inquietamente esperando que la respuesta que recibiera fuera bien para el viaje.

Realmente no quería seguir decepcionando a su familia. Danielle estaba realmente emocionada con la idea de que ambos fueran a verla y Yujin se sentía tranquilo que sus padres podían llevar la fiesta en paz después de meses de tensión.

Estar junto los cuatro en un viaje era una gran esperanza para Heeseung de poder arreglar las cosas con Jake. Pero si es que no lograba converserlos lo que obtendrá será miradas de decepción y tristeza de sus hijos, y vaya que detestaba ser él quien los haga sufrir.

–Señor Lee, pase por favor.

Una vez Yeosang lo dejó pasar su atención no estuvo en nada más que las personas frente a él esperando una respuesta.

–¿Y bien?

–Podrás viajar con tu familia Heeseung. Con la condición que realices una investigación en la cadena de hospitales que trabaja tu esposo allá en Australia, necesitamos actualizaciones si es que ahí también podría estar el producto allá.

Sonrió victorioso.

–Hecho.

–Es algo peligroso ya que no tienes contactos allá, se nota que no eres capaz ni de salvar tu propia vida. –Heeseung la miró ofendido.– Así que te contactaremos con un colega de allá para que sea tu guía en todo momento.

–Bien.

–Recuerda Heeseung, por la seguridad de ellos tendrás que ser algo distante con Jake. Es muy riesgoso que intentes arreglar las cosas. No por ahora.

Asintió resignado.

Haría lo que sea por su familia.

–¡Lee Yujin apresúrate! ¡Voy tarde con el equipo!

El menor de los mellizos soltó un suspiro por lo irritable que se encontraba su hermana hoy. Desde el desayuno pareciera que está corriendo una maratón y ha acelerado su paso incontables veces.

Ya perdió la cuenta cuantos productos de skincare le pidió buscar.

Los tres estaban reuniendo las maletas en la entrada de la casa esperando el taxi que los llevaría al aeropuerto donde se encontrarían con Heeseung. Jake revisó habitación por habitación esperando que a sus hijos no se les haya olvidado nada y ya más tranquilo volvió con una lista en sus manos.

–Bien, repasemos lista. Ropa para 2 semanas. –Asintieron.– Bolsas impermeables, saben como es el clima allá. –Asintieron– Adaptador universal. –Asintieron– Audífonos, documentos. –Asintieron por última vez.– Bien, vámonos.

–¿No se van a despedir del tío Niki?

Los mellizos dejaron sus maletas en el taxi y corrieron a recibir el apretado abrazo de su querido Tío, quejandose de como los apretaba.

Jake rió tras de ellos y se unió al abrazo familiar, acariciando el cabello de su primo.

Una vez los niños salieron del abrazo, Niki inmediatamente atrajo al mayor para despedirlo en sus brazos.

–Cuidate mucho, ¿Si? Sabes que cualquier cosa tomo el primer vuelo y le vuelo los sesos al otro.

Jake soltó una carcajada y negó con la cabeza por las ocurrencias de primo.

–Estaré bien, tú encárgate de cuidar mi casa y no dejar un desastre. –El menor asintió y se separaron

–Mándale saludos a Rosie de mi parte.

–En tu nombre.

Se dieron una última sonrisa antes de entrar al taxi.

Una vez ya listos partieron rumbo al aeropuerto. Su viaje no fue tan largo ya que estuvieron en completo silencio. Los niños cada uno en su teléfono y Jake solo miraba pensativo por la ventana, preparándose mentalmente para lo que venía estos días.

Ya en el aeropuerto estaban algo preocupados ya que Heeseung no había dado señales de vida y faltaban 10 minutos para el último llamado a la puerta de embarque.

Danielle se había ido con el equipo, así que estaban junto a Yujin esperando por el mayor.

Jake estaba angustiado, no quería creer que los dejaría plantados y que sus hijos se llevaran otra decepción de su padre. Ya notaba la cara larga de sus hijo y no quería ser él quien tenga que dar malas noticias. Miró su reloj y ya rendido con el tiempo soltó un suspiro.

–Vamos Yujin, entremos.

No quería decirlo pero una parte de él igual estaba triste cuando el mayor no había llegado.

–¡Jake!

El australiano giró en dirección donde su nombre fue gritado y vió a su ex correr y llegar con la ropa desaliñada debido a todo lo que había corrido.

Su rostro cambió a una sonrisa iluminada pero no tan notable como si lo hubiera extrañado.

Como si él se creyera esa mentira.

–Llegas tarde.

Heeseung se sostuvo de sus rodillas por el cansancio consumido en su cuerpo. Casi 40 años y sin hacer ejercicio le afectaba un poco.

–L-lo siento, e-el tráfico estaba horrible.

Le hizo una seña para que pasara su maleta y entraran.

El momento había llegado.


ESTOY CON VIDA

La universidad me chupa y apenas me da el tiempo para respirar, que horrible😭

Les di un poco de contexto pero más adelante entenderán lo que enrealidad sucede.

Gracias por esperar.

Pasen por mi perfil que tengo nueva adaptación SunSun 🫶🏻

Lxs adoro. 🤍

Nos leemos pronto~

—Hanrling. 🪐

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