20 años antes...

–Devuélveme mi maldita mochila Lee.

Parecían una tierna pareja corriendo por los pasillos de la universidad. Pero en realidad a Jake estaba que se le salía el humo por las orejas mientras corría, según él, por una buena causa.

Es que quedarse dormido en los jardines de la universidad mientras terminaba un trabajo junto a Jay y Sunghoon le hizo la oportunidad perfecta a Heeseung para acercarse de alguna manera a su crush.

Y no se le ocurrió mejor idea que arrebatarle la mochila de la manera más random posible, no siendo consecuente de que el australiano le salieron llamas por los ojos al ver como tomaba sus pertenencias.

Oh Dios, esperaba que la idea de Beomgyu fuera buena porque las cuchillas en los ojos ya se estaban cortando las manos por ladrón. Agradecía que el básquet le diera conveniencia por su altura y resistencia al correr.

–Alcánzame si puedes, pequeño Shim.

Si, acaba de echar más bencina al incendio.

Dando un último esfuerzo, corrió de a dos escaleras llegando a su destino final, la azotea.

Cerró las puertas a sus espaldas intentado de conseguir un poco más de ventaja para esconderse. Solo que no contaba que el australiano tenía una fuerza bruta cuando está furioso.

Tembló en sus adentros, esperaba que el plan saliera bien.

-¡LEE!

Las puertas de la azotea fueron abiertas de una fuerte patada que Jake les dió. Heeseung miró todo temblando desde su escondite, esperando que todo lo que planeó se mantuviera en orden. Con la esperanza que no pateara sus bolas y se quedara sin descendencia.

La mirada de Jake se aflojó cuando encontró su mochila en una mesa en mitad del invernadero, rodeado de un camino de pétalos que lo guiaban a su objeto secuestrado. Con pasos desconfiados, avanzó lentamente hacia la mesa que contenía su mochila junto a un tulipán.

Si bien no confiaba en la flor encima de la mesa, la tomó entre sus manos observándola con curiosidad tratando de adivinar qué hacía junto a sus cosas.

Un carraspeo lo hizo salir de su trance, volteando rápidamente para encontrarse con la figura alta quien había robado su mochila.

–Tú...

–Antes de que me descuartices. No soy un seguidor de flores pero el tulipán significa una declaración o un símbolo de sentimiento sincero. –Tomó un suspiro acercándose a pasos lentos pero no mucho.– los tulipanes rojos mencionan el compromiso que llevo al tener sentimientos por ti. Sé que tal vez soy un completo desconocido para tí, pero ahora sabes que intentaré te acortejar si es que me lo permites.

Jake lo miró con la boca abierta casi sin creer lo que sucedía, analizando la situación era real o no. Lee Heeseung era guapo, no podía negarlo pero estas últimas semanas lo único que se ha dedicado es a romperle las pelotas sin motivo alguno y ahora estaba frente a él, con un semblante sereno que le daba un poco de escalosfríos.

-Que rara forma de acortejar tiene este país. -Sin nada más que decir aventó el tulipan contra su pecho y se retiró indignado del lugar.

Heeseung se quedó ahí parado, sonriendo como un tonto mientras apretaba la flor entre sus manos. Jake le dijo que vaya a freir cuernos sin embargo, nunca le negó el consentimiento. El pequeño australiano era difícil pero no imposible para él.

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Lee's company fue algo que construyó con sus propias manos. Desde que entró a la universidad se dedicó a ahorrar cada moneda que le daban en su cuenta de ahorros y le demostró a sus padres que a pesar de ser el menor y el más consentido de sus hermanos podría lograr muchas cosas sin contactos de por medio ni oportunidades por el apellido.

La ambición es algo que destaca en Lee Heeseung, siempre trata de conseguir las cosas sin rendirse de por medio. Así como lo hizo con su esposo.

Corrección, ahora ex esposo.

–¿No vas a firmar? –Preguntó Beomgyu, su mejor amigo y mano derecha.

–Sabes que no soy capaz. –soltó un suspiro pasando su mano por su cara.– Tendrá que esperar porque no pienso darle el divorcio, no ahora ni nunca.

–Si no lo haces tú, su amigo tocará cielo, mar y tierra para que estén separados ante la ley.

–Es increíble que ese tipo no haya encontrado a alguien en todos estos años y siga rondeando alrededor de Jake.

Le ardía, por supuesto que le hacía. Todas las veces que se ponía entre medio de ellos y no fue hasta que Jake y Heeseung se hicieron novios oficialmente que calmó las aguas.

Eso no significaba que le caía bien a Heeseung, para nada. Sin embargo, al ser amigo de años de Jake, tuvo que tolerarlo por todos estos años.

Dicen que el amor te hace hacer cosas increíbles, y definitivamente esa era una prueba de ellas.

–No hay posibilidad de que Jake le de una oportunidad amigo, dos hijos y años de matrimonio no los llevará tan a la borda. –compensó Beomgyu.– Si llegara a salir con alguien, te aseguro que la última persona con quien Jake saldría sería Sunghoon.

–Tampoco es que lo permitiría. –gruñó.

–Vamos Hee, no puedes ser injusto.

Lamentablemente tenía razón.

Una llamada proveniente del celular de Heeseung interrumpió la conversación. Beomgyu sonrió burlón.

–Hablando del rey de roma. –dijo Beomgyu, refiriendose a Jake ya que era él quien llamaba.

Heeseung negó con la cabeza y tomó su telefono para contestar.

–Buenos días Jake, ¿A qué se debe tu llamada?

–Buenos días, estoy bien también, gracias. –Lee limitó a rodar sus ojos.– Espero que mañana tengas tu tarde despejada por el campeonato de tu hija.

–Si, estaré a la hora en lugar.

–Bien, sé puntual. Adiós.

–Jake, un segundo. –detuvo el mayor antes que cortara la llamada.

–¿Si?

–Después del campeonato, quiero sacarlos a comer y conversar las cosas. Sobre todo con Yujin, es quien menos me habla desde ese día.

–Sus razones tendrá Hee. –hubo un silencio incómodo entre ambos, sin embargo, se escuchó un suspiro al otro lado de la llamada.– Hablaré con ellos antes. Sé que a pesar de todo no eres un mal padre Lee.

–Gracias.

–Los quiero antes de la media noche, Danielle de seguro quedará agotada después de tanto esfuerzo. Nos vemos.

–Cuidate Jake.

Jake cortó la llamada. Heeseung hizo una mueca observando el objeto entre sus manos, sintiendo como todo se derrumbaba entre sus manos.

Sonrió nostálgico, recordando las veces que su hijo en su niñez siempre le mencionaba que él era su heroe. Lo unidos que eran hasta que empezó a crecer y se fueron alejando de a poco. Le dolía como nunca las veces que había intentado llamarlo y rechazaba sus llamadas, como le estaba haciendo la ley del hielo sin que le dejase decir alguna palabra.

Yujin siempre fue un niño introvertido al igual que él en su niñez y Heeseung encontraría la forma de que por lo menos puedan volver a entablar una conversación.

Como siempre, las cosas eran difíciles pero no imposibles para Heeseung.

Jake se observó al espejo, inspeccionando su aspecto cansado de estos días y como no, si se la ha pasado llorando por las noches no queriendo que sus hijos escuchen sus lágrimas porque lo que menos quería echarles el peso a ellos de su estabilidad últimamente.

Ese día actuó serio y sin demostrar ninguna emoción pero cuando Heeseung cruzó la puerta de su casa su modo automático se desactivó dejando que sus emociones fueran quien lo controlara.

Desplomarse en los brazos de su hijo fue lo más deplorable que le había pasado en su vida. No solo el tener el corazón roto, sino que sus hijos lo vieran de esa forma cuando siempre se había demostrado como alguien fuerte, como madre luchona que era.

Debió escuchar a su hermana, su madre tal vez tambien pero ella solo se encargaba de criticar todo lo que hacía. Desde su matrimonio, después su embarazo que no le habló hasta que sus hijos cumplieron seis meses porque quería ser una "abuela presente". Obviamente no lo hacía por los nietos y solo lo hacía para mantener la buena imagen con sus amigas de sociedad.

Su hermana Roseanne era otro problema para su querida madre.

Nótese el sarcasmo en sus adjetivos por favor.

Su hermana además de ser una súper modelo y fundadora de su propia marca de ropa R&S era abiertamente lesbiana al ojo público, tenía un ojo muy crítico hacia los hombres. Desde que empezó su relación con Heeseung ellos dos se llevaban como perro y gato pero ambos como adultos maduros que eran se mantenían al margen por él y los niños.

A diferencia de su madre, Roseanne siempre ha sido y será su gran apoyo en todo. Incluso cuando quedó embarazado de sus retoños fue la primera en defenderlo ante su madre.

Ser doncel no era fácil, menos en un país tan cerrado como lo era Corea del Sur.

Salió de su habitación viendo el pasillo iluminado por las lámparas en aquella mansión, caminando en dirección a las habitaciones de sus hijos. Tal vez ellos seguían enojados con su padre pero la relación de padre e hijos no se podía romper por cosas así.

Tocó primero en la habitación de Yujin y al no recibir respuesta entró y vió que estaba jugando en línea con sus amigos. Llamó su atención apretando su hombro para que se quitara los audífonos y lo escuchara.

–Yujin, cielo, necesito hablar con ustedes. Diles a tus amigos que después sigues.

–¿No pueden ser en quince minutos más? Estoy a punto de superar a Ricky en overwatch.

–Yujin.

El adolescente bufó y apagó las pantallas a regañadientes. Jake le dijo que esperara en el living mientras llamaba igual a Danielle así que sin muchas quejas se echó en el sofá. Tenía una idea de lo que su mamá les diría pero no diría nada hasta que llegaran al living junto a su hermana.

Al llegar Danielle le sonrió y se sentó a su lado, como siempre con una mirada que todo estaría bien.

–Bien niños, creo que tienen una idea de lo que les quiero hablar. –Comentó Jake. Yujin sonrió en sus adentros, había acertado.– han pasado unos días desde el suceso pero no nos hace bien ignorar el tema.

Ambos se miraron algo incómodos. Su casa de había vuelto muy silenciosa debido al suceso pasado y era algo extraño de presenciar. Siempre había un ambiente pleno, aunque sea ruidoso por las peleas tontas entre hermanos o un día donde todos estaban exhaustos y se la pasaba cada quien en su cuarto. La atmósfera ambiental se mantenía pero ya no estaba, desde que su padre se fue de la casa.

–Es un tema bastante complicado y delicado pero no es un tema donde ustedes deberían estar involucrados. –Continuó su madre.– Aunque su padre y yo ya no estemos juntos seguiremos manteniendo una relación sana para y por el bien de ustedes. Saben que a pesar de todo su padre los ama con todo el corazón y siempre estará para ustedes. Ha estado en busca de un lugar donde ustedes tengan sus propias habitaciones y estoy seguro que será muy bonito.

Como siempre su madre ocupaba un tono muy dulce al explicarles las cosas, como si diera una caricia en cada una de las palabras. Aunque sean temas muy serios y él esté afectado, Jake hará lo imposible para que sus hijos no sufran.

Porque algo que más le destrozaba que el amor de su vida y él hayan terminado es que sus hijos sufran. Lo siente como si le destrozaran el alma.

Y Danielle y Yujin lo sabían perfectamente.

–Tú has estado muy mal mamá, no se si pueda verlo a los ojos. –Explicó Yujin.– Me ha llamado varias veces pero no puedo responderle más que monosílabos.

–Yo me he comunicado más con él, me ha preguntado como me siento por mañana pero tampoco he sido la misma de siempre.

Jake apretó sus labios asintiendo a las palabras de sus hijos. Tomó asiento en la mesa de centro frente al sofá donde estaban sus hijos y tomó sus manos acariciandolas en el proceso.

–Ustedes son unos seres preciosos. Yo estaré bien, es un proceso largo pero es yo quien debo velar por mi bien, no ustedes. Son temas de adultos y nosotros nos haremos cargo de ello. Las cosas ahora serán diferentes, pero todo es para un bien. Les pediré que por favor escuchen a su padre porque los ama mucho. Mañana después de la competencia de Dani los llevará a comer y podrán hablar mejor, ¿si?

Los mellizos asintieron no tan convencidos a las palabras de su madre. Sobre todo Yujin, quien apenas terminó la conversación subió rápidamente a su habitación.

Jake observó como subía las escaleras suspirando rendido, sabía que con su hijo sería más difícil y lo estaba demostrando.

–Yo intentaré hablar con él. –Dijo Danielle posando su otra mano encima de la de Jake.– Es tarde mamá, deberías ir a descansar.

Con un buenas noches y un beso en la mejilla de su hija Jake pudo estar un poco más tranquilo. Convenciéndose a si mismo que todo estaría bien.

–Descansa princesa.

I'M BAAAACK

jeje, y Justo en navidad. Considérelo como un regalo de mi parte.🎄

Gracias por esperar todo este tiempo. La universidad me consumió completamente pero ya estoy de vacaciones así que podré dedicarme mejor a lo que me gusta hacer que es escribir para ustedes.💗

Decirles que tengo mucho para esta historia y espero que les esté gustando esta idea.

Eso, espero que tengan unas bonitas fiestas y un gran fin de año. Pásenlo bonito con sus seres queridos <3

Lxs adoro. 🤍

Nos leemos pronto~