Feliz Navidad, Malfoy
Había pasado una semana, Draco había dicho que iría a su casa a través de la red Flu y que me esperaría en su casa a las diez.
Había conseguido un muy bonito verde de terciopelo verde. Llegaba hasta mi rodillas y tenía los hombros un poco descubiertos.
No era mi estilo, pero quería darle una buena impresión por lo menos a la señora Malfoy.
Y la navaja si la llevaba, quién sabe si me espera una bandada de mortífagos cuando salga de la chimenea.
También los muggles deberían saber que es un carro. Aunque lo de la chimenea es cool.
Llevaba unos tacones (Si, tacones) de color verde que combinaban con el vestido. Y si fuera por mi usaría mis zapatos normales pero no, recuerden, la primera impresión es lo que cuenta.
A Harry no le había gustado mucho la idea, menos a Ronaldo. Sip, de ahora en adelante lo llamaré Ronaldo para fastidiarlo.
Ah sí, Sirius armó todo un escándalo sobre ello. Pero Molly (Dios te bendiga) los tranquilizó, o mejor dicho, le amenazó.
Molly te amo mucho.
Así que ahora estoy esperando a que sean las diez.
- ¿Emma podemos hablar?
Harry se sentó al frente de mi.
Con Harry no estamos en un buen momento, quisiera que fuéramos como cualquier par de hermanos.
Pero tristemente no lo somos, y no creo que lo seamos por ahora.
Y lo entiendo. Aparezco un día luego de estar catorce años desaparecida, le digo que es mi mellizo, quedo en la casa que el odia, me junto con los chicos que el odia y lo peor, soy novia de su enemigo.
Yo también me odiaría.
Pero al mismo tiempo tengo un conflicto contra el. No es mi culpa quedar en Slytherin, y tampoco que me gustara Draco. Menos que los únicos chicos que me caigan bien son los que el odia, y menos que menos que mi madre me dejara en un orfanato catorce años de mi vida en el que todo el mundo me odiaba.
- Habla, Harry.
- Quiero que tengas cuidado.
- ¿De qué? ¿De los Malfoy, de Ronaldo o de ti?
Harry rodó los ojos.
- Es Ronald, no Ronaldo.
- Lo sé, mi querido Harry.
- Lo que sea, quiero que tengas cuidado con los Malfoy, en especial con el padre de Draco.
- Harry, tengo una navaja en mi bolso, creo que sabré defenderme.
- Por cierto, ¿De donde la sacaste?
- No quieres saber - Dije negando.
La tengo desde el orfanato.
- Supongo que debiste de sacarla de algún lugar muy feo así que no preguntaré - Dijo negando con una pequeña sonrisa en sus labios.
- Harry se que no estamos en buenos términos pero quiero que por lo menos no nos odiemos.
- ¿Me odias?
¿Lo odio? ¡Claro que no! Es la única familia que tengo aparte de Remus y Sirius.
- ¡Claro que no! ¿Pero tú?
- Yo tampoco te odio.
- Supongo que Ronaldo si - Dije encogiéndome de hombros.
Harry volvió a rodar los ojos.
- El caso es que no quiero que nos peleemos por cosas estúpidas. Sé que estoy en Slytherin y soy novia de Draco y aparecí siendo tu melliza catorce años después de que pensara que estaba muerta y...
- Emma, quiero que entiendas algo. No te culpo por estar en Slytherin.
- ¿No?
- No, y tampoco te odio. Estoy un poco molesto por qué estás con Malfoy, eso sí, pero entiendo que tú le quieres y supuestamente él devuelta.
- ¿Apapacho de hermanos?
Abrí mis brazos con una sonrisa y Harry rodó los ojos y me abrazó.
- Ten cuidado Emma.
- ¿Por qué todos creen que no se cuidar de mí misma?
(...)
Me atraganté con unas cenizas y salí de de la chimenea.
Draco estaba ahí con una pequeña sonrisa en los labios. Estoy segura que está evitando reírse de mí.
Tory salió corriendo junto con Hydra a abrazarme.
Se me había olvidado contarles, Hydra es la novia de Theo.
Sip, Theo tiene novia.
- Dime que por lo menos trajiste la navaja - Me susurró Tory al oído.
Reí y asentí.
- Quítense, es mi turno de ver a mi novia. - Dijo Draco arrastrando las palabras pero con una pizca de burla.
Tory y Hydra rodaron los ojos y se separaron de mi dándole espacio a Draco para verme.
- Señorito Malfoy es un gusto verle - Le dije es tono de burla dándole una reverencia.
Draco sonrió juguetón y tomó mi mano inclinándose para dejar un pequeño beso sobre ella.
- El gusto es mío señorita Potter.
¿Más perfecto? Imposible.
- ¡Yo quiero que Theo sea así conmigo! - Exclamó Hydra recibiendo un codazo de parte de Tory.
Draco la ignoró completamente y abrió mi bolso buscando algo.
- ¿Draco que quieres de mí bolso?
- Quiero ver si de verdad trajiste la navaja.
Le di un pequeño lepe y le quité mi cartera.
- Para eso me lo preguntas tonto. ¿No te enseñaron que es malo tocar las cosas de una señorita?
Draco me miró en forma de burla.
Ah no, no lo digas.
- ¿Tú eres una señorita? - Dijo con un tono de burla recibiendo otro golpe de mi parte.
- Idiota.
Draco tomó mi mano y me jaló hasta la sala principal.
La sala era increíblemente gigante, tenía un tono medieval y oscuro pero a la vez muy moderno.
Una señora de cabello platinado conversaba con un "aterrado" Theo.
Pude notar que estaba aterrado ya que nos hacía señas para que le ayudáramos. Vamos, no puede ser tan mala ¿O si?
La señora Malfoy tenía el cabello rubio platinado, al igual que el de Draco, recogido en un moño.
Llevaba un vestido verde oscuro por debajo de las rodillas y unos tacones de punta de color gris.
Su cara mostraba una sonrisa pequeña. ¿Ven? ¡Les dije que no podía ser tan mala!
Bellatrix también sonríe y está loca
Lis, cállate
¡Solo es la verdad!
No ayudas.
Nunca dije que estaba ayudándote.
Draco apretó mi mano tratando de pasarme confianza y me llevo junto a su madre.
- Mamá - Dijo Draco. La señora Malfoy se volteó y me examinó de pies a cabeza.
- Un gustó conocerla señora Malfoy, mi nombre es Emma, Emma Potter.
Le extendí mi mano y ella me miró fijamente unos segundos para luego aceptarla y dedicarme una sonrisa maternal.
Eso dolió
Lo sé Lis, lo sé.
- Un gusto conocerte, ¡Que señorita más refinada has traído Draco! Su cabello es bonito y tiene buena figura, tendrían unos hijos muy lindos - Dijo.
Enrojecí al igual que Draco. ¿Está insinuando que tendré hijos con Draco?
- ¡Mamá! - Le reclamó Draco. Se ve adorable sonrojado.
Theo soltó una risita pero se cayó al ver la mirada fulminante de Hydra.
- ¿Donde está Blaise? - Le susurré a Tory mientras Draco hablaba con su madre.
- Tubo unos pequeños problemas en su casa, vendrá más tarde.
Iba a responder pero el sonido de l puerta abrirse hizo que me callara.
El señor Malfoy entró a la sala con aires de grandeza, su cabello era rubio platinado y largo hasta los hombros.
Vaya, su cabello parece mejor que el mío, ¿Qué champú usa?
Dirigió su mirada por toda la sala hasta pararse en mi.
Al igual que la señora Malfoy me miró de arriba a abajo sin ningún pudor y luego paró en Draco.
Ese hombre da miedo.
Lo sé Lis.
¡Y su cabello es mejor que el tuyo!
También quiero su cabello.
Caminó hasta nosotros y se paró enfrente de mi.
- Supongo que tú eres la famosa Emma Potter, la segunda niña que vivió - Dijo Arrastrando las palabras con burla. Pero no era como lo hacía Draco para hacernos reír, el lo hacía para molestarme.
- Un gustó conocerle señor Malfoy - Dije mirándolo fijamente.
Quería intimidarme, veremos quién gana al final.
Me miró con desprecio para luego voltearse y golpearme con su cabello en mi cara. Maldito.
Ese maldito es tu suegro.
Cállate.
(...)
El señor Malfoy y la señora Malfoy habían desaparecido después de la cena. La cuál fue bastante incómoda.
Entre preguntas desagradables del señor Malfoy hasta indirectas de Cissy. Si, me obligó a llamarla Cissy.
Ella me cae bien.
Draco nos había llevado a todos a su habitación, en la cual decidimos abrir los regalos.
El mío era un pequeño detalle, no sabía si le iba a gustar.
Había comprado una caja pequeña de madera en una tienda muggle, tenía mi nombre y el de el tallados en la tapa junto a un corazón negro.
Dentro de la caja tenía una recopilación de todas nuestras fotos juntas, tanto muggles como mágicas. Además de una pulsera con un pequeño dije de la letra E y otro con la letra D.
La D es para mí y la E para el.
Para Tory había comprado una pulsera con su apodo. Era plateado con una pequeña gema a un lado.
Para Theo y Blaise compré dos quitó para cuidar sus escobas ya que ellos juegan en el equipo de Quidditch, en el que próximamente yo entraré.
Y por último para Hydra compré una cámara mágica ya que a ella no le gustan las muggles.
Se preguntarán cómo fue que traje todos esos regalos, fácil. Le supliqué a Hermione por una semana completa que me enseñara a hacer un encantamiento de extensión indetectable.
Al final cedió. ¿Por qué creen que no dejé que Draco tocara mi bolso?
Nos sentamos todos juntos frente a la chimenea de la habitación.
Theo estaba sentado a mi lado derecho, al izquierdo Draco. Al lado de Draco estaba Tory, la cual tenía del otro lado a Blaise el cual tenía a su lado a Hydra junto a Theo.
- ¿Quién empieza? - Preguntó Blaise.
- La más diva de todas, oséa yo - Dijo Hydra viendo sus uñas con aires de grandeza.
- Cariño, diva se nace no se hace. Por lo tanto yo soy la más diva - Dije hechando mi cabello hacia atrás.
- ¡Yo soy la más diva! Miren, una diva viste como una y piensa como una, ustedes no lo hacen - Djo Tory.
- Primero: lo que dijiste no tiene sentido, segundo: ¿Y tú si?, tecero: Todos saben que los Malfoys somos los más divas - Dijo Draco con una sonrisa de suficiencia.
Maldito Malfoy
- Por lo tanto empiezo yo - Dijo él
- ¿Enserio se acaban de pelear por quién daba los regalos primero? - Dijo Theo a lo cual respondimos con un asentimiento de cabeza.
- En todo caso yo, entrego los regalos primero - Dice Blaise.
- ¡Cállate Negro! - Dice Theo.
- ¡Racismo! ¡Esto es Racismo!
- ¡Blaise si no te callas te callo yo y de la peor manera! - Le grité.
Blaise compartió una mirada con Theo y asintió pesadamente.
(...)
- Y este es para ti, Draco - Dije entregándole la pequeña caja.
Hydra y Theo habían desaparecido, aprovechando que los señores Malfoy se habían ido a no se donde. Se les subió el calentón...
Excepto a Tory y Blaise, ellos se fueron por ahí.
Solo quedábamos Draco y yo.
Draco tomó la pequeña caja y quitó el moño rojo que lo adornaba.
Vio cada una de las fotos y sonrió viendo algunas.
- Se que no es nada grande ni costoso ni perfecto o...
Draco me calló con un beso.
Típico de él.
- Es perfecto ¿Ok?
Asentí y el sonrió para volverme a besar, pero esta vez con más ímpetu.
Puse mis piernas alrededor de su cintura profundizando el beso.
La caja estaba por algún lugar del cuarto.
- Feliz Navidad, Potter.
- Feliz Navidad, Malfoy.
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